Comentario de Jueces 20:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín, diciendo: —¿Qué crimen es éste, que se ha cometido entre vosotros?
enviaron varones. Deu 13:14; Deu 20:10; Jos 22:13-16; Mat 18:15-18; Rom 12:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La guerra. El resultado de la asamblea en el episodio anterior fue una guerra santa que en muchas formas nos recuerda la campaña contra Hai en tiempos de Josué (ver sobre vv. 29 y 48). La guerra santa es algo de lo que hemos sido testigos repetidamente a través del libro de los Jue., pero aquí hay diferencias inquietantes. La pregunta en el v. 18 (¿Quién subirá primero?) recuerda la pregunta inicial del libro (1:1) y recibe la misma respuesta. ¡Pero qué diferentes las circunstancias! Allí era un Israel unido haciendo una guerra de ocupación contra los cananeos. Aquí es un Israel di vidido, peleando una guerra civil en la cual el hermano es incitado a pelear contra el hermano (28). Allí se dio la victoria de inmediato (1:4). Aquí se retiene hasta que Israel está totalmente quebrantado y desmoralizado (26-28). Ciertamente, la guerra “santa” de este capítulo escasamente califica como tal. Fue decidida en una asamblea convocada por un hombre de mal carácter y concluyó con un baño de sangre que olió más a exceso de venganza que de justicia (ver otra vez sobre v. 48).
La mayor parte del espacio en los vv. 18-48 se dedica a una descripción de la lucha, con la fortuna fluctuante de los lados opuestos. Pero las tres preguntas (de los israelitas) y las respuestas (del Señor) en los vv. 18, 23 y 28, nos permiten ver lo que estaba pasando a un nivel más profundo. Nos muestran qué estaba pasando en las mentes de los israelitas y entre ellos y el Señor, conforme la guerra proseguía a través de sus diversas fases. Los is raelitas estaban confiados en la justicia y el resultado de su causa (18). Ya estaban comprometidos en la guerra, y asumían la aprobación del Señor. Por lo tanto, levantaron una cuestión puramente de procedimiento: ¿Cómo se iba a dirigir la campaña? El Señor ordenó a Judá ir primero, y esto era apropiado ya que la concubina violada era de Judá (19:1). Pero no había promesa de victoria y ninguna materializó; por el contrario (19-21). La segunda pregunta (23) muestra la drástica pérdida de confianza que habían sufrido quienes inquirían, como resultado de su desastrosa derrota. Dudaban sobre la sabiduría de continuar la guerra y asumieron una nota conciliatoria al referirse a los benjamitas como sus “hermanos”. Pero el Señor los envió nuevamente a la batalla, a otra sonada derrota (23b-25). Después de su primera retirada, habían llorado; ahora lloraban y ayunaban y ofrecían sacrificios. Explícitamente preguntaron si debían desistir (una posibilidad que claramente parecía muy grande en sus mentes, 28). Otra vez fueron enviados a pelear, pero ahora al fin con una promesa de victoria. En la batalla que siguió, se invirtieron las fortunas de los dos lados súbitamente cuando el Señor intervino del lado de “Israel”, quien así fue salvado de la disolución (35).
Los benjamitas indudablemente merecían ser castigados. Pero el estado moral y espiritual de la nación como un todo era tal, que la guerra santa casi la destruyó en lugar de preservarla. En este tercer episodio, el Señor aparece tan disgustado con el resto de Israel como lo estaba con los benjamitas, y lo muestra distribuyendo derrota y victoria en tal manera que todo Israel es juzgado. El es tanto el juez como el preservador de su pueblo descarriado.
Notas. 15 Para 26.000 ver sobre 5:8. 16 Ehud, también un benjaminita, era zurdo (ver 3:15 y nota). 18 Como Betel significa “casa de Dios”, pudiera ser que el lugar a que se refiere aquí sea el tabernáculo de reunión en Silo (ver sobre 19:18). Pero las referencias anteriores a la ciudad de Betel hacen probable que sea la misma ciudad que se tiene en vista aquí (cf. v. 26, y ver sobre 1:22; 2:1; 4:5). Para consultaron a Dios ver sobre 1:1. 26 Lloraron y ayunaron eran actos de arrepentimiento (cf. 2:4). Habían llegado a la conclusión, por lo que había pasado, que el Señor estaba disgustado con ellos. El holocausto (ver Lev. 1) simbolizaba la consagración total del oferente a Dios. Los sacrificios de paz (ver Lev. 3), que incluían una comida, simbolizaban el compañerismo restau rado con Dios y unos con otros. 27 En este período el arca era movida a veces del santuario central, especialmente en tiempo de guerra (cf. 1 Sam. 4:4, 5 donde, como aquí, el santuario central estaba en Silo). Ver sobre 18:31 y 19:18. 28 Fineas aquí es el nieto de Aarón (Exo. 6:25), no el Fineas posterior de 1 Sam. 4:4. El nombre es de origen egipcio. Cf. Jonatán, nieto de Moisés, en 18:30. Si estas genealogías se toman al pie de la letra (y no hay ninguna buena razón para hacerlo de otro modo), los eventos registrados en los caps. 17-21 evidentemente tuvieron lugar muy al principio en el período de los jueces. 29 Cf. las tácticas usadas contra Hai en los días de Josué (Jos. 8:3-8). 33 Se desconoce la localización exacta de Baal-tamar. 35 Posiblemente el sentido original de 25.100 era “25 contingentes, 100 hombres”. Cf. los 30 muertos del v. 39. Este versículo es un resumen anticipado del detalle más completo que se da en los vv. 36b-46. 45 La peña de Rimón era un afloramiento de piedra caliza a unos 6 km. al este de Betel, cortada por hondonadas en tres lados y con cuevas donde los fugitivos podían esconderse. El nombre perdura en la moderna villa de Rammún. Se desconoce la localización de Gidom. 47 De acuerdo con la interpretación de los números que yo defiendo, 600 hombres sería el grueso de la fuerza benjamita (ver sobre vv. 15, 35). 48 En la guerra santa (guerra emprendida por orden directa del Señor) algunas veces se instruía a los israelitas no tomar ningún botín sino destruir todo como una forma de ofrenda a Dios. A esto se le llamaba “el edicto”. Era también una forma extrema de juicio divino sobre los enemigos de Israel (Jos. 6:21; 1 Sam. 15:1-3) y, en ciertas circunstancias, sobre los mismos israelitas (Deut. 13:12-18). Aquí se aplicó sin ninguna instrucción específica del Señor para hacerlo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Lit.: “tribus”, M; LXXVg: “tribu”; Sy: “casa”.
REFERENCIAS CRUZADAS
w 1100 Jos 18:11
x 1101 Deu 13:14; Jos 22:16; Efe 5:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., todas las tribus