Los fariseos, que eran avaros, oían todas estas cosas y se burlaban de él.
16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él (23:35) . — “Se burlaban” traduce el verbo que significa “girar la nariz arriba a, tratar con desprecio” (WEV); “volvieron sus narices contra él” (GRB). “De modo que se había herido su orgullo. Jesús había puesto el dedo en la llaga” (GH). Al despreciarlo sin duda decían que Jesús les tenía envidia, pues El era un pobre carpintero. ¿Qué sabría un hombre pobre del uso correcto de riquezas?Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
que eran avaros, o eran amantes del dinero. Luc 12:15; Luc 20:47; Isa 56:11; Jer 6:13; Jer 8:10; Eze 22:25-29; Eze 33:31; Mat 23:14.
y se burlaban de él. Luc 8:53; Luc 23:35; Sal 35:15, Sal 35:16; Sal 119:51; Isa 53:3; Jer 20:7, Jer 20:8; Heb 11:36; Heb 12:2, Heb 12:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Jesús señala aquí una división básica en el plan de Dios. El tiempo de la promesa se extendió desde La ley y los profetas … hasta Juan el Bautista. Ahora se predica la promesa del Reino de Dios. Se aproxima la nueva era.
todos se esfuerzan en entrar puede traducirse también como «a todos se les insta urgentemente a entrar», lo que resalta la urgencia del mensaje.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LOS FARISEOS, QUE ERAN AVAROS. Los fariseos consideraban las riquezas como una bendición de Dios por la fiel observancia de la ley. Ellos «se burlaban» de Jesús (v. Luc 16:14), que era pobre, porque creían que su pobreza era una señal de que Dios no lo había honrado (véase el ARTÍCULO LAS RIQUEZAS Y LA POBREZA, P. 1428. [Luc 18:24-25]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él (23:35) . – “Se burlaban” traduce el verbo que significa “girar la nariz arriba a, tratar con desprecio” (WEV); “volvieron sus narices contra él” (GRB). “De modo que se había herido su orgullo. Jesús había puesto el dedo en la llaga” (GH). Al despreciarlo sin duda decían que Jesús les tenía envidia, pues El era un pobre carpintero. ¿Qué sabría un hombre pobre del uso correcto de riquezas?
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA LEY QUE NO CAMBIA
Lucas 16:14-18
Los fariseos, que tenían más interés de la cuenta en el dinero, se burlaban de Jesús cuando le escuchaban.
-Vosotros siempre pretendéis tener la razón ante todo el mundo; pero Dios sabe cómo sois por dentro, y lo que a la gente le parece estupendo, no es más que basura para Dios -les decía Jesús. Y siguió diciendo-: El tiempo de vigencia de la Ley y los Profetas fue hasta Juan el Bautista. Desde entonces se proclama la Buena Noticia del Reino de Dios, y todos se esfuerzan para entrar en él. Antes desaparecerán el Cielo y la Tierra que se anule ni una tilde de la Ley. El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la divorciada, también.
Este pasaje tiene tres partes:
(i) Empieza con una acusación a los fariseos. Dice que se burlaban de Jesús. Los judíos propendían a relacionar la prosperidad material con la bondad; la riqueza era una señal de que la persona era buena. Los fariseos presumían de ser muy buenos, y consideraban la riqueza como una justa recompensa. Pero, cuanto más se exaltaban ante la gente, tanto más abominables eran para Dios. Ya está bastante mal el que una persona se considere buena; pero está todavía peor el que presente su riqueza como prueba irrefutable de su bondad.
(ii) Hasta que llegó Jesús, la Ley y los Profetas del Antiguo Testamento habían sido la última Palabra de Dios; pero Jesús vino a proclamar -el Reino, y los publicanos y los pecadores acudían entusiasmados a entrar, aunque los escribas y los fariseos querían impedírselo por todos los medios. Pero Jesús insistía en que el Reino no es la revocación de la Ley, -sino su cumplimiento. Es verdad que los detalles insignificantes y las reglas ceremoniales se habían borrado; pero nadie debía pensar que el Evangelio suprimía todas las leyes. Los mandamientos de la Ley de Dios seguían inalterados e inalterables. Algunas letras hebreas se parecen mucho, y se distinguen por unos puntits diacríticos, como los acentos y la diéresis y la virgulilla de la eñe del castellano. Ni siquiera uno de esos puntits o rayitas de las grandes leyes desaparecería.
(iii) Como un ejemplo de la Ley que no se cambiará nunca Jesús citó la ley de la castidad. Esta tajante afirmación de Jesús se ha de leer en el contexto de la vida judía. Los judíos tenían una opinión muy alta de la castidad y la fidelidad. Los rabinos decían: » Dios puede pasar por alto muchas cosas, pero no la falta de castidad, que es una cosa que hace que se ausente la gloria de Dios.» Un judío debe dejarse matar antes de cometer idolatría, homicidio o adulterio. Pero lo trágico era que, en los tiempos de Jesús, el vínculo matrimonial estaba a punto de desaparecer. Para las leyes judías la mujer era una cosa. Podía divorciarse de su marido sólo si él era leproso, o apóstata, o violador. Aparte de eso, una mujer no tenía más derecho ni compensación cuando su marido la divorciaba que la devolución de la dote. La ley judía decía: «El marido puede divorciar a su mujer con o contra la voluntad de esta; para divorciarse el marido basta con su voluntad.» La Ley de Moisés decía: «Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa» Dt 24:1 ). La llamada «carta de divorcio» había que firmarla ante dos testigos, y decía: «Sea esta escritura de divorcio que te otorgo documento de despido y certificado de libertad para que te puedas casar con quien quieras.» Así de fácil era el divorcio para el hombre.
La cosa se complicaba cuando se interpretaba la frase alguna cosa indecente de la ley mosaica. Había dos escuelas de pensamiento: la de Shammai sostenía que quería decir adulterio, y nada más. La escuela de Hillel sostenía que podía querer decir «cualquier cosa que desagradara a su marido como, por ejemplo, si echaba a perder un plato de comida, si se daba una vuelta por la calle, si hablaba con un extraño, si hablaba sin el debido respeto de los parientes de su marido, si era alborotadora.» Esto último se definía como «que se la pudiera oír en la casa de al lado.» Rabi Akiba llegó hasta el punto de decir que un hombre podía divorciar a su mujer si encontraba otra más guapa. Tal como es la naturaleza humana, fue la escuela de Hillel la que prevaleció; así que, en los tiempos de Jesús, las mujeres no querían casarse, y la vida familiar estaba en peligro de desaparecer.
Jesús aquí establece la santidad del vínculo matrimonial. Esto aparece en Mt 5:31 s, donde el adulterio es la única excepción a la regla universal. A menudo pensamos que nuestro tiempo es malo; pero Jesús vivía en un tiempo en el que las cosas estaban por lo menos igual de mal. Si destruimos la vida familiar destruimos algo que es fundamental al Evangelio, y Jesús establece aquí una ley que es peligroso soslayar.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Los fariseos y la ley (cf. Mat. 11:12, 13; 5:18, 32). Quienes tratan de combinar el ganar riquezas y ser piadosos están cómodos con esta enseñanza. Jesús debía advertirles que, a la vez que habían tenido éxito en persuadir a otros de que eran piadosos, de hecho su secreta avaricia era clara para Dios y abominable a sus ojos.
Los vv. 16-18 responden a la objeción de que el mensaje de Jesús y sus seguidores hacían anticuada la ley del AT y sus demandas morales. Jesús rechazó esa acusación; la voluntad de Dios estaba expresada aun en el AT (29). Ciertamente la era de la ley y los profetas había terminado y ahora había llegado la del reino. Pero eso no significaba que la ley había dejado de ser válida. Se da un ejemplo específico: el divorcio, seguido de un nuevo matrimonio, es adulterio. Este ejemplo particular de hecho hace más intensas las demandas de la ley. Los judíos pensaban en el adulterio como el pecado de una mujer contra su esposo, o de un hombre contra otro; Jesús enseñó que el hombre puede cometer adulterio contra una mujer y así pecar contra ella.
Nota. 16 La versión que da Lucas de este dicho probablemente es un intento de clarificar la difícil frase preservada en Mat. 11:12 que puede traducirse “el reino de Dios logra su avance violentamente”. Todos se esfuerzan para entrar en él probablemente se refiere a la gente común ansiosa de entrar al reino antes que a los demonios o a los que se oponen al reino con violencia o a los zelotes que intentaban forzar a Dios para que actuara más rápidamente.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
ñ 994 Isa 53:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
14 super (1) Lit, hacer narices; una mueca de desprecio con la nariz.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
oían… M↓ añaden también.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
M i añaden también.