En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,
1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, — Lucas explica que Nazaret era ciudad de Galilea porque escribió no solamente para judíos, sino también para personas que no conocían la tierra de Palestina. Esta ciudad no se menciona en al Antiguo Testamento. Tampoco la menciona Josefo aunque menciona más de 200 pueblos y ciudades de Galilea. Por eso, concluimos que esta ciudad no era nada importante para muchas personas. Jua 1:45, “Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve”.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
al sexto mes. Luc 1:24.
el ángel Gabriel. Luc 1:19.
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret. Luc 2:4; Mat 2:23; Jua 1:45, Jua 1:46; Jua 7:41.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El anuncio a María declara la concepción virginal de Jesús (vv. Luc 1:27, Luc 1:34, Luc 1:35), pero lo liga de manera menos directa al AT. que Mat 1:23, en donde se cita (Isa 7:14). La narración de Lucas cuenta la historia desde el punto de vista de María; mientras que en (Mat 1:18-25) se centra más en José. Aparecen paralelos similares en el AT. (Isaac: Gén 16:7-14; Gén 17:15-22; Gén 18:9-15; Gedeón: Jue 6:11-17; Sansón: Jue 13:3-23; Samuel: 1Sa 1:9-20). Este anuncio hace hincapié en la posición de Jesús como rey, así como en su singular origen. Lucas deja en claro que María no comprendió del todo el significado teológico de este nacimiento, tal como lo muestra su respuesta en (Luc 2:48). Lucas prefiere mostrar cómo Jesús se fue revelando poco a poco y el conflicto de la gente con su identidad.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Al sexto mes quiere decir seis meses después que Juan el Bautista fuera concebido.
Nazaret era una pequeña aldea de Galilea, una región al norte de Jerusalén.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Al sexto mes. El sexto mes del embarazo de Elisabet. Nazaret. Vea la nota sobre Mat 2:23.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, — Lucas explica que Nazaret era ciudad de Galilea porque escribió no solamente para judíos, sino también para personas que no conocían la tierra de Palestina. Esta ciudad no se menciona en al Antiguo Testamento. Tampoco la menciona Josefo aunque menciona más de 200 pueblos y ciudades de Galilea. Por eso, concluimos que esta ciudad no era nada importante para muchas personas. Jua 1:45, “Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve”.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL MENSAJE DE DIOS A MARÍA
Lucas 1:26-38
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel otra vez, ésta a un pueblo de Galilea que se llamaba Nazaret, a una joven que estaba prometida con José, que era descendiente de David. La joven se llamaba María.
El ángel se le apareció y le dijo:
-¡Se te saluda, a ti, que has sido agraciada con el más sublime favor de Dios! ¡El Señor está contigo, que eres la más bienaventurada de todas las mujeres!
Ella se quedó muy sorprendida, y no sabía a qué venía aquel saludo. Pero el ángel continuó diciéndole:
No tengas miedo, María. Dios te ha escogido para el mayor privilegio: vas a quedar embarazada y a tener un hijo al que llamarás Jesús. Será un gran hombre, y recibirá el título de Hijo del Altísimo. El SEÑOR le dará el trono de su antepasado David, y reinará sobre el Pueblo de Israel para siempre, porque su reinado no acabará jamás.
Entonces María le preguntó al ángel:
-Pero, ¿cómo me sucederá eso? ¡Si yo ni siquiera estoy casada todavía!
El ángel le contestó:
-Sobre ti descenderá el Espíritu Santo, y el Poder del Altísimo te cobijará con su sombra. Por eso el santo Niño que nacerá será reconocido como el Hijo de Dios. Tu pariente Elisabet también ha quedado embarazada en su ancianidad. Se decía que no podía tener hijos, pero ahora ya está de seis meses… ¡Es que no hay nada imposible para Dios!
-Yo soy la esclava del SEÑOR -respondió María sencillamente-. Que haga conmigo como ha dispuesto y tú me has dicho.
En eso el ángel desapareció.
María era la prometida de José. El compromiso matrimonial duraba un año, y era tan indisoluble como el matrimonio; sólo se podía romper por la muerte o por el divorcio. Si moría el hombre que estaba prometido con una mujer, ella era viuda a los ojos de la ley. En las leyes de los judíos encontramos a veces la extraña frase cuna virgen que es viuda».
En este pasaje nos encontramos frente a frente con una de las doctrinas más controvertidas de la fe cristiana: el nacimiento virginal de Jesús. Hay dos grandes razones para aceptarla.
(i) El sentido literal de este pasaje, y todavía más del de Mt 1:18-25 , no deja lugar a dudas de que Jesús nació de María sin la intervención de un padre humano.
(ii) Es natural aceptar que, puesto que Jesús fue una persona extraordinaria y absolutamente única, su entrada en el mundo también lo fue.
La sumisión de María es realmente encantadora. «Yo soy la esclava del SEÑOR -respondió María al ángel sencillamente-. Que haga conmigo como ha dispuesto y tú me has dicho.» Estaba dispuesta a aceptar lo que Dios decidiera. No hizo preguntas, ni puso condiciones; puesto que había sido Dios Quien lo había decidido, a Él le correspondía cuidarse de todos los detalles y resolver todos los problemas. La actitud de María fue la de una mujer creyente y obediente a la voluntad de Dios. Bien la definió su pariente Elisabet cuando le dijo: «¡Bendita seas por haber creído que se cumplirá lo que Dios te ha anunciado!» (Lc 1:45 ).
También es ejemplar la sencillez y la humildad con que María recibió el mensaje de Dios que había de transformar radicalmente su vida. No tenemos ni el más mínimo indicio de que se considerara digna de aquel honor, ni de que creyera merecer ningún trato especial de los hombres o de Dios por ser la madre del Mesías. Lejos de recluirse en algún lugar seguro, en el pasaje siguiente 1a veremos emprender un molesto viaje, sin duda para ir a ayudar a Elisabet en las molestias del embarazo en edad muy avanzada. Aquel extraordinario favor de Dios, la más grande bienaventuranza que podía recibir una mujer, le traería muchas pruebas, como la huida y el destierro, hasta la suprema de ver a su amado hijo en la cruz. Bien se lo anunciaría Simeón: «Y en cuanto a ti, una espada te atravesará el alma…» (Lc 2:35 ).
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— Nazaret: Ver nota a Mat 2:23.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Profecía del nacimiento de Jesús
El anuncio del nacimiento de Jesús es contado de una manera muy similar a la historia precedente, como para llevar a los lectores a ver los paralelos. Sin embargo, en este caso el interés está centrado en la madre más que en el padre del niño. María estaba desposada con José, pero su matrimonio aún no se había consumado. En el sexto mes del embarazo de Elisabet (cf. v. 36) tuvo una visión angelical. Como Zacarías, ella se llenó naturalmente de temor y perplejidad al ser saludada como muy favorecida. Esta expresión significaba que había sido elegida por la gracia de Dios para tener un hijo (cf. Isa. 7:14) cuyo nombre sería Jesús, que era equivalente al heb. “Josué” y significa “Salvador”. Sería un rey en la línea de David y sería llamado Hijo de Dios, como Salomón, y gobernaría sobre los dominios de David, pero para siempre. Estas expresiones indicaban que el niño sería el Mesías, aunque no se usara la palabra misma.
La pregunta de María al ángel (34) es llamativa. Si estaba comprometida con un descendiente de David, como se menciona explícitamente (27), ¿por qué habría de preguntar cómo ocurriría aquello y decir no conozco varón (en el sentido de tener relaciones sexuales con él)? ¿No sería ese niño el resultado natural de su inminente matrimonio? Algunos han argumentado que María había hecho un voto de virginidad, pero eso sería imposible para una joven judía prometida en casamiento. Ella podría haber entendido que el ángel se refería a una concepción inmediata, la cual sería inconcebible antes de su casamiento. Sea lo que sea la explicación, la pregunta dio lugar a que el ángel explicara más plenamente que el hijo de María no sería sólo un ser humano, adoptado por Dios como su hijo (co mo el hijo de David en 2 Sam. 7:12-14), sino real y verdaderamente el propio Hijo de Dios cuyo nacimiento sería producido por el poder del Espíritu de Dios. La descripción recuerda la gloria de Dios que reposó sobre el tabernáculo (Exo. 40:35). Te cubrirá no es un eufemismo para “engendrar”, pues el lenguaje no indica ningún tipo de relación sexual entre Dios y María.
El hijo de María sería santo. Como el significado básico de esa palabra es “separado para Dios” más bien que “moralmente correcto”, simplemente puede significar “divino”, “compartiendo la naturaleza de Dios” (cf. Sal. 89:5, 7).
Para confirmar su mensaje, el ángel habló del milagro que ya había sido experimentado por Elisabet y María aceptó quedamente la promesa sin indicación alguna de dudas como las que habían atemorizado a Zacarías.
La historia no pone tanto énfasis en la virginidad de María sino más bien en el hecho positivo de que el niño sería concebido por el poder de Dios y no por una relación sexual humana. No obstante, sería un descendiente de David al ser aceptado como hijo legal del esposo de María.
Nota. La historicidad del nacimiento virginal. El nacimiento de Jesús es presentado como un suceso milagroso o sobrenatural. Quienes rechazan desde el principio la posibilidad de hechos sobrenaturales obviamente no podrán aceptarlo; su duda surge de una cosmovisión que no podemos discutir aquí. Pero hay otras razones por las cuales aquellos que aceptan la posibilidad de hechos sobrenaturales puedan dudar de la historicidad de este relato en particular y buscar otra explicación de cómo fue el nacimiento de Jesús.
a) El silencio de la mayoría de los autores del NT. El hecho de que haya poca alusión a la historia en otras partes del NT (fuera de Mat.) no es necesariamente una objeción a su historicidad. De ser cierta, la historia debe haber sido conocida originalmente sólo en la familia de Jesús y no es de pensar que la hayan contado públicamente. A Jesús le hicieron comentarios sarcásticos sobre su origen paterno, lo que sugiere que la gente sabía o sospechaba que no había sido normal.
b) Paralelos paganos. Existen historias antiguas sobre grandes héroes que fueron engendrados por dioses, o de mujeres mortales que eran visitadas por seres divinos que tenían relaciones con ellas. Podría argumentarse que esta historia se debe a la influencia de aquéllas. Pero hay un mundo de diferencia entre la atmósfera de las historias paganas y la de Luc. 1-2. Un paralelo adecuado de la historia cristiana sólo puede lograrse con recons trucciones muy especulativas y complejas de las fuentes antiguas. ¡Los paralelos no son necesariamente fuentes!
c) Detalles del relato. Algunas partes de la historia, especialmente la fecha del censo de Cirenio, provocan dificultades históricas (ver más adelante), pero difícilmente afectan la cuestión de la historicidad del tema principal.
d) Dificultades doctrinales. Se argumenta que si Jesús no fue concebido naturalmente, no era humano en todos los aspectos. Pero, visto desde cualquier punto de vista ortodoxo, Jesús era “humano más” y esa concepción diferente no lo hace “humano menos”. La cuestión crucial es si Jesús era simplemente un ser humano con algunos dones espirituales (que le hacían diferir de nosotros en grado más que en esencia) o si era el Hijo de Dios que se hizo humano.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Lit.: “el mes el sexto”.
REFERENCIAS CRUZADAS
p 43 Dan 8:16; Luc 1:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el ángel Gabriel fue enviado por Dios. Aquí se destaca el paralelo entre Juan el Bautista y Jesús (vers. 11 y 19).
al sexto mes. Es decir, el tiempo que Elisabet había estado embarazada.
Nazaret. Véase coment. en Mt 2:23.
Fuente: La Biblia de las Américas
26 (1) Galilea era una región sin fama, y Nazaret era una ciudad menospreciada ( Jua_7:52 ; Jua_1:46).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Estos versículos contienen el anuncio del acontecimiento más maravilloso que jamás haya acaecido en este mundo–la encarnación y el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Este es un pasaje que siempre debemos leer con admiración mezclada con sentimiento de amor y alabanza.
Debemos notar, en primer lugar, el modo humilde como se presentó el Salvador del género humano cuando vino á vivir entre nosotros. El ángel que anunció Su venida, fue enviado á un lugar oscuro de Galilea, llamado Nazaret. La mujer que tuvo el alto honor de ser la madre de nuestro Señor, ocupaba, evidentemente, una posición humilde. Tanto en su situación como en su morada, había carencia absoluta de lo que el mundo llama «grandeza..
Sin vacilación alguna tenemos que reconocer, que en todo este Arreglo se ve una providencia sabia. La divina Providencia que todo lo dispone en el cielo y en la tierra, pudo con la misma facilidad haber designado á Jerusalén para que fuese el lugar de la residencia de María, como á Nazaret, ó pudo haber elegido á la hija de Algún escriba rico para que fuese la madre de nuestro Señor, de la misma manera que eligió á una mujer pobre. Mas bueno fue que así no sucediese.
La primera venida del Mesías había de ser llena de humillación. Y esta humillación había de empezar aun desde la hora en que lo concibió María.
Guardémonos de despreciar á los pobres, y de avergonzarnos da la pobreza si Dios nos la envía á nosotros mismos. El rango que Jesús escogió voluntariamente debe mirarse siempre con reverencia sagrada. A la tendencia que es hoy tan común de inclinarse ante los ricos, y de hacer un ídolo del dinero, debe ofrecerse resistencia y eficaz oposición. El ejemplo de nuestro Señor ofrece respuesta suficiente á mil máximas viles repetidas por los hombres En la alabanza de la riqueza. «Se hizo pobre siendo rico, para que vosotros por su pobreza fueseis ricos.» 2 Cor. 8.9.
Admiremos la condescendencia asombrosa del Hijo de Dios. El .Heredero de todo lo que existe no solo tomó sobre sí nuestra naturaleza, sino que la tomó en la forma mas humillante que pudiera iberia asumido. Habría sido condescendencia venir á gobernar la tierra como rey. Fue un milagro de misericordia superior á nuestra comprensión venir á la tierra como pobre, á ser despreciado, y padecer, y morir. Que Su amor nos constriña á vivir no para nosotros mismos, sino para él. Que su ejemplo traiga cada día nuestra monte el precepto de la Escritura: » No altivos, sino acomodándoos á los humildes.» Rom.
11.16.
Debemos notar en segundo lugar, el alto privilegio de la Virgen María. El lenguaje que el ángel Gabriel usa cuando se dirige á ella es digno de consideración. El la llama «altamente favorecida.» El le dice, que «el Señor está con ella.» La dice, «Bendita eres entre las mujeres.» Es un hecho bien sabido, que la iglesia Católica Romana tributa á María un honor apenas inferior al que tributa á su bendito Hijo ‘La iglesia Católica Romana ha declarado con toda solemnidad, que María «fue concebida sin pecado.» Y sus miembros la exaltan como objeto de adoración, y le oran como á mediadora entre Dios y el hombre, no menos poderosa que el mismo Cristo. Téngase presente, que para nada de esto hay la mas ligera autoridad en la Escritura. No la hay en los versículos que tenemos á la vista, ni en ninguna otra parte de la palabra de Dios. Mas á la vez que decimos esto, es menester concedamos con sinceridad, que ninguna mujer recibió jamás tan alto honor como la madre de nuestro Señor. Es evidente que de los millones innumerables que forman la raza humana solo una mujer se necesitaría para que Dios «se manifestase en la carne,» y la Virgen María tuvo el gran privilegio de ser la elegida. Con el pecado de una mujer, el mal y la muerte hicieron su entrada en el mundo. Con el alumbramiento de una mujer, aparecieron la vida y la inmortalidad. No es de extrañar que solo á esta mujer se dijese que era «altamente favorecida» y «bendita..
Relativamente á esta materia, hay un punto que los Cristianos jamás deben olvidar. Hay ciertas relaciones que nos ligan á Cristo de las cuales podemos gozar todos nosotros–relaciones mucho mas íntimas que las de consaguinidad–relaciones de que gozan todos los que se arrepienten y creen : «Cualquiera que hiciere la voluntad de Dios,»dice Jesús,» ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.» «Bienaventurado el vientre que te llevó, y los pechos que te alimentaron,»fue el dicho de una mujer. ¿Más cuál fue la réplica? «Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan.» Marcos 3.35; Luk 11:27.
Debemos notar, finalmente, en estos versículos la descripción gloriosa de nuestro Señor Jesucristo, que hace el ángel á María. Cada parte de la descripción tiene una significación profunda y merece atención detenida.
Jesús «será grande,» dice Gabriel. De su grandeza ya sabemos algo: nos ha traído una gran salvación. El ha demostrado que es un Profeta más grande que Moisés. él es el gran Sumo Sacerdote Y su grandeza será aun mayor cuando sea reconocido como Rey Jesús «será llamado Hijo del Altísimo,» dice Gabriel Lo era Antes que viniese al mundo, igual en todo al Padre. Era desde toda la eternidad el Hijo de Dios.
Pero era preciso que la iglesia lo reconociese como tal. El Mesías había de ser reconocido y adorado nada menos que como el mismo Dios.
«Le dará el Señor Dios el trono de David su padre,» dice Gabriel, «y reinará en la casa de Jacob eternamente. El cumplimiento literal de esta parte de la promesa está aun por verificarse. Falta aun que Israel se reúna. Los Judíos aun han de recibir posesión de su patria, y después contemplar como á su Rey y su Dios á Aquel á quien una vez traspasaron. Aunque el cumplimiento de esta profecía tarde, esperémoslo confiadamente, pues «sin duda vendrá y no tardará.» Heb. 2.3.
Por último, Gabriel dice que el reinado de Jesús no tendrá fin. Ante su glorioso reinado los imperios de este mundo caerán y desaparecerán. Como Nínive, Babilonia, Egipto, Tiro y Cartago, algún día serán destruidos, y los santos del Altísimo tomarán posesión del reino. Delante de Jesús se doblará un día toda rodilla, y todos los labios confesarán que él es el Señor. Su reino solamente será eterno, y Su dominio no terminará. Dan. 7 2Sa 14:27.
Todo fiel cristiano debiera meditar con frecuencia en esta gloriosa y consoladora promesa. El no tiene porque avergonzarse de su Señor: pobre y despreciado puede estar muchas veces por amor al Evangelio, pero puede vivir seguro de que se ha afiliado en el bando que al fin obtendrá la victoria. Los reinos de este mundo aun llegarán á ser reinos de Cristo; porque «aun un poquito de tiempo y el que ha de venir vendrá, y no tardará.» Heb. 10.37. Esperemos con paciencia la llegada de este bendito día, y velemos y oremos. Ahora es el tiempo de llevar la cruz, y de acompañar á Cristo en sus sufrimientos. Ya se acerca el día en que Cristo ha de tomar posesión de su reino, y entonces todos los que le han servido fielmente cambiarán la cruz por la corona.