Biblia

Comentario de Lucas 20:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 20:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero él, mirándolos, les dijo: —¿Qué, pues, es esto que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores, ésta fue hecha cabeza del ángulo?

20:17 Pero él, mirándolos, («fijamente» LBLA) dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo (Sal 118:22) ? — este salmo está citado también en Hch 4:11; Rom 9:33; 1Pe 2:7) — Esta enseñanza era para el Sanedrín, los líderes del pueblo, pero también para todo el pueblo. «¿Nunca leísteis en las Escrituras?» «¿Ni aun esta escritura habéis leído»? (Mar 12:10). Al hacerles esta pregunta era como si Jesús hubiera dicho, «Ustedes se jactan de su conocimiento, ¿no han leído el Sal 118:22?» La piedra principal no solamente es parte integral del fundamento que apoya el edificio, sino también la piedra que unificaba las paredes y da forma a todo el edificio. Todas las demás piedras del edificio tienen que ajustarse y acomodarse a la piedra principal. Los judíos rechazaron a Cristo, el Personaje más importante del mundo.

Jesucristo siempre apelaba a las Escrituras: Mat 4:4; Mat 4:7; Mat 4:10; Mat 12:3; Mat 19:4; Mat 21:16; Mat 22:29; Mat 22:40; Luc 4:21; Luc 6:3; Luc 10:26; Luc 24:44; Jua 5:39; Jua 10:35; etc. Estas son las Escrituras del Antiguo Testamento, las Escrituras de los judíos (Rom 3:2). Las Escrituras de los judíos estaban compuestas de veintidós libros, el número que corresponde al alfabeto hebreo (juntaron varios libros en un libro; por ejemplo, los libros de Samuel y Reyes), pero los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento nuestro y los veintidós libros del Antiguo Testamento de los judíos son los mismos. Jesús apeló, pues, a la misma autoridad que los judíos aceptaban y, por lo tanto, estaban obligados a aceptar lo que El les decía, basándose en las Escrituras, pero los principales sacerdotes y fariseos no solamente rechazaron a Juan el bautista y a Cristo, sino que también ignoraron (rechazaron) sus propias Escrituras. Los escribas y «doctores de la ley» estaban obligados a explicar esta profecía y su cumplimiento, pero ¿qué habían dicho sobre ella? La pregunta de Jesús indica que la ignoraban porque no le daban importancia. Ellos eran los edificadores del templo de Dios, pero ignoraban el plano del Arquitecto, y rechazaron la piedra principal del fundamento.

Sal 118:22-23. Esta profecía precede el texto que dice «Bendito el que viene en el nombre de Jehová». Durante «la entrada triunfal» de Jesús, el pueblo citó el Sal 118:26, pero no entendieron el Sal 118:22. «El que viene en el nombre de Jehová» es «la piedra que desecharon los edificadores» que «ha venido a ser cabeza del ángulo». Pedro citó este mismo texto cuando predicó al sanedrín (Hch 4:11) y cuando escribió su primera carta (2:7). En el mismo texto (ver. 6), citando Isa 28:16, Pedro dice, «He aquí pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado». La principal piedra del ángulo para un templo tiene que ser piedra enorme, muy especial (escogida), preparada (elaborada y probada) y, por lo tanto, muy preciosa (costosa, de gran precio). Esta piedra gobierna todos los ángulos y líneas del edificio. La profecía del Sal 118:22 habla del concepto que los líderes de los judíos tenían del reino, un concepto que no incluyó a Jesucristo. Los principales sacerdotes y fariseos se representan como edificadores que tratan de levantar las paredes del templo de Dios, pero en lugar de ser arquitectos peritos como Pablo (1Co 3:10), eran más bien edificadores ineptos porque no pudieron unir las piedras en la esquina por haber rechazado la piedra principal del ángulo que estaba preparada (cortada) especialmente para ese propósito. La piedra del ángulo es la piedra principal del fundamento, pero los judíos estaban resueltos a construir el templo de Dios sin la piedra del ángulo. Esta piedra tan importante estaba delante de sus ojos. Podían verla todos los días, pero optaron por rechazarla y seguir en su esfuerzo de construir el templo de Dios sin esa piedra principal del fundamento.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

mirándolos. Luc 19:41; Luc 22:61; Mar 3:5; Mar 10:23.

¿Qué pues es lo que está escrito? Luc 22:37; Luc 24:44; Jua 15:25.

La piedra que desecharon los edificadores. Sal 118:22; Isa 28:16; Zac 3:9; Mat 21:42; Mar 12:10; Hch 4:11; 1Pe 2:7, 1Pe 2:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La piedra que desecharon los edificadores: Este pasaje, tomado del Sal 118:22, ilustra la exaltación del justo, Jesús, después de su rechazo. La oposición no detendrá a Dios de hacer que aquel que es rechazado se convierta en el centro de su obra salvadora.

La cabeza del ángulo: Esto podría ser una gran piedra que une la base con dos murallas de la construcción, o bien, una piedra que queda sobre la parte superior de un portal.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Cita del Sal 118:22.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

20:17 Pero él, mirándolos, («fijamente» LBLA) dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo (Sal 118:22) ? – este salmo está citado también en Hch 4:11; Rom 9:33; 1Pe 2:7) – Esta enseñanza era para el Sanedrín, los líderes del pueblo, pero también para todo el pueblo. «¿Nunca leísteis en las Escrituras?» «¿Ni aun esta escritura habéis leído»? (Mar 12:10). Al hacerles esta pregunta era como si Jesús hubiera dicho, «Ustedes se jactan de su conocimiento, ¿no han leído el Sal 118:22?» La piedra principal no solamente es parte integral del fundamento que apoya el edificio, sino también la piedra que unificaba las paredes y da forma a todo el edificio. Todas las demás piedras del edificio tienen que ajustarse y acomodarse a la piedra principal. Los judíos rechazaron a Cristo, el Personaje más importante del mundo.
Jesucristo siempre apelaba a las Escrituras: Mat 4:4; Mat 4:7; Mat 4:10; Mat 12:3; Mat 19:4; Mat 21:16; Mat 22:29; Mat 22:40; Luc 4:21; Luc 6:3; Luc 10:26; Luc 24:44; Jua 5:39; Jua 10:35; etc. Estas son las Escrituras del Antiguo Testamento, las Escrituras de los judíos (Rom 3:2). Las Escrituras de los judíos estaban compuestas de veintidós libros, el número que corresponde al alfabeto hebreo (juntaron varios libros en un libro; por ejemplo, los libros de Samuel y Reyes), pero los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento nuestro y los veintidós libros del Antiguo Testamento de los judíos son los mismos. Jesús apeló, pues, a la misma autoridad que los judíos aceptaban y, por lo tanto, estaban obligados a aceptar lo que El les decía, basándose en las Escrituras, pero los principales sacerdotes y fariseos no solamente rechazaron a Juan el bautista y a Cristo, sino que también ignoraron (rechazaron) sus propias Escrituras. Los escribas y «doctores de la ley» estaban obligados a explicar esta profecía y su cumplimiento, pero ¿qué habían dicho sobre ella? La pregunta de Jesús indica que la ignoraban porque no le daban importancia. Ellos eran los edificadores del templo de Dios, pero ignoraban el plano del Arquitecto, y rechazaron la piedra principal del fundamento.
Sal 118:22-23. Esta profecía precede el texto que dice «Bendito el que viene en el nombre de Jehová». Durante «la entrada triunfal» de Jesús, el pueblo citó el Sal 118:26, pero no entendieron el Sal 118:22. «El que viene en el nombre de Jehová» es «la piedra que desecharon los edificadores» que «ha venido a ser cabeza del ángulo». Pedro citó este mismo texto cuando predicó al sanedrín (Hch 4:11) y cuando escribió su primera carta (2:7). En el mismo texto (ver. 6), citando Isa 28:16, Pedro dice, «He aquí pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado». La principal piedra del ángulo para un templo tiene que ser piedra enorme, muy especial (escogida), preparada (elaborada y probada) y, por lo tanto, muy preciosa (costosa, de gran precio). Esta piedra gobierna todos los ángulos y líneas del edificio. La profecía del Sal 118:22 habla del concepto que los líderes de los judíos tenían del reino, un concepto que no incluyó a Jesucristo. Los principales sacerdotes y fariseos se representan como edificadores que tratan de levantar las paredes del templo de Dios, pero en lugar de ser arquitectos peritos como Pablo (1Co 3:10), eran más bien edificadores ineptos porque no pudieron unir las piedras en la esquina por haber rechazado la piedra principal del ángulo que estaba preparada (cortada) especialmente para ese propósito. La piedra del ángulo es la piedra principal del fundamento, pero los judíos estaban resueltos a construir el templo de Dios sin la piedra del ángulo. Esta piedra tan importante estaba delante de sus ojos. Podían verla todos los días, pero optaron por rechazarla y seguir en su esfuerzo de construir el templo de Dios sin esa piedra principal del fundamento.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Sal 118:22; 1Pe 2:7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

w 1196 Sal 118:22; 1Pe 2:7

x 1197 Isa 28:16; Mat 21:42; Mar 12:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Véase coment. en Mt 21:42.

Fuente: La Biblia de las Américas

Cp. Sal 118:22.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

La piedra… Lit. cabeza de ángulo. Es decir, la piedra angular de una construcción, la cual, colocada en la conjunción de dos paredes y las cuatro arcadas, mantenía seguro todo el edificio → Sal 118:22.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., ¿qué es

Lit., cabeza del ángulo

Fuente: La Biblia de las Américas

g Sal 118:22. Lit. cabeza de ángulo. Es decir, la piedra angular de una construcción, la cual, colocada en la conjunción de dos paredes y las cuatro arcadas, mantenía seguro todo el edificio.

Fuente: La Biblia Textual III Edición