Comentario de Lucas 3:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
añadió a todo también esto: Encerró a Juan en la cárcel.
3:20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel. — Mar 6:19-20. Herodes, hombre sin convicción y movido por la pura conveniencia, estaba entre la espada y la pared. Sabía que Juan era varón justo y santo y le escuchaba de buena gana, pero si su perplejidad indicaba que consideraba la posibilidad de arrepentirse, no tenía suficiente fuerza para hacerlo, pues por todo lado había problemas y no veía salida. Temía a Juan, temía al pueblo y sobre todo temía a su esposa. Mat 14:6 — Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, (Mar 6:21, Pero venido un día oportuno — para Herodías, pues le acechaba, y deseaba matarle, y no podía, Mar 6:19) la hija (misma, LBLA; parece que otras personas ya habían danzado) de Herodías (y Felipe; según Josefo ella se llamaba Salomé) danzó en medio, y agradó a Herodes (y a los que estaban con él a la mesa, Mar 6:22), (tales danzas indecentes, con sus movimientos exóticos, eran del todo voluptuosas, sensuales, seductoras) 7 por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. — “Aquellos en quienes las pasiones y el lujo han destruido el dominio de ellos mismos, en un momento de capricho dirán y harán lo que en un momento de juicio lamentarán amargamente” (JFB). 8 Ella, instruida primero por su madre, dijo: (Mar 6:25, Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey, LBLA; para evitar que él tuviera tiempo para cambio de mente) Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. — No la quiero mañana sino ¡ahora mismo! No quería correr el riesgo de que el rey se olvidara del juramento hecho delante de varios testigos. Herodías quería aprovechar al máximo esa oportunidad dorada de acabar con las palabras de Juan que tanto le molestaban y enfurecían. Quería la cabeza de Juan en un plato para que su madre tuviera la plena seguridad de que su atormentador ya no vivía. 9 Entonces el rey se entristeció; — Pero fue la tristeza del mundo (2Co 7:10). Herodes cometió un error grave pero con valor podría haber evitado otro peor. Había manera de corregir su juramento necio. Todavía sabía que Juan era hombre justo y santo y que le había escuchado con buena gana (Mar 6:20). También sabía que si él concediera la petición de la hija de Herodías tal acto sería homicidio. “Se puede alegar que la forma de salir del dilema era haber dicho a Salomé: ‘Prometí favorecerte con un regalo, no te prometí cometer un crimen’. O también, ‘Yo te prometí un regalo a ti, no a tu madre”. Lo mejor hubiera sido: ‘Ahora veo que pequé al hacer esta promesa, por lo tanto me retracto’. Pero a Herodes le faltaban el valor, la humildad, y quizás también la sobriedad o claridad mental como para considerar tales respuestas. Para él era de suprema importancia el juramento hecho en presencia de los invitados y la necesidad de no desprestigiarse delante de ellos” (GH). pero a causa del juramento (como si el no cumplir con el juramento necio sería peor que el cometer homicidio), y de los que estaban con él a la mesa, (la presión de complacer a los malos compañeros es una de las pruebas más grandes, 1Co 15:33; por esta causa muchos rechazan a Cristo y el evangelio) mandó que se la diesen, — Este lenguaje implica que los compañeros no hubieran aprobado el curso de conducta correcto, sino que por causa de ellos fue impulsado a llevar a cabo el crimen. 10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11 Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre. — Ahora no sólo eran adúlteros, sino también homicidas. Con este crimen hicieron callar la voz de Juan, pero ¿qué ganaron? ¿Ya no era cierto lo que Juan les decía acerca de su vida pecaminosa? ¿Qué lograron, pues, con su crimen? Todavía eran adúlteros. Ahora son más que adúlteros, porque agregaron otro pecado: el homicidio. Todavía no era lícito que Herodes tuviera la mujer de Felipe su hermano. Además, su conciencia era más intranquila que nunca, pues ahora cree que Juan ha resucitado en la persona de Jesús. Los tales hombres mueren mil muertes.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Luc 13:31-34; 2Re 21:16; 2Re 24:4; 2Cr 24:17-22; 2Cr 36:16; Neh 9:26; Jer 2:30; Mat 21:35-41; Mat 22:6, Mat 22:7; Mat 23:31-33; 1Ts 2:15, 1Ts 2:16; Apo 16:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
encerró a Juan en la cárcel. Esto sucedió en realidad mucho después durante el ministerio de Jesús (Mat 14:1-12; Jua 3:22-24), pero Lucas organizó su material relacionado con Juan el Bautista en sentido temático antes que cronológico (vea la Introducción: Contexto histórico).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel. – Mar 6:19-20. Herodes, hombre sin convicción y movido por la pura conveniencia, estaba entre la espada y la pared. Sabía que Juan era varón justo y santo y le escuchaba de buena gana, pero si su perplejidad indicaba que consideraba la posibilidad de arrepentirse, no tenía suficiente fuerza para hacerlo, pues por todo lado había problemas y no veía salida. Temía a Juan, temía al pueblo y sobre todo temía a su esposa.
Mat 14:6 — Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, (Mar 6:21, Pero venido un día oportuno — para Herodías, pues le acechaba, y deseaba matarle, y no podía, Mar 6:19) la hija (misma, LBLA; parece que otras personas ya habían danzado) de Herodías (y Felipe; según Josefo ella se llamaba Salomé) danzó en medio, y agradó a Herodes (y a los que estaban con él a la mesa, Mar 6:22), (tales danzas indecentes, con sus movimientos exóticos, eran del todo voluptuosas, sensuales, seductoras) 7 por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. — “Aquellos en quienes las pasiones y el lujo han destruido el dominio de ellos mismos, en un momento de capricho dirán y harán lo que en un momento de juicio lamentarán amargamente” (JFB). 8 Ella, instruida primero por su madre, dijo: (Mar 6:25, Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey, LBLA; para evitar que él tuviera tiempo para cambio de mente) Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. – No la quiero mañana sino ¡ahora mismo! No quería correr el riesgo de que el rey se olvidara del juramento hecho delante de varios testigos. Herodías quería aprovechar al máximo esa oportunidad dorada de acabar con las palabras de Juan que tanto le molestaban y enfurecían. Quería la cabeza de Juan en un plato para que su madre tuviera la plena seguridad de que su atormentador ya no vivía. 9 Entonces el rey se entristeció; — Pero fue la tristeza del mundo (2Co 7:10). Herodes cometió un error grave pero con valor podría haber evitado otro peor. Había manera de corregir su juramento necio. Todavía sabía que Juan era hombre justo y santo y que le había escuchado con buena gana (Mar 6:20). También sabía que si él concediera la petición de la hija de Herodías tal acto sería homicidio. “Se puede alegar que la forma de salir del dilema era haber dicho a Salomé: ‘Prometí favorecerte con un regalo, no te prometí cometer un crimen’. O también, ‘Yo te prometí un regalo a ti, no a tu madre”. Lo mejor hubiera sido: ‘Ahora veo que pequé al hacer esta promesa, por lo tanto me retracto’. Pero a Herodes le faltaban el valor, la humildad, y quizás también la sobriedad o claridad mental como para considerar tales respuestas. Para él era de suprema importancia el juramento hecho en presencia de los invitados y la necesidad de no desprestigiarse delante de ellos” (GH). pero a causa del juramento (como si el no cumplir con el juramento necio sería peor que el cometer homicidio), y de los que estaban con él a la mesa, (la presión de complacer a los malos compañeros es una de las pruebas más grandes, 1Co 15:33; por esta causa muchos rechazan a Cristo y el evangelio) mandó que se la diesen, — Este lenguaje implica que los compañeros no hubieran aprobado el curso de conducta correcto, sino que por causa de ellos fue impulsado a llevar a cabo el crimen. 10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11 Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentó a su madre. — Ahora no sólo eran adúlteros, sino también homicidas. Con este crimen hicieron callar la voz de Juan, pero ¿qué ganaron? ¿Ya no era cierto lo que Juan les decía acerca de su vida pecaminosa? ¿Qué lograron, pues, con su crimen? Todavía eran adúlteros. Ahora son más que adúlteros, porque agregaron otro pecado: el homicidio. Todavía no era lícito que Herodes tuviera la mujer de Felipe su hermano. Además, su conciencia era más intranquila que nunca, pues ahora cree que Juan ha resucitado en la persona de Jesús. Los tales hombres mueren mil muertes.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Mat 14:3-4; Mar 6:17-18.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
y 198 Mar 6:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
encerró a Juan en la cárcel. Véase coment. en Mt 14:3– 12. Lucas anticipa este evento antes de tiempo en su historia porque fue Juan el que bautizó a Jesús (vers. 21), y Juan fue encarcelado después de la tentación de Jesús (Mt 4:12; Mr 1:14).
Fuente: La Biblia de las Américas
cárcel… → Mat 14:3-4; Mar 6:17-18.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
BD235(3) Ἐπί con el dativo tiene la idea de además de.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
g Mat 14:3-4; Mar 6:17-18.