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Comentario de Juan 9:24 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 9:24 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Así que por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: —¡Da gloria a Dios! Nosotros sabemos que este hombre es pecador.

9:24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; — El testimonio de los padres hizo el caso más difícil para los judíos; por eso, volvieron al ataque contra el hombre mismo. Querían que él confesara que hubo conspiración entre él y Jesús para engañar, o que de alguna manera negara a Jesús.

La expresión «Da gloria a Dios» equivale a «Confiesa tu pecado». «Se trata… de una adjuración a decir la verdad (Jos 7:19; 1Sa 6:5) como si antes no lo hubiera hecho… Ya no pueden negar más la realidad de la curación debido al testimonio de los padres (9:19) y ahora quieren que el hombre admita que estaba mintiendo al decir que Jesús lo había sanado» (ATR).

Algunos creen que con estas palabras los judíos requerían que no se diera gloria a Cristo sino a Dios («Nótese cómo se contrastan las palabras Dios y este hombre» WH), pero esto implicaría que los judíos admitieron que hubo milagro, cosa que no hicieron. Sin duda, este detalle le llenó al ciego de nacimiento con más valor, porque al no admitir una cosa tan obvia, los judíos demostraban su falta de sinceridad e integridad.

— nosotros — «Nosotros», los sabios, los doctores e intérpretes de la ley, los únicos que saben; los demás son ignorantes (7:14, 45-52).

— sabemos que ese hombre es pecador. — ¿Por qué no nombraron el pecado cuando Jesús les desafío (8:46) ? Desde luego, aquí le acusan de violar el día de reposo (9:16).

La «lógica» de los judíos sería así:

«Premisa mayor: Sólo los que son de Dios pueden abrir los ojos a los ciegos de nacimiento.

«Premisa menor: Este hombre (Jesús) no es de Dios.

«Conclusión: El no puede haber abierto los ojos de un ciego de nacimiento» (WH).

Con este «razonamiento» los judíos pensaban poner fin al caso para que ya no hubiera más argumento. Según ellos, este hombre debería admitir su error y dar la razón a ellos.

¿Estaba dispuesto el hombre a colgar los guantes? La verdad es que como él no estaba intimidado por los judíos, tampoco estaba impresionado por su «lógica».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Da gloria a Dios. Jua 5:23; Jua 8:49; Jua 16:2; Jos 7:19; 1Sa 6:5-9; Sal 50:14, Sal 50:15; Isa 66:5; Rom 10:2-4.

nosotros sabemos. Jua 9:16; Jua 8:46; Jua 14:30; Jua 18:30; Jua 19:6; Mar 15:28; Rom 8:3; 2Co 5:21.

que este hombre es pecador. Luc 7:39; Luc 15:2; Luc 19:7.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El mandato de dar gloria a Dios era un cargo solemne para declarar toda la verdad (Jos 7:19; 1Sa 6:5). Intentando poner palabras en la boca del hombre, los líderes judíos dijeron que sabían que Jesús era un pecador. Desde su punto de vista, curar en día de reposo era transgredir la Ley. Por eso, para ellos Jesús era un pecador (Jua 5:16).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Da gloria a Dios. Esto significa que las autoridades querían que el hombre tuviera el valor de admitir la supuesta verdad de que Jesús era un pecador porque transgredía sus tradiciones y amenazaba su influencia (cp. Jos 7:19). sabemos que ese hombre es pecador. Existió suficiente unanimidad entre las autoridades religiosas para concluir que Jesús era un pecador (cp. Jua 8:46). Debido a esta opinión predeterminada, rehusaron aceptar cualquier testimonio a favor de la autenticidad del milagro.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; — El testimonio de los padres hizo el caso más difícil para los judíos; por eso, volvieron al ataque contra el hombre mismo. Querían que él confesara que hubo conspiración entre él y Jesús para engañar, o que de alguna manera negara a Jesús.
La expresión «Da gloria a Dios» equivale a «Confiesa tu pecado». «Se trata… de una adjuración a decir la verdad (Jos 7:19; 1Sa 6:5) como si antes no lo hubiera hecho… Ya no pueden negar más la realidad de la curación debido al testimonio de los padres (9:19) y ahora quieren que el hombre admita que estaba mintiendo al decir que Jesús lo había sanado» (ATR).
Algunos creen que con estas palabras los judíos requerían que no se diera gloria a Cristo sino a Dios («Nótese cómo se contrastan las palabras Dios y este hombre» WH), pero esto implicaría que los judíos admitieron que hubo milagro, cosa que no hicieron. Sin duda, este detalle le llenó al ciego de nacimiento con más valor, porque al no admitir una cosa tan obvia, los judíos demostraban su falta de sinceridad e integridad.
— nosotros — «Nosotros», los sabios, los doctores e intérpretes de la ley, los únicos que saben; los demás son ignorantes (7:14, 45-52).
— sabemos que ese hombre es pecador. — ¿Por qué no nombraron el pecado cuando Jesús les desafío (8:46) ? Desde luego, aquí le acusan de violar el día de reposo (9:16).
La «lógica» de los judíos sería así:
«Premisa mayor: Sólo los que son de Dios pueden abrir los ojos a los ciegos de nacimiento.
«Premisa menor: Este hombre (Jesús) no es de Dios.
«Conclusión: El no puede haber abierto los ojos de un ciego de nacimiento» (WH).
Con este «razonamiento» los judíos pensaban poner fin al caso para que ya no hubiera más argumento. Según ellos, este hombre debería admitir su error y dar la razón a ellos.
¿Estaba dispuesto el hombre a colgar los guantes? La verdad es que como él no estaba intimidado por los judíos, tampoco estaba impresionado por su «lógica».

Fuente: Notas Reeves-Partain

d. El segundo interrogatorio de los fariseos al hombre (vv. Jua 9:24-34)

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

La transición entre el interrogatorio a los padres y el segundo interrogatorio de los fariseos al hombre sanado es algo abrupto. El texto original sólo presenta la partícula característica de Juan “entonces”. En la sección anterior no hay indicaciones explícitas de que el hombre no estaba presente en el interrogatorio de sus padres. Ahora los dirigentes “llaman” de nuevo al hombre u “ordenan que el hombre se haga presente de nuevo ante ellos”. Así es que llamaron nuevamente al hombre que había sido ciego, “Entonces los dirigentes judíos convocaron al hombre curado de la ceguera por la segunda vez” o “y de nuevo las autoridades ordenaron al hombre que había sido ciego que se hiciera presente para otro interrogatorio”.

El interrogatorio se inicia con una orden: ¡Da gloria a Dios!, que es una fórmula semita para jurar o hacer votos, es decir, es como poner a Dios por testigo de que lo expresado es la pura verdad. En las versiones modernas hay distintas acepciones a esta oración: «Promete delante de Dios» (TEV); «Júralo por Dios» (CEV, NVI); «Dinos la verdad delante de Dios» (DHH); «Proclama la verdad» (BL); «Habla la verdad delante de Dios» (CEV), «Júranos por Dios» (TLA). La equivalencia más próxima en algunas culturas sería algo como: “Promete delante de Dios decir la verdad y sólo la verdad” o “bajo juramento dinos sólo la verdad”. En otras culturas aún se acepta “¿Puedes poner a Dios por testigo de que lo que vas a decir es la pura verdad?”.

Nosotros sabemos que ese hombre es pecador. El “sabemos” recuerda la respuesta de los padres del hombre curado (v. Jua 9:20): “Nosotros estamos muy convencidos de que ese hombre es pecador”. La NVI expresa este convencimiento con otro verbo: «nos consta».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— reconócelo… delante de Dios: Lit. da gloria a Dios. Es una fórmula semita con la que se pretende que alguien diga la verdad y repare así una posible ofensa anterior hecha a Dios (ver Jos 7:19; 1Sa 6:5; Apo 11:13).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

x 540 Jos 7:19

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Da gloria a Dios. Puede ser una exhortación a decir la verdad o una advertencia para que el hombre diera el crédito a Dios y no a Jesús.

este hombre es un pecador. Así como en 7:48, los líderes religiosos afirman que su conocimiento es superior al de los demás. Sin presentar pruebas, acusan a Jesús de pecador, aunque Jesús les había dado la oportunidad de hacerlo (8:46).

Fuente: La Biblia de las Américas

Fórmula que se usaba para obligar a alguno a decir la verdad. Véase Jos 7:19

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. era.

Fuente: La Biblia Textual III Edición