Biblia

Comentario de Lucas 2:38 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 2:38 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En la misma hora acudió al templo y daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

2:38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. — A pesar de su “edad muy avanzada” todavía era muy útil al Señor. Ejercía un don muy importante. 1Co 14:1-3. Según los textos que hemos citado sobre las profetisas, éstas instruían a todos. Débora gobernaba e instruía al pueblo. Hulda instruía al rey y a todos los que estaban asociados con él. Así también Ana “hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”.

¿Cómo puede la hermana de edad avanzada servir a Dios ahora? Hay mucho que puede hacer. La primera cosa es que tenga un espíritu amable y apacible. Debe concentrarse en llevar el fruto del Espíritu (Gál 5:22-23). Hay ancianas que al parecer sólo viven para quejarse, murmurar y causar miseria para sí mismas y otras personas. Quieren toneladas de simpatía y compasión para sí mismas sin expresar compasión por otros. Esto es puro egoísmo.

Desde luego, si son así en la vejez es porque así eran cuando eran más jóvenes. Una anciana de carácter dulce no llegó a ser dulce simplemente por cumplir los 80 años. Lo que somos en la vejez es el colmo de lo que hemos sido por años.

Otra cosa muy importante es la fiel asistencia a todos los servicios de la iglesia. Ana “no se apartaba del templo”. Es posible que ella viviera allí, pero el lenguaje no requiere eso. Probablemente significa que ella constantemente frecuentaba el templo. Toda hermana de edad debe ser tan fiel en asistir a los servicios de que puedan decir de ella, “no se apartaba del templo”. Recuerdo una hermana de 95 años de edad a la que trajeron cada noche al servicio en silla de rueda. Le pregunté cómo estaba y dijo que no servía para nada. Tuve que asegurarle con todo énfasis que su presencia en la reunión era un ejemplo (un sermón) tremendo.

Las hermanas de edad avanzada no tienen que estar en el sitio de reunión todos los días para poder orar y para oír la palabra de Dios. Pueden leer sus Biblias. Si no pueden leer o si batallan para leer, pueden escuchar la palabra grabada en casetes. También pueden escuchar himnos y sermones. Muchos ancianos llenan sus días viendo la televisión y consumiendo la basura de las novelas y programas de conversación mundana.

La hermana de edad avanzada puede servir al Señor según sus posibilidades, visitando enfermos, hermanos débiles en la fe, miembros nuevos, etc. Si no puede ir en automóvil o en transportes públicos, puede ir donde pueda a pie. O puede usar el teléfono. Si no tiene teléfono, puede escribir cartas y postales. En fin, hay maneras de servir. De esta manera las personas de edad no están simplemente sentadas en mecedoras pensando en los problemas de la vida, queriendo que alguien les visite para escuchar sus quejas.

Es importante enfatizar lo que Pablo dice a Tito (2:3-5), “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”. De la manera que

la obra de supervisar la congregación se reserva para los varones de edad y experiencia, así también las hermanas “ancianas” tienen la responsabilidad de enseñar a las mujeres jóvenes sobre sus deberes como ama de casa. Sin lugar a dudas las hermanas de edad avanzada pueden solucionar muchos problemas en el hogar de hermanos más jóvenes y evitar el divorcio.

Caleb es buen ejemplo. Jos 6:2 registra lo que pidió con respecto a su herencia en la tierra de Canaán. “Dame, pues, ahora este monte”. No quería decir “dame” en el sentido de que otros lo ganaran por él, sino que pedía el permiso de pelear contra los gigantes de la tierra para tomar posesión de ese monte (Hebrón). ¿Su edad? 85 años.

Pro 16:31, “Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia”.

Todos queremos una vida larga pero nadie quiere ser viejo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

llegando ella en ese mismo momento. Luc 2:27.

daba gracias a Dios, y hablaba de él. Luc 2:28-32; Luc 1:46; Luc 1:64; 2Co 9:15; Efe 1:3.

a todos los que esperaban la redención. Luc 2:25; Luc 23:51; Luc 24:21; Mar 15:43.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

redención en Jerusalén es otra manera de hablar de la Consolación de Israel (v. Luc 2:25).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

2:38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. – A pesar de su “edad muy avanzada” todavía era muy útil al Señor. Ejercía un don muy importante. 1Co 14:1-3. Según los textos que hemos citado sobre las profetisas, éstas instruían a todos. Débora gobernaba e instruía al pueblo. Hulda instruía al rey y a todos los que estaban asociados con él. Así también Ana “hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”.
¿Cómo puede la hermana de edad avanzada servir a Dios ahora? Hay mucho que puede hacer. La primera cosa es que tenga un espíritu amable y apacible. Debe concentrarse en llevar el fruto del Espíritu (Gál 5:22-23). Hay ancianas que al parecer sólo viven para quejarse, murmurar y causar miseria para sí mismas y otras personas. Quieren toneladas de simpatía y compasión para sí mismas sin expresar compasión por otros. Esto es puro egoísmo.
Desde luego, si son así en la vejez es porque así eran cuando eran más jóvenes. Una anciana de carácter dulce no llegó a ser dulce simplemente por cumplir los 80 años. Lo que somos en la vejez es el colmo de lo que hemos sido por años.
Otra cosa muy importante es la fiel asistencia a todos los servicios de la iglesia. Ana “no se apartaba del templo”. Es posible que ella viviera allí, pero el lenguaje no requiere eso. Probablemente significa que ella constantemente frecuentaba el templo. Toda hermana de edad debe ser tan fiel en asistir a los servicios de que puedan decir de ella, “no se apartaba del templo”. Recuerdo una hermana de 95 años de edad a la que trajeron cada noche al servicio en silla de rueda. Le pregunté cómo estaba y dijo que no servía para nada. Tuve que asegurarle con todo énfasis que su presencia en la reunión era un ejemplo (un sermón) tremendo.
Las hermanas de edad avanzada no tienen que estar en el sitio de reunión todos los días para poder orar y para oír la palabra de Dios. Pueden leer sus Biblias. Si no pueden leer o si batallan para leer, pueden escuchar la palabra grabada en casetes. También pueden escuchar himnos y sermones. Muchos ancianos llenan sus días viendo la televisión y consumiendo la basura de las novelas y programas de conversación mundana.
La hermana de edad avanzada puede servir al Señor según sus posibilidades, visitando enfermos, hermanos débiles en la fe, miembros nuevos, etc. Si no puede ir en automóvil o en transportes públicos, puede ir donde pueda a pie. O puede usar el teléfono. Si no tiene teléfono, puede escribir cartas y postales. En fin, hay maneras de servir. De esta manera las personas de edad no están simplemente sentadas en mecedoras pensando en los problemas de la vida, queriendo que alguien les visite para escuchar sus quejas.
Es importante enfatizar lo que Pablo dice a Tito (2:3-5), “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”. De la manera que
la obra de supervisar la congregación se reserva para los varones de edad y experiencia, así también las hermanas “ancianas” tienen la responsabilidad de enseñar a las mujeres jóvenes sobre sus deberes como ama de casa. Sin lugar a dudas las hermanas de edad avanzada pueden solucionar muchos problemas en el hogar de hermanos más jóvenes y evitar el divorcio.
Caleb es buen ejemplo. Jos 6:2 registra lo que pidió con respecto a su herencia en la tierra de Canaán. “Dame, pues, ahora este monte”. No quería decir “dame” en el sentido de que otros lo ganaran por él, sino que pedía el permiso de pelear contra los gigantes de la tierra para tomar posesión de ese monte (Hebrón). ¿Su edad? 85 años.
Pro 16:31, “Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia”.
Todos queremos una vida larga pero nadie quiere ser viejo.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— liberación de Jerusalén: La liberación que se esperaba era la de todo el pueblo israelita. Pero Jerusalén, la capital de la ciudad santa, constituía la representación más genuina del pueblo, y mucho más para Lc que hace de Jerusalén el centro geográfico-teológico de su relato. (Ver Introducción, apartado 3, d).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “Dios”, אAB; VgSyp,s: “el Señor”; J5,7-17,28: “Jehová”.

(2) Lit.: “acerca de ello”.

REFERENCIAS CRUZADAS

s 157 Isa 52:9; Lam 3:26; Mar 15:43; Luc 2:25

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

la redención de Jerusalén. Es decir, el inicio del reino mesiánico (vers. 25).

Fuente: La Biblia de las Américas

38 super (1) El Salvador-Hombre, quien es la redención del pueblo de Dios.

38 super (2) Algunos mss. dicen: en.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

acerca de Él… Esto es, del niño Jesús.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R574 Ἀντί en este verbo compuesto tiene la idea de: en recompensa.

R686 Αὐτῇ está fortalecido y significa: esa misma (similar a un pronombre demostrativo; esta es una peculiaridad del estilo de Lucas, no el resultado de la influencia semítica -H432).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., a esa hora

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es, del niu241?o Jesu250?s.

Fuente: La Biblia Textual III Edición