Comentario de Levítico 18:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“Ningún hombre se acerque a una mujer que sea su parienta cercana para descubrir su desnudez. Yo, Jehovah.
a parienta próxima. No obstante, las prohibiciones aquí, es evidente, que, en la infancia del mundo, aun hermanos y hermanas, deben de haberse casado; y por lo tanto no podemos pronunciarles inmorales en sí. Sino, en estas instancias primeras, la necesidad lo requería; pero cuando esta necesidad ya no existía, la cosa llegó a ser impropia. para descubrir su desnudez. Lev 18:7-19; Lev 20:11, Lev 20:12, Lev 20:17-21.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Las leyes de Israel contra el incesto eran más completas y avanzadas que cualquiera otra en el mundo antiguo. Las consecuencias genéticas de la procreación en consanguinidad y la armonía en las relaciones domésticas son razones prácticas para observar tales tabúes. Pero estas no son las razones enfatizadas en las uniones prohibidas. El incentivo para obedecer radica en la exhortación positiva de ser fieles a Jehová y evitar ser atrapados por las prácticas paganas de los vecinos de Israel.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
a parienta próxima abarca casos como el incesto entre padre e hija y entre hermano y hermana, aun cuando no aparecen en la lista que sigue. Todos los casos que aparecen en la lista se basan en relaciones de sangre o matrimoniales. Descubrir la desnudez de alguien es tener relación sexual con la persona.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PARA DESCUBRIR SU DESNUDEZ. Esta frase tiene connotaciones sexuales generales, pero no significa necesariamente actos sexuales consumados (véanse los vv. Lev 18:6-17). Cualquier clase de actividad sexual que implique el poner al descubierto o mirar la desnudez de una persona que no sea el cónyuge legítimo (cf. Lev 20:17) excede los límites de la pureza y es un grave pecado delante de Dios (véase el ARTÍCULO NORMAS DE MORALIDAD SEXUAL, P. 1794. [Heb 13:4]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
descubrir su desnudez. Esto es un eufemismo para designar las relaciones sexuales.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección trata de la consanguinidad, esto es, de los pecados de incesto.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— tendrá relaciones sexuales: Lit. descubrirá la desnudez, expresión eufemística que va a repetirse numerosas veces en el presente pasaje.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Lev 20:10-21; Eze 22:11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Límites sexuales. El principio básico de lo que está a continuación se resume en el v. 6. El tema de las relaciones sexuales cubre tanto los actos sexuales casuales como en el matrimonio. Parientes cercanos incluye no sólo a aquellos a quienes nosotros llamamos parientes de sangre (es decir; un padre o hermano biológico), sino también parientes de sangre de quienes están relacionados por el matrimonio (suegros, cuñados, hijastros, etc.). Por lo tanto, estas prohibiciones son mucho más amplias que una definición estricta de incesto, y están diseñadas para proteger la integridad de la relación dentro de la estructura de la familia extendida que era una característica del sistema social en Israel.
La familia israelita era mucho más grande que la moderna unidad familiar de dos generaciones. La misma incluía hasta tres o cuatro generaciones de descendientes de un mismo hombre que aún viviera (es decir, sus hijos y esposas, familias y siervos), todos viviendo en una proximidad bastante cercana. Pero la familia extendida no era una comunidad de relaciones casuales. Estas leyes protegían la integridad y límites de los matrimonios y los núcleos familiares. Los beneficios de tales límites (al igual que los beneficios higiénicos de las leyes sobre la impureza) pueden ser reconocidos y admirados, pero para Israel deben haber sido desconocidos en su sentido técnico. Un efecto más contextualizado y relevante debe haber sido el prohibir en Israel el tipo de relaciones sexuales incestuosas que se practicaban en las familias reales en Egipto y en Mesopotamia. Ciertos tipos de incesto estaban prohibidos por las leyes en el antiguo Cercano Oriente, pero no al grado o con la severidad de la ley del AT. La historia de Tamar y Amnón (2 Sam. 13; especialmente los vv. 12 y 13) ilustran una probable rareza, y su correspondiente conmoción social, de que estas leyes fueran violadas. Otro efecto, característico de las leyes del AT en otros lugares, es proteger a la mujer de la explotación sexual dada su vulnerable posición en una comunidad bastante compacta. En principio, la relevancia de tal protección no es difícil de observarse en la sociedad moderna, sacudida por el grado de abuso sexual de los niños por parte de los padres y en los hogares de niños, y del acosamiento sexual al cual son sometidas las mujeres en sus lugares de trabajo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
i 786 Lev 20:17; Gál 5:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
se acercará a una parienta cercana. Las leyes de los vers. 6– 18 enfocan el incesto. El incesto en la Biblia describe relaciones sexuales entre los miembros del grupo familiar (cp. Gn 2:24) con enlace genético o no. El incesto es un crimen serio porque viola la intimidad y el sentido de seguridad dentro del grupo.
para descubrir su desnudez. Esta expresión se usa como eufemismo de relaciones sexuales, como en 18:6– 18.
Fuente: La Biblia de las Américas
para descubrir su desnudez. I.e., para tener relaciones sexuales en una relación incestuosa como la mencionada en los vv. Lev 18:6-18.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., de su carne
Fuente: La Biblia de las Américas
[o] PROHIBICIONES SEXUALES El párrafo 1,5 era algo así como el preámbulo de las leyes que siguen: justificaba la imposición de leyes en un terreno donde los pueblos vecinos no tenían casi escrúpulos. Las reglas morales, sobre todo en el terreno sexual, han sido siempre para una buena parte el resultado de un consenso social cuyos orígenes no podían recordarse. Formaban parte de las tradiciones de cada pueblo. Fue un hecho que los diferentes pueblos que entraron en el territorio de Canaán adoptaron sus costumbres al mismo tiempo que su religión naturista. Dios, sin embargo, le impone a su pueblo costumbres diferentes. No es posible discutir, sólo hay que obedecer, y la obediencia se ve reforzada por una experiencia que se extiende por generaciones: la licencia sexual lleva a la muerte (Dt 4,3-4). Hay pues aquí una serie de leyes cuya interpretación podría variar después, como fue el caso de los matrimonios entre consaguíneos, un problema que suscitó el decreto de Jerusalén (He 15,20). Pero el conjunto fue mantenido por la tradición judía, y cuando Pablo pone en tela de juicio la imposición de la Ley y de las costumbres judías a los convertidos del mundo griego, ni por un instante discute las prohibiciones sexuales del Levítico. En los resúmenes de moral elemental como son los pasajes 1 Cor 5,9-11 y 6,9-10 volvemos a encontrarlas. En Rom 1,22-27 Pablo ve una estrecha unión entre las relaciones homosexuales y la idolatría: el ejemplo de la sociedad griega en la que había sido educado lo había instruido al respecto. Causa asombro actualmente ver a cristianos que se levantan en contra de esas leyes como si la Palabra de Dios tuviera que interpretarse, ablandarse y acabar en el museo por el único motivo de que sectores muy importantes del mundo contemporáneo rechazan cualquier disciplina sexual. ¿Pero qué autoridad pueden atribuirse los voceros de una sociedad sin hijos y por lo tanto en vías de desaparición? (Lev 18,25). La vía cristiana no es el resultado de un consenso democrático, sino que se impone por la fuerza del Espíritu. El pueblo que Dios se ha elegido (1 P 2,9) recibió una determinada visión del hombre y de la manera como debe alcanzar su madurez, y no puede renegar ni de la Cruz ni de la manera de imitar a Dios que lo hace distinto a los no cristianos. En el comentario de 1 Cor 7 aludimos al argumento mayor de Pablo para justificar la disciplina sexual del cristiano: nuestra consagración a Cristo por el bautismo. Pero las prohibiciones propiamente tales no son inventadas por Pablo, sino que son esencialmente del Levítico.