Comentario de Judas 1:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,
v. 17 — Se refiere Judas en particular al apóstol Pedro (2Pe 3:3), pero también a los demás (en tales pasajes como Hch 20:29-30; 1Ti 4:1-3; 2Ti 4:3-4; 1Jn 4:1-6. En lugar de seguir a estos falsos, exhorta Judas que sus lectores sigan las palabras inspiradas de apóstoles de Cristo. Este consejo siempre nos conviene. Este versículo no parece ser escrito por apóstol. Judas no se incluye en la referencia a los apóstoles. En esto hay indicación de que Judas, el autor de esta epístola, no era apóstol.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
tened memoria de las palabras. Mal 4:4; Hch 20:35; Efe 2:20; Efe 4:11; 2Pe 3:2; 1Jn 4:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las palabras de los apóstoles son importantes porque expresan el deseo de Dios. Para discernir el espíritu (v. Jud 1:19) de alguien que dice que habla por Dios, la única norma segura de evaluación es la Biblia. Los que atacan las verdades centrales de las Escrituras, las que conciernen a Dios, Cristo y la salvación por la gracia de Dios mediante la fe, deben evitarse.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
las palabras … dichas por los apóstoles. Los apóstoles habían advertido a la generación venidera en cuanto a los apóstatas, para que estuvieran preparados y no tomados por sorpresa (cp. Hch 20:28-31; 1Ti 4:1-2; 2Ti 3:1-5; 2Ti 4:1-3; 2Pe 2:1-22; 2Pe 3:1-4; 1Jn 2:18; 2Jn 1:7-11). La Palabra de Dios está diseñada para advertir y proteger (Hch 20:31; 1Co 4:14) y como lo indica el v. Jud 1:18 ya se habían dado advertencias reiteradas.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Vea las notas sobre 2Pe 3:1-3.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
v. 17 — Se refiere Judas en particular al apóstol Pedro (2Pe 3:3), pero también a los demás (en tales pasajes como Hch 20:29-30; 1Ti 4:1-3; 2Ti 4:3-4; 1Jn 4:1-6. En lugar de seguir a estos falsos, exhorta Judas que sus lectores sigan las palabras inspiradas de apóstoles de Cristo. Este consejo siempre nos conviene.
Este versículo no parece ser escrito por apóstol. Judas no se incluye en la referencia a los apóstoles. En esto hay indicación de que Judas, el autor de esta epístola, no era apóstol.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LAS CARACTERÍSTICAS DEL ERROR (1)
Judas 1:17-19
Pero vosotros, queridos hermanos, debéis recordar las palabras que os hablaron en su tiempo los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; debéis recordar que nos dijeron: «En los últimos tiempos habrá burladores, cuya conducta estará gobernada por sus propios deseos impíos.» Estos son los que provocan divisiones -tipos carnales, sin el Espíritu.
Judas les indica a los suyos que no ha sucedido nada que no estuviera previsto. Los apóstoles les habían advertido que en los últimos tiempos surgirían hombres malvados como los que estaban ya entre ellos. Las palabras que cita Judas no se encuentran en ningún libro del Nuevo Testamento. Puede que esté haciendo una de tres cosas: que esté citando algún libro apostólico que no poseemos; o no de un libro, sino de alguna tradición oral de la predicación apostólica, o de algún sermón que él puede haberles oído a los apóstoles; o que esté dando el sentido general de un pasaje como el de 1 Timoteo 4:1-3 . En cualquier caso, está diciéndoles a los suyos que el error se podía esperar en la Iglesia. De este pasaje podemos deducir algunas de las características de estos malvados.
(i) Se burlan de la bondad, y su conducta está gobernada por sus propios deseos malos. Las dos cosas van juntas. Estos oponentes de Judas tenían dos características, como ya hemos visto. Creían que el cuerpo, por ser materia, era malo; y que, por tanto, no importaba que se saciaran sus deseos. Además, argüían que, puesto que la gracia podía perdonarlo todo, el pecado no importaba. Estos herejes tenían una tercera característica. Creían que eran pensadores avanzados; y consideraban a los que cumplían la ley moral tradicional como anticuados y pasados de moda.
Ese punto de vista no ha muerto ni mucho menos. Sigue habiendo personas que creen que los principios de moralidad y fidelidad tradicionales, especialmente en materia de sexo, están totalmente anticuados. Hay un texto terrible en el Antiguo Testamento: » Dice el necio para sus adentros: «¡Dios no existe!»» (Sal 53:1 ). En el original, necio, en hebreo nabal, no quiere decir una persona ignorante, sino que pasa del tema. Y el hecho de que diga que no existe Dios es debido exclusivamente al deseo de su corazón. Sabe que, si existe Dios, él está equivocado, y le espera el juicio; por tanto, elimina la idea de Dios de su horizonte. En último análisis, los que eliminan la ley moral y dan rienda suelta a sus pasiones y deseos egoístas lo hacen porque quieren vivir a su aire. Escuchan la voz de sus deseos en lugar de escuchar la voz de Dios -y olvidan que vendrá un día cuando no tendrán más remedio que escucharle.
LAS CARACTERÍSTICAS DEL ERROR (2)
Judas 1:17-19 (conclusión)
Estos malvados tienen una segunda característica: Provocan divisiones -son carnales, sin el Espíritu. Aquí hay una idea de lo más significativa -provocar divisiones dentro de la Iglesia es siempre un pecado. Estos lo hacen de dos maneras.
(a) Como ya hemos visto, hasta en las Fiestas del Amor tenían sus propios grupitos. Con su conducta estaban destruyendo sistemáticamente la comunión ° dentro de la Iglesia. Estaban trazando un círculo que excluía a los demás en lugar de incluirlos.
(b) Pero llegaban más lejos. Había algunos pensadores en la Iglesia Primitiva que tenían una manera de considerar la naturaleza humana que dividía esencialmente a las personas en dos categorías. Para entender esto debemos conocer algo de la psicología grieGálatas Para los griegos, el ser humano se componía de cuerpo (sóma), alma (psyjé) y espíritu (pneuma). Sóma era sencillamente la constitución física de la persona. Psyjé nos es más difícil de entender; para los griegos, el alma (psyjé) era sencillamente la vida física; todos los seres vivos, los animales y las plantas, tenían psyjé. Pneúma, espíritu, era totalmente diferente; pertenecía exclusivamente al ser humano, y era lo que le hacía una criatura inteligente, semejante a Dios, capaz de hablar con Dios y de escucharle.
Estos pensadores pasaban a argüir que todos los hombres poseían psyjé,. pero muy pocos poseían realmente pneuma. Solamente los verdaderamente intelectuales, la elite, poseían pneuma; y por tanto solamente muy pocos podían alcanzar la verdadera religión. El resto tenía que contentarse con moverse en los niveles más bajos de la experiencia religiosa. Ellos por tanto dividían a las personas en dos clases. Estaban los psyjikoi, que estaban físicamente vivos pero intelectual y espiritualmente muertos. Los podríamos llamar carnales. Todo lo que poseían era la vida de carne y hueso; el progreso intelectual y la experiencia espiritual no estaban a su alcance. Y estaban los pneumatikoi, que eran capaces de un conocimiento intelectual real, de un conocimiento real de Dios y de una experiencia espiritual real. Aquí tenemos la base de una aristocracia intelectual y espiritual por encima del rebaño de las personas vulgares y corrientes.
Además, estas personas que se creían pneumatikoi, creían que estaban exentas de todas las leyes ordinarias que gobiernan la conducta humana. La gente ordinaria podría ser que tuviera que cumplir los principios aceptados, pero ellos estaban por encima de eso. Para ellos no existía el pecado; eran tan avanzados que podían hacer lo que les diera la gana sin ser por ello peores. Haremos bien en recordar que sigue habiendo personas que creen que están por encima de las leyes, que se dicen para sus adentros que eso no les podría suceder a ellos, y que creen que pueden salirse siempre con la suya.
Ahora podemos ver lo inteligentemente que trata Judas con estas personas que dicen que el resto de la humanidad son los psyjikoi, mientras que ellos son los pneumatikoi. Judas toma sus palabras y les da la vuelta. «Sois vosotros -les truenalos que sois psyjikoi, los dominados por la carne; sois vosotros los que no tenéis pneuma, ni conocimiento real ni experiencia de Dios.» Judas les dice a estas personas que, aunque se crean los únicos verdaderamente religiosos, no tienen ni lo más mínimo de tales. Los que ellos desprecian son de hecho mucho mejores que ellos.
La verdad acerca de estos supuestos intelectuales y espirituales era que deseaban pecar, y tergiversaban la religión para convertirla en una licencia para pecar.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
2Pe 3:2.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
el Antidoto Cristiano
En contraste, los cristianos reciben el encargo de mantener en mente la advertencia apostólica, especialmente cuando esa gente trae divisiones. La forma positiva de evitarlos, así como sus efectos, es el crecimiento cristiano en la vida de la fe, la oración en el Espíritu, permaneciendo en el amor de Dios, procurando el cumplimiento de su obra en nosotros y alcanzando a otros con celo evangelístico.
17 Pero contrasta con la conducta de los impíos (ver sobre v. 15). Acordaos es también el tema de 2 Pedro (1:12-14; 3:2) como del v. 5. La presencia de burladores (cf. 2 Ped. 3:3) fue algo predicho en Hech. 20:29, 30; 1 Tim. 4:1-3; 2 Tim. 3:1-9 y cf. Mat. 24:23-25. 18 Decían puede referirse a escritos y no significa necesariamente que los lectores de Judas hayan oído personalmente a los apóstoles. Los últimos tiempos (cf. 1 Ped. 1:20) es el período entre la ascensión y el regreso de Cristo. Quizá haya algún dicho apostólico, no registrado en otra parte, detrás de estos dos versículos. 2 Ped. 3:4 sugiere cuál era el contenido de esa burla. 19 Son los que causan divisiones en la iglesia poniéndose como superiores a los cristianos comunes, como hacían los gnósticos, dividiendo a la iglesia entre los miembros “espirituales” y “mundanos”. Esta es una tendencia que se sigue oyendo hoy. De hecho, Judas dice que ellos mismos son los mundanos, dado que no poseen el Espíritu, como lo evidencia su falta de fruto. En cuanto a que andarán según sus propias pasiones (por ser de mente mundanal) ver 1 Cor. 2:14-16. 20 Las primeras palabras del v. 17 se repiten para dar énfasis. Vuestra santísima fe se refiere, como en el v. 3, al contenido de la revelación cristiana. Es santísima puesto que ha sido dada por Dios y, aplicada correctamente, lleva a una vida santa. En el Espíritu Santo se refiere a la experiencia de permanecer en comunión con Dios por Jesucristo por medio del Espíritu Santo (ver Rom. 8:9, 16, 26; Ef. 6:18).
21 Conservaos en el amor de Dios complementa lo que se ha dicho en el v. 1 sobre su posición. Una vez que se haya captado que uno es el objeto inmerecido del amor de Dios en Jesucristo, se recibe el desafío de responder con amor. Ese amor debe mostrarse en la conducta. Juan 15:9, 10 muestra que esa respuesta es el camino de permanecer conscientes del amor de Dios. El no hacer esta voluntad adormecerá el corazón para no apreciar el amor de Dios, y al final producirá la pérdida de la conciencia. Aguardando con esperanza la misericordia indica que el error es evitado mejor con un agudo sentido de expectativa del regreso del Señor, cuando su mi sericordia, ya experimentada inicialmente (1) y diariamente (2; cf. Lam. 3:22, 23) cuando sea comprendida finalmente en el cumplimiento de la obra de salvación. Tito 2:11-14; 1 Ped. 4:7 y 2 Ped. 3:11, 12 expresan un énfasis simi lar en la esperanza de su venida como motivo para una vida piadosa.
22, 23 En caso de que el lector pudiera pensar que los dos últimos versículos significan que la verdadera fe es un simple quietismo, dedicado a nutrir la propia vida espiritual, Judas se vuelve aquí a la responsabilidad por los demás. Aquí el pasaje presenta dudas y puede haber dos o tres grupos de personas en mente: (a) Los que tienen su mente dividida sobre la falsa enseñanza (algunas lecturas sugieren que se les debe ganar con argumentos); (b) los que están más envueltos en la herejía, cuya posición es tan seria que deben ser rescatados como de una hoguera (ver Zac. 3:2, ya citado en el v. 9, y Amós 4:11); y (c) los que tan sólo pueden ser objeto de compasión en el espíritu de la misericordia de Dios que lleva a declarar “allá voy yo, si no fuera por la gracia de Dios”.
Las versiones castellanas en general presentan tres grupos (excepto BA y quizá Besson). La ropa indica el efecto contaminante de su pecado. Como el leproso cuya ropa era contaminada por la enfermedad (Lev. 13:34; 14:8), se los debe ver como una fuente de contaminación y por lo tanto deben ser evitados.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
h 61 2Pe 3:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
antes fueron dichas. Los apóstoles ya habían predicho la presencia de falsos maestros en medio de los creyentes (cp. Hch 20:29; 1 Ti 4:1; 2 Ti 3:1– 5; 2 P 2:1).
Fuente: La Biblia de las Américas
B422 El participio con artículo equivale a una cláusula relativa restrictiva: recuerden las palabras que han sido dichas.