El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde.” Y él les repartió los bienes.
15:12 — y el menor de ellos (cansado de la vida con su padre y deseoso de una libertad falsa) dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; — Según Deu 21:17, la parte que le correspondía al hijo menor era la tercera parte de los bienes, pues el primogénito recibió doble porción. — y (muy generosamente) les repartió los bienes. — El padre respetaba la voluntad de su hijo. Nadie es retenido en la casa del padre contra su voluntad. Dios da al hombre el libre albedrío y nunca se lo quita. Jos 24:1-33, “escogeos hoy a quién sirváis”. El que quiera salir de la casa del Padre puede hacerlo. Sin embargo, habiendo tomado su decisión el hombre tiene que vivir con esa decisión y su consecuencia (habiendo tendido su cama tiene que dormir en ella). Dios siempre ha sido muy bueno, muy bondadoso con el hombre (Mat 5:45; Hch 14:15-17; Hch 17:24-28). El hijo no podía y no quería acusar al padre de nada, pues nunca le había maltratado.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
dame la parte de la hacienda que me pertenece. Deu 21:16, Deu 21:17; Sal 16:5, Sal 16:6; Sal 17:14.
y les repartió los bienes. Mar 12:44.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
la parte de los bienes que me corresponde: En el mundo de entonces, es muy posible que este hijo haya sido muy joven y soltero. Por ser el menor, le correspondía la mitad de lo que recibiría el hijo mayor (Deu 21:17), o la tercera parte del patrimonio de su padre. Los antiguos judíos advertían a los padres sobre el repartir sus herencias demasiado temprano. En este caso, el padre accede a la solicitud, lo que demuestra cómo Dios permite que cada uno tome su propio rumbo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
dame la parte de los bienes que me corresponde. Una petición escandalosa que equivale a desear la muerte de su padre, porque no tenía derecho a una sola parte de la herencia mientras su padre siguiera con vida. No obstante, el padre en su clemencia y generosidad le concedió esa solicitud insolente y le entregó toda su parte de la herencia que en ese caso sería la tercera parte de todo su patrimonio, ya que el derecho del primogénito (Deu 21:17) asignaba al hermano mayor una porción doble. Este acto ilustra a todos los pecadores (emparentados con Dios el Padre como frutos de su creación universal), los cuales desperdician los privilegios que pueden alcanzar por la fe y la obediencia y menosprecian cualquier relación personal con Él, para dedicarse a una vida de indulgencia y pecaminosidad.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
15:12 — y el menor de ellos (cansado de la vida con su padre y deseoso de una libertad falsa) dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; — Según Deu 21:17, la parte que le correspondía al hijo menor era la tercera parte de los bienes, pues el primogénito recibió doble porción.
— y (muy generosamente) les repartió los bienes. – El padre respetaba la voluntad de su hijo. Nadie es retenido en la casa del padre contra su voluntad. Dios da al hombre el libre albedrío y nunca se lo quita. Jos 24:1-33, “escogeos hoy a quién sirváis”. El que quiera salir de la casa del Padre puede hacerlo. Sin embargo, habiendo tomado su decisión el hombre tiene que vivir con esa decisión y su consecuencia (habiendo tendido su cama tiene que dormir en ella). Dios siempre ha sido muy bueno, muy bondadoso con el hombre (Mat 5:45; Hch 14:15-17; Hch 17:24-28). El hijo no podía y no quería acusar al padre de nada, pues nunca le había maltratado.
Fuente: Notas Reeves-Partain
— que me corresponde: Según Deu 21:17 le correspondía un tercio de la herencia. La petición no deja de ser sorprendente, pues lo normal era que la herencia se repartiese después de la muerte del padre (ver Sir 33:20-24).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
k 957 Deu 21:17
l 958 Pro 13:22
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
dame la parte de la hacienda que me corresponde. Normalmente el primogénito recibía el doble de la propiedad que recibían los demás hermanos (cp. Dt 21:17). La propiedad se distribuía después de la muerte del padre; por tanto tal petición mostraba la rudeza e insensibilidad de este joven.
les repartió sus bienes. De esta manera el hijo más joven recibió la parte de la hacienda que le correspondía. Si él decidía venderla, el comprador no podía tomar posesión de ella sino hasta después de la muerte del padre. Esto explica por qué el padre todavía tenía control de toda la hacienda (vers. 22, 23, 31).
Fuente: La Biblia de las Américas
12 (1) Se refiere a la herencia que le corresponde por nacimiento.
12 (2) Su sustento se refiere a los medios de subsistencia que tiene el padre, sus bienes y posesiones (v. 30). La palabra griega traducida sustento significa vida, es decir, la condición en que uno vive, como en 8:14, y por ende, el sustento, como aquí y en Mar_12:44 .
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
el sustento… Es decir, los bienes que sirven para sustento.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
M103 El participio con artículo τὸ ἐπιβάλλον que aparece en τὸ … τῆς οὐσίας, significa: la parte de la propiedad que me corresponde (comp. T152).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., los medios de vida
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, los bienes que sirven para sustento g 1Jn 3:17.