Biblia

Comentario de Lucas 7:44 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 7:44 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y vuelto hacia la mujer, dijo a Simón: —¿Ves esta mujer? Yo entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; pero ésta ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos.

7:44 Y vuelto a la mujer, (que sepamos no lo había hecho antes) dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? — Jesús invita a Simón a mirarla para aprender una lección de ella al observar el contraste entre la conducta de ella y la de él.

— Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. — Simón había sido defectuoso en tres cosas claves: agua, beso, aceite. “Enseguida el Maestro revela ante todos el mezquino tratamiento que ha recibido de su anfitrión. Este había omitido todas las acostumbradas evidencias de hospitalidad… Simón no había proporcionado agua para lavar los pies de Jesús (Gén 18:4; Jue 19:21), no le había dado la bienvenida con un beso (Gén 29:13; Gén 45:15; Éxo 18:7) y no había ungido la cabeza de su invitado, ni siquiera con aceite de oliva barato (Sal 23:5; Sal 141:5). La recepción había sido fría, con aires de superioridad, descortés. El Maestro muestra que en los tres aspectos ha recibido un tratamiento muy distinto de la mujer arrepentida. En vez de agua para los pies de Jesús, esta mujer ha proporcionado lágrimas, indicativas de arrepentimiento. En vez de un beso en la mejilla, ella le ha dado muchos besos fervientes a los pies, símbolos de gratitud. ¡En vez de aceite de oliva barato para la cabeza, ha derramado un perfume precioso y fragante en sus pies! … Lo que hace es esto: invierte los papeles. Simón se consideraba justo, perdonado (si es que alguna vez sintió la necesidad de perdón) y miraba a la mujer como pecadora sin perdón. Jesús muestra que por su falta de amor es Simón quien da muestras de no haber sido perdonado … mientras que la mujer se regocija en la libertad de culpa que ha recibido como un don de la gracia de Dios” (GH).

“La agradecida mujer había hecho por compensar la deficiencia de Simón. Por falta de agua, ella había dado sus lágrimas; en lugar de la toalla, su cabello; a la ausencia del beso de salutación en la mejilla, ella había depositado muchísimos besos de tierna gratitud en sus pies; en lugar del mero aceite para su cabeza, ella había derramado pródigamente un ungüento muy costoso en sus pies” (GRB).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¿Ves esta mujer? Luc 7:37-39.

no me diste agua para mis pies. Gén 19:2; Jue 19:21; 1Sa 25:41; 1Ti 5:10; Stg 2:6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Jesús compara el gesto de la mujer con los del fariseo, Simón, al decir que la mujer sabía más de perdón que Simón (v. Luc 7:47).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

no me diste agua para mis pies. Este fue un descuido garrafal. Lavar los pies de un invitado era una formalidad esencial (vea la nota sobre Jua 13:4-5). Abstenerse de ofrecer agua a un invitado para el lavado de sus pies equivalía a un insulto, como lo sería en la cultura occidental moderna que alguien no se ofreciera a recibir el abrigo de un invitado recién llegado.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

7:44 Y vuelto a la mujer, (que sepamos no lo había hecho antes) dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? — Jesús invita a Simón a mirarla para aprender una lección de ella al observar el contraste entre la conducta de ella y la de él.
— Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. – Simón había sido defectuoso en tres cosas claves: agua, beso, aceite. “Enseguida el Maestro revela ante todos el mezquino tratamiento que ha recibido de su anfitrión. Este había omitido todas las acostumbradas evidencias de hospitalidad… Simón no había proporcionado agua para lavar los pies de Jesús (Gén 18:4; Jue 19:21), no le había dado la bienvenida con un beso (Gén 29:13; Gén 45:15; Éxo 18:7) y no había ungido la cabeza de su invitado, ni siquiera con aceite de oliva barato (Sal 23:5; Sal 141:5). La recepción había sido fría, con aires de superioridad, descortés. El Maestro muestra que en los tres aspectos ha recibido un tratamiento muy distinto de la mujer arrepentida. En vez de agua para los pies de Jesús, esta mujer ha proporcionado lágrimas, indicativas de arrepentimiento. En vez de un beso en la mejilla, ella le ha dado muchos besos fervientes a los pies, símbolos de gratitud. ¡En vez de aceite de oliva barato para la cabeza, ha derramado un perfume precioso y fragante en sus pies! … Lo que hace es esto: invierte los papeles. Simón se consideraba justo, perdonado (si es que alguna vez sintió la necesidad de perdón) y miraba a la mujer como pecadora sin perdón. Jesús muestra que por su falta de amor es Simón quien da muestras de no haber sido perdonado … mientras que la mujer se regocija en la libertad de culpa que ha recibido como un don de la gracia de Dios” (GH).
“La agradecida mujer había hecho por compensar la deficiencia de Simón. Por falta de agua, ella había dado sus lágrimas; en lugar de la toalla, su cabello; a la ausencia del beso de salutación en la mejilla, ella había depositado muchísimos besos de tierna gratitud en sus pies; en lugar del mero aceite para su cabeza, ella había derramado pródigamente un ungüento muy costoso en sus pies” (GRB).

Fuente: Notas Reeves-Partain

— agua para los pies… vertiste aceite: Un huésped de honor, sobre todo cuando se suponía que había hecho un largo camino, debía recibir una especial atención (ver Gén 14:4; Gén 19:2; Sal 23:5).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

u 478 Gén 18:4; 1Ti 5:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

no me diste agua para los pies. Práctica común para los invitados importantes. Simón no le dio este honor a Jesús, pero la mujer lo hizo con sus lágrimas.

Fuente: La Biblia de las Américas

44 super (1) Lo dicho por el Salvador en los vs.44-46 indica que Simón debía haber seguido el ejemplo de la mujer y haber aprendido de ella.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro