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Comentario de Lucas 20:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 20:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¿Nos es lícito dar tributo al César, o no?

20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? — — La palabra “dilema” se define de la siguiente manera: “Argumento que presenta al adversario una alternativa de dos proposiciones tales que resulte confundido cualquiera que sea la suposición que escoja” (Larousse); es decir, cualquier respuesta a tal argumento no será favorable para el que responda, sino que le dejará involucrado en problemas de alguna clase. Hablando en forma general, cuando uno confronta un dilema, no hay salida buena. Algunos hablan de los dos “cuernos” de un dilema; los discípulos de los fariseos querían “colgar” a Jesús en uno de los cuernos del dilema propuesto por ellos. Querían que Jesús les diera una sencilla respuesta de que sí o que no, pero Jesús no cayó en su trampa; no había dilema para El. ¿Cuáles fueron — según el plan de ellos — las dos alternativas u opciones de Jesús?

(1) Que si contestara que sí deben pagar los impuestos, entonces iba a perder su popularidad, porque los judíos, siendo súbditos de los romanos, tenían que pagarles impuestos, pero de muy mala gana. Si Jesús hubiera dicho que sí es necesario pagar los impuestos, entonces los fariseos le habrían acusado de traidor a la nación de Israel, y habrían enfatizado que el verdadero Mesías nunca habría dicho tal cosa porque al contrario éste quitaría el yugo de Roma. Gamaliel dijo que “se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo”, Hch 5:37. Esto ocurrió “en los días del censo” que tuvo que ver con la imposición de impuestos romanos que causó tanto resentimiento entre los judíos. La oposición al impuesto romano fue la causa de otra insurrección de los judíos en el año 66 d. de J. C., de la cual resultó la destrucción de Jerusalén en el año 70. Entonces, “Si respondía afirmativamente, se estaría alejando de una gran cantidad de judíos devotos y patriotas” (GH).

(2) Que si contestara que no deben pagar los impuestos, entonces los herodianos habrían ido directamente a Pilato con esas noticias y éste, en turno, habría enviado soldados de una vez para prender a Jesús como sedicioso y alborotador. Los judíos le acusaron falsamente (Luc 23:2, “que prohíbe dar tributo a César”). Jesús no prohibió tal cosa.

Los fariseos creían, pues, que cualquier respuesta dada por Jesús le sería muy problemática, sea con los judíos o con los romanos. Es lo que fariseos deseaban. Para ellos no había otra alternativa. Creían que podían pintar a Jesús como rebelde contra Roma o, de otro modo, como traidor contra la nación de Israel. Lo que ellos ignoraban era que verdaderamente había otra alternativa, porque los judíos podían someterse a los romanos y pagar los impuestos y al mismo tiempo mantener su fidelidad a Dios. Los cristianos tienen la misma alternativa (Rom 13:1-7; 1Pe 2:13-17).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Deu 17:15; Esd 4:13, Esd 4:19-22; Esd 9:7; Neh 5:4; Neh 9:37; Mat 22:17-21; Mar 12:14-17; Hch 5:37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

¿Nos es lícito dar tributo al César, o no?: Esta pregunta es sobre el impuesto a Roma, el cual era diferente del impuesto que recogían los publicanos. Este impuesto era un tributo por ciudadanía que debía pagarse directamente a Roma, como indicación de que Israel estaba sujeto a esa nación extranjera. La interrogante de los fariseos fue muy astuta. Si Jesús respondía que sí, el pueblo se molestaría porque significaba que Él respetaba al poder extranjero. Si respondía que no, se le podría haber culpado de sedición.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Esta fue la segunda de una serie de preguntas que tenían el propósito de hacerle caer en alguna trampa. Esta pregunta fue planteada por los fariseos y los herodianos (Mar 12:13). Vea las notas sobre los vv.Luc 20:2; Luc 20:33.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? — – La palabra “dilema” se define de la siguiente manera: “Argumento que presenta al adversario una alternativa de dos proposiciones tales que resulte confundido cualquiera que sea la suposición que escoja” (Larousse); es decir, cualquier respuesta a tal argumento no será favorable para el que responda, sino que le dejará involucrado en problemas de alguna clase. Hablando en forma general, cuando uno confronta un dilema, no hay salida buena. Algunos hablan de los dos “cuernos” de un dilema; los discípulos de los fariseos querían “colgar” a Jesús en uno de los cuernos del dilema propuesto por ellos. Querían que Jesús les diera una sencilla respuesta de que sí o que no, pero Jesús no cayó en su trampa; no había dilema para El. ¿Cuáles fueron – según el plan de ellos – las dos alternativas u opciones de Jesús?
(1) Que si contestara que sí deben pagar los impuestos, entonces iba a perder su popularidad, porque los judíos, siendo súbditos de los romanos, tenían que pagarles impuestos, pero de muy mala gana. Si Jesús hubiera dicho que sí es necesario pagar los impuestos, entonces los fariseos le habrían acusado de traidor a la nación de Israel, y habrían enfatizado que el verdadero Mesías nunca habría dicho tal cosa porque al contrario éste quitaría el yugo de Roma. Gamaliel dijo que “se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo”, Hch 5:37. Esto ocurrió “en los días del censo” que tuvo que ver con la imposición de impuestos romanos que causó tanto resentimiento entre los judíos. La oposición al impuesto romano fue la causa de otra insurrección de los judíos en el año 66 d. de J. C., de la cual resultó la destrucción de Jerusalén en el año 70. Entonces, “Si respondía afirmativamente, se estaría alejando de una gran cantidad de judíos devotos y patriotas” (GH).
(2) Que si contestara que no deben pagar los impuestos, entonces los herodianos habrían ido directamente a Pilato con esas noticias y éste, en turno, habría enviado soldados de una vez para prender a Jesús como sedicioso y alborotador. Los judíos le acusaron falsamente (Luc 23:2, “que prohíbe dar tributo a César”). Jesús no prohibió tal cosa.
Los fariseos creían, pues, que cualquier respuesta dada por Jesús le sería muy problemática, sea con los judíos o con los romanos. Es lo que fariseos deseaban. Para ellos no había otra alternativa. Creían que podían pintar a Jesús como rebelde contra Roma o, de otro modo, como traidor contra la nación de Israel. Lo que ellos ignoraban era que verdaderamente había otra alternativa, porque los judíos podían someterse a los romanos y pagar los impuestos y al mismo tiempo mantener su fidelidad a Dios. Los cristianos tienen la misma alternativa (Rom 13:1-7; 1Pe 2:13-17).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Rom 13:6-7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “al emperador”. Gr.: Kái·sa·ri; lat.: Caé·sa·ri.

REFERENCIAS CRUZADAS

f 1205 Mat 22:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

¿Nos es lícito pagar impuesto. Véase coment. en Mt 22:17.

César. O sea, el emperador romano, en este caso Tiberio.

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., dar

Fuente: La Biblia de las Américas

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[30] 20.22 Título con el cual se designaba al emperador romano en turno. Aquí se refiere a Tiberio (14 al 37 d.C.).

Fuente: Peshitta en Español