Comentario de Lucas 24:50 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces él los llevó fuera hasta Betania, y alzando sus manos les bendijo.
24:50 Y los sacó fuera hasta Betania (un lugar favorito de Jesús, hogar de sus amados discípulos Lázaro, Marta y María, Jua 11:5; Jua 12:1-8; Luc 10:38-42; el lugar exacto era “el monte que se llama del Olivar” (Hch 1:12) , y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que bendiciéndolos (Jua 13:1, “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”) , se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. — Hch 1:9-11. Jesús “se separó de ellos”, pero lo vieron: “así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. No era necesario que los apóstoles observaran la resurrección misma de Jesús, porque al verlo vivo durante cuarenta días tenían plena evidencia de esa resurrección. Sin embargo, era muy necesario que ellos observaran su ascensión. No hubiera sido nada apropiado que Cristo simplemente desapareciera. El dijo varias veces que volvería al Padre y ahora los apóstoles son testigos oculares de ese gran ascenso. Así terminó para siempre su obra personal aquí en la tierra. No hay texto alguno que diga que algún día volverá a caminar sobre la tierra. Cuando venga la segunda vez, los muertos serán resucitados y los vivos serán arrebatados y cambiados para siempre estar con Cristo (1Ts 4:13-18; 1Co 15:50-55) y la tierra será quemada (2Pe 3:10).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
los sacó fuera hasta Betania. Mar 11:1; Hch 1:12.
y alzando sus manos, los bendijo. Gén 14:18-20; Gén 27:4; Gén 48:9; Gén 49:28; Núm 6:23-27; Mar 10:16; Heb 7:5-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Betania se encontraba justo en las afueras de Jerusalén (Luc 19:29).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LOS BENDIJO. La bendición de Dios en la vida de sus seguidores es esencial. Las Escrituras enseñan varias cosas al respecto.
(1) La palabra «bendición» (gr. eulogia) significa:
(a) un don divino que hace que la obra del creyente tenga éxito (Deu 28:12);
(b) la presencia de Dios (Gén 26:3);
(c) Dios dando fortaleza, poder y auxilio (Efe 3:16; Col 1:11); y
(d) la obra de Dios en el creyente y por medio de él para producir el bien (Flp 2:13).
(2) En el AT, las palabras relacionadas con «bendición» ocurren más de cuatrocientas veces. Lo primero que hace Dios con respecto al hombre es bendecirlo (Gén 1:28). Dios siempre sustenta su obra bendiciéndola (Eze 34:26). La vida y la historia del pueblo de Dios operan bajo la bendición o la maldición (Deu 11:26 ss).
(3) En el NT toda la obra de Cristo se puede resumir en la declaración de que Dios lo envió primeramente a ellos «para que os bendijese» (Hch 3:26). Jesús bendijo a los niños (Mar 10:13-16) antes de la Pasión, y a sus seguidores cuando partía de la tierra (vv. Luc 24:50-51). La bendición también fue parte integral del ministerio de los apóstoles (Rom 15:29).
(4) La bendición de Dios es condicional. El pueblo de Dios debe escoger entre la bendición por la obediencia o la maldición por la desobediencia (Deu 30:15-18; Jer 17:5; Jer 17:7).
(5) ¿Cómo se recibe la bendición del Señor? Se requieren tres cosas:
(a) acudir a Jesucristo para recibir su bendición sobre el ministerio, la obra, la vida y la familia (Heb 12:2);
(b) creer en Él, amarlo y obedecerlo (cf. Mat 5:3-11; Mat 24:45-46; Apo 1:3; Apo 16:15; Apo 22:7);
(c) quitar todo lo que haya en la vida que sea un estorbo a la bendición (Rom 13:12; Efe 4:22; Heb 12:1).
(6) No debe pensarse que las ganancias materiales ni la ausencia de sufrimiento en la vida representan «la bendición» de Dios (véanse Heb 11:37-39; Apo 2:8-10).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Betania. Vea las notas sobre Luc 19:29; Mar 11:1.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
24:50 Y los sacó fuera hasta Betania (un lugar favorito de Jesús, hogar de sus amados discípulos Lázaro, Marta y María, Jua 11:5; Jua 12:1-8; Luc 10:38-42; el lugar exacto era “el monte que se llama del Olivar” (Hch 1:12) , y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que bendiciéndolos (Jua 13:1, “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”) , se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. — Hch 1:9-11. Jesús “se separó de ellos”, pero lo vieron: “así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. No era necesario que los apóstoles observaran la resurrección misma de Jesús, porque al verlo vivo durante cuarenta días tenían plena evidencia de esa resurrección. Sin embargo, era muy necesario que ellos observaran su ascensión. No hubiera sido nada apropiado que Cristo simplemente desapareciera. El dijo varias veces que volvería al Padre y ahora los apóstoles son testigos oculares de ese gran ascenso.
Así terminó para siempre su obra personal aquí en la tierra. No hay texto alguno que diga que algún día volverá a caminar sobre la tierra. Cuando venga la segunda vez, los muertos serán resucitados y los vivos serán arrebatados y cambiados para siempre estar con Cristo (1Ts 4:13-18; 1Co 15:50-55) y la tierra será quemada (2Pe 3:10).
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL FINAL FELIZ
Lucas 24:50-53
Jesús sacó a los suyos hasta Betania; y allí, levantó los brazos y los bendijo. Así como estaba, bendiciéndolos, empezó a separarse de ellos, hasta que fue elevado al Cielo, mientras ellos le adoraban.
Después se volvieron a Jerusalén rebosando de alegría, y allí pasaban todo el tiempo en el templo, alabando a Dios.
La Ascensión del Señor es algo que rebasa nuestra comprensión, porque es algo que no se puede expresar con palabras. Pero es algo que era esencial que sucediera. Sería inconcebible que las apariciones de Jesús fueran desapareciendo paulatinamente hasta dejar de producirse totalmente. Eso sí que habría hecho naufragar la fe de la humanidad. Tenía que llegar el día que marcara la separación entre el ministerio terrenal de Jesús de Nazaret y el ministerio celestial de Cristo. Pero para los discípulos, la Ascensión quería decir tres cosas:
(i) Era un final. Hasta ese momento su fe había estado puesta en una persona de carne y hueso, y había dependido de su presencia física. Desde este momento estarían en relación con Alguien que era independiente del espacio y del tiempo ya para siempre.
(ii) Pero también era un principio. Los discípulos no abandonaron la escena apesadumbrados, sino rebosando de alegría, porque ahora sabían que tenían un Maestro de quien nada ni nadie los podría separar ya. Don Carlos Araujo contrastaba el gozo de los apóstoles después de la Ascensión con la impresión contraria de desamparo y tristeza de la famosa poesía de Fray Luis de León a la Ascensión:
¿Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, oscuro, con soledad y llanto, y Tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro?
¡Cuán pobres, .y, cuán ciegos ¡ay! nos dejas!
«Estoy seguro -decía Pablo- de que nada, ni en la vida ni en la muerte, nos puede separar del amor de Dios que se ha hecho realidad en Cristo Jesús» (Rm 8:38-39 ).
(iii) Más aún: la Ascensión les dio a los discípulos la seguridad de que tenían un amigo en el Cielo, y no sólo en la Tierra. Gabriel Miró hace decir a la Samaritana en sus Figuras de la Pasión del Señor: «¡Rábbi, Rábbi! ¡Por qué has resucitado para subirte al cielo…!» Pero no hay duda de que es maravilloso saber que en el Cielo nos espera el mismísimo Jesús que vivió y actuó tan maravillosamente en la Tierra, y que sufrió una muerte horrible para que nosotros pudiéramos estar con Él para siempre en su Reino. Morir no es ya perdernos en la oscuridad, sino entrar en terreno conquistado por el Vencedor de la muerte, para estar ya siempre con Él.
Los Apóstoles volvieron a Jerusalén rebosando de gozo, y estaban en el Templo alabando a Dios. No es casualidad que el Evangelio según san Lucas acabe donde había empezado: en la Casa de Dios.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— Betania: Ver nota a Mat 21:17.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
t 1509 Deu 33:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Betania. Véase coment. en Mt 21:17.
Fuente: La Biblia de las Américas
Con la ascensión, Lucas concluye el maravilloso relato (cp. 1:1– 4) de la vida y ministerio de Jesús, y también el comienzo de la misión universal de la iglesia (Hch 1:6– 11). A partir de la transfiguración, Lucas se ha referido a su partida (9:31) y ascensión de Jesús (9:51) a la diestra del poder de Dios (22:69).
Fuente: La Biblia de las Américas
50 (1) En el monte de los Olivos ( Hch_1:12).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
hasta Betania. O, hacia Betania.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Con estos versículos termina la historia que escribió S. Lucas de la vida de nuestro Señor. La conclusión es en armonía con un Evangelio, que por los pasajes conmovedores que contiene y por la manera con que pone en relieve la gracia de Cristo, ocupa el primer lugar entre los cuatro libros que contienen los dichos y hechos de
Jesús.
Notemos, en primer lugar, de que modo tan significativo se separó nuestro Señor de sus discípulos. Se nos dice: “Alzando sus manos los bendijo. Y aconteció, que bendiciéndoles, se fue de ellos, y era llevado arriba al cielo.” En una palabra, se separó de ellos en el acto de bendecidlos.
Esta circunstancia sirvió, sin duda, para traer á la memoria de los discípulos cuál era la misión que Jesús habían venido á desempeñar en este mundo, y que haría por los creyentes después qua ascendiese á lo alto. El había venido al mundo para bendecir y no para maldecir, y bendiciendo se fue del mundo. Había venido lleno de amor, no de enojo, y lleno de amor dejó la tierra. Había descendido, no como el juez que condena, sino como un Amigo tierno y compasivo, y como Amigo de la humanidad regresó al trono del Padre. Había sido para su pequeño rebaño, en tanto que con él moraba, un Salvador clemente y benigno; y después de su separación continuaría siendo el mismo Salvador.
Confiemos en todo tiempo en el corazón de Jesús si es que profesamos la verdadera religión. No hay corazón más .tierno, más amoroso, más paciente, más compasivo, más misericordioso. Decir que la Virgen María es más compasiva que Cristo es una prueba de crasa ignorancia. Acudir á los santos para obtener consuelo, cuando no hay nada que nos impida acudir á Cristo, es cometer una insensatez y un sacrilegio, y conceder á otros la gloria que solo el Redentor merece.
Notemos, en seguida, a qué lugar se fue nuestro Señor cuando partió de este mundo. Se nos refiere que fue “llevado al cielo.”
A nosotros no nos es dado comprender de un todo el significado de esas palabras. Acerca del lugar en que se encuentra el cuerpo glorificado de Cristo fácil seria hacer preguntas quo el teólogo más erudito no podría contestar. Mas ¿á qué fin gastar el tiempo en cuestiones poco edificantes, ó “meternos en cosas que nunca vimos”? Col 2:18. Bástenos saber que nuestro Señor Jesucristo ha ido al trono de Dios en nombre de todos los que creen en él, en calidad de Precursor y de Sumo Sacerdote.
Como Precursor, Jesús ha ascendido al cielo á preparar moradas para todos sus discípulos. La verdadera Cabeza de la iglesia ha tomado posesión de una herencia gloriosa en nombre de su cuerpo místico (los creyentes) y la conserva hasta el día en que ese cuerpo llegue á la perfección. Como Sumo Sacerdote, Jesús ha ascendido al cielo para interceder por todos los que crean en él. Allí, en el santo de los santos, presenta los méritos de su sacrificio, y obtiene diariamente gracia y misericordia á favor de los creyentes. El gran secreto de la perseverancia de estos es la convicción que tienen de que Cristo medía por ellos en el cielo. Tienen un Abogado ante el Padre, y por lo tanto jamás se desalientan. Heb 9:24; 1Jo 2:1.
Notemos, por último, en este pasaje, qué sentimientos experimentaron los discípulos de nuestro Señor cuando él se separó de ellos y fue llevado al cielo. Se nos dice que volvieron á Jerusalén con gran gozo, y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo á Dios.
¿Á qué pueden atribuirse estos sentimientos de júbilo? ¿Á qué puede atribuirse el hecho singular de que estos discípulos débiles como eran y dejados como hablan sido en medio de un mundo que los aborrecía, no desmayaron sino que estaban llenos de júbilo ? La contestación es corta y sencilla: esos discípulos se regocijaron porque entonces fue que, por primera vez, entendieron con claridad todo lo concerniente á su Maestro. El velo que les cubría los ojos fue levantado: disipadas fueron las tinieblas: el significado de la humillación de Cristo; el de su agonía, de su pasión y muerte; el significado del hecho de que fuera Mesías y sin embargo se ofreciera, de que fuera el Hijo de Dios y sin embargo fuera crucificado-todo, todo les fue descubierto y explicado. Todo lo vieron, todo lo entendieron; ya no tenían dudas ni encontraban piedras de tropiezo. Al fin vinieron á poseer claros conocimientos, y por eso sentían gran gozo.
Á menudo acontece que los creyentes sienten poco júbilo solo por falta de conocimientos. Sin duda que una fe débil y una conducta desarreglada tienden á turbar la paz del espíritu; mas es de sospecharse que la inquietud de muchos creyentes proviene que las nociones que tienen del Evangelio son muy confusas.
Al terminar el examen del Evangelio de S. Lucas hagamos firme resolución de procurar aumentar cada año los conocimientos que poseamos en asuntos espirituales. Escudriñemos las Escrituras más á fondo, y pidamos á Dios con más fervor que bendiga el estudio que de ellas hagamos. Muchos creyentes hay que solo hacen una lectura superficial de la Biblia y jamás penetran hasta las profundidades en que se encuentran ocultos sus tesoros. Instruyámonos más en la Palabra. Leamos la Biblia con mayor constancia. Si así lo hiciéremos es seguro que experimentaremos más gozo y paz con motivo de nuestra fe, y que nos sentiremos más dispuestos á bendecir y alabar á Dios continuamente.
Fuente: Los Evangelios Explicados
BD239(3) Ἕως con la preposición πρός significa: hasta, el alcance de la vista de. No hay ningún indicio de que hayan entrado en Betania.