Comentario de Juan 9:34 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Le contestaron diciendo: —Tú naciste sumido en pecado, ¿y tú quieres enseñarnos a nosotros? Y lo echaron fuera.
9:34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, — Habían perdido la batalla; fueron derrotados y avergonzados por el hombre que nació ciego, y no les quedó ningún argumento más. Puesto que no eran sinceros, lo único que sabían hacer era volver a vituperarle. Así los hijos del diablo (8:44) desprecian a un hombre grandemente favorecido por Dios. Dice el ver. 18 que «los judíos no creían que él había sido ciego», pero al decir «Tú naciste del todo en pecado», admiten que el hombre sí nació ciego como él dijo; de otro modo, ¿por qué dicen ellos que el hombre nació en pecado, puesto que ellos creían que la ceguera era castigo por el pecado? Este es otro caso de su hipocresía.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
En pecados eres nacido todo, o enteramente. Jua 9:2; Jua 8:41; Job 14:4; Job 15:14-16; Job 25:4; Sal 51:5; Gál 2:15; Efe 2:3.
¿y tú nos enseñas? Jua 9:40; Jua 7:48, Jua 7:49; Gén 19:9; Éxo 2:14; 2Cr 25:16; Pro 9:7, Pro 9:8; Pro 26:12; Pro 29:1; Isa 65:5; Luc 11:45; Luc 14:11; Luc 18:10-14, Luc 18:17; 1Pe 5:5.
Y lo echáron fuera, o expulsaron. Jua 9:22; Jua 6:37; Pro 22:10; Isa 66:5; Mat 18:17, Mat 18:18; Luc 6:22; 1Co 5:4, 1Co 5:5, 1Co 5:13; 3Jn 1:9; Apo 13:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Al no tener un argumento efectivo contra la lógica del hombre, los fariseos recurrieron a la violencia contra Él.
naciste … en pecado: Afirmaron que su ceguera era evidencia del pecado, justo lo que Jesús había negado antes (v. Jua 9:3).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LE EXPULSARON. Una de las mejores cosas que le sucedieron al hombre nacido ciego fue la excomunión de su antigua religión. Si se le hubiera permitido permanecer en la sinagoga, habría corrido el riesgo de regresar a los métodos tradicionales del judaísmo e irse alejando de Cristo y del evangelio. Hoy les puede suceder lo mismo a los que encuentran la salvación en Cristo y están en iglesias tibias u organizaciones religiosas sin fundamentos bíblicos. Si permanecen en esa iglesia o ese sistema, pudieran perder su deseo por el genuino cristianismo bíblico y volver a abrazar los falsos métodos de su antigua religión. Lo mejor es apartarse de lo que no es de Dios, de manera que Cristo pueda acercarse en todos los sentidos (v. Jua 9:35-38).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
¿y nos enseñas a nosotros? Los fariseos estaban encolerizados con el hombre y su enojo les impidió ver la agudeza penetrante que había demostrado. La frase también reveló su desconocimiento de las Escrituras, porque el AT enseñaba que la era mesiánica venidera sería evidenciada por la restauración de la vista a los ciegos (Isa 29:18; Isa 35:5; Isa 42:7; cp. Mat 11:4-5; Luc 4:18-19).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
9:34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, — Habían perdido la batalla; fueron derrotados y avergonzados por el hombre que nació ciego, y no les quedó ningún argumento más. Puesto que no eran sinceros, lo único que sabían hacer era volver a vituperarle. Así los hijos del diablo (8:44) desprecian a un hombre grandemente favorecido por Dios.
Dice el ver. 18 que «los judíos no creían que él había sido ciego», pero al decir «Tú naciste del todo en pecado», admiten que el hombre sí nació ciego como él dijo; de otro modo, ¿por qué dicen ellos que el hombre nació en pecado, puesto que ellos creían que la ceguera era castigo por el pecado? Este es otro caso de su hipocresía.
— ¿y nos enseñas a nosotros? — ¿ Tú (hombre pecador, ignorante, 7:49, mendigo) nos enseñas a nosotros? Pero esto fue precisamente lo que hizo. Con palabras sencillas y claras, con lógica irrefutable, ¡les enseñó! Podía hacerlo porque hablaba la verdad.
— Y le expulsaron (lo echaron fuera, LBLA). — Al hablar de ser expulsado de la sinagoga Juan emplea la palabra aposunagogos (9:22; 12:42; 16:2), pero la palabra expulsaron (echaron) en 9:34 es exebalon, arrojaron. Pero dijeron «Tú eres su discípulo» (9:28), tratándolo como discípulo de Jesús; ya había confesado que Cristo era un profeta (9:17) y obrador de milagros (9:32, 33); después lo confesó como el Hijo de Dios y le adoró (9:38). Por eso, sin duda muy pronto lo expulsarían oficialmente de la sinagoga. «Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre» (Luc 6:22). El ser expulsado por los religiosos que no conocen a Dios es una bendición para el expulsado.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Las autoridades judías reaccionan violentamente: “Ellos reaccionaron con estas palabras: ¡Tú has nacido completamente en pecado! ¿Y nos vienes a enseñar a nosotros?”, Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? “Completamente” indica totalidad, algo completo, de toda la vida. La NAB traduce «has estado en pecado desde que naciste», mientras que la CEV propone «has nacido y crecido totalmente en pecado». En otros idiomas se puede expresar esta idea así: “Tú naciste y sigues viviendo totalmente en pecado”. Las autoridades están furiosas de la convicción del hombre curado al que consideran un pecador total, mientras ellas no pueden dar la explicación correcta, que es la más sencilla. Probablemente se sienten también humillados, lo cual explicaría su reacción: “¿Y tú nos estás enseñando a nosotros?”. Como es un reproche, en algunos idiomas se puede traducir: “¿Y tú quién te crees que eres que tratas de darnos lecciones?” «¿Crees que nos puedes enseñar algo?» (CEV), «Ahora resulta, que tú siendo pecador desde que naciste nos vas a enseñar» (TLA), «¿Es que pretendes darnos lecciones a nosotros, tú que de pies a cabeza naciste envuelto en pecado?» (BI).
La sección termina brusca y lacónicamente: «Y lo expulsaron de la sinagoga» (DHH), “Y lo echaron fuera de la sinagoga”. La mayoría de las versiones expresan la forma lacónica de la oración: Y lo expulsaron, «Y le echaron fuera» (BJ). En algunos idiomas queda más claro decir explícitamente que lo echaron de la sinagoga. La CEV amplía más el sentido como advertencia al hombre: «Nunca puedes volver a ninguno de nuestros lugares de reunión». Para muchos estudiosos esta expulsión implicaba violencia y significaba para el expulsado el riesgo hasta de perder la vida. El verbo es diferente al usado en el v. Jua 9:22. Con su confesión valiente y clara el hombre curado se convierte en modelo para la comunidad creyente en Jesús.
Reflexión bíblica y pastoral
Los fariseos interrogan al hombre que ha sido sanado por Jesús de su ceguera, pero la atención no la ponen en el milagro en sí, en la maravilla que ha acontecido al hombre, sino en que se realizó en día sábado. Nuevamente la ley es priorizada sobre la vida humana.
Le preguntan sobre el cómo de la sanidad, y el hombre responde con absoluta veracidad y sencillez: “Me puso lodo sobre los ojos, me lavé y veo” (v. Jua 9:15). Explicar las acciones de Dios en la vida de los creyentes no requiere de largos y complejos discursos teológicos, pues la acción del Señor en la vida humana es sencilla y profunda, de tal manera que todos podemos exponerla con claridad de manera que todos la entiendan.
Este signo es otra clara evidencia de la procedencia divina de Jesús, pero los fariseos la niegan con el argumento de que no guarda el sábado. El criterio de veracidad es el grado de legalismo y no la capacidad de dar vida de Jesús. Por ello continúan con su interrogatorio, pero ahora inquiriendo sobre la persona de Jesús. El hombre sanado vuelve a responder con sencillez: “Yo creo que es un profeta” (v. Jua 9:17). Pareciera que el hombre empieza a ver también con los ojos del entendimiento y de la fe, contrario a los fariseos que se aferran a su legalismo, y así demuestran lo ciegos que son en realidad.
No satisfechos con el resultado de su interrogatorio ahora se dirigen a los padres del sanado. Estos lo reconocen como su hijo y declaran que había sido ciego, así como también afirman no saber nada de la sanidad y del sanador. El miedo a ser expulsados de la sinagoga los había aprisionado, así como los fariseos eran también prisioneros de su sistema legal y de sus supuestos teológicos. Y es que a veces las normas, los prejuicios y los sistemas cerrados de creencia pueden producir cegueras tan lamentables como la de los ojos.
Cuando nuevamente interrogan al hombre sanado, y quieren convencerlo de que Jesús es un pecador, éste los desarma con una lógica sencilla y devastadora: “Si es pecador no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo” (v. Jua 9:25). El hombre no entra en el juego, no quiere ni puede argumentar en la lógica de estos sabios de la ley, por ello recurre al único argumento que es irrebatible: su testimonio. Y esto precisamente es lo que ocurre con tantos creyentes de todas las geografías, cuya fe no pueden explicar con argumentos teológicos sofisticados, pero que son testigos del poder sanador de Dios en sus vidas, y eso es lo que comparten.
En la parte final del interrogatorio los fariseos hacen referencia a la fuente de su autoridad, que ellos afirman ser Moisés. Ellos son los maestros en la ley de Moisés, sin embargo su sabiduría no les alcanza para saber de dónde viene Jesús. En cambio, el hombre puede decir con absoluta convicción, refiriéndose a Jesús: “Si este no viniera de Dios, nada podría hacer” (v. Jua 9:32). Nos percatamos, pues, que el hombre recuperó totalmente su visión, la de los ojos y la de la fe, mientras que los fariseos, que creían ver bien, y que en la ley creían tener la luz, no pudieron ver algo tan elemental como el origen divino de Jesús y el efecto del amor de Dios en la vida de un hombre.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Sal 51:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
e 547 Jua 9:2
f 548 Jua 9:22; Jua 16:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Tú naciste…en pecados. Finalmente, a los líderes religiosos sólo les queda el recurso de atacar personalmente al hombre.
Fuente: La Biblia de las Américas
34 super (1) Expulsarlo era excomulgarlo o excluirlo de la sinagoga judía. Esto era sacarlo del redil, como dice el Señor en 10:3-4. Cuando la religión persiguió a quien el Señor llamó, todo lo que hizo fue llevar a cabo lo que el Señor quería que le ocurriera.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
La hostilidad de ellos llegaba ahora a los límites del fanatismo.