Comentario de Lucas 4:39 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
El se inclinó hacia ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre la dejó; y en seguida ella se levantó y comenzó a servirles.
39 E inclinándose hacia ella, (Mat 8:15, Y tocó su mano, — o como dice Marcos, la tomó de la mano y la levantó, Mar 1:31) — Desde luego Jesús no tuvo que tocar las personas para curarlas. En el caso del siervo del centurión (Luc 7:7) como también en el caso del hijo del noble (Jua 4:43-54) es evidente que Jesús podía sanar de lejos. — reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, — “Reprendió a la fiebre”, Luc 4:39, como reprendió a los vientos y al mar, Mat 8:26. Siendo Dios Jesús tenía todo poder sobre la naturaleza, el cuerpo humano y sus enfermedades. No importaba cuan grande o alta fuera la fiebre.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
reprendió a la fiebre. Luc 4:35; Luc 8:24.
les servía. Luc 8:2, Luc 8:3; Sal 116:12; 2Co 5:14, 2Co 5:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
39 E inclinándose hacia ella, (Mat 8:15, Y tocó su mano, — o como dice Marcos, la tomó de la mano y la levantó, Mar 1:31) – Desde luego Jesús no tuvo que tocar las personas para curarlas. En el caso del siervo del centurión (Luc 7:7) como también en el caso del hijo del noble (Jua 4:43-54) es evidente que Jesús podía sanar de lejos.
— reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, – “Reprendió a la fiebre”, Luc 4:39, como reprendió a los vientos y al mar, Mat 8:26. Siendo Dios Jesús tenía todo poder sobre la naturaleza, el cuerpo humano y sus enfermedades. No importaba cuan grande o alta fuera la fiebre.
— y levantándose ella al instante, les servía. Esto indica que gozaba de sanidad completa inmediatamente. Normalmente la fiebre deja a la persona muy débil, pero “levantándose ella al instante, les servía” (Luc 4:39). ¡Qué privilegio tan hermoso es tener la fuerza física para servir al Señor!
¿Tenemos esta misma disposición cuando Dios nos sana? Recuérdese que toda sanidad es divina (no tiene que ser milagrosa para ser divina). Toda la ciencia médica es bendición de Dios, porque El da al hombre la inteligencia y la capacidad para estudiar, investigar, experimentar y descubrir medicinas y la tecnología para lograr la sanidad. Así pues, oramos a Dios por la salud y al mismo tiempo aprovechamos la ayuda de doctores, hospitales, medicinas, etc., porque toda esta ayuda proviene de Dios. Stg 1:17, “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.
Pedimos el pan de cada día y seguramente Dios nos lo da, pero al mismo tiempo El nos manda que trabajemos, aprovechando los medios de sostener la vida. Dios hace que el sol salga y envía las lluvias, pero requiere que el hombre siembre, cultive y coseche para tener el pan.
¿Cómo mostramos nuestra gratitud hacia Cristo por “sanarnos” del pecado? ¿Cómo usamos los grandes beneficios que recibimos a diario de Dios?
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
u 290 Sal 103:3; Hch 28:8
v 291 Mat 8:15; Mar 1:31
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
servía… Gr. diakonéo → §314.