Comentario de Juan 9:37 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Jesús le dijo: —Le has visto, y el que habla contigo, él es.

9:37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. — De esta manera tan directa Jesús se reveló a sí mismo solamente a este hombre y a la mujer samaritana (4:26).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Pues le has visto. Jua 4:26; Jua 7:17; Jua 14:21-23; Sal 25:8, Sal 25:9, Sal 25:14; Mat 11:25; Mat 13:11, Mat 13:12; Hch 10:31-33.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Observe la progresión por todo este capítulo del entendimiento del hombre sanado sobre la persona de Cristo. Primero, llamó a Jesús «un hombre» (v. Jua 9:11); después «un profeta» (v. Jua 9:17); y finalmente se dio cuenta de que Jesús era el Hijo de Dios (vv. Jua 9:35-38). Esto es similar a la progresión del entendimiento exhibido por la mujer en el pozo en Jua 4:1-54.

 EN PROFUNDIDAD

Jesús y el dolor físico

La mayoría de las curaciones que Jesús hizo tenían la intención de revelar su poder divino y autoridad (Jua 9:2, Jua 9:3, Jua 9:32, Jua 9:33).

Sanó a gente de todo nivel social, los intocables, los acomodados, y los que estaban bien relacionados.

No los sanó a todos (Mat 13:58).

Reconoció y trató el lado emocional de las enfermedades, sentimientos de tristeza, ira, desorientación, ansiedad, conflictos, temor y agresión.

Mostró paciencia, compasión y valor cuando enfrentó la enfermedad.

Nunca usó encantos, hechizos, conjuros, drogas, incienso o hierbas para protegerse de los malos espíritus o para curar a las personas de sus enfermedades, su poder venía directamente de su persona.

Hizo un paralelo entre la enfermedad física y la necesidad espiritual (Mar 2:15-17).

Solía unir la curación de las enfermedades con la fe y el perdón de pecados.

Se negó a ver toda enfermedad como una señal del juicio de Dios.

Se negó a permitir que las tradiciones religiosas o tabúes le obstaculizaran aliviar el dolor y sufrimiento.

Su poder para curar amenazaba las autoridades establecidas.

Sus seguidores inmediatos experimentaron el mismo poder sobre los males físicos, una señal que su mensaje era de Dios.

A veces la enfermedad y la muerte revelaban el juicio de Dios (Hch 5:1-11; Hch 12:19-23).

Sus seguidores no fueron perdonados de la aflicción física. Dios usó sus sufrimientos para formar el carácter.

Podemos esperar un tiempo en que el sufrimiento, la tristeza, el dolor, y la enfermedad terminarán (Rom 8:18; Apo 21:4).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

9:37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. — De esta manera tan directa Jesús se reveló a sí mismo solamente a este hombre y a la mujer samaritana (4:26).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Le dijo Jesús: Pues lo has visto; el que habla contigo, ese es, “Jesús le contestó: Lo has visto ya. Es el que ahora mismo está hablando contigo”. Los adverbios “ya” y “ahora mismo” no aparecen en el texto, sin embargo, por razones de sentido, y como una equivalencia, son necesarios para expresar mejor el contraste entre el tiempo perfecto (“has visto”) y el tiempo presente (“habla”). La presentación del sujeto en tercera persona singular puede traer cierta confusión. De todas maneras aquí la tercera persona se refiere a Jesús, y en este caso se puede hacer explícito el nombre de Jesús. “Ya me has visto. Yo soy el que está hablando contigo”, “A él ya lo has visto, pues soy yo mismo el que habla contigo”, «Lo estás viendo. Yo soy, el que habla contigo» (TLA).

En realidad el hombre nunca ha visto a Jesús antes. El verbo “ver” tiene un sentido más profundo que el “ver” de los versículos anteriores. El hombre fue curado y ahora ve, mientras que Jesús le dice que ya “lo ha visto con profundidad”. En otra equivalencia sería mejor expresar que el hombre acaba de ver a Jesús: “En este momento lo acabas de ver. Soy yo el que está hablando contigo”. Es un ver profundo y espiritual proveniente de una revelación.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 4:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

h 550 Jua 4:26

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Lit., {I Y}

Fuente: La Biblia de las Américas