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Comentario de Jueces 16:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Jueces 16:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Sansón fue a Gaza y vio allí a una mujer prostituta, y se unió a ella.

Gaza. Gén 10:19; Jos 15:47.

y se llegó a ella. Gén 38:16-18; Esd 9:1, Esd 9:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Sansón escapa de Gaza, y se lleva las puertas de la ciudad, Jue 16:1-3.

Dalila, sobornada por los filisteos, tienta a Sansón, Jue 16:4-5.

Ella es engañada tres veces, Jue 16:6-14.

Al fin ella lo vence, Jue 16:15-20.

Los filisteos lo toman, y le sacan los ojos, Jue 16:21.

Recobrando sus fuerzas derriba la casa sobre los filisteos, y muere, Jue 16:22-31.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El capítulo Jue 16:1-31 presenta la conclusión de las historias de Sansón. Aquí se detalla la relación de Sansón con otras dos mujeres filisteas. Los versos Jue 16:1 al Jue 16:3 hablan de una relación con una prostituta en Gaza, seguidos por otro despliegue de versos. Los versos Jue 16:4 al Jue 16:22 refieren su insensata relación con Dalila, la que lo llevó a su caída. Pero, la historia termina con la destrucción de los filisteos en su templo pagano a manos de Sansón.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Gaza es una de las cincos principales ciudades filisteas, ubicada a tres millas al interior de la costa mediterránea.

una ramera: En hebreo comúnmente se usan dos palabras para decir prostituta. Una se refiere a los sacerdotes y sacerdotisas que realizaban actos sexuales en el servicio de los dioses paganos (1Re 14:24; Ose 4:14). La otra palabra se refiere a una prostituta común, como la que tenía trato con Sansón.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

UNA MUJER RAMERA. El problema de Sansón de lujuria insaciable a la larga condujo a su caída (cf. vv. Jue 16:4; Jue 16:19-21). Estaba más interesado en satisfacer su pasión sexual que en agradar a su santo Dios vv. Jue 16:1-3).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Sansón en Gaza (16:1-3).
1Fue Sansón a Gaza, donde había una meretriz, a la cual entró. 2 Se les dijo a las gentes de Gaza: “Ha venido aquí Sansón.” Y le cercaron y estuvieron toda la noche en acecho cerca de la puerta de la ciudad. Se estuvieron tranquilos durante la noche, diciéndose: “Al alba le mataremos.” 3Sansón estuvo acostado hasta media noche. A media noche se levantó, y, tomando las dos hojas de la puerta de la ciudad con las jambas y el cerrojo, se las echó al hombro y las llevó a la cima del monte que mira hacia Hebrón.

Sansón tenía buena musculatura, pero el corazón débil. Desde Leji (texto de los LXX) marchó a Gaza (Jos 13:3). La fama que aureolaba a Sansón hizo que se esparciera la voz de su presencia en la ciudad. Inmediatamente las autoridades tomaron las medidas oportunas para apresarlo. Durante todo el día (no “toda la noche,” como se lee en TM) se pusieron guardias a la puerta de a ciudad para impedir su salida, mientras algunas patrullas volantes recorrían sus calles para localizarle. Sucedió que Sansón, al terminar sus quehaceres, entró en casa de una meretriz (Jos 11:1; Jos 2:11). Había ya anochecido cuando supieron su paradero, por lo cual las autoridades no juzgaron oportuno proceder inmediatamente a su detención, porque, entre los antiguos, el sueño era considerado como algo sagrado, no pudiéndose matar a nadie durante el mismo (Exo 14:20; 1Sa 19:11). Durante la noche se cerraban las puertas de la ciudad, y, juzgando que Sansón no podría escapar, los guardias se retiraron a descansar, conviniendo en matar a Sansón al rayar el alba del día siguiente. Pero Sansón se levantó de noche, arrancó las puertas de la ciudad con jambas y el cerrojo, se las echó al hombro y las llevó a una colina vecina, al este de la ciudad, desde donde se divisaban los montes de Hebrón. De Gaza a Hebrón hay más de setenta kilómetros. Por lo mismo, no puede admitirse la interpretación de los que hacen andar a Sansón todo este recorrido con las puertas a la espalda.

Dalila traiciona a Sansón (1Sa 16:4-14).
4Después amó a una mujer del valle de Sorec, de nombre Dalila. 5Los príncipes de los filisteos subieron a ella y la dijeron: “Sedúcele para saber en qué está su gran fuerza y cómo podríamos apoderarnos de él, para atarle y castigarle. Si lo haces, te daremos cada uno mil cien siclos de plata.” Dijo, pues, 6 Dalila a Sansón: “Dime, te ruego, en qué está tu gran fuerza y con qué habrías de ser atado para sujetarte.” 7 Sansón respondió: “Si me atasen con siete cuerdas húmedas, que no se hubieran secado todavía, me quedaría sin fuerzas y sería como otro hombre cualquiera.” 8Subiéronle los príncipes de los filisteos las siete cuerdas húmedas, sin secar todavía, y ella le ató con ellas. 9Como tenía en su cuarto gentes en acecho, le gritó: “¡Sansón, los filisteos sobre ti!” El rompió las cuerdas como se rompe un cordón de estopa cuando se le pega fuego, y quedó desconocido el secreto de su fuerza. 10Dalila dijo a Sansón: “Te has burlado de mí y me has engañado. Dime, pues, ahora con qué hay que atarte.” 11 El le dijo: “Si me atan con cuerdas nuevas que no hayan sido empleadas para ningún otro uso, me quedaré sin fuerzas y seré como otro cualquiera.” 12 Dalila cogió cuerdas nuevas y le ató con ellas. Después le gritó: “¡Sansón, los filisteos sobre ti!” pues tenía en el cuarto gentes en acecho. El rompió como un hilo las cuerdas que tenía en los brazos. 13 Dalila dijo a Sansón: “Hasta ahora te has burlado de mí y no me has dicho más que mentiras. Dime de una vez con qué hay que atarte.” El le dijo: “Si entretejes con un lizo las siete trenzas de mi cabeza y las fijas con una clavija de tejedor, me quedaré sin fuerzas y seré como otro hombre cualquiera.” 14 Dalila le adormeció y entretejió con un lizo las siete trenzas, las fijó con la clavija de tejedor y le gritó: “¡Sansón, los filisteos sobre ti!” Y despertando de su sueño, arrancó la clavija y el entretejido, y quedó desconocido el secreto de su fuerza.”

Enamoróse Sansón de una mujer de Sorec (la actual Surte, en el valle Serar, a cuatro kilómetros de Sora), llamada así por sus famosos viñedos (Isa 5:2; Jer 2:21). No dice el texto si esta mujer era filistea o hebrea, pero se presume que era israelita. Dalila es de significación incierta en hebreo; en árabe significa la indicadora, por lo cual puede dudarse si era éste su nombre primitivo o un sobrenombre que le dio la tradición popular por razón de su comportamiento con Sansón. Los príncipes (sarnim, Jos 13:9) de los filisteos entran en trato con Dalila para apoderarse de Sansón y le ofrecen por sus servicios una cantidad, que, traducida en números, repreresenta una suma considerable, que Hummelauer, a últimos del siglo pasado, valoraba en 250.000 francos. Sin embargo, la mayoría de los expositores estima que se trata de una suma convencional que equivale a decir que le entregarían mil siclos y que estaban dispuestos a elevar aún esta cantidad. Para no impresionar a Dalila, los príncipes no hablan de dar muerte a Sansón, sino solamente de apoderarse de él y castigarle. Estaban interesados en que Dalila arrancara de Sansón el secreto de su fuerza, o, en otras palabras, “de dónde provenía el que su fuerza fuese tan grande.” Para los primitivos, el origen de este vigor extraordinario no puede ser más que un mana, que está sujeto a fuerzas mágicas; por esto mismo, Sansón señala de hecho recetas mágicas para destruir esta fuerza. En el v.17 indica Sansón el origen sobrenatural de su fuerza. El número siete, que emplea Sansón, es un número sagrado, y aquí, según Lagrange, “tiene valor de encanto mágico.”

Sansón Cede a los Halagos de la Mujer (Jos 16:15-20).
15 Ella le dijo: “¿Cómo puedes decir que me quieres, cuando tu corazón no está conmigo? Por tres veces te has burlado de mí y no me has descubierto en qué está tu gran fuerza.” 16Y le importunaba incesantemente, siempre insistiendo en su demanda, hasta llegar a producirle un tedio de muerte. 17Y le abrió de par en par su corazón, diciendo: “Nunca ha tocado la navaja mi cabeza, pues soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si me rapasen, perdería mi fuerza, quedaría débil y sería como todos los otros hombres,” 18Dalila vio que en verdad le había abierto de par en par su corazón; y mandó llamar a los príncipes de los filisteos, diciéndoles: “Subid, que esta vez ya me ha abierto de par en par su corazón.” Subieron, llevando el dinero en sus manos. 19Le durmió ella sobre sus rodillas, y, llamando un hombre, hizo que raparan las siete trenzas de la cabellera de Sansón, que comenzó a debilitarse. Había perdido su fuerza, 20y ella le dijo entonces: “¡Sansón, los filisteos sobre ti!” El se despertó, diciendo: “Saldré como tantas otras veces y me sacudiré,” pues no sabía que Yahvé se había apartado de él.

Dalila puso en juego toda su astucia femenina para ablandar el corazón del héroe, presionándole hasta causarle angustias de muerte. Por fin, Sansón sucumbió. Rapada su larga cabellera por un hombre llamado al efecto, quedaba violado el voto del nazareato y, como consecuencia, le retiraba Dios el carisma de la fuerza que le habla otorgado en vistas a su misión, quedando reducido a la condición de un hombre cualquiera. Durante toda su vida se mostró Sansón infiel a su condición de nazir: banqueteaba como los otros ingiriendo bebidas alcohólicas, que le estaban prohibidas; diversas veces había tenido contacto con cadáveres, y, por fin, no supo conservar intacta su larga cabellera, que era el signo externo más característico de su total consagración a Yahvé. La historia de Sansón nos enseña a qué grado de inconsciencia puede llegar un hombre que da rienda suelta a la sensualidad.

Venganza y Muerte de Sansón (Jos 16:21-31).
21 Los filisteos lo tomaron prisionero, le sacaron los ojos y, llevándole a Gaza, le encadenaron con doble cadena de bronce, y en la cárcel le pusieron a hacer dar vueltas a la muela. 22Entretanto, volvieron a crecerle los pelos de la cabeza, después de haber sido rapada. 23 Los príncipes de los filisteos se congregaron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y, para regocijarse, decían: “Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo.” 24El pueblo, al verle, alababa a su dios, diciendo: “Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a nuestro enemigo, al que asolaba nuestra tierra y mató a tanta gente.” 25Cuando su corazón se alegró, dijeron: “Que traigan a Sansón para que nos divierta.” 26 Sansón fue sacado de la cárcel y tuvo que bailar ante ellos. Habíanle puesto entre las columnas, y Sansón dijo al mozo que le hacía de lazarillo: “Déjame tocar las columnas que sostienen la casa, para apoyarme.” 27Estaba la casa llena de hombres y mujeres. Allí estaban los príncipes de los filisteos, y había sobre el techo más de tres mil personas, hombres y mujeres, viendo bailar a Sansón. 28Entonces invocó Sansón a Yahvé, diciendo: “Señor, Yahvé, acuérdate de mí; devuélveme la fuerza sólo por esta vez, para que ahora me vengue de los filisteos por mis dos ojos.” 29Sansón se agarró a las dos columnas centrales que sostenían la casa, y, haciendo fuerza sobre ellas, sobre la una con la mano derecha, sobre la otra con la mano izquierda, 30dijo: “¡Muera yo con los filisteos!” Tan fuertemente sacudió las columnas, que la casa se hundió sobre los príncipes de los filisteos y sobre todo el pueblo que allí estaba, siendo los muertos que hizo al morir más que los que había hecho en vida. 31Sus hermanos y toda la casa de su padre bajaron y se lo llevaron, y le sepultaron entre Sora y Estaol, en la sepultura de Manué, su padre. Juzgó a Israel durante veinte años.

Los filisteos se apoderaron fácilmente de su enemigo, al cual le arrancaron los ojos, suplicio muy frecuente entre los orientales (1Sa 11:2; 2Re 25:7; Jer 52:11; texto de los LXX), y, atado de manos y pies con una doble cadena de bronce, lo condujeron a Gaza, condenándole a dar vueltas a la muela, trabajo propio de mujeres y esclavos (Exo 11:5; Isa 47:2). Su cabeza volvió a poblarse, pero no por ello debía renacer su fuerza extraordinaria de antes. Tratado como un esclavo y blanco de las burlas de los filisteos, reflexionó Sansón sobre su conducta e infidelidad a la misión para la cual Dios le había escogido. Su oración debió de ser ferviente; su arrepentimiento, verdadero, por lo cual Dios le concedió de nuevo el carisma de la fuerza que le había retirado. Dagón era una divinidad semita, protectora del trigo (dagan), muy venerada en todo el Oriente Medio desde Babilonia al Mediterráneo. Los filisteos adoptaron a este dios, rindiéndole un culto especial en Azoto (1Sa 5:2; 1Ma 10:84; 1Ma 11:4) y Gaza. Más tarde esta divinidad fue identificada falsamente con una divinidad con cuerpo de pez (dag). Junto al dios se veneraba a Atargates (2Ma 12:26).
Los príncipes y todo el pueblo aclamaban a su dios por haberles librado de Sansón, su enemigo. Cuando su corazón se alegró por el mucho vino, reclamaron su presencia para que les divirtiera. Obligado a bailar al son de instrumentos y zarandeado de una parte a otra, fue el hazmerreír de toda aquella gente ebria de vino y de triunfo. Ya agotado, se le concedió un leve descanso a la sombra de una terraza sostenida por columnas. Sansón pidió a su lazarillo que le permitiera apoyarse en una de las columnas de la casa, o de la sala cabe al templo, donde estaban reunidos los filisteos para consumir el resto de las víctimas ofrecidas en sacrificio (2Ma 9:46; 1Sa 1:9; 1Sa 9:22). Entonces Sansón invocó a Dios, pidiéndole le devolviera la fuerza de otro tiempo. Al tener conciencia de que Dios había oído su oración, se agarró a las dos columnas centrales, sobre las cuales se apoyaba el edificio, y las sacudió con tanta fuerza que la casa se hundió, quedando él mismo sepultado, junto a un gran número de filisteos, entre los escombros.
No cabe hablar de suicidio directo y voluntario en este caso de Sansón, ya que él quiso directamente la muerte de sus enemigos, los filisteos, y sólo indirectamente atentó contra su vida propia. A pesar de sus debilidades, Sansón pasó a la historia con la fama de un juez que hizo justicia a los enemigos de su pueblo, gracias a un carisma que le otorgó Dios gratuitamente. San Pablo alaba su fe y confianza en Dios (Heb 11:32). El autor sagrado recogió de la tradición popular esta historia, conservando toda su ingenuidad y los rasgos humorísticos e hiperbólicos con que la había revestido la imaginación de un pueblo que admiraba la bravura de los héroes de la independencia nacional. La historia de Sansón confirma la tesis que el autor sagrado ha desarrollado en todo el libro a base de hechos históricos anecdóticos.

1 P. Humbert, Les métamorphoses de Samson en Vempreinte israélite sur la légende de Sam-son: “Revue d’Histoire des Religions,” 80 (1919) 154-170; A. Lods, Quelques remarques sur l’histoire de Samson: “Actes du Gongrés International d’Histoire des Religions” (París 1923) 504-516: E. Kalt, Samson, (Freiburg 1912).
1 Levesque: RB 7 (1900) 5955.

Fuente: Biblia Comentada

Dios fue misericordioso en permitir que Sansón fuera librado de esta iniquidad, pero la disciplina únicamente fue pospuesta. El pecado ciega y más tarde muele (v. Jue 16:21).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Jos 2:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sansón y Dalila. Este pasaje empieza con Sansón yendo a Gaza por su propia elección (1) y termina cuando es tomado prisionero (21). La acción se desarrolla en torno a sus relaciones con dos mujeres: una prostituta anónima (1-3) y Dalila (4-22). Ambas mujeres probablemente eran filisteas, aunque esto nunca se dice explícitamente. Con la prostituta fue simplemente un asunto de lujuria, pero con Dalila fue amor, al menos por parte de Sansón (4). El primer incidente da una prueba sobrecogedora de su gran fuerza; el segundo atiende a la cuestión de cuál es la fuente de su fuerza. En ninguno de los incidentes Sansón actuó racionalmente y de propósito; sin embargo, ambos resultaron (finalmente, si no de inmediato) en derrotas humillantes para los filisteos (3, 23-30). Por lo tanto, es claro que aunque Sansón parecía estar fuera de control, el Señor lo estaba usando para cumplir sus propósitos.

El incidente con Dalila es particularmente revelador, en especial cuando Sansón al fin le descubrió todo su corazón (17). Sansón no estaba ignorante de su llamamiento. Todo el tiempo había sabido que él era un nazareo y que el secreto de su fuerza residía en su relación especial con Dios (su cabello era meramente un signo de ello). Pero él nunca había sido capaz de aceptar por completo las condiciones de su estado de separación. Secretamente había querido siempre ser como los otros hombres y gozar de los placeres que ellos disfrutaban (tentación que seguramente es común a los cristianos hoy). En Dalila, él vio una oportunidad, quizá su última, de tener la felicidad que siempre había querido. Al ceder a su petición, virtualmente Sansón estaba invitando a Dalila a relevarlo de su nazareato; a convertirlo en el hombre ordinario que siempre había deseado ser (17). Pe ro, paradójicamente, el efecto de esto fue sencillamente quitarlo violentamente de donde había querido estar y colocarlo de vuelta a la vanguardia del conflicto con los filisteos (20, 21). El Señor se apartó de Sansón so lamente lo suficiente para que se lograra esto. El último versículo del pasaje (su cabello … comenzó a crecer; 22), apunta claramente a lo que estaba por venir (23-30). Sansón pudo haber deseado ser como otros hombres, pero el Señor no se lo permitiría, como tampoco a Israel ser como otras naciones. La lucha de Sansón contra su llamamiento era como la lucha de Israel como un pueblo.

Notas. 1 Para Gaza ver sobre 1:18; 3:3; 6:4. 2 Si era típica de este período, la puerta de la ciudad era una estructura elaborada de por lo menos dos pisos de altura, con cuartos de guardia flanqueando una entrada en forma de túnel. Quienes esperaban a Sansón estaban dentro y probablemente dormidos cuando él arrancó las puertas (3). 3 HebroŒn estaba en las colinas de Judea a 60 km. al oriente de Gaza. La colina en particular donde Sansón puso las puertas probablemente estaba en algún lugar entre las dos (ver sobre 1:10). 4 El valle de Sorec (“valle de los Viñedos”; cf. 15:5) estaba a 21 km. al sudoeste de Jerusalén. 5 1.100 piezas de plata son cerca de 13 kg. (cf. 17:1, 3). 7 Las cuerdas … frescas (“piezas de cuerdas de tri pa sin curar”) eran posiblemente cuerdas de arco en preparación. 13 La señal más conspicua de la separación de Sansón para Dios como nazareo, eran sus siete mechones (cf. v. 17). Ver sobre 13:5. El telar era de tipo primitivo, con sus dos postes verticales fijos en el piso. La clavija era una pieza plana de madera para golpear el material recién hilado para estirarlo. 21 Ellos le sacaron los ojos para humillarlo y dejarlo indefenso (cf. 2 Rey. 25:7). Lo ataron … para que moliese, probablemente a un molinillo. Hay duda de que el tipo de molino más grande, normalmente girado por un asno, fuese conocido en ese tiempo.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

16.5 A los filisteos no los gobernaba un solo líder, sino cinco. Cada uno de ellos gobernaba desde una ciudad diferente: Asdod, Ascalón, Ecrón, Gat o Gaza. Cada una de estas ciudades era un centro de comercio e intercambio. Dado el carácter de Dalila, no sorprende que traicionara a Sansón cuando estos hombres ricos y poderosos le hicieron una visita personal.16.15 A Sansón lo traicionaron porque quería creer en las mentiras de Dalila. Aunque podía estrangular a un león, no pudo controlar su abrasadora lujuria y ver a Dalila como lo que era en verdad. ¿Cómo puede evitar que su deseo de amor y de placer sexual lo engañen? (1) Antes de que llegue la pasión, debe decidir a qué clase de persona amará. Determine si el carácter y la fe de esa persona en Dios es tan deseable como su apariencia física. (2) Ya que la mayor parte del tiempo que pasará con su cónyuge no incluirá el sexo, la personalidad del mismo, el temperamento y el compromiso para resolver problemas deberán ser tan gratificantes como sus besos. (3) Sea paciente. El segundo vistazo a menudo revela lo que yace detrás de una apariencia agradable y un toque atento.16.16, 17 Dalila siguió preguntándole a Sansón acerca del secreto de su fuerza hasta que finalmente él se cansó de escuchar sus quejas y se rindió. Esta era la segunda vez que Sansón se dejaba vencer por la persistencia (14.17). Qué excusa más lamentable para su desobediencia. No permita que nadie, sin importar cuán persuasivo o atractivo sea, lo convenza para hacer el mal.16.19 Dalila era una mujer engañadora con miel en sus labios y veneno en su corazón. Fría y calculadora, jugó con Sansón pretendiendo amarlo mientras buscaba un beneficio personal. ¿Cómo pudo Sansón ser tan tonto? Cuatro veces Dalila se aprovechó de él. Si no se dio cuenta de lo que sucedía después de la primera o de la segunda experiencia, ¡sin duda debió comprender la situación en la cuarta vez! Pensamos que Sansón es un tonto; sin embargo, ¿cuántas veces permitimos que nos engañen con lisonjas y nos rendimos ante la tentación y las creencias erróneas? Evite caer presa del engaño al pedir a Dios que lo ayude a distinguir entre lo verdadero y lo falso. DALILAEl mayor logro de una persona bien puede ser ayudar a otros a realizar grandes cosas. Del mismo modo, el mayor fracaso puede ser evitar que otros alcancen su grandeza. Dalila jugó un pequeño papel en la vida de Sansón, pero su efecto fue devastador, ya que influyó para que él traicionara el llamado especial de Dios. Motivada por la ambición, Dalila usó su persistencia para acabar con Sansón. Su amor obsesivo por ella lo hizo un blanco vulnerable. Por toda su fuerza física, no hacía pareja con Dalila y pagó un precio muy alto al ceder ante ella. Nunca más se vuelve a mencionar a Dalila en la Biblia. Su deslealtad hacia Sansón arruinó la vida de este y la de su pueblo.¿Ayuda a las personas que lo conozcan a usted? ¿Consideran que conocerlo los desafía a ser mejores? Más importante aún, ¿les es de ayuda en sus relaciones con Dios? ¿Qué les comunica en cuanto a su verdadero interés por ellos, al demandarles tiempo y atención? ¿Está dispuesto a ser un instrumento de Dios en las vidas de otros?Puntos fuertes y logros :– Persistente ante los obstáculosDebilidades y errores :– Valoraba más el dinero que las relaciones– Traicionó al hombre que confió en ellaLecciones de su vida :– Necesitamos ser cuidadosos en confiar solo en gente confiableDatos generales :– Dónde: Valle de Sorec– Contemporáneo: SansónVersículos clave :»Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón» (Jdg 16:16-17).Su historia se relata en Jueces 16. 16.21 Sansón, el poderoso guerrero, se convirtió en esclavo. En vez de matarlo, los filisteos prefirieron humillarlo sacándole los ojos y haciéndolo moler el grano. Sansón ahora tenía todo el tiempo para preguntarse si los encantos de Dalila justificaban pasar el resto de su vida en la humillación.Aunque Dios no abandonó a Sansón por completo (16.28-30), permitió que prevaleciera la voluntad de Sansón, y las consecuencias de su decisión sobrevinieron naturalmente. Podemos optar por andar cerca de Dios o ir por nuestro propio camino, sin embargo, nuestra elección tendrá consecuencias. Sansón no eligió su captura, pero sí quedarse con Dalila y no pudo escapar de las consecuencias de su decisión.16.21 Ciego y sin fuerzas, a Sansón lo llevaron a Gaza donde pasaría el resto de su corta vida. Gaza era una de las cinco ciudades capitales de los filisteos. Conocida por sus muchos pozos, era una parada importante a lo largo de la gran ruta de caravanas que conectaba con Egipto hacia el sur y con Siria hacia el norte. Tal vez los filisteos mostraron a Sansón como presa a todos los dignatarios que pasaban por allí.Es irónico, pero en Gaza Sansón demostró anteriormente su gran fuerza al arrancar las puertas de la ciudad (16.1-3). Ahora era un ejemplo de debilidad.16.23, 24 Dagón era el dios más importante de los filisteos, el dios del grano y de la cosecha. Habían muchos templos construidos en su honor y ahí la adoración incluía el sacrificio humano. Los templos eran además los centros locales de entretenimiento. Del mismo modo que la gente hoy en día acude a los teatros, los filisteos llenaban los templos locales. Se sentaban en el techo plano del templo y miraban hacia el patio que quedaba abajo. Lo que comúnmente presenciaban era la tortura y la humillación de los prisioneros.Debido al control que los filisteos ejercían sobre los israelitas, pensaban que su dios era más fuerte. Pero cuando se colocó el arca de Dios ante Dagón en un templo similar, el ídolo cayó y se hizo pedazos (1Sa 5:1-7). La fuerza de Dios va más allá de números o del poder físico.16.28-30 A pesar del pasado de Sansón, Dios escuchó y contestó su oración destruyendo el templo pagano y a sus adoradores. Dios todavía lo amaba. Estaba dispuesto a escuchar la oración de confesión y de arrepentimiento de Sansón y a utilizarlo en este momento final. Uno de los efectos del pecado en nuestra vida es quitarnos el deseo de orar. Pero un comportamiento moral perfecto no es un requisito para orar. No permita que los sentimientos de culpabilidad a causa del pecado lo aparten de su único medio de restauración. No importa cuánto tiempo haya estado lejos de Dios, El está listo para escucharlo y restaurar la relación. Todas las situaciones de la vida pueden salvarse si está dispuesto a volverse otra vez a El. Si Dios pudo seguir trabajando en la situación de Sansón, sin duda puede hacer algo valioso en la suya.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 847 Jos 13:3; Jos 15:47

b 848 Jos 2:1; Jue 14:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Gaza. La ciudad más importante en la costa sur de Palestina, lugar de descanso en la ruta de las caravanas hacia Egipto, a unos 60 km del valle Sorec (v. vers. 4). Al ir Sansón a una importante ciudad filistea, muestra su carácter temerario.

Fuente: La Biblia de las Américas

Gaza estaba en el extremo S y era una de las cinco ciudades principales de los filisteos.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[3] A unas dos leguas de distancia. Sansón, abriendo a medianoche las puertas de la ciudad y librándose de las manos de sus enemigos y de la muerte, fue una figura de Cristo en su resurrección gloriosa.[4] Parece que esta mujer llevaba mala vida y que Sansón jamás se casó con ella.[13] Es necesario suponer que Sansón estaba sentado en tierra y Dalila tejiendo su tela; así ella pudo entretejer o enlazar en su tela los cabellos de Sansón.[21] A los condenados a este trabajo, el más vil y humillante entre aquellos pueblos, les sacaban los ojos, para que los vértigos no les impidiesen el trabajo.[28] El honor de Dios, vilipendiado en Sansón, juez del pueblo de Israel, exigía un castigo severo en los filisteos, que se gloriarían ya del poder de su ídolo Dagón sobre el Dios de los judíos. El sacrificio de Sansón es elogiado por los santos padres.

Fuente: Notas Torres Amat