Comentario de Lucas 7:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Porque yo también soy hombre puesto bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando. Y digo a éste: “Vé,” y él va; digo al otro: “Ven,” y él viene; y digo a mi siervo: “Haz esto,” y él lo hace.
7: 8 Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. — Este centurión entendía y creía en la obediencia. El entendía que sus superiores tenían el derecho de darle órdenes, esperando la obediencia, y que de la misma manera él tenía la autoridad para dar órdenes a sus inferiores y le deberían obedecer. El conocía la autoridad, y la reconocía en Cristo. El razonamiento del centurión honra grandemente a Cristo. Está diciendo que si él, con poder significativo pero limitado, debería ser obedecido, cuanto más el mandamiento de Cristo quien es muy superior a los oficiales romanos debería ser obedecido. En este caso no se trata de dar órdenes a otros hombres. Más bien tiene que ver con dar órdenes a una enfermedad. Este centurión creía que Jesús podía mandar enfermedades como él (el centurión) podía mandar soldados y siervos. Creía que las enfermedades obedecerían a Cristo como los soldados y siervos obedecían a él. Estaba seguro que Jesús podía mandar aun a la enfermedad de su siervo y que su orden sería obedecida; es decir, si Jesús dice a una enfermedad “vé”, la enfermedad “va”. Tenía mucha razón, pues Jesús podía mandar enfermedades, demonios, vientos y olas, y aun a los muertos.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
puesto bajo potestad. Hch 22:25, Hch 22:26; Hch 23:17, Hch 23:23, Hch 23:26; Hch 24:23; Hch 25:26.
digo a éste vé, y va. Hch 10:7, Hch 10:8; Col 3:22; 1Ti 6:1, 1Ti 6:2.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El centurión comparó su autoridad como comandante de sus soldados con la autoridad de Jesús sobre la salud y la vida. El centurión sabía que sólo las palabras de Jesús bastaban para sanar a su siervo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
7: 8 Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. – Este centurión entendía y creía en la obediencia. El entendía que sus superiores tenían el derecho de darle órdenes, esperando la obediencia, y que de la misma manera él tenía la autoridad para dar órdenes a sus inferiores y le deberían obedecer. El conocía la autoridad, y la reconocía en Cristo. El razonamiento del centurión honra grandemente a Cristo. Está diciendo que si él, con poder significativo pero limitado, debería ser obedecido, cuanto más el mandamiento de Cristo quien es muy superior a los oficiales romanos debería ser obedecido.
En este caso no se trata de dar órdenes a otros hombres. Más bien tiene que ver con dar órdenes a una enfermedad. Este centurión creía que Jesús podía mandar enfermedades como él (el centurión) podía mandar soldados y siervos. Creía que las enfermedades obedecerían a Cristo como los soldados y siervos obedecían a él. Estaba seguro que Jesús podía mandar aun a la enfermedad de su siervo y que su orden sería obedecida; es decir, si Jesús dice a una enfermedad “vé”, la enfermedad “va”. Tenía mucha razón, pues Jesús podía mandar enfermedades, demonios, vientos y olas, y aun a los muertos.
Este centurión excepcional no sólo tenía un concepto correcto de sí mismo, sino también tenía un concepto muy correcto de Jesús. En El veía autoridad, poder y majestad. Al mismo tiempo veía a un Señor poderoso que era accesible al pueblo; es decir, cualquier podía acercarse a El con sus peticiones, dudas e inquietudes. Jesús demostraba esto repetidas veces durante su vida aquí en la tierra.
“Haz esto”. La gente que no obedece a Cristo (no obedece al evangelio) no tiene fe en Cristo. El centurión muestra claramente la relación entre la fe verdadera, la autoridad de Cristo y la sumisión a El. Bien sabía que Jesucristo tenía autoridad para mandar y que cuando El dice “haz esto”, es necesario obedecerle. Heb 5:8, “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
e 434 Mat 8:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
R856 Los presentes de indicativo que siguen al imperativo se usan con un sentido aoristo: él va … él viene … él hace.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit. esclavo.