Comentario de Lucas 17:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
17:3 Mirad por vosotros mismos (Tened cuidado, esto es algo que muchos descuidan) . Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; (Mar 8:33; Luc 9:55) — El que sepa que su hermano ha cometido un pecado, con amor debe llamarle la atención a lo que hecho, pedir explicación, y exhortarle a arrepentirse para evitar las consecuencias de su acción o descuido. Si el hermano peca contra nosotros, esto acarrea una responsabilidad para nosotros. No podemos simplemente decir, “está bien, no importa, no le voy a hacer caso, etc.” En tal caso uno está obligado a hacer algo, porque está en juego la salvación (o la perdición) del hermano. Por eso, el pecado no se debe tratar como si no existiera. El ofendido debe reprender al ofensor, no simplemente por estar ofendido y para desahogarse, sino con el propósito de producir el arrepentimiento en el hermano. Esto requiere valentía, pero sobre todo requiere el amor hacia el hermano. — y si se arrepintiere (esto indica que la reprensión fue exitosa), perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare contra ti (no necesariamente cometiendo el mismo pecado) , y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. — Compárese Lev 16:14, el número “siete” es un número completo. El perdonar debe corresponder al arrepentimiento. Compárese Mat 18:21. Los rabinos dijeron “hasta tres”, y Pedro creía que él era muy generoso diciendo “hasta siete”. Sin embargo, Jesús enseña que sus discípulos deben estar siempre dispuestos a perdonar (5:7; 43-48; 6:12, 14). El perdonar no tiene límite. ¿Queremos que Dios ponga límite a las veces que nos perdona? Recuérdese la parábola larga de Mat 18:20-35. Véanse también 2Co 2:5-11; Mat 5:23-24; Efe 4:31-32; Col 3:12.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Mirad por vosotros mismos. Luc 21:34; Éxo 34:12; Deu 4:9, Deu 4:15, Deu 4:23; 2Cr 19:6, 2Cr 19:7; Efe 5:15; Heb 12:15; 2Jn 1:8.
si tu hermano pecare contra ti. Mat 18:15-17, Mat 18:21.
repréndele. Lev 19:17; Sal 141:5; Pro 9:8; Pro 17:10; Pro 27:5; Gál 2:11-14; Stg 5:19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Mirad por vosotros mismos: Es posible que esta orden esté relacionada con la advertencia de Luc 17:1, Luc 17:2.
pecare … repréndele … arrepintiere … perdónale: Jesús hace responsables a sus discípulos unos a otros, pero en un contexto que destaca el saber perdonar, como lo deja en claro el v. Luc 17:4.
EN CONTEXTO
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Sólo regresó uno
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Una vez más, Jesús escogió un camino en el cual sería más probable que se encontrase con samaritanos (Luc 17:11). Y una vez más, la narración de Lucas aborda la tensión que existía entre judíos y samaritanos.
Es fácil entender por qué Jesús preguntó: «y los nueve, ¿dónde están?» (Luc 17:17.) Estaba sorprendido por la falta de gratitud. Pero, ¿por qué llamó «extranjero» al hombre que regresó? Lucas destaca el hecho de que se trataba de un samaritano. Eso significa que Jesús y ese hombre estaban separados por una barrera cultural prácticamente impenetrable. Es más, se decía que era ilegal que un judío se relacionara siquiera con un «extranjero» (cf. con Hch 10:28). Pero Jesús violó abiertamente ese tabú cuando se maravilló del corazón agradecido del samaritano.
¿Qué ocurrió con los otros nueve? ¿No eran ellos también samaritanos? Posiblemente, debido a que el incidente ocurrió en o cerca de Samaria. Pero, ¿no sería también posible lo contrario debido al comentario de Lucas y a la observación de Jesús que implicaría que los otros nueve no eran samaritanos, sino judíos expulsados de la comunidad judía dada su condición de leprosos?
Si así fuese, esa ingratitud sería inexcusable. No existiría una muralla racial que los separara de Jesús. La única barrera era la lepra pero, Jesús la limpió. Ellos tendrían otra razón para volverse hacia Dios; sin embargo, se alejaron.
Pero por el contrario, el hombre que tenía más de una razón para alejarse de Jesús, regresó y le dio gloria a Dios. Como resultado, él recibió lo que no recibieron lo otros nueve, y la mayor parte de Israel, la cura espiritual y no sólo la física.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SI SE ARREPINTIERE, PERDÓNALE. Con respecto a la afirmación de Jesús sobre perdonar a los demás, obsérvese lo siguiente:
(1) A Cristo le interesa que los creyentes deseen perdonar y ayudar a quienes los ofenden, en vez de tener un espíritu de odio o venganza.
(2) El perdón y la reconciliación no pueden ocurrir hasta que el ofensor reconozca su acción incorrecta y se arrepienta sinceramente. Además, Jesús no se estaba refiriendo a la misma ofensa una y otra vez.
(3) El ofendido debe estar dispuesto a perseverar en el perdón si el ofensor se arrepiente sinceramente (v. Luc 17:4). Con eso de perdonar «siete veces al día», Jesús no está justificando el pecado habitual. Ni está diciendo que el creyente debe permitir que alguien lo maltrate o abuse de él indefinidamente. Más bien, enseña que debe mantenerse siempre dispuesto a ayudar y a perdonar al ofensor.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
repréndele. Es deber del cristiano tratar de manera directa a un hermano o hermano que ha caído en pecado. Vea la nota sobre Mat 18:15.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
17:3 Mirad por vosotros mismos (Tened cuidado, esto es algo que muchos descuidan) . Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; (Mar 8:33; Luc 9:55) — El que sepa que su hermano ha cometido un pecado, con amor debe llamarle la atención a lo que hecho, pedir explicación, y exhortarle a arrepentirse para evitar las consecuencias de su acción o descuido. Si el hermano peca contra nosotros, esto acarrea una responsabilidad para nosotros. No podemos simplemente decir, “está bien, no importa, no le voy a hacer caso, etc.” En tal caso uno está obligado a hacer algo, porque está en juego la salvación (o la perdición) del hermano. Por eso, el pecado no se debe tratar como si no existiera. El ofendido debe reprender al ofensor, no simplemente por estar ofendido y para desahogarse, sino con el propósito de producir el arrepentimiento en el hermano. Esto requiere valentía, pero sobre todo requiere el amor hacia el hermano.
— y si se arrepintiere (esto indica que la reprensión fue exitosa), perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare contra ti (no necesariamente cometiendo el mismo pecado) , y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. – Compárese Lev 16:14, el número “siete” es un número completo. El perdonar debe corresponder al arrepentimiento. Compárese Mat 18:21. Los rabinos dijeron “hasta tres”, y Pedro creía que él era muy generoso diciendo “hasta siete”. Sin embargo, Jesús enseña que sus discípulos deben estar siempre dispuestos a perdonar (5:7; 43-48; 6:12, 14). El perdonar no tiene límite. ¿Queremos que Dios ponga límite a las veces que nos perdona? Recuérdese la parábola larga de Mat 18:20-35. Véanse también 2Co 2:5-11; Mat 5:23-24; Efe 4:31-32; Col 3:12.
Es cierto que el perdonar depende del arrepentimiento, pero el ofendido debe tener corazón muy dispuesto a perdonar; es decir, si el ofensor no quiere arrepentirse, eso no justifica que el ofendido guarde rencor (diciendo o pensando, “pero ése no se arrepiente”). La actitud correcta es la del padre del hijo pródigo quien anhelaba el arrepentimiento de su hijo (Luc 15:20-24).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Mat 18:15.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
e 1026 Pro 17:10; Mar 8:33
f 1027 Lev 19:17; Pro 19:11; Mat 18:15
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
repréndelo… → Mat 18:15.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., Cuidaos de vosotros mismos
Fuente: La Biblia de las Américas
g Mat 18:15.