Biblia

Comentario de Lucas 7:33 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 7:33 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y decís: “¡Demonio tiene!”

7:33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, — Luc 1:1-80, “80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel”. Mat 3:1-17, “4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; (como Elías, 2Re 1:8) y su comida era langostas y miel silvestre”. Juan no solamente vivió aparte de la sociedad hasta que empezara su ministerio, sino que aun cuando comenzó a predicar, “salía a él Jerusalén, y toda Judea y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados” (Mat 3:5-6); es decir, él no se mezclaba con la gente en las ciudades, sino que todos salieron “a él”. Juan no llevaba vida social, pues vivía como ermitaño. Por eso lo veían como fanático), y decís: Demonio tiene. — (Jua 7:20; Jua 8:48-52; Jua 10:20; este insulto equivalía decir “está loco”. Mat 8:1-34, “27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros”. Había muy poca semejanza entre Juan y los endemoniados, pero algunos de éstos también vivían aparte de la sociedad (“ni moraba en casa”) y los tales tenían que comer lo que había en esos lugares desiertos.

Los que no querían aceptar el mensaje y bautismo de Juan, tenían que justificarse de alguna manera; por eso, atacaban su vida ascética y rústica, diciendo que estaba loco, que él no era digno de enseñar ni bautizar ni mucho menos reprender (Mat 3:7) a estos hombres tan sabios y tan elevados. ¿Qué decía Jesús de Juan? ¿Que tenía demonio (que estaba loco)? Mat 11:1-30, “11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”. ¿Qué decía Jesús de los escribas y fariseos? ¿Que eran muy sabios? Mat 23:19, “¡Necios y ciegos!”.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

vino Juan el Bautista. Luc 1:15; Jer 16:8-10; Mat 3:4; Mar 1:6.

Demonio tiene. Mat 10:25; Jua 8:48, Jua 8:52; Jua 10:20; Hch 2:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

VINO. Véanse Luc 1:15, nota, y los ARTÍCULOs EL VINO EN LA ÉPOCA DEL NUEVO TESTAMENTO (1), P. 1400. [Luc 7:33-34], y

(2), P. 1452. [Jua 2:11], sobre las palabras bíblicas para vino y su empleo en la época del NT.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

ARTÍCULO

El vino en la época del Nuevo Testamento (1)

Luc 7:33-34 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publícanos y de pecadores.

EL VINO: ¿FERMENTADO O NO? El siguiente es un análisis de la palabra bíblica más común traducida «vino». La palabra griega «vino» en Luc 7:33 es oinos, que puede referirse a dos tipos de jugo de uva:

(1) el jugo sin fermentar, y

(2) el vino fermentado o embriagante. Los datos que siguen respaldan esa definición.

(1) Oinos fue usado por autores seculares y religiosos de antes de la era cristiana y de la época de la iglesia primitiva para referirse al jugo de uva puro (véase Aristóteles, Meteorológica, 387.b.9-13).

(a) Anacreonte (ca. 500 a.C.) dice: «Exprime la uva, saca el vino [oinos]» (Oda 5).

(b) Nicandro (siglo segundo a.C.) alude al exprimir de las uvas y al jugo producido como oinos (Geórgica, fragmento 86).

(c) Papías (60-130 d.C.), uno de los padres de la iglesia apostólica, se refiere a que cuando las uvas se aplastan dan «jarras de vino [oinos]» (citado por Ireneo, Contra las herejías, 5.33.3-4).

(d) Una carta griega escrita en papiro (P. Oxy. 729; 137 d.C.) menciona el «vino fresco [oinos] de la cuba del lagar» (véase Moulton y Milligan, El vocabulario del Testamento griego, p. 10).

(e) Ateneo (200 d.C.) se refiere a un «vino [oinos] dulce» que «no causa pesadez o malestar» (Ateneo, Banquete, 1.54). En otro lugar cuenta de un hombre que recogía uvas que «fue y recolectó vino [oinos] del campo» (1.54). Para informes más detallados sobre el empleo de oinos por escritores antiguos, véase: Robert P. Teachout: «El uso del ‘vino’ en el AT» (tesis de un doctorado en teología del Seminario Teológico de Dallas, 1979).

(2) Los eruditos hebreos que tradujeron el AT al griego alrededor de 200 a.C. emplearon oinos al traducir varias palabras hebreas que significan vino (véase el ARTÍCULO EL VINO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO, P. 192. [Núm 6:3]). En otras palabras, los escritores del NT sabían que oinos podía significar tanto jugo uvas fermentado como sin fermentar.

(3) Así como el griego secular y el AT, un análisis de los pasajes del NT revela que oinos puede significar vino fermentado o no. En Efe 5:18 el mandamiento «no os embriaguéis con vino [oinos]», se refiere al vino fermentado. Por otra parte, Apo 19:15 dice que Cristo «pisa el lagar del vino». La traducción literal del texto griego es: «Él pisa el lagar del vino [oinos]») el oinos que sale del lagar sería jugo de uva (véanse Isa 66:10, nota; Jer 48:32-37, nota). En Apo 6:6 oinos se refiere a las uvas en la vid como una vendimia que no se debe dañar. Por lo tanto, para los creyentes de la época del NT, el «vino» (oinos) era un vocablo general que podía emplearse para dos bebidas de uva distintas: vino fermentado y sin fermentar.

(4) Por último, los escritores romanos de la antigüedad han explicado en detalle diversos procesos empleados en el tratamiento del jugo de uva exprimido, sobre todo los métodos para preservarlo de la fermentación,

(a) Columela (De re rustica, 12.29), consciente de que el jugo de uva no se fermentaría si se mantuviera a temperatura fresca (bajo 10 grados) y libre de oxígeno, dice lo que sigue: «Para que su jugo de uva esté siempre tan dulce como cuando es fresco, siga este procedimiento: Después de aplastar las uvas, tome el mosto más reciente [i.e., jugo fresco], póngalo en un nuevo recipiente (ánfora), taponéelo y cúbralo muy cuidadosamente con resina para que no entre agua alguna; luego métalo en una cisterna o un estanque de agua fría y no permita que parte alguna del ánfora quede sobre la superficie. Sáquelo después de cuarenta días. Permanecerá dulce por un año» (véanse también Columela, De cultu hortorum, y Catón, Sobre la agricultura). El escritor romano Plinio (primer siglo d.C.) relata que «tan pronto como el mosto [jugo de uva] se saca de la cuba y se pone en toneles, sumergen los toneles en agua hasta que pase el solsticio de invierno y el tiempo frío se estabilice» (Plinio, Historia natural, 14.11.83). Ese método habría dado buenos resultados en la tierra de Israel (véanse Deu 8:7; Deu 11:11-12; Sal 65:9-13).

(b) Otro método para impedir que se fermentaran las uvas era hervirlas en un almíbar (para más detalles al respecto, véase el ARTÍCULO EL VINO EN LA ÉPOCA DEL NUEVO TESTAMENTO [2], P. 1452. [Jua 2:11]). Los historiadores antiguos en realidad se referían a ese producto como vino (pinos). Canon Farrar (Diccionario Bíblico de Smith) afirma que «los vinos de los tiempos antiguos eran más parecidos a los almíbares; muchos de ellos no eran embriagantes.» Además, El nuevo diccionario bíblico observa que «había métodos para conservar el vino dulce durante todo el año.»

USO DEL VINO EN LA CENA DEL SEÑOR. ¿Usó Jesús bebida de uvas fermentada o sin fermentar cuando instituyó la Cena del Señor? (Mat 26:26-29; Mar 14:22-25; Luc 22:17-20; 1Co 11:23-26). Los datos que siguen respaldan la conclusión de que Jesús y sus discípulos bebieron jugo de uva sin fermentar.

(1) Ni Lucas ni ningún otro escritor bíblico emplean la palabra «vino» (gr. oinos) con relación a la Cena del Señor. Los primeros tres escritores de los evangelios emplean «fruto de la vid» (Mat 26:29; Mar 14:25; Luc 22:18). El vino sin fermentar es el único «fruto de la vid» verdaderamente natural, que contiene como un veinte por ciento de azúcar y no tiene alcohol. La fermentación destruye gran parte del azúcar y altera lo que produce la vid. El vino fermentado no es producto de la vid.

(2) La Cena del Señor fue instituida mientras Jesús y sus discípulos comían la Pascua. La ley de la Pascua en Éxo 12:14-20 prohibía, durante la semana de la Pascua, la presencia y el uso de seor (Éxo 12:15), una palabra que se refiere a la levadura o a cualquier agente de fermentación. El seor en el mundo antiguo con frecuencia se obtenía de la espuma espesa de la superficie del vino en fermentación. Además, todo jametz (i.e., cualquier cosa que estuviera fermentada) estaba prohibido (Éxo 12:19; véase Éxo 13:7, nota). Dios había dado esas leyes porque la fermentación simbolizaba corrupción y pecado (cf. Mat 16:6; Mat 16:12; 1Co 5:7-8). Jesucristo, el Hijo de Dios, llenó cada requisito de la ley (Mat 5:7). Por eso habría seguido la ley de Dios para la Pascua y no habría usado el vino fermentado.

(3) A través de los siglos ha tenido lugar un debate bastante animado entre rabinos y eruditos judíos en cuanto a si se permitía en la Pascua el producto fermentado del vino. Los que sostienen una interpretación más estricta y literal de las Escrituras hebreas, sobre todo de Éxo 13:7, insisten en que no se podía usar ningún vino fermentado en esa ocasión.

(4) Algunas fuentes judías afirman que el uso de vino sin fermentar en la Pascua era normal en la época del NT. Por ejemplo, «según los evangelios sinópticos, parece que la noche del jueves de la última semana de su vida, Jesús entró con sus discípulos en Jerusalén a fin de comer la Pascua con ellos en la ciudad santa; si es así, el pan y el vino del… culto de santa cena instituido por Él como memorial serían el pan sin levadura y el vino sin fermentar del culto Seder» (véase «Jesús», La Enciclopedia Judía, edición de 1904, tomo 165).

(5) En el AT, la bebida fermentada no se debía usar nunca en la casa de Dios, ni se les permitía a los sacerdotes acercarse a Dios en adoración mientras bebían bebidas embriagantes (véase Lev 10:9, nota). Jesucristo era el sumo sacerdote de Dios del nuevo pacto, acercándose a Dios por causa de su pueblo (Heb 3:1; Heb 5:1-10).

(6) El valor de un símbolo se determina por su capacidad de conceptuar la realidad espiritual. Por lo tanto, así como el pan representa el cuerpo puro de Cristo y tiene que ser sin levadura (i.e., sin la corrupción de la fermentación), el fruto de la vid, que representa la sangre incorruptible de Cristo, se hubiera representado mejor con el jugo sin fermentación (cf. 1Pe 1:18-19). Como las Escrituras declaran de modo explícito que no se permitió que se produjera el proceso de corrupción ni en el cuerpo ni en la sangre de Cristo (Sal 16:10; Hch 2:27; Hch 13:37), el cuerpo y la sangre de Cristo tienen un símbolo apropiado en lo que carezca de corrupción o fermentación.

(7) Pablo les dijo a los corintios que se libraran de la vieja levadura, es decir, del agente de fermentación de la malicia y la perversidad, porque Cristo es «nuestra pascua» (1Co 5:6-8). Hubiera sido inconsecuente con la meta y el requisito espiritual de la Cena del Señor el uso de algo que fuera símbolo del mal, es decir, algo con levadura.

Para información adicional, véase el ARTÍCULO EL VINO EN LA ÉPOCA DEL NUEVO TESTAMENTO (2), P. 1452. [Jua 2:11].

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

7:33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, — Luc 1:1-80, “80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel”. Mat 3:1-17, “4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; (como Elías, 2Re 1:8) y su comida era langostas y miel silvestre”. Juan no solamente vivió aparte de la sociedad hasta que empezara su ministerio, sino que aun cuando comenzó a predicar, “salía a él Jerusalén, y toda Judea y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados” (Mat 3:5-6); es decir, él no se mezclaba con la gente en las ciudades, sino que todos salieron “a él”. Juan no llevaba vida social, pues vivía como ermitaño. Por eso lo veían como fanático), y decís: Demonio tiene. – (Jua 7:20; Jua 8:48-52; Jua 10:20; este insulto equivalía decir “está loco”. Mat 8:1-34, “27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros”. Había muy poca semejanza entre Juan y los endemoniados, pero algunos de éstos también vivían aparte de la sociedad (“ni moraba en casa”) y los tales tenían que comer lo que había en esos lugares desiertos.
Los que no querían aceptar el mensaje y bautismo de Juan, tenían que justificarse de alguna manera; por eso, atacaban su vida ascética y rústica, diciendo que estaba loco, que él no era digno de enseñar ni bautizar ni mucho menos reprender (Mat 3:7) a estos hombres tan sabios y tan elevados. ¿Qué decía Jesús de Juan? ¿Que tenía demonio (que estaba loco)? Mat 11:1-30, “11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”. ¿Qué decía Jesús de los escribas y fariseos? ¿Que eran muy sabios? Mat 23:19, “¡Necios y ciegos!”.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Jua 7:20; Jua 10:20.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

l 468 Núm 6:3; Jue 13:4; Mat 3:4; Mar 1:6; Luc 1:15

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Lit. comiendo.

7.33 Lit. bebiendo.

Fuente: La Biblia Textual III Edición