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Comentario de Levítico 23:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Levítico 23:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Jehovah habló a Moisés diciendo:

Las fiestas de Jehová, Lev 23:1-2.

el día de reposo, Lev 23:3.

La pascua, Lev 23:4-8.

un omer por primicia, Lev 23:9-14.

La fiesta de Pentecostés, Lev 23:15-21.

La siega dejada para los pobres, Lev 23:22.

La fiesta de las trompetas, Lev 23:23-25.

El día de las expiaciones, Lev 23:26-32.

La fiesta de los tabernáculos, Lev 23:33-44.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las santas convocaciones de Israel. Se les llama «en sus tiempos» y fiestas solemnes, y la mayoría requerían sacrificios especiales además de los sacrificios regulares. Todas estas asambleas tenían significación religiosa. Algunas eran fiestas agrícolas de la cosecha, y tenían como centro las sucesivas etapas de la estación de la siega; eran tiempos de acción de gracias por la bondad de Dios hacia la nación. Otras se asociaban con eventos históricos de la nación. Entonces la celebración tenía un doble carácter, de gratitud por la bondad de Dios al proveer el alimento, y por sus poderosos hechos en favor de su pueblo. Juntas, las sagradas asambleas comprendían los aspectos religiosos y agrícolas de la vida de la nación, y conmemoraban su historia al señalar los comienzos de sus calendarios religioso y civil. Todo esto señala que Dios y la fe de uno en Él no se pueden aislar y poner fuera de los asuntos de la vida cotidiana. Estas asambleas, aunque eran diferentes en carácter, tenían el propósito común de reunir a la nación para reflexionar en la bondad de Dios y regocijarse en ella.

Cada párrafo que da instrucciones acerca de una asamblea sagrada incluye:

(1) el nombre o definición de la ocasión;

(2) muy importante, el tiempo de la celebración;

(3) una indicación general, usualmente breve y con detalles sobre el modo de su observancia.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Habló Jehová a Moisés: Las instrucciones respecto a cada convocación se señalan en este capítulo por la introducción normal de un discurso en Levítico. Las instrucciones para cada una podrían leerse por separado, aunque todavía recordarían al pueblo que cada una fue ordenada por Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

23. Las Solemnidades Religiosas.
E n Exo 23:145 y 34:183 se enumeran las tres fiestas de Israel, las cuales implicaban todas una peregrinación a algún lugar consagrado a Yahvé. Los fieles no debían presentarse con las manos vacías ante el Señor, pero no se prescribía en concreto lo que habían de ofrecer, quedando a la voluntad de los oferentes. En Deu 16:1 se vuelve a hablar de las mismas solemnidades más ampliamente. En este c.23 se ve que el número de las fiestas ha crecido, y el legislador concreta la forma en que se han de celebrar. Serán días santos, en que no se podrá trabajar, y se ofrecerán a Yahvé diversos sacrificios, que se determinan. La lista de este capítulo parece como un calendario litúrgico popular1.

El Sábado (1-4).
1Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2“Habla a los hijos de Israel y diles: Estas son las solemnidades, asambleas santas, que convocaréis. 3Seis días trabajaréis, pero el séptimo, que es sábado, es santo, día de descanso y de santa asamblea. No haréis en él trabajo alguno. Es el descanso consagrado a Yahvé dondequiera que habitéis. 4Estas son las fiestas de Yahvé, las asambleas santas que convocaréis a su tiempo.

A la cabeza de todas las fiestas religiosas está el descanso sabático2. Se prohiben todas las labores agrícolas y aun las domésticas, como preparar alimentos. Además debía haber una asamblea del pueblo.

La Pascua (5-8).
5El mes primero, el día catorce del mes, entre dos luces, es la pascua de Yahvé. 6El quince del mes es la fiesta de los ázimos de Yahvé. Durante siete días comeréis pan sin levadura. 7El primer día convocaréis asamblea santa, y no haréis ningún trabajo servil. 8Ofreceréis a Yahvé por siete días consecutivos sacrificios por el fuego. El séptimo día convocaréis asamblea santa y no haréis en él ningún trabajo servil.”

El v.4 es una nueva introducción a las solemnidades que va a enumerar, que son: Pascua, Pentecostés, neomenia del mes séptimo, fiesta de la Expiación y fiesta de los Tabernáculos.
El catorce del primer mes, Nisán (antes llamado de Abib o de las espigas), entre dos luces, debía tener lugar la fiesta de la Pascua.
Al día siguiente, y durante siete días, era la fiesta de los ázimos, porque se comía el pan sin levadura3. Aquí la Pascua es mencionada como una preparación para la fiesta de los ázimos. Y se prescriben dos asambleas o reuniones del pueblo el día primero y el séptimo4. Lo esencial de estas asambleas eran los sacrificios y el banquete sagrado que seguía a ellos.

Ofrenda de Primicias (9-14).
9Yahvé habló a Moisés, diciendo: 10“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os daré y hagáis en ella la recolección, llevaréis al sacerdote una gavilla de espigas, primicias de vuestra recolección; u y él agitará la gavilla ante Yahvé para que os sea propicio; el sacerdote la agitará al día siguiente al sábado, 12y el día que ofrezcáis la gavilla, sacrificaréis en holocausto a Yahvé un cordero primal sin defecto, 13acompañaréis la oblación de dos décimas de flor de harina, como ofrenda de combustión de olor suave a Yahvé; la libación será de vino, un cuarto de “hin.” 14No comeréis ni pan, ni trigo tostado, ni espigas frescas de lo nuevo hasta el día en que llevéis la ofrenda a vuestro Dios. Es ley perpetua para vuestros descendientes dondequiera que habitéis.

No se fija la fecha de la fiesta de las Primicias, que señala el principio oficial de la siega, antes de la cual no se pueden comer los frutos de aquel año; pero sin duda que está relacionada con la Pascua. Por esta fecha, en el valle del Jordán ya las mieses están maduras para la siega5. Es de notar la prohibición de comer de la mies antes de haber hecho la oblación de las primicias a Dios. La expresión “dondequiera que estuviereis” (v.14), lo mismo que la del versículo 3, “dondequiera que habitéis,” parecen suponer que el pueblo mora ya fuera de la patria, sea en el cautiverio o en la diáspora. La razón de la ofrenda de estas primicias está en la necesidad de ofrecer homenaje a Dios, agradeciendo sus dones y ofreciéndole lo primero de ellos, como había que ofrecer los primogénitos de los animales. Era un modo de consagrar la nueva cosecha al Creador. Entre los egipcios, griegos y romanos se hacía algo parecido; parece que existe una práctica similar, con el sentido de reservar algo a los dioses, de forma que así pueden los hombres utilizar para su uso profano los frutos de la tierra, que de suyo pertenece a la divinidad6. Se ha querido relacionar este rito con un mito agrario que aparece en los textos de Ras Samra7. Con todo, sabemos que en el fondo de estas leyes hay costumbres ancestrales, y estas fiestas en Israel tienen un origen agrario. Sabemos que, cuando se echaba la hoz en la mies8 por primera vez en el año, se cumplían especiales ritos solemnes. La primera espiga era triturada en el patio del templo, y parte de ella se quemaba sobre el altar, y el resto se daba a los sacerdotes9. La agitación de la primera gavilla ante Yahvé tenía lugar “el día siguiente al sábado” (v.11), que es entendido o bien el 16 de Nisán, considerando como sábado o día de descanso el 15 de Nisán, o bien el sábado natural que seguía al 14 de Nisán. Y a partir de él se computaban las siete semanas hasta Pentecostés10. La ofrenda de la gavilla debía ser acompañada del sacrificio de un cordero primal y de dos décimas de efá de flor de harina (unos 7 kilos) y un cuarto de hin de vino (litro y medio aproximadamente).

Pentecostés (15-22).
15A partir del día siguiente al sábado, del día en que traigáis la gavilla de espigas, contaréis siete semanas completas. 16Contados así cincuenta días hasta el día siguiente del séptimo sábado, ofreceréis a Yahvé una nueva oblación. 17Llevaréis de vuestra casa, para agitarlos, dos panes hechos con dos décimas de flor de harina y cocidos con levadura. Son las primicias de Yahvé. 18Con estos panes ofreceréis en holocausto a Yahvé siete corderos primales sin defecto, un novillo y dos carneros, acompañando la ofrenda y la libación, en sacrificio de combustión de suave olor a Yahvé. 19Inmolaréis también un macho cabrío en sacrificio por el pecado y dos corderos primales en sacrificio pacífico. 20El sacerdote los mecerá con los panes de las primicias, en ofrenda mecida ante Yahvé; y los panes, lo mismo que los dos corderos consagrados a Yahvé, serán para el sacerdote. 21Ese mismo día convocaréis asamblea santa, y no haréis en él ningún trabajo servil. Es ley perpetua para vuestros descendientes dondequiera que habitéis. 22Cuando hagáis la recolección en vuestra tierra, no segarás hasta el límite extremo del campo ni recogerás lo que queda para espigar; lo dejarás para el pobre y el extranjero. Yo, Yahvé, vuestro Dios.

La fiesta de Pentecostés, con la ofrenda de los primeros panes, señala el fin oficial de la siega, como la de las espigas el comienzo de la misma. Es llamada entre los judíos de origen griego Pentecostés, porque esta fiesta tenía lugar a los cincuenta días de haber presentado el ramillete de espigas de cebada durante la fiesta de los ácimos. Es llamada también la fiesta de la recolección, de las primicias11, de las semanas12. En época tardía se llamó asereth (asamblea solemne)13, traducido por los LXX clausura, porque cerraba el ciclo de la recolección, comenzado en Pascua. Tenía, pues, un marcado carácter agrícola, y su finalidad era dar gracias por la cosecha recibida. En épocas tardías del judaismo se la relacionó con la promulgación de la Ley en el Sinaí. La ofrenda específica eran dos panes con levadura (v.17). Por ello esos panes no deben ser consumidos en el altar, y son destinados a los sacerdotes, lo mismo que los dos corderos del sacrificio pacífico que tenía lugar en dicha ocasión. Se ofrecían en holocausto siete corderos, un novillo, dos carneros, con la correspondiente libación, y después un macho cabrío en sacrificio expiatorio por el pecado. Todas estas víctimas representaban el homenaje de adoración, el arrepentimiento por los pecados y la acción de gracias por parte del pueblo. Los dos panes y los corderos destinados al sacrificio pacífico eran balanceados ante Yahvé (v.20) y después entregados a los sacerdotes para ser consumidos por éstos en banquete sagrado juntamente con los levitas y demás asociados a su familia. En ese día había “asamblea santa” y estaba prohibido todo trabajo servil (v.21). El versículo 22 parece una adición, pues no se refiere al ritual de la fiesta, sino que es un llamamiento al sentido humanitario en favor de los pobres y extranjeros, en favor de los cuales deben dejar los extremos de sus campos sin recolectar14.

La Fiesta de las Trompetas (23-25).
23Yahvé habló a Moisés, diciendo: 24“Habla a los hijos de Israel y diles: Al séptimo mes, el día primero del mes tendréis fiesta solemne, anunciada a son de trompeta, asamblea santa. 25No haréis en él ningún trabajo servil y ofreceréis a Yahvé sacrificios de combustión.

La fiesta de las trompetas, o del año nuevo, debe de tener un origen babilónico, si bien con diferente espíritu religioso. En este día, primero del mes séptimo, se reunía en el Esaguil, o templo de Babilonia, el consejo de los dioses para fijar los destinos del mundo durante el año que empezaba, y se hacían sacrificios a fin de obtener un año feliz para la sociedad y su imperio. Naturalmente que en Israel el monoteísmo era incompatible con esta concepción politeísta y antropomórfica, pero se ofrecían sacrificios a Yahvé para que les concediese un año próspero y feliz.
Todos los meses, cuando aparecía la nueva luna, se hacían sacrificios especiales, que eran anunciados a son de trompeta15, pero de modo especial al comenzar el séptimo mes; por eso se llamaba esta fiesta de las trompetas16. En este mes (tisri) tenían lugar el día de la expiación y la fiesta de los Tabernáculos, y señalaba el comienzo del año según el cómputo babilónico. El ceremonial de esta fiesta de las trompetas está concretado en Num 29:1-6. Aquí sólo se dice que es día de asamblea santa, y, por tanto, día en que se ha de omitir todo trabajo.

Fiesta de la Expiación (26-32)
26Yahvé habló así a Moisés: 27“El día décimo del séptimo mes es el día de la expiación; tendréis asamblea santa, os mortificaréis, y ofreceréis a Yahvé sacrificios de combustión. 28No haréis en ese día ningún trabajo servil, porque es día de expiación y se ha de hacer la expiación por vosotros ante Yahvé, vuestro Dios. 29Todo el que en ese día no se afligiere, será borrado de en medio de su pueblo; 30y todo el que en ese día haga un trabajo cualquiera, yo le exterminaré de en medio de su pueblo. 31No haréis trabajo alguno. Es ley perpetua para vuestros descendientes dondequiera que habitéis. 32Será para vosotros sábado, día de reposo, de ofrenda mecida, y os afligiréis; el noveno día del mes, desde la tarde hasta la tarde siguiente, guardaréis vuestro sábado.”

Esta fiesta tiene un carácter de duelo y de penitencia17, y aquí se recuerdan las obligaciones de cesar de todo trabajo y de ayunar18 y se anuncian grandes castigos para los transgresores, determinando bien el día de ayuno y de descanso: desde la tarde del día noveno del séptimo mes hasta la del día siguiente. El ayuno de la fiesta quedó como lo más característico de esta solemnidad19. El rito de la expiación se celebraba en el santuario, pero todos los israelitas y los que moraban en medio de Israel debían asociarse a lo que en el santuario se realizaba por medio del ayuno y el descanso sabático.

La Fiesta de los Tabernáculos (33-44).
33Yahvé habló a Moisés, diciendo: 34“Habla a los hijos de Israel y diles: El día quince de este séptimo mes es la fiesta de los Tabernáculos, durante siete días, en honor de Yahvé. 35El día primero, asamblea santa; no haréis en él ningún trabajo servil. 36Durante siete días ofreceréis a Yahvé sacrificios de combustión. El día octavo, asamblea santa, y ofreceréis a Yahvé sacrificios de combustión. Es asamblea santa; no haréis en él ningún trabajo servil. 37Estas son las fiestas de Yahvé que convocaréis para tener en ellas asamblea santa y ofrecer a Yahvé sacrificios de combustión, holocaustos y oblaciones, víctimas y libaciones, cada día lo que corresponda, 38además de los sábados de Yahvé, de vuestros dones, de vuestros votos y de todas las ofrendas voluntarias que presentéis a Yahvé. 39El día quince del séptimo mes, cuando hayáis recogido los frutos de la tierra, celebraréis la fiesta de Yahvé durante siete días. El primer día será de descanso, e igualmente el octavo. 40El primer día tomaréis gajos de frutales hermosos, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos, de sauces de ribera, y os regocijaréis ante Yahvé, vuestro Dios, durante siete días. 41Celebraréis esta fiesta durante siete días cada año. Es ley perpetua para vuestros descendientes, y la celebraréis el séptimo mes. 42Moraréis los siete días en cabanas; todo indígena de Israel morará en cabanas, 43para que sepan sus descendientes que yo hice habitar en tiendas a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo, Yahvé, vuestro Dios. 44Moisés promulgó las fiestas de Yahvé a los hijos de Israel.

La fiesta de los Tabernáculos, después de concluida la recolección de los frutos del campo, era la fiesta más solemne, y duraba ocho días, siendo días de descanso el primero y el octavo (v.33-36). Era al mismo tiempo fiesta de rogativas para obtener de Dios las lluvias tempranas a fin de comenzar la próxima sementera. Esta fue la fecha escogida por Salomón para celebrar la inauguración del templo20.
Los v.37-38 nos ofrecen, como en los capítulos precedentes, una recapitulación a modo de conclusión sobre las fiestas, las cuales tienen todas su sentido agrícola y miran a santificar la vida del pueblo labrador. En cambio, los v.39-43 nos hablan por primera vez de las “cabañas” en que por espacio de siete días han de morar los israelitas en memoria de la peregrinación por el desierto. Es, sin duda, una adición al capítulo y una prueba de la introducción posterior de este detalle de la fiesta, que aún perdura entre los hebreos. Actualmente el día octavo de la fiesta de los Tabernáculos se llama el de la simjah Toráh, o de la “alegría de la Ley,” por ser día de gran regocijo entre los que hacen su vida en cabanas de ramas de árboles.
Esta fiesta es llamada de la recolección en el código de la alianza21, porque finalizaba, como decíamos antes, la recolección de los frutos y era la clausura del año agrícola. En Deu 16:13-15 se la llama de los Tabernáculos, porque los israelitas debían habitar en tabernáculos o cabanas de ramas de árboles. En Num 29:12-38 se especifican los sacrificios que se han de celebrar durante los ocho días que duraban las fiestas. En el Nuevo Testamento se llama la fiesta de la σκηνοττηγία ο de las tiendas22. La alegría debía ser la característica de la fiesta23, era la fiesta (jag) por excelencia24. En tiempos del Nuevo Testamento, como antes apuntábamos, la fiesta terminaba con rogativas por las aguas para la sementera: “tomar en la mano el lulabh o fascículo, o ramillete, compuesto de una palma de mirto y de sauce, plantas que crecen junto a las aguas, agitarlas y llevarlas en procesión teniéndolas en alto, tenía por finalidad ser “paráclitos por las aguas,” es decir, obtener la bendición divina de las lluvias; se vio en ello más tarde un signo de victoria, un símbolo del Dios majestuoso, una alusión al juicio divino; mas todo esto es adventicio. En el agua que se iba a buscar con gran pompa a Siloé para derramarla en libaciones sobre el altar, la relación con las lluvias imploradas es incontestable”25. En tiempos de Esdras y Nehemías se hacían cabanas con ramas en los terrados de las casas, y aún hoy día se ven en las casas judías de Jerusalén26.

1 Cf. Núm c.28-29; Dt 16. – 2 Sobre su origen véase com. a Exo 16:23 y 20:7-11. – 3 Cf. Exo 12:1-14, Exo 12:21-28; Exo 13:3-10. – 4 En Exo 23:14-17 y 13:6 se habla sólo de una asamblea. – 5 Cf. Num 28:26-30. – 6 Cf. M. J. Lagrange, o.c., p.250-51. – 7 Cf. Savignac: RB (1937) P-549-550. – 8 Deu 16:9. – 9 Cf. Fl. Josefo, Ant. Jud. III 10,5. – 10 Cf. Fl. Josefo, o.c., III 10,5. – 11 Cf. Exo 23:16. – 12 Exo 34:22; Deu 16:10; Num 28:26. – 13 Cf. Fl. Josefo, Ant. Jud. III 10,6. – 14 Cf. Lev 19:9-10. – 15 Cf. Núm 10:1 0. – 16 Num 29:1; Num 29:1 – 17 Sobre el origen del día de la Expiación véase com. a 16:1s – 18 Lev 16.20-31. – 19 Cf. Hec 27:9. – 20 Cf. 1Re 8:1s; 65. – 21 Cf. Exo 23:16. – 22 Cf. Jua 7:2. – 23 Cf. Neh 8:15; 2Ma 10:6.7; Fl. Josefo, Ant. Jud. III 10,4. Plutarco compara este rito con el de Dyonisos-Baco (Sympos. IV 6,2). – 24 Cf. Fl. Josefo, o.c., VIII 4,1; XV 3,3. – 25 J. Bonsirven, Le judaisme palestinien II 124.

Fuente: Biblia Comentada

En esta sección se dan directrices detalladas para la santidad práctica.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Se da un bosquejo de los temas de santidad que corresponden a la nación de forma colectiva.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Explicación de las fiestas especiales de Israel. Cp. Éxo 23:14-17; Núm 28:1-31; Núm 29:1-40; Deu 16:1-17.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección señala los días que son sagrados para el Señor. Después del día de reposo (v. Lev 23:3), se dan las fiestas en el orden en que aparecen en el calendario (vv. Lev 23:4-44).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

ss: Éxo 23:12-16; Deu 16:1-15.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

23.1ss Las fiestas jugaban un papel importante en la cultura israelita. Eran diferentes de las de otras naciones porque, ordenadas por Dios, eran tiempos de celebración con El, no tiempos de depravación moral. Dios quiso apartar días especiales para que el pueblo se reuniera a descansar, se relajara y recordara con acción de gracias todo lo que El había hecho por ellos.23.1-4 Dios estableció varias fiestas nacionales anuales para celebración, comunión y adoración. Podemos aprender mucho de las personas observando sus fiestas y la forma en que las celebran. Observe sus fiestas tradicionales. ¿Qué es lo que dicen respecto de sus valores?23.6 La Fiesta de los Panes sin Levadura recordaba a Israel su salida de Egipto. Por siete días comían pan sin levadura, tal como lo habían hecho entonces (Exo 12:14-15). El simbolismo de este pan, hecho sin levadura era importante para los israelitas. Primero, porque el pan era único, e ilustraba la unicidad de Israel como nación. Segundo, porque la levadura era un símbolo del pecado, el pan representaba la pureza moral de Israel. Tercero, el pan les recordaba que tenían que obedecer rápidamente. Sus antepasados habían dejado la levadura fuera de la masa pudiendo salir de Egipto a toda prisa, sin esperar que la masa leudara.23.9-14 La Fiesta de las Primicias requería que se ofrecieran a Dios las primeras cosechas recolectadas. Los israelitas no podían comer la comida de sus cosechas hasta que hubieran ofrecido esta ofrenda. Actualmente Dios aún espera que nosotros apartemos su porción primero, no al final. Dejar las sobras a Dios no es la forma de expresar gratitud.23.15-22 La Fiesta de las Semanas era un festival de alabanza a Dios por una cosecha abundante.23.23, 24 La mayoría de las Trompetas que se usaban eran cuernos de carnero, aunque algunas de las trompetas más especiales se hacían de plata. Se tocaban las trompetas para anunciar el inicio de cada mes así como el comienzo de los festivales.23.33-43 La Fiesta de los Tabernáculos, también llamada Fiesta de la Siega, era una celebración especial con participación de toda la familia (véanse 23.34; Exo 23:16; Deu 16:13). Al igual que la Pascua, enseñaba a los miembros de la familia de todas las edades acerca de la naturaleza de Dios y lo que había hecho por ellos, y era tiempo para renovar el compromiso con Dios. Nuestras familias también necesitan rituales de celebración para renovar nuestra fe y transmitirla a nuestros hijos. Además de Navidad y Semana Santa, debemos seleccionar otros días especiales en los que podamos conmemorar la bondad de Dios.23.44 La adoración incluye celebración y confesión. Pero en las fiestas nacionales de Israel, la balanza parece inclinarse decididamente en favor de la celebración: cinco ocasiones gozosas y dos solemnes. ¡El Dios de la Biblia alienta al gozo! Dios no pretende que la religión sea sólo meditación e introspección. También quiere que celebremos. Por supuesto que es esencial la reflexión seria y la confesión inmediata de pecado. Pero esto debería estar balanceado al celebrar lo que es Dios y lo que ha hecho por su pueblo. LAS FIESTASAdemás de disfrutar de un día de descanso semanal, los israelitas también disfrutaban de 19 días cuando se celebraban las fiestas nacionales.FiestaLo que se celebrabaSu importanciaPascua Un día (Lev 23:5)Cuando Dios salvó las vidas de los primogénitos de Israel en Egipto y liberó a los hebreos de la esclavitudRecordaba al pueblo la liberación de DiosPanes sin Levadura Siete días (Lev 23:6-8)El éxodo de EgiptoRecordaba al pueblo que estaban dejando atrás la vida anterior y estaban entrando a un nuevo estilo de vidaPrimicias Un día (Lev 23:9-14)Las primeras cosechas de la cebadaRecordaba al pueblo cómo Dios les proveyó , luego pasó a significar la recepción de la Ley en Sinaí.Pentecostés (Semanas) Un día (Lev 23:15-22)El final de la cosecha de cebada y el principio de la cosecha de trigoMostraba gozo y agradecimiento por la abundante cosechaTrompetas Un día (Lev 23:23-25)El comienzo del séptimo mes (nuevo año civil)Expresaba gozo y agradecimiento a DiosDía de la Expiación Un día (Lev 23:26-32)Remoción del pecado de la gente y de la naciónRestauraba el compañerismo con DiosTabernáculos Siete días (Lev 23:33-43)La protección de Dios y la guía en el desiertoRenovaba el compromiso de Israel con Dios y la confianza en su dirección y protección

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

[=] *Ex 23:14 *Ex 34:18 *Dt 16:11

[.] Aquí se habla de las fiestas o de Yavé. El pueblo de Dios no se reúne solamente para celebrar sus alegrías y duelos Dios es el que convoca para sus fiestas, mediante los responsables de su Iglesia (recordemos que Iglesia significa Asamblea convocada). El día del descanso semanal (en hebreo, sábado significa descanso) es el primero de estos encuentros sagrados con Dios (v. 3). Luego vienen las tres grandes fiestas de Israel: -_Semana de los Panes Azimos, que empieza con la Pascua y recuerda la Salida de Egipto (9-14). -_Fiesta de las Siete Semanas, o sea, de Pentecostés (que significa Día Cincuenta), asociada al recuerdo de la Ley dada en el Sinaí (15-21). -_Fiesta de los Tabernáculos, o de las chozas, que recuerda los años en el desierto (33-44). -_En cuanto al día de la Expiación, en que anualmente se pedía perdón por los pecados del pueblo (26-32), se celebró durante algún tiempo junto con el Año Nuevo, o con la fiesta de los Tabernáculos, antes que se le asignara una fecha especial.

Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana

[5] Ex 12, 18; Num 28, 16.[8] Ofrenda encendida.[10] A esta ofrenda estaba obligada la nación, no los particulares, aunque muchos la hacían por devoción.[11] El segundo día de Pascua.[16] Las primicias del grano, en dos panes fermentados. Con esta ofrenda reconocían el supremo dominio de Dios. Algunos creen que esta oferta tenía que hacerla cada familia.[24] El séptimo mes, llamado Tisri, el séptimo día y el séptimo año eran santos y sagrados. El séptimo día se llamaba sábado; el séptimo año, sabático, y el séptimo mes, sábado de los meses.[34] La fiesta de los tabernáculos o chozas de ramas recordaba el tiempo de vida nómada, antes de entrar a Palestina, la tierra prometida. Hebr 11, 9, 10; Ex 23, 16.[40] De esta manera recibió el pueblo, sobre todo los niños, a Jesucristo, el día en que entró en Jerusalén.

Fuente: Notas Torres Amat