Comentario de Jueces 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
El ángel de Jehovah subió de Gilgal a Boquim, y dijo: —Yo os saqué de Egipto y os introduje en la tierra acerca de la cual había jurado a vuestros padres diciendo: “No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
El ángel de Jehová. Jue 6:12; Jue 13:3; Gén 16:7-10, Gén 16:13; Gén 22:11, Gén 22:12; Gén 48:16; Éxo 3:2-6; Éxo 14:19; Éxo 23:20; Éxo 33:14; Jos 5:13, Jos 5:14; Isa 63:9; Ose 12:3-5; Zac 3:1, Zac 3:2; Mal 3:1; Hch 7:30-33.
Boquim. Jue 2:5.
Yo os saqué de Egipto. Éxo 3:7, Éxo 3:8; Éxo 14:14; Éxo 20:2; Deu 4:34; Sal 78:51-53; Sal 105:36-38.
os introduje en la tierra. Gén 12:7; Gén 22:16, Gén 22:17; Gén 26:3, Gén 26:4; Jos 3:10; Sal 105:44, Sal 105:45.
No invalidaré jamás mi pacto. Gén 17:7, Gén 17:8; Lev 26:42; Núm 14:34; Sal 89:34; Jer 14:21; Jer 33:20, Jer 33:21; Zac 11:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Un ángel reprende al pueblo en Boquim, Jue 2:1-5.
La maldad de la nueva generación después de Josué, Jue 2:6-13.
Dios, Jue 2:14-19.
Los canaanitas dejados allí para probar a Israel, Jue 2:20-23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El ángel de Jehová aparece aquí como representante de Dios, al hablar en forma autoritaria al pueblo sobre su desobediencia en relación al pacto. Este ángel aparece en varios otros lugares de Jueces (Jue 2:1, Jue 2:4; Jue 5:23; Jue 6:11-22; Jue 13:3-21). En cada caso, el ángel hace una aparición repentina como representante del Señor. En todos los casos, Jehová y su ángel parece que estuvieran estrechamente identificados el uno con el otro, como en Jue 6:1-40, cuando el ángel de Jehová alterna con el propio Jehová al habla de Gedeón, y en Jue 13:1-25, cuando, durante el juicio de Manoa, al ver al ángel, él y su esposa han visto a Dios.
Gilgal era el lugar donde Israel acampó por primera vez al oeste del Jordán (Jos 4:19). Posiblemente Boquim estaba cerca de Bet-el.
yo os saqué de Egipto: Véase Éxo 23:20-23. La referencia a os es plural, lo que indica que el ángel se dirige a toda la nación.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EL ÁNGEL DE JEHOVÁ. El ángel de Jehová reprendió a Israel por haber dejado de arrojar a los cananeos (Éxo 3:2, nota; véase el ARTÍCULO LOS ÁNGELES Y EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, P. 318. [Jue 2:1]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
ARTÍCULO
Los ángeles y el ángel de Jehová
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.
La Biblia menciona con frecuencia a los ángeles; este ARTÍCULO proporciona una visión panorámica de la enseñanza bíblica sobre los ángeles.
ÁNGELES. La palabra «ángel» (heb. mal»ak; gr. angelos) significa «mensajero». Los ángeles son los mensajeros o siervos celestiales de Dios (Heb 1:14), creados por Dios antes que comenzara la tierra (Job 38:4-7; Sal 148:2; Sal 148:5; Col 1:16).
(1) La Biblia habla de ángeles buenos y malos, aunque subraya que todos los ángeles fueron originalmente creados buenos y santos (Gén 1:31). Teniendo la libertad de elección, numerosos ángeles se unieron a la rebelión de Satanás (Eze 28:12-14; 2Pe 2:4; Apo 12:9; véase Mat 4:10, nota) y se desviaron de su condición original de gracia como siervos de Dios, perdiendo de ese modo su misión celestial. Sin duda deben identificarse a los demonios del NT con esos ángeles caídos (Mat 25:41; Apo 20:7; véanse Jud 1:6, nota, y el ARTÍCULO PODER SOBRE SATANÁS Y LOS DEMONIOS, P. 1354. [Mar 3:27]).
(2) La Biblia habla de una inmensa multitud de ángeles buenos (1Re 22:19; Sal 68:17; Sal 148:2; Dan 7:9-10; Apo 5:11), aunque sólo se registran los nombres de dos de ellos en las Escrituras: Miguel (Dan 12:1; Jud 1:9; Apo 12:7) y Gabriel (Dan 9:21; Luc 1:19; Luc 1:26). Por lo visto están separados en diferentes categorías: a Miguel se le llama arcángel (lit. «ángel principal», Jud 1:9; cf. 1Ts 4:16); hay serafines (Isa 6:2), querubines (Eze 10:1-3), ángeles con autoridad y dominio (Efe 3:10; Col 1:16), y las miríadas de espíritus ministradores angelicales (Heb 1:14; Apo 5:11).
(3) Como seres espirituales, los ángeles buenos alaban a Dios (Heb 1:6; Apo 5:11; Apo 7:11), hacen su voluntad (Núm 22:22; Sal 103:20), ven su rostro (Mat 18:10), están sujetos a Cristo (1Pe 3:22), son superiores a los seres humanos (Heb 2:6-7) y habitan en las esferas celestiales (Mar 13:32; Gál 1:8). No se casan (Mat 22:30), nunca morirán (Luc 20:34-36) y no se les debe adorar (Col 2:18; Apo 19:9-10). Pueden aparecer en forma humana (por lo general como hombres jóvenes sin alas, cf. Gén 18:2; Gén 18:16 con Gén 19:1; Heb 13:2).
(4) Los ángeles realizan numerosas actividades en la tierra a la disposición de Dios. Tuvieron una misión precisa en la revelación de la ley de Dios a Moisés (Hch 7:38; cf. Gál 3:19; Heb 2:2). Sus deberes se relacionan primordialmente con su participación en la misión redentora de Cristo (véanse Mat 1:20-24; Mat 2:13; Mat 28:2; Luc 1:1-80; Luc 2:1-52; Hch 1:10; Apo 14:6-7). Se regocijan por un pecador que se arrepiente (Lev 15:10), sirven en nombre del pueblo de Dios (Dan 3:25; Dan 6:22; Mat 18:10; Heb 1:14), observan la vida de la congregación cristiana (1Co 11:10; Efe 3:10; 1Ti 5:21), traen mensajes de Dios (Zac 1:14-17; Hch 10:1-8; Hch 27:23-24), traen respuestas a la oración (Dan 9:21-23; Hch 10:4), a veces ayudan a interpretar visiones y sueños proféticos (Dan 7:15-16), fortalecen al pueblo de Dios en las pruebas (Mat 4:11; Luc 22:43), protegen a los santos que temen a Dios y aborrecen el mal (Sal 34:7; Sal 91:11; Dan 6:22; Hch 12:7-10), castigan a los que son enemigos de Dios (2Re 19:35; Hch 12:23; Apo 14:17-20; Apo 15:1-8; Apo 16:1-21), hacen guerra contra los poderes demoniacos (Apo 12:7-9) y llevan a los salvados al cielo (Luc 16:22).
(5) Durante los acontecimientos de los postreros tiempos, se intensificará la guerra entre Miguel con los ángeles buenos y Satanás con su hueste demoniaca (Apo 12:7-9). Los ángeles vendrán con Cristo cuando Él vuelva (Mat 24:30-31) y estarán presentes en el juicio de toda la raza humana (Luc 12:8-9).
EL ÁNGEL DE JEHOVÁ. Debe hacerse mención especial del «ángel de Jehová» (a veces, «el ángel de Dios»), un ángel único en su género que aparece tanto en el AT como en el NT.
(1) La primera de tales apariciones fue a Agar en el desierto (Gén 16:7); otras apariciones implicaron a personas tales como Abraham (Gén 22:11; Gén 22:15), Jacob (Gén 31:11-13), Moisés (Éxo 3:2), todos los israelitas durante el éxodo (Éxo 14:19) y más tarde en Boquim (Jue 2:1; Jue 2:4), Balaam (Núm 22:22-36), Josué (Jos 5:13-15, donde es muy probable que el «Príncipe del ejército de Jehová» sea el ángel de Dios), Gedeón (Jue 6:11), David (1Cr 21:16), Elias (2Re 1:3-6), Daniel (Dan 6:22) y José (Mat 1:20; Mat 2:13).
(2) El ángel de Jehová tenía varias tareas similares a las de los ángeles en general. A veces sencillamente llevaba mensajes del Señor a su pueblo (Gén 22:15-18; Gén 31:11-13; Mat 1:20). En otras oportunidades, Dios envió a su ángel a fin de suplir las necesidades de su pueblo (1Re 19:5-7), protegerlos de cualquier mal (Éxo 14:19; Éxo 23:20; Dan 6:22) y de cuando en cuando para destruir a sus enemigos (Éxo 23:23; 2Re 19:34-35; cf. Isa 63:9). Cuando el pueblo de Dios se rebelaba y pecaba en gran manera, Él podía usar su ángel para destruirlos (2Sa 24:16-17).
(3) Se ha debatido sobre la identidad del ángel de Jehová, particularmente a causa de la manera en que a menudo se dirigía a las personas. Nótese lo siguiente:
(a) En Jue 2:1, el ángel de Jehová dice: «Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.» Cuando se compara con otros pasajes bíblicos que describen el mismo acontecimiento, esas acciones eran las acciones del Señor, el Dios del pacto de los israelitas. Él fue quien les juró a Abraham, a Isaac y a Jacob dar a sus descendientes la tierra de Canaán (Gén 13:14-17; Gén 17:8; Gén 26:2-4; Gén 28:13); Él juró que ese pacto sería perpetuo (Gén 17:7); Él sacó a los israelitas de Egipto (Éxo 20:1-2); y los llevó a la tierra prometida (Jos 1:1-2).
(b) Cuando el ángel del Señor apareció delante de Josué, Josué se postró y lo adoró (Jos 5:14). Tal reacción ha llevado a muchos a creer que este ángel era una visible manifestación del Señor Dios mismo; de otro modo, el ángel le habría ordenado a Josué que no lo adorara (cf. Apo 19:10; Apo 22:8-9).
(c) Aún más explícitamente, el ángel del Señor que le apareció a Moisés en la zarza ardiente dijo en términos nada dudosos: «Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob» (Éxo 3:6; véanse Gén 16:7, nota; Éxo 3:2, nota).
(4) Por cuanto el ángel del Señor está tan estrechamente identificado con el Señor mismo, y porque apareció en forma humana, algunos consideran que es una manifestación del Cristo eterno, la segunda persona de la Santa Trinidad, antes de su nacimiento de la virgen María.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Causas de la precariedad de los israelitas en Canaán (2:1-5).
1Subió el ángel de Yahvé de Gálgala a Betel, y dijo: “Yo os he hecho subir de Egipto y os he traído a la tierra que juré a vuestros padres, y he dicho: No romperé mi pacto eterno con vosotros 2si vosotros no pactáis con los habitantes de esta tierra; habéis de destruir sus altares. Pero vosotros no me habéis obedecido; ¿por qué habéis obrado así? 3Pues yo también me he dicho: No los arrojaré de ante vosotros, y los tendréis por enemigos, y sus dioses serán para vosotros un lazo.” 4Cuando el ángel de Yahvé hubo dicho estas palabras a todos los hijos de Israel, lloraron todos a voces. 5Llamaron a este lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Yahvé.
Dios prometió mandar a su ángel delante de los israelitas para que les guiara en el camino y les hiciera llegar al lugar que les había dispuesto (Exo 23:20-23). De Gálgala, primer campamento de los israelitas a esta parte del Jordán (Jos 4:19; Jos 5:10), subió el ángel de Yahvé a Betel. ¿Cuál era la condición de este personaje misterioso? ¿Era en realidad un ángel o un profeta? Estiman que se trata de un ángel Schulz y Lagrange, los cuales corroboran su opinión alegando que habla como si fuera Dios mismo, sin usar la fórmula profética: “Esto dice el Señor.” La comparación de este pasaje con Gen 16:7 y Exo 23:20-23 parece confirmar esta hipótesis. Según Exo 33:2, Dios dijo a Moisés que iría delante del pueblo “un ángel, que arrojará al cananeo, al amor reo, al jeteo, al fereceo, al jeveo y al jebuseo.” Yahvé en persona no quiere ir, porque se vería obligado a aniquilarlo a causa de su dura cerviz. Aquí se distingue claramente el ángel de Yahvé de Dios, que lo manda, pero no especifica si se trata de un verdadero ángel o de un profeta. Hummelauer, basándose en los LXX, cree que el ángel de este pasaje es un profeta. Según Vincent y Dhorme, el término ángel fue añadido desde muy antiguo al texto con el fin de evitar los antropomorfismos, como en Exo 3:2.
El público que escuchaba las palabras del enviado se componía de representantes calificados de todas las tribus y de muchos peregrinos que habían acudido a aquel santuario, muy venerado en la antigüedad. El pueblo oyó consternado las duras palabras del ángel y, arrepentido por sus culpas pasadas y temeroso de su porvenir, rompió a llorar (Gen 27:38; Gen 29:11). Por este llanto, aquel lugar fue llamado Boquim (de baqa, llorar). He aquí la razón suprema que explica la posición precaria y difícil de los israelitas en Palestina En todo el discurso del ángel de Yahvé se vislumbra el estilo deuteronómico.
Introducción religiosa (Gen 2:6-23).
En esta segunda introducción, más antigua que la introducción histórica que precede, se enuncia el tema central que se desarrolla en el libro. Se ponen en parangón los tiempos de Josué con los tiempos que siguieron a su muerte, y se hace ver la diferencia que había entre ellos desde el punto de vista religioso. En aquel entonces el pueblo permanecía fiel a Yahvé (v.7), pero a la muerte del gran caudillo de Israel surgió una generación nueva que no conocía a Yahvé ni la obra que éste había hecho en favor de Israel (v. 10-12). Los hijos de Israel prevaricaron yendo tras los dioses extranjeros. Dios castigó su infidelidad entregándolos en poder de sus enemigos. Pero se apiadó de ellos y les suscitó jueces para que los libraran de los enemigos y les obligaran a volver al culto del Dios verdadero (v.14:15-18). El arrepentimiento fue pasajero, por cuanto, a la muerte de los jueces, “volvían a corromperse, más todavía que sus padres” (v.19). Tenemos aquí delineado el tema pragmático a cuatro tiempos que se desenvuelve en el curso del libro: pecado y castigo, conversión y misericordia, que se repite al principio y final de la historia de cada uno de los jueces (3:7; 12-15; 4:1; 6:1; 8:33; 10:6). Según se desprende de la tesis del autor, los males que aquejaban a Israel provienen de sus propias infidelidades.
¿Por qué Dios no ha arrojado a los pueblos indígenas de la Tierra Prometida? Hemos visto la respuesta del autor de la introducción histórica (2:3). La que señala el autor de esta segunda introducción es otra: por haber abandonado a Yahvé y haber desechado sus mandamientos. Esta misma pregunta se habían hecho otros pensadores en el curso de los años, y sus respuestas han sido consignadas en el libro. Uno decía: La razón de no haber arrojado Dios a los pueblos enemigos fue porque quiso adiestrar a su pueblo en el arte de la guerra con el fin de prepararle para la lucha futura (2:23a; 3:2ª; 5ª; 6). Otro creía que Dios permitió la permanencia de extranjeros en Palestina en tiempos de Josué para poner a prueba la fidelidad religiosa de Israel (2; 22; 23b; 3:3; 4) y, después de su muerte, para castigar al pueblo en caso de que rindiese culto a Baal y Astarté.
Muerte de Josué (2:6-10).
6Cuando Josué despidió al pueblo y se fueron los hijos de Israel cada uno a su heredad para posesionarse de la tierra, 7el pueblo sirvió a Yahvé durante toda la vida de Josué y la de los ancianos que le sobrevivieron y habían visto toda la grande obra que Yahvé había hecho en favor de Israel, 8Josué, hijo de Nun, siervo de Yahvé, murió a la edad de ciento diez años 9y fue sepultado en el territorio de su heredad, en Timnat Heres, en los montes de Efraím, al norte del monte Gas. 10Toda aquella generación fue a reunirse con sus padres, y surgió una nueva generación, que no conocía a Yahvé ni la obra que éste había hecho en favor de Israel.
El comienzo de este versículo se enlaza bastante bien con Jos 28. El v.7 corresponde a Jos 24:29-31. Las pequeñas discrepancias que se observan entre ambos relatos proceden de la diferente Concepción por parte de los hagiógrafos.
Infidelidad y castigo (Jos 2:11-15).
11Los hijos de Israel hicieron el mal a los ojos de Yahvé y sirvieron a los baales. 12Se apartaron de Yahvé, el Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron tras íOtros dioses, de entre los dioses de los pueblos que los rodeaban, y se postraron ante ellos, irritando a Yahvé. 13 Apartándose de Yahvé, sirvieron a Baal y Astarté. 14Encendióse en cólera Yahvé contra Israel y los entregó en manos de salteadores, que los asaltaban y los vendían a los enemigos del contorno, y llegaron a no poder ya resistir a sus enemigos. 15En cualquier .salida que hacían pesaba sobre ellos para mal la mano de Yahvé, como El se lo había dicho, como se lo había jurado, y se vieron en muy gran aprieto.
La generación que siguió a Josué sucumbió al hechizo del culto de los baales y astartés. No es de creer que abandonara completamente a Yahvé o que perdiera su recuerdo; más bien trató de hacer compatibles ambos cultos. Reconocían que Yahvé era el Dios grande del Sinaí, dueño absoluto de aquellos parajes; pero su poder no se ejercía de igual modo en Palestina, en donde se le reservaba un puesto más o menos destacado en la jerarquía de los dioses. Obligados a vivir en Canaán, se creían en el deber de honrar a los dioses ‘de la tierra con el fin de atraerse su favor y benevolencia (Jos 3:7; Jos 10:6). Este sincretismo religioso desagradó a Yahvé, y en castigo los entregó en manos de los pueblos de la tierra. En el v.12 se halla resumida toda la filosofía religiosa del Deuteronomio: abandono del Dios de los antepasados, idolatría, ira de Yahvé, que se manifestará con el castigo pertinente (Deu 6:10-15).
Los jueces y su misión (Deu 2:16-19).
16Yahvé suscitó jueces, que los libraron de los salteadores; 17pero, desobedeciendo también a los jueces, se prostituyeron, yéndose detrás de dioses extraños, y los adoraron, apartándose bien pronto del camino que habían seguido sus padres, obedeciendo los preceptos de Yahvé; no hicieron ellos así. 18Cuando Yahvé les suscitaba un juez, estaba con él y los libraba de la Opresión de sus enemigos durante la vida del juez, porque se compadecía Yahvé de sus gemidos, a causa de los que los oprimían y los vejaban. 19En muriendo el juez, volvían a corromperse, más todavía que sus padres, yéndose tras de los dioses extraños para servirlos y adorarlos, sin dejar de cometer sus crímenes, y persistían en sus caminos.
La adversidad hizo reflexionar a los hijos de Israel, dándoles a entender que habían pecado gravemente al abandonar a Dios y desechar sus mandamientos. La historia del pasado les advertía que sus padres fueron fuertes cuando Dios estaba con ellos, y de que fracasaban en sus empresas cuando se volvían contra El. Además, en toda la historia de Israel se hallan pruebas de la bondad y benevolencia divinas, que perdonan al pecador arrepentido. Amparandose en esta misericordia divina, hicieron penitencia y clamaron al Señor. Dios les suscitó jueces, cuya misión era doble: libertarles del enemigo y enseñarles el cumplimiento de sus deberes religiosos. Pero a la muerte del juez, y aun en vida, volvieron a las andadas, prostituyéndose a los ídolos. Este último verbo fue muy usado por los profetas después de Oseas para estigmatizar a Israel (Os c.1 y 2; Isa 1:21; Eze 16:16; Deu 31:16).
Permanencia de tos pueblos paganos en Palestina (Deu 2:20-23).
20Encendióse la cólera de Yahvé contra Israel, y dijo: “Pues que este pueblo ha roto el pacto que yo había establecido con sus padres y no me obedece, 21tampoco seguiré yo arrojando de ante ellos a ninguno de los pueblos que dejara Josué al morir, 22para por ellos poner a Israel a prueba, si seguiría o no los caminos de Yahvé, andando por ellos como sus padres.” 23Y Yahvé dejó en paz, sin apresurarse a expulsarlos, a aquellos pueblos que no había entregado en manos de Josué.
Diversas razones se dan para explicar la permanencia de los pueblos indígenas en la tierra asignada por Dios a Israel. Una de ellas 25 porque los israelitas rompieron el pacto que hizo Dios con sus padres y no le obedecían (Deu 17:2); en castigo, no les ayudará m adelante para limpiar la tierra de los enemigos que dejara Josué. ¿Por qué razón Josué dejó subsistir estos pueblos? La respuesta se da en 3:1. Otra razón se da en los v.22-23, que, según Lagrange, con una glosa a modo de pequeño comentario surgido por la siguiente objeción: ¿Por qué Dios no arrojó a los cananeos en tiempo de Josué, ya que entonces el pueblo se mantenía fiel al pacto de la dianza?
Fuente: Biblia Comentada
El ángel de Jehová. Una de tres teofanías preencarnadas por parte del Señor Jesucristo en Jueces (cp. Jue 6:11-18; Jue 13:3-23). Este mismo Mensajero divino había guiado a Israel fuera de Egipto en el pasado (cp. Éxo 14:19). vea la nota sobre Éxo 3:2. No invalidaré jamás mi pacto con vosotros. Dios sería fiel hasta el fin, pero el pueblo perdería la bendición por problemas, debido a su desobediencia (cp. v. Jue 2:3).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— el ángel del Señor: En textos antiguos designa al mismo Dios en forma visible (ver Gén 16:7; Gén 21:17; etc.; Éxo 3:2; Éxo 14:19).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Lev 11:45; Lev 26:44; Jos 1:6-7+; Jer 2:6; Jer 33:20-21; Ose 12:13; Amó 2:10; Sal 89:34.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Israel acusado de desobediencia
Esta unidad es el clímax de 1:1-2:5. Con la “ascensión” del ángel de Jehovah en el v. 1, había llegado el tiempo de revisión y evaluación (ver 1:1 y los comentarios sobre 1:2 y 1:22). Ahora, por fin, se revela la causa real del fracaso descrito en el capítulo anterior: infidelidad al Señor (2; cf. Exo. 34:12-16). Si ellos hubieran sido fieles, el Señor les habría dado a los israelitas victoria completa. Así, lo que pudo haber sido una celebración de victoria se convirtió en llanto amargo (4).
Notas. 1 El ángel de Jehovah es el Señor mismo en la forma de un ángel (cf. 6:11-24; 13:3-21). Gilgal (“círculo”) estaba cerca de Jericó (ver 1:1, 16 y comentarios). Boquim (“plañideros”) era probablemente Betel, pero aquí se le llama Boquim por la razón que se da en los vv. 4, 5. 3 Ahora por lo tanto yo digo, es más correcto que “yo digo también … ” La referencia es una amenaza hecha previamente (ver Núm. 33:35; Jos. 23:13). No es sino hasta el 2:20 ss. que el Señor anuncia su intención de llevar a cabo esta amenaza.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
2.1-3 Este suceso marca un cambio significativo en la relación de Israel con Dios. En el monte Sinaí, Dios llevó a cabo un acuerdo sagrado y obligatorio con los israelitas llamado pacto (Exo 19:5-8). La parte de Dios era hacer de Israel una nación especial (véase la nota a Gen 12:1-3), protegerlos y darles bendiciones únicas por seguirlo. La parte de Israel era amar a Dios y obedecer sus leyes. Pero debido a que Israel rechazó y desobedeció a Dios, el acuerdo de protegerlo quedó sin efecto. Pero Dios no iba a abandonar a su pueblo. Recibiría bendiciones maravillosas si pedía perdón a Dios y lo seguía nuevamente con sinceridad.Aunque el pacto de Dios de ayudar a Israel a conquistar la tierra ya no estaba vigente, su promesa de hacer de Israel una nación a través de la cual el mundo entero sería bendecido (cumplida con la llegada del Mesías) permaneció vigente. Dios todavía quería que los israelitas fueran un pueblo santo (de la misma manera que quiere que nosotros seamos santos), y a menudo utilizó la opresión para traerlos de regreso a El, tal y como dijo que lo haría (Levítico 26; Deuteronomio 28). El libro de Jueces registra un número de instancias donde Dios permitió que su pueblo fuera oprimido para que así se arrepintiera de sus pecados y regresara a El.Demasiado a menudo la gente quiere que Dios cumpla sus promesas mientras se excusa de sus propias responsabilidades. Antes de reclamar las promesas de Dios, pregúntese: «¿He hecho mi parte?».2.4 El pueblo de Israel sabía que había pecado, y lloraron en alta voz, reaccionando con profundo dolor. Porque tenemos la tendencia a pecar, el arrepentimiento es la justa medida de nuestra sensibilidad espiritual. Arrepentirse es pedirle a Dios que nos perdone y luego abandonar nuestros caminos pecaminosos. Pero no podemos hacer esto de una manera sincera a menos que realmente estemos arrepentidos de nuestros pecados. Cuando estemos conscientes del pecado que hay en nuestra vida, debemos admitirlo plenamente ante Dios en lugar de tratar de cubrirlo o de esperar salirnos con la nuestra.2.7-9 El relato de la muerte de Josué se encuentra aquí y al final de libro de Josué (24.29). O este relato es un resumen de lo que sucedió anteriormente, o el relato del libro de Josué omitió los acontecimientos del primer capítulo del libro de Jueces. (Si desea más información sobre Josué véase su perfil en Josué 2.)2.10ss Una generación murió, y la siguiente no siguió a Dios. Jueces 2.10-3.7 es un breve vistazo previo del ciclo de pecado, juicio y arrepentimiento que Israel experimentó vez tras vez. Cada generación fracasó al intentar enseñar a la siguiente generación a amar y a seguir a Dios. Pero esto estaba en el mero centro de la ley de Dios (Deu 6:4-9). Es tentador dejar la tarea de enseñar la fe cristiana a la iglesia o a la escuela cristiana. Sin embargo, Dios dice que esta responsabilidad pertenece básicamente a la familia. Debido a que los niños aprenden mucho con el ejemplo, la fe debe ser una cuestión familiar.2.11-15 Baal era el dios de la tormenta y de las lluvias; por lo tanto se creía que controlaba la vegetación y la agricultura. Astarot era la diosa madre del amor, la guerra y la fertilidad (también se le llamaba Astarte, Astoret, Istar). La prostitución en el templo y el sacrificio de niños eran parte del culto a estos ídolos cananeos. Esta generación de israelitas abandonó la fe de sus padres y comenzó a adorar los dioses de sus vecinos. Muchas cosas nos pueden tentar a abandonar lo que sabemos que es correcto. El deseo de ser aceptados por nuestros vecinos puede hacer que nos comportemos de una manera que resulte inaceptable a Dios. No permita que la presión lo lleve a la desobediencia.2.12-15 A menudo Dios reservaba su dura crítica y castigo para aquellos que adoraban ídolos. ¿Por qué eran tan malos los ídolos ante los ojos de Dios? El adorar a un ídolo violaba los primeros dos de los Diez Mandamientos (Exo 20:3-6). Los cananeos tenían dioses para casi cada estación, actividad o lugar. Para ellos, Jehová era tan sólo otro dios que añadirían a su colección de dioses. Israel, por su parte, tenía que adorar exclusivamente a Jehová. Para ellos no era posible creer que Dios fuera el único Dios verdadero y al mismo tiempo inclinarse a un ídolo. Los idólatras no podían ver a su dios como su creador porque ellos lo habían creado. Los ídolos representan aspectos sensuales, carnales e inmorales de la naturaleza humana. Sin embargo, la naturaleza de Dios es espiritual y moral. Era intolerable que se añadiera la idolatría a la adoración de Dios.2.15, 16 A pesar de la desobediencia de Israel, Dios mostró su gran misericordia al levantar jueces para salvar al pueblo de sus opresores. Misericordia se ha definido como «no darle a una persona lo que merece». Esto es exactamente lo que hizo Dios por Israel y lo que hace por nosotros. ¡Nuestra desobediencia exige juicio! Pero Dios nos muestra su misericordia al darnos un escape del castigo del pecado por medio de Jesucristo, quien es el único que nos salva del pecado. Cuando oramos por perdón, estamos pidiendo lo que no merecemos. Pero cuando damos este paso y confiamos en la obra salvadora de Cristo a nuestro favor, podemos experimentar el perdón de Dios.2.16-19 A través de este período de la historia, Israel pasó por siete ciclos de (1) rebelión contra Dios, (2) ser invadido por naciones enemigas, (3) ser liberado por un juez temeroso de Dios, (4) permanecer fiel a Dios bajo ese juez y (5) nuevamente olvidarse de Dios cuando el juez muere. Nosotros tendemos a seguir ese mismo ciclo, permanecemos leales a Dios mientras estamos cerca de los que lo siguen. Pero cuando quedamos solos, aumenta la presión para alejarnos de El. Decídase a permanecer fiel a Dios a pesar de las situaciones difíciles que encuentre.2.17 ¿Por qué el pueblo de Israel abandonaría tan rápidamente su fe en Dios? Para explicarlo de una manera simple, la religión cananea parecía más atractiva a la naturaleza sensual y ofrecía más beneficios inmediatos (permisividad sexual e incremento de fertilidad en embarazos y cosechas). Una de sus características más atractivas era que la gente podía seguir siendo egoísta y cumplir con los requerimientos religiosos. Podían hacer casi lo que quisieran y aún así seguir siendo obedientes por lo menos a uno de los muchos dioses cananeos. La prostitución masculina y femenina no sólo era permitida, sino alentada como forma de adoración.Sin embargo, la fe en el único Dios verdadero no ofrece beneficios inmediatos que apelen a nuestra naturaleza humana pecaminosa. La esencia del pecado es el egoísmo; la esencia del estilo de vida de Dios es el desprendimiento. Debemos buscar la ayuda de Cristo para vivir el estilo de Dios.LOS JUECES DE ISRAELOTONIEL : 40 años Capturó una poderosa ciudad cananea Jdg 3:7-11AOD : 80 años Mató a Eglón y derrotó a los moabitas Jdg 3:12-30SAMGAR : Sin registro Mató a 600 filisteos con una aguijada de bueyes Jdg 3:31DEBORA (con BARAC): 40 años Derrotó a Sísara y a los cananeos y más tarde cantó una canción de victoria con Barac Jueces 4 y 5GEDEON : 40 años Destruyó los ídolos de su familia, utilizó un vellón para determinar la voluntad de Dios, formó un ejército de 10,000 y derrotó a 135,000 madianitas con 300 soldados Jueces 6-8TOLA : 22 años Juzgó en Israel durante 23 años Jdg 10:1, 2JAIR : 22 años Tuvo 30 hijos Jdg 10:3-5JEFTE : 6 años Hizo un voto irreflexivo, derrotó a los amorreos y más tarde luchó contra el celoso Efraín Jueces 10.6-12.17IBZAN : 7 años Tuvo 30 hijos y 30 hijas Jdg 12:8-10ELON : 10 años Sin registro Jdg 12:11-12ABDON : 8 años Tuvo 40 hijos y 30 nietos cada uno de los cuales tuvo su propio burro Jdg 12:13-15SANSON : 20 años Era un nazareo, mató a un león con sus manos, quemó los campos de trigo de los filisteos, mató a 1,000 filisteos con la quijada de un asno, arrancó una puerta de hierro, fue traicionado por Dalila, y destruyó miles de filisteos en un solo acto milagroso Jueces 13-16
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) O: “tierra que prometí en juramento”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 85 Éxo 3:2; Éxo 23:20; Éxo 23:23; Jos 5:13
b 86 Jos 5:9
c 87 Jue 2:5
d 88 Gén 12:7; Gén 26:3
e 89 Gén 17:7; Lev 26:42; Sal 105:8; Mal 3:6; Heb 6:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el ángel del S eñor :. Esta frase se refiere a una aparición de Dios en forma humana, ya que ningún ángel por sí solo sacó al pueblo de Israel de Egipto (cp. Ex 3:2; Jos 5:13).
Gilgal. Posiblemente estaba cerca del Jordán, en las cercanías de Jericó. Sirvió de base para las operaciones militares durante la conquista (v. Jos 4:19– 5:12).
Fuente: La Biblia de las Américas
ángel de Jehová. El mismo Jehová. Véase nota en Gén 16:10.
Boquim (lit., los que lloran, cp. v. Jue 2:4) estaba cerca de Gilgal (véase nota en Jos 4:19).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Rahab… → Heb 11:31; Stg 2:25.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
[.] El sube de Guilgal, primer santuario israelita en Palestina, al lado del Jordán, hasta Betel. Sabemos que el Angel de Yavé es una manera de designar al mismo Yavé, porque el autor sabe que no se puede ver a Dios, sino a una representación suya. El pecado está en no haber destruido la cultura y la religión de los cananeos. Al respecto, olvidémonos de nuestro sentido moderno de respeto por los demás pueblos. Israel vive entonces en un mundo en el que sólo se mantiene por la violencia y, por otra parte, todo el porvenir de la revelación divina en el mundo está en manos de unos nómadas primitivos amenazados a cada momento de verse disueltos en medio de su entorno pagano. Los israelitas habían logrado instalarse en las alturas del país. Desde allí miraban con envidia las ricas llanuras ocupadas por los cananeos. Allí estaba la tentación de la idolatría. Los agricultores cananeos practicaban una religión muy seductora que celebraba las fuerzas de la vida y de la fecundidad. Se reunían para fiestas campestres, se juntaban en los bosques sagrados y allí recurrían a la prostitución sagrada para pedirles a sus dioses, los baales, la lluvia y buenas cosechas. Les costaba a los israelitas, poco acostumbrados a esas libertades, no juntarse con sus vecinos paganos para esas celebraciones.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[1] Angel del Señor es una expresión frecuente para indicar la presencia e intervención de Dios.[5] En ocasiones extraordinarias, sobre todo cuando no estaba aún edificado el Templo, se ofrecían sacrificios fuera del Tabernáculo. 2 Sam 24, 25; 1 Sam 13, 9.[16] Duraba poco la enmienda.[18] El libro de los Jueces presenta diversos personajes y acontecimientos siguiendo un esquema constante:[1] Pecado del pueblo mediante prácticas de idolatría[2] Castigo por la opresión de los enemigos[3] Arrepentimiento y conversión del pueblo[4] Liberación por la acción del juez.Más que invitar a la violencia contra los extranjeros el libro de los Jueces exhorta a la rectitud moral.