Comentario de Judas 1:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Ahora bien, quiero haceros recordar, ya que todo lo habéis sabido, que el Señor, al librar al pueblo una vez de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
v. 5 — Judas y Pedro presentan tres casos históricos de desobedientes e incrédulos castigados por Dios. Los dos mencionan a Sodoma y Gomorra y a los ángeles, pero mientras Pedro (2Pe 2:5) menciona al mundo antediluviano, Judas menciona a los israelitas en el desierto. Si los israelitas incrédulos y desobedientes no escaparon de la ira de Dios, tampoco los maestros falsos mencionados por Judas en el versículo 4. Véanse 1Co 10:1-12; Heb 3:16-19.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
quiero recordaros. Rom 15:15; 2Pe 1:12, 2Pe 1:13; 2Pe 3:1.
habiendo salvado al pueblo. 1Co 10:1-12.
después destruyó a los que no creyeron. Núm 14:22-37; Núm 26:64, Núm 26:65; Deu 2:15, Deu 2:16; Sal 106:26; Heb 3:16-19; Heb 4:1, Heb 4:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Estos versículos amplían la doble afirmación del v. Jud 1:4. Allí los hombres impíos eran carnales en su vida espiritual. En los vv. Jud 1:5-7, Judas ilustra esa actividad pecadora con tres ejemplos del AT. los hijos de Israel, los ángeles caídos y los habitantes de Sodoma y Gomorra. Los versículos Jud 1:8-11 desarrollan el rechazo de la soberanía de Cristo (v. Jud 1:4). Estos pueblos rechazaron la soberanía de la Iglesia de Cristo (v. Jud 1:11), aun cuando el ángel Miguel no expresó tal actitud con Satanás. En las historias de Caín, Balaam y Coré podemos ver tres ejemplos de tal rebelión.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ya que una vez lo habéis sabido: A estos cristianos se les advirtió con relación a los falsos maestros con las palabras de Cristo y de los apóstoles (vv. Jud 1:17, Jud 1:18), pero se habían vuelto negligentes y ya no estaban en guardia.
destruyó a los que no creyeron: Los israelitas del éxodo tuvieron un magnífico comienzo en Egipto, pero un desastroso final en el desierto. Que hayamos comenzado con el Señor no significa que tendremos el glorioso fin que pudimos vislumbrar al inicio de nuestro viaje de salvación. Los falsos creyentes que han infiltrado al pueblo de Dios serán juzgados, tal como los falsos creyentes que rechazaron a Dios en el desierto (Núm 25:1-9).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
salvado … destruyó. Cp. Heb 3:16-19. De forma milagrosa, Dios liberó a la nación de Israel de la esclavitud en Egipto (Éxo 12:51; Deu 4:34) pero ellos respondieron con incredulidad, duda y deserción de la fe en Dios quien prometió llevarlos a la Tierra Prometida (Núm 13:25-33; Núm 14:1-4) a tal punto que se rebajaron a rendir culto a un ídolo fabricado por ellos mismos, así como a murmurar en contra de Dios en lugar de adorarlo como solo Él lo merece (Éxo 16:7-12; 1Co 10:10-11). Esa generación apóstata murió en el transcurso de treinta y ocho años de travesías por el desierto (Núm 14:22-30; Núm 14:35)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Judas les hizo recordar tres hechos bien conocidos de la apostasía en el AT (vJud 1:5) para ilustrar su resultado condenatorio como se declara en el v. Jud 1:4.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
v. 5 — Judas y Pedro presentan tres casos históricos de desobedientes e incrédulos castigados por Dios. Los dos mencionan a Sodoma y Gomorra y a los ángeles, pero mientras Pedro (2Pe 2:5) menciona al mundo antediluviano, Judas menciona a los israelitas en el desierto.
Si los israelitas incrédulos y desobedientes no escaparon de la ira de Dios, tampoco los maestros falsos mencionados por Judas en el versículo 4. Véanse 1Co 10:1-12; Heb 3:16-19.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LOS EJEMPLOS TERRIBLES
Judas 1:5-7
Me propongo recordaros -aunque vosotros ya poseéis un conocimiento pleno y definitivo de todo lo que hace al caso- que, después de sacar el Señor al pueblo de Egipto a salvo, a continuación destruyó a los que fueron incrédulos; y ,que colocó bien guardados con cadenas eternas en el abismo de las tinieblas, pendientes del juicio que tendrá lugar en el gran Día, a los ángeles que no conservaron su propia dignidad, sino que abandonaron el lugar que les correspondía. Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas que de la misma manera que ellas se refocilaron en los pecados sexuales y se descarriaron tras una inmoralidad sexual pervertida, son una advertencia por la manera en que pagaron el castigo del fuego eterno.
1. EL DESTINO DE ISRAEL
Judas les hace una advertencia a los malvados que estaban pervirtiendo las creencias y la conducta de la Iglesia. Les dice que, en realidad, no está haciendo nada más que recordarles las cosas de las que son plenamente conscientes. En cierto sentido es verdad que la predicación cristiana no es tanto presentar nuevas verdades como enfrentar a la audiencia con la verdad que ya conocen, pero que han olvidado o están descuidando.
Para entender los dos primeros ejemplos que cita Judas de la Historia debemos tener presente una cosa. Los malvados que estaban corrompiendo la Iglesia no se consideraban enemigos de la Iglesia ni del Cristianismo, sino pensadores avanzados, una categoría superior de cristianos, una elite espiritual. Judas escoge sus ejemplos para dejar bien claro que, aunque una persona haya recibido los mayores privilegios, todavía puede acabar mal, y aun aquellos que hayan recibido los más grandes privilegios de Dios no se pueden considerar a sí mismos totalmente fuera de peligro, sino deben estar en guardia contra los posibles errores.
El primer ejemplo está tomado de la historia de Israel. Acude a buscarlo Judas a Números 13 y 14. La mano poderosa de Dios había librado al pueblo de la esclavitud de Egipto. ¿Qué mayor acto de liberación se podría recordar? La dirección de Dios había guiado al pueblo a salvo a través del desierto hasta las puertas de la Tierra Prometida. ¿Qué mayor prueba de Su Providencia podría haber? Así es que en la misma frontera de la Tierra Prometida, en Cades-barrea, se enviaron exploradores para que inspeccionaran la tierra antes de emprender la invasión final. Con la excepción de Caleb y Josué, los exploradores volvieron con la idea de que los peligros que les esperaban eran tan terribles, y el pueblo de la tierra tan fuerte, que no podrían conseguir entrar en la Tierra Prometida. El pueblo rechazó el informe de Josué y Caleb, que eran partidarios de seguir adelante, y aceptaron el de los que insistían en que la empresa era desesperada. Este fue un claro acto de desobediencia a Dios y de absoluta falta de fe en Él. La consecuencia fue que Dios sentenció que aquellas personas, a excepción de Josué y Caleb, todos los de más de veinte años de edad, no entrarían en la Tierra Prometida, sino vagaran por el desierto hasta morir (Nm 14:32 s; 32:10-13).
Esta era una historia que había impresionado vivamente también a Pablo y al autor de Hebreos (1Co 10:5 -I1; He 3:18-4 :2). Es la prueba de que hasta el hombre que haya tenido el mayor privilegio puede encontrar el fracaso antes de llegar a la meta si se aparta de la obediencia y de la fe. Johnstone Jeffrey contaba el ejemplo de cierto hombre famoso que se negaba a que se escribiera su vida antes de su muerte, «porque, decía, he visto a muchos caer en la recta final de la carrera.» John Wesley advertía: «Por tanto, que nadie presuma de las misericordias pasadas, como si ya estuviera fuera de peligro.» Juan Bunyan vio en su sueño que desde las mismas puertas del Cielo había un camino al infierno.
Judas advertía a aquellos hombres que, por muy grandes que fueran sus privilegios, debían tener cuidado, no fuera que les sobrecogiera el desastre. Es una advertencia que haremos bien en escuchar.
LOS EJEMPLOS TERRIBLES
2. EL DESTINO DE LOS ÁNGELES
Judas 1:5-7 (continuación)
El segundo ejemplo terrible que aduce Judas está tomado de la caída de los ángeles.
Los judíos tenían una angelología muy desarrollada. Entre otras cosas creían que cada nación tenía su ángel de la guarda. En La Septuaginta,
Los judíos creían en la caída de los ángeles, acerca de la cual se dice mucho en el Libro de Henoc, que parece haber estado a menudo tras el pensamiento de Judas. En relación con esto había dos tradiciones diferentes.
(i) La primera consideraba que la caída de los ángeles había sido debida al orgullo y a la rebelión. Esa leyenda se centraba en torno al nombre de Lucifer, el productor de la luz, el hijo de la mañana. Como lo encontramos en la versión ReinaValera, Isaías escribe: » ¡Cómo caíste del cielo, Lucero, hijo de la mañana! Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones» (Isa 14:12 ). Cuando volvieron los Setenta con gozo de su misión y Le contaron su éxito a Jesús, Él les advirtió del peligro del orgullo: » Yo vi a Satanás caer del Cielo como un rayo» (Lc 10:18 ). La idea que se tenía era que había habido una guerra civil en el Cielo. Los ángeles se levantaron contra Dios, y fueron arrojados; y Lucifer fue el jefe de la rebelión.
(ii) La segunda tradición se hacía eco de la Escritura en Ge 6:1-4 . Según esta línea de pensamiento los ángeles, atraídos por la belleza de las mujeres mortales, abandonaron el Cielo para seducirlas, y así pecaron.
En el primer caso la caída de los ángeles fue debida al orgullo; en el segundo, al deseo de cosas prohibidas.
En realidad Judas toma las dos tradiciones y las une. Dice que los ángeles abandonaron su dignidad; es decir, que aspiraron a un oficio que no era para ellos. Y también dice que dejaron su morada; es decir, que vinieron a la Tierra para vivir con las mujeres.
Todo esto nos parece muy extraño; se mueve en un mundo de ideas y tradiciones muy remoto del nuestro. Pero la advertencia de Judas está clara. Dos cosas produjeron la caída de los ángeles: el orgullo y la concupiscencia. A pesar de ser ángeles, y de tener el Cielo como su morada, sin embargo pecaron y quedaron pendientes de juicio por su pecado. Para los que leyeran las palabras de Judas por primera vez, estaba clara su línea de pensamiento, porque Henoc tenía mucho que decir acerca del destino de aquellos ángeles caídos. Así es que Judas estaba hablando a su pueblo en términos que podían entender muy bien, y les estaba diciendo que, si el orgullo y la concupiscencia trajeron la ruina a los ángeles a pesar de todos sus privilegios, podían arruinarlos a ellos también. Aquellos malvados dentro de la Iglesia eran suficientemente orgullosos para creer que sabían más de lo que la Iglesia enseñaba, y eran lo suficientemente codiciosos para pervertir la gracia de Dios convirtiéndola en una licencia para su inmoralidad. Sea cual fuera el trasfondo antiguo de sus palabras, la advertencia de Judas sigue siendo válida. El orgullo que cree saber más que Dios, y el deseo de cosas prohibidas, son el camino de la ruina en el tiempo y en la eternidad.
LOS EJEMPLOS TERRIBLES
3. SODOMA Y GOMORRA
Judas 1:5-7 (conclusión)
El tercer ejemplo que escogió Judas es la destrucción de Sodoma y Gomorra. Famosas por sus pecados, estas ciudades fueron obliteradas por el fuego de Dios. En su Geografaá histórica de la Tierra Santa, George Adam Smith señala que ningún otro incidente de la Historia hizo un impacto comparable en la memoria del pueblo judío, y que Sodoma y Gomorra se usan una y otra vez en la Escritura como ejemplos par excellence del pecado humano y del juicio divino; así los citó también el mismo Jesús (Dt 29:23 ; Dt 32:32 ; AmóCnt 4:11
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— el Señor: Varios mss., entre ellos algunos de los más antiguos y mejores, ofrecen una lectura distinta y a primera vista sorprendente, a saber: Jesús liberó al pueblo de la opresión egipcia. En tal hipótesis, el autor estaría pensando en Jesús como Hijo preexistente de Dios.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Éxo 12:51; Núm 14:29-30; Núm 14:35; 1Co 10:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Recordatorios Del Castigo de Dios Por Las Desobediencias Pasadas
Judas respalda su argumento con tres ejemplos que muestran que la posición en sí misma no es una garantía de salvación. Primero, Israel fue liberado de Egipto, pero los incrédulos murieron en el desierto. Segundo, los ángeles tienen un llamado especial de Dios, sin embargo, los que fueron desobedientes encontraron un seguro castigo. Tercero, Sodoma y Gomorra (ver 2 Ped. 2:6-8) eran ciudades de la tierra prometida, en la cual vivían siervos de Dios, y, sin embargo, fueron destruidas a causa de su persistente inmoralidad.
5 Ya que todo lo habéis sabido presumiblemente se refiere a la enseñanza catequística que se daba antes del bautismo. Hay tres variantes posibles para la lectura el Señor. Un ms. omite cualquier nombre como sujeto dejándonos que suplamos uno a partir del fin del versículo anterior. La mayoría dice “el Señor”, lo que se adecua mejor al uso del AT. Sin embargo, unos pocos, incluyendo dos mss. antiguos, dicen “Jesús”, lo que según algunos podría referirse a Josué (forma heb. de “Jesús”). Como la misma persona tiene que ser el sujeto del v. 6, parece mejor aceptar la lectura el Señor. Después es lit. “la segunda vez”. Exo. 6:9 se ha sugerido como el primer caso de incredulidad. Sin embargo, como el sentido y el orden hacen que esta palabra vaya más de acuerdo con “destruidos”, es preferible tomar le de esta manera. De otro modo podría referirse al diluvio (que se menciona en 2 Ped.) como la primera oportunidad de castigo de Dios. En 1 Cor. 10:1-11 hay una alusión útil sobre este episodio.
6 Angeles puede ser una referencia a Gén. 6:1-4. Este episodio se describió más detalladamente en ciertos libros apócrifos a los que se refiere Judas (ver el paralelo en 2 Ped. 2:4). Su propia morada era el cielo, excepto cuando eran enviados a la tierra para asuntos divinos. El pecado los llevó a querer quedarse en la tierra (Gén. 6). Para más sobre las tinieblas y las prisiones eternas, ver sobre 2 Ped. 2:4. 7 Fornicaron y fueron tras vicios contra lo natural lit. es “se permitieron inmoralidad sexual y fueron por caminos carnales extraños”. Esto puede relacionarse con la referencia en el v. 6 a Gén. 6. porque el pecado de los hombres de Sodoma alcanzó el máximo cuando buscaron relaciones íntimas con los dos ángeles que fueron enviados a Lot (Gén. 19:5). Pena del fuego eterno es lo que Jesús enseñó en Mat. 18:8; 25:41 y Mar. 9:48.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Jehová”, J7,8,11-14,16-18,22,23; א (gr.): Ký·ri·os; Cc: “Dios”; ABVg: “Jesús”. Véase Ap. 1D.
REFERENCIAS CRUZADAS
t 20 Rom 15:4; 2Pe 3:1
u 21 Éxo 12:41; Deu 17:16
v 22 Núm 14:35; 1Co 10:5; Heb 3:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
sepáis todo. Estos creyentes tienen ya el conocimiento espiritual y discernimiento con que pueden contender por la fe (vers. 3).
habiendo salvado…destruyó. Algunos de los que fueron liberados de Egipto no creyeron que Dios les daría una tierra prometida, y por falta de fe murieron en el desierto (Nm 14:26– 35; He 3:18, 19).
Fuente: La Biblia de las Américas
5 super (1) Algunos mss. dicen: Jesús.
5 super (2) Lit., en segundo lugar.
5 super (3) Véase la nota 1 super (5), punto 1, de 2 P 2.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
destruyó a los que no creyeron. La posibilidad de caer en error o pecado es ilustrada con el ejemplo de los israelitas incrédulos que, tras ser liberados de Egipto, fueron posteriormente destruidos.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
JESÚS… → §137; Egipto… → Éxo 12:51; no creyeron… → Núm 14:29-30.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R1129 El participio εἰδότας tiene una idea concesiva (no causal como piensa Winer): aunque ustedes fueron plenamente informados de una vez por todas (comp. MT230).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., de una vez para siempre
Algunos mss. antiguos dicen: Jesús
Lit., a un
Lit., la segunda vez
Fuente: La Biblia de las Américas
Jesu250?s g §137.
1.5 rtf1fbidisansiansicpg1252deff0fonttblf0fromanfprq2fcharset2 Wingdings 3; . sacándolo.
1.5 g Éxo_12:51.
1.5 g Núm_14:29-30.