Comentario de Lucas 23:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque he aquí vendrán días en que dirán: “Bienaventuradas las estériles, los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron.”

23: 29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. — No había oprobio más grande para la mujer judía que el ser estéril, pero Jesús habla de un tiempo cuando las mujeres estériles serían las más bendecidas de todas. Compárese Mat 24:19-21.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

porque he aquí vendrán días. Luc 21:23, Luc 21:24; Mat 24:19; Mar 13:17-19.

Bienaventuradas las estériles. Deu 28:53-57; Ose 9:12-16; Ose 13:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

estériles: En los días del juicio, no tener hijos será mejor, aunque esto era normalmente considerado una maldición, pues será mejor esa condición que la de la gente que tiene familia, debido a la magnitud del terror que vendrá.

Caed sobre nosotros: El miedo al juicio será aterrador, por lo que la gente preferirá morir antes que padecer lo que ha de venir. Aquí se alude a Ose 10:8 (Apo 6:16). Los que enfrenten el juicio de Dios desearán el alivio de la muerte antes que soportar su ira.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Bienaventuradas las estériles. Llegará un tiempo en el cual se considerarán bienaventurados los que no tienen hijos a quienes endechar.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

23: 29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. – No había oprobio más grande para la mujer judía que el ser estéril, pero Jesús habla de un tiempo cuando las mujeres estériles serían las más bendecidas de todas. Compárese Mat 24:19-21.

Fuente: Notas Reeves-Partain

(Ver Ose 9:14).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

c 1421 Mat 24:19; Luc 21:23

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Dichosas las estériles. La bendición normal para la mujer judía era tener hijos. Aquí el concepto es invertido en vista del horror que le espera a la nación, ya que las estériles no tendrán que llorar la muerte de sus hijos en la conflagración venidera.