Respondió Jesús: —No es que éste pecó, ni tampoco sus padres. Al contrario, fue para que las obras de Dios se manifestaran en él.
9:3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, — Cuando Jesús sanó al paralítico de Betesda, le dijo, «Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor» (5:14); por eso, a veces alguna aflicción se atribuye al pecado de la persona. Pero véase también Luc 13:1-5, que se refiere a casos semejantes a este texto (Jua 9:3). Jesús enseña, pues, que hay sufrimiento no merecido. El libro de Job ampliamente analiza este problema. Sus «amigos» decían que su sufrimiento era prueba innegable de que él era culpable de algún pecado, pero estaban equivocados, pues el libro expone la falsedad de ese concepto. Véase también Hch 28:4. Si este concepto fuera correcto, sería necesario concluir que los que no sufren no han pecado y que son mejores que los que sufren.. Jesús dijo que las lluvias, los diluvios y los vientos golpearon contra las dos casas, la que estaba fundada sobre la arena y la que estaba fundada sobre la roca (Mat 7:25). Dice Ecl 9:11 que «tiempo y ocasión acontecen a todos» («el tiempo y la suerte les llegan a todos», LBLA).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Ni éste pecó, ni sus padres. Job 1:8-12; Job 2:3-6; Job 21:27; Job 22:5; Job 32:3; Job 42:7; Ecl 9:1, Ecl 9:2; Luc 13:2-5; Hch 28:4.
para que las obras de Dios se manifiesten en él. Jua 11:4, Jua 11:40; Jua 14:11-13; Mat 11:5; Hch 4:21.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios dejó que el hombre naciera ciego para que Jesús pudiera sanarlo y así revelar las obras de Dios, su poder curativo. Piense en los años que este hombre llevó la carga de la ceguera hasta el tiempo en que fue usado para la gloria de Dios. Que esto nos alivie nuestro dolor y dificultades mientras esperamos en el Señor.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PARA QUE LAS OBRAS DE DIOS SE MANIFIESTEN EN ÉL. Jesús corrige la errónea creencia de los discípulos de que toda aflicción grave sea el resultado de algún pecado. Hay veces en que la enfermedad sí resulta de un grave pecado (Jua 5:14), pero no siempre. A veces se permite la aflicción debido a un propósito divino, es decir, para mostrar la misericordia, el amor y el poder de Dios. En el mundo a menudo sufren los inocentes mientras no sufren los culpables (cf. Sal 73:1-14; véase el ARTÍCULO EL SUFRIMIENTO DE LOS JUSTOS, P. 657. [Job 2:7-8]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Jesús no negó la conexión general que existe entre pecado y sufrimiento, pero refutó la idea de que ciertos actos personales de pecado fueran la causa directa. La sabiduría y los propósitos de Dios tienen un papel importante en estos asuntos, como se ve muy bien en Job 1:1-22; Job 2:1-13.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
9:3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, — Cuando Jesús sanó al paralítico de Betesda, le dijo, «Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor» (5:14); por eso, a veces alguna aflicción se atribuye al pecado de la persona. Pero véase también Luc 13:1-5, que se refiere a casos semejantes a este texto (Jua 9:3). Jesús enseña, pues, que hay sufrimiento no merecido. El libro de Job ampliamente analiza este problema. Sus «amigos» decían que su sufrimiento era prueba innegable de que él era culpable de algún pecado, pero estaban equivocados, pues el libro expone la falsedad de ese concepto. Véase también Hch 28:4. Si este concepto fuera correcto, sería necesario concluir que los que no sufren no han pecado y que son mejores que los que sufren..
Jesús dijo que las lluvias, los diluvios y los vientos golpearon contra las dos casas, la que estaba fundada sobre la arena y la que estaba fundada sobre la roca (Mat 7:25). Dice Ecl 9:11 que «tiempo y ocasión acontecen a todos» («el tiempo y la suerte les llegan a todos», LBLA).
— sino para que las obras de Dios (5:36; 10:25) se manifiesten en él. — En este caso las obras de Dios incluían bendición física y bendición espiritual, pues el hombre que nació ciego recibió su vista física y también su vista espiritual (9:38). Dios gobierna este mundo y puede transformar un mal temporal en un bien eterno, y Dios tenía su plan para este hombre, pues sería el objeto de las maravillosas obras de Dios. Se puede decir lo mismo de cualquier ciego (o de sordos, paralíticos, etc.), porque toda vida que se somete a su voluntad le es útil. Compárese 2Co 12:7-10.
Fuente: Notas Reeves-Partain
“Jesús les respondió: Su ceguera no tiene nada que ver con su pecado o el de sus padres”. Literalmente dice el texto: “Ni éste pecó ni sus padres”. Esta oración literal puede dar la impresión equivocada como si fuera una declaración absoluta, dando la idea de que ni este hombre ni sus padres nunca han pecado, lo que no es la intención del texto. La traducción debe ser hecha de tal manera que se reconozca que Jesús está respondiendo a una situación concreta: “Él está ciego pero no es por causa de ninguno de sus pecados ni por los pecados de sus padres”, “El hecho de que él esté ciego no es por las maldades que él ha hecho, ni por las maldades de sus padres”, «Ni sus propios pecados ni los de sus padres tienen la culpa» (BI), «La causa de su ceguera no ha sido ni un pecado de él ni de sus padres» (BA).
La segunda parte de la respuesta es una oración de propósito que se traduce generalmente: “Sino para que el prodigio honroso de Dios actúe en este hombre”. Mejor especificar la frase literal “en él” para que no quede ambigua. En algunos idiomas no quedará claro a quién se refiere “él”, por lo que hay que ser específicos: “Pero le ha pasado esto para que el poder sanador de Dios trabaje en este hombre”. También se puede reafirmar el propósito de la ceguera de esta manera, sin dar la idea de que es una causa arbitraria de Dios, o que el hombre está ciego porque Dios así lo quiere: “Sino que con esta ceguera la obra sanadora de Dios se realizará en este hombre” o “sino más bien con esta ceguera la gente verá el poder de Dios actuando en este hombre”. Entre las versiones modernas hay varias muy cercanas al texto griego y claras al comunicar la idea: sino para que las obras de Dios se manifiesten en él, «Nació así para que ustedes vean cómo el poder de Dios lo sana» (TLA), «fue más bien para que en él se demuestre lo que Dios puede hacer» (DHH).
Es posible redactar este versículo separándolo del versículo siguiente sólo con una coma: [v. Jua 9:3] “para que el poder de Dios trabaje en este hombre, [v. Jua 9:4] por eso tenemos que seguir haciendo la obra del que me envió”. Esta unión de los dos versículos en esta forma es posible siguiendo el texto, encaja bien en su contexto y es gramaticalmente correcta.
La frase “el poder sanador”, también traducible como “el poder de Dios” o “las obras de Dios”, se usa en el evangelio de Juan para referirse a los milagros, y aunque en este versículo está en plural, es mejor traducirla en singular para indicar que se refiere específicamente a la curación del ciego.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 11:4.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
d 519 Mat 11:5; Jua 11:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
TGr145 y sig. Ἵνα aparece aquí con un sentido imperativo; así que la segunda parte de la respuesta de Jesús es: pero dejen que las obras de Dios sean manifestadas en él (Cadoux toma tentativamente este ἵνα como imperativo -M145).