Comentario de Lucas 9:23 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Decía entonces a todos: —Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.

9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo — Pedro no quería que Jesús se negara a sí mismo. Mat 16:21-22, cuando Jesús dijo que iba a ser muerto, Pedro le dijo, “en ninguna manera esto te acontezca”, pero como dice Pablo en Rom 15:2, “ni aun Cristo se agradó a sí mismo”. Véase Flp 2:5-11. Además les dice que no sólo El sino ellos y todos sus discípulos deben negarse a sí mismo. Este coincide con lo que dice en Mat 7:13, “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Luc 13:23, “Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta”. Obviamente el entrar por la puerta angosta equivale a negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo.

Los santos tienen que aprender a decir “no” a todos los deseos carnales (Rom 13:14; Tit 2:12; 1Pe 2:11). El negarse a sí mismo significa el rechazo de la vida pasada (pecaminosa), lo que Pablo llama el “viejo hombre” en Rom 6:7. Significa despojarse del viejo hombre. Efe 4:22, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.

Pero hay otro mal igualmente serio. Heb 6:11, “Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Muchos, incluyendo a algunos miembros de la iglesia, no practican los vicios comunes (fornicación, borrachera, etc.), pero su problema es que son espiritualmente “perezosos”. La indiferencia, la desidia y la negligencia destruirán más almas que los vicios comunes. Véanse Apo 2:5; Apo 3:17.

Sea lo que sea aquello que nos interesaba o fascinaba, cualquier obstáculo o impedimento al discipulado se debe considerar como “basura” ya que hemos encontrado a Cristo, Flp 3:4-8.

Significa que vendemos todo para poseer el tesoro o la perla de gran precio (Mat 13:44-46).

Significa rendir nuestra voluntad a la voluntad de Cristo. Significa hacer lo que El quiere en lugar de lo que nosotros queremos hacer.

Significa obedecer los mandamientos de Jesús (Jua 15:14), sometiéndonos a su enseñanza.

El relato paralelo de Jua 6:1-71 dice que en ese tiempo (después del milagro de alimentar a los cinco mil y el sermón sobre el pan de vida, muchos de los discípulos de Jesús volvieron atrás y ya no andaban en El (v. 66), porque ellos no querían el pan espiritual sino el pan para el estómago (Jua 6:26). Es cuando Jesús les pregunta a los apóstoles si ellos también querían volver atrás y Pedro respondió, “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras (enseñanza) de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. (6:68, 69).

— tome su cruz cada día, y sígame. — El apóstol Pablo dijo, Rom 8:36 “Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (véase también 1Co 15:31). Los apóstoles aprendieron el significado de esta enseñanza.

Como hombres condenados cargamos nuestra cruz hacia el lugar de ejecución, porque tenemos que ser crucificados con Cristo (Rom 6:6-7) para ser justificados del pecado. Luego debemos cargar la cruz “cada día” cumpliendo con los deberes del discipulado, cueste lo que cueste. Jesús no dice “tome su cruz” una sola vez, sino cada día. El discipulado tiene que ser diario. Es lo que significa “perseverar”; es decir, sufrir con gozo cada día la oposición, los conflictos, la persecución que son el resultado de nuestra fidelidad a Cristo y su enseñanza. Cuando Pedro habla de “seguir sus pisadas” ¿a qué se refiere? 1Pe 2:21, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”. Hablaba de imitar a Jesús cuando el mundo nos maltrata, nos amenaza y nos persigue. Mat 5:10-12.

Hay que cargar la cruz cuando los seres queridos se nos oponen 14:26, 27; Mat 10:34-37. Muchos padres se sienten muy ofendidos cuando sus hijos obedecen al evangelio verdadero, porque al hacerlo están abandonando la religión de sus padres. Les exhortan y les ruegan y les quieren avergonzar por esta “ofensa” contra sus padres. Sin duda muchas personas no obedecen a Cristo porque no quieren ofender a sus padres y otros parientes.

Una cruz común para mujeres cristianas es la cruz del marido incrédulo que le estorba y la impide en su servicio al señor. Esto se debe al deseo del marido de que él sea primero en la vida de su esposa. Para tales maridos mundanos Cristo no importa nada, y no quiere que su esposa ponga a Cristo primero en su vida. Tales hermanas tienen que recordar “cada día” que de acuerdo a 1Pe 3:1-4 ellas deben estar sujetas a sus maridos, pero que su primera lealtad se debe a Cristo y no a su marido. En el día final su marido no será ni su juez ni mucho menos su salvador.

Significa compromiso. Al tomar la decisión de seguir a Jesús nos comprometemos a serle fieles y servirle no obstante los problemas o dificultades que nos vengan encima. Cristo tiene que ser primero en nuestra vida (9:57-62). Es necesario buscar primeramente el reino de Dios y su justicia (Mat 6:33).

El cristiano no lleva su cruz cada día por la pura fuerza de voluntad propia, pues Cristo nos fortalece. Nos da la fuerza necesaria para llevar la cruz, Flp 4:13. Lo hace por medio su enseñanza (y por eso por el estudio bíblico), por medio de la oración, por medio de la comunión de la iglesia y toda actividad espiritual.

Esta enseñanza era y es para todos los discípulos de Jesús pero especialmente en ese momento era para los apóstoles. Ellos ambicionaban puestos altos en el reino (22:24), pero Jesús habla de llevar una cruz (sufrir oposición, persecución de toda clase).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Si alguno quiere venir en pos de mí. Luc 14:26, Luc 14:27; Mat 10:38, Mat 10:39; Mat 16:22-25; Mar 8:34-38; Jua 12:25, Jua 12:26; Rom 8:13; Col 3:5; 2Ti 3:12.

niéguese a sí mismo. Tit 2:12.

tome su cruz cada día. 1Co 15:30, 1Co 15:31.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

niéguese a sí mismo … tome su cruz … sígame: Aquí vemos la real diferencia entre ser hijo y ser discípulo. Nosotros recibimos la condición y los beneficios de ser hijos como un don (Jua 1:12) mientras que recibimos el premio o recompensa de compartir la gloria de Cristo en el Reino que viene (Mat 5:10-12; Rom 8:17; 1Ts 2:12; 2Ti 1:15; 2Ti 2:12) por soportar el sufrimiento que Él soportó por nosotros con la vida que recibimos gratuitamente (Efe 2:8, Efe 2:9)

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

TOME SU CRUZ CADA DÍA. Aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador no sólo requiere creer la verdad del evangelio sino también dedicarse a seguir a Cristo de manera abnegada (véase Mar 8:34, nota). Cada día hay que optar por negarse a sí mismo o vivir para satisfacer sus propios deseos egoístas. Esa opción determinará el destino eterno de cada persona.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

cruz. Vea la nota sobre Mat 10:38. La abnegación fue un hilo común en la enseñanza de Cristo a sus discípulos (cp. Luc 14:26-27; Mat 10:38; Mat 16:24; Mar 8:34; Jua 12:24-26). La clase de abnegación que buscaba no era un ascetismo recluido (vea la nota sobre Luc 7:34), sino una disposición firme a obedecer sus mandamientos, servirse unos a otros y sufrir, quizá hasta el punto de morir, por su causa.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo – Pedro no quería que Jesús se negara a sí mismo. Mat 16:21-22, cuando Jesús dijo que iba a ser muerto, Pedro le dijo, “en ninguna manera esto te acontezca”, pero como dice Pablo en Rom 15:2, “ni aun Cristo se agradó a sí mismo”. Véase Flp 2:5-11. Además les dice que no sólo El sino ellos y todos sus discípulos deben negarse a sí mismo. Este coincide con lo que dice en Mat 7:13, “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Luc 13:23, “Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta”. Obviamente el entrar por la puerta angosta equivale a negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo.
Los santos tienen que aprender a decir “no” a todos los deseos carnales (Rom 13:14; Tit 2:12; 1Pe 2:11). El negarse a sí mismo significa el rechazo de la vida pasada (pecaminosa), lo que Pablo llama el “viejo hombre” en Rom 6:7. Significa despojarse del viejo hombre. Efe 4:22, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Pero hay otro mal igualmente serio. Heb 6:11, “Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Muchos, incluyendo a algunos miembros de la iglesia, no practican los vicios comunes (fornicación, borrachera, etc.), pero su problema es que son espiritualmente “perezosos”. La indiferencia, la desidia y la negligencia destruirán más almas que los vicios comunes. Véanse Apo 2:5; Apo 3:17.
Sea lo que sea aquello que nos interesaba o fascinaba, cualquier obstáculo o impedimento al discipulado se debe considerar como “basura” ya que hemos encontrado a Cristo, Flp 3:4-8.
Significa que vendemos todo para poseer el tesoro o la perla de gran precio (Mat 13:44-46).
Significa rendir nuestra voluntad a la voluntad de Cristo. Significa hacer lo que El quiere en lugar de lo que nosotros queremos hacer.
Significa obedecer los mandamientos de Jesús (Jua 15:14), sometiéndonos a su enseñanza.
El relato paralelo de Jua 6:1-71 dice que en ese tiempo (después del milagro de alimentar a los cinco mil y el sermón sobre el pan de vida, muchos de los discípulos de Jesús volvieron atrás y ya no andaban en El (v. 66), porque ellos no querían el pan espiritual sino el pan para el estómago (Jua 6:26). Es cuando Jesús les pregunta a los apóstoles si ellos también querían volver atrás y Pedro respondió, “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras (enseñanza) de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. (6:68, 69).
— tome su cruz cada día, y sígame. – El apóstol Pablo dijo, Rom 8:36 “Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (véase también 1Co 15:31). Los apóstoles aprendieron el significado de esta enseñanza.
Como hombres condenados cargamos nuestra cruz hacia el lugar de ejecución, porque tenemos que ser crucificados con Cristo (Rom 6:6-7) para ser justificados del pecado. Luego debemos cargar la cruz “cada día” cumpliendo con los deberes del discipulado, cueste lo que cueste. Jesús no dice “tome su cruz” una sola vez, sino cada día. El discipulado tiene que ser diario. Es lo que significa “perseverar”; es decir, sufrir con gozo cada día la oposición, los conflictos, la persecución que son el resultado de nuestra fidelidad a Cristo y su enseñanza. Cuando Pedro habla de “seguir sus pisadas” ¿a qué se refiere? 1Pe 2:21, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”. Hablaba de imitar a Jesús cuando el mundo nos maltrata, nos amenaza y nos persigue. Mat 5:10-12.
Hay que cargar la cruz cuando los seres queridos se nos oponen 14:26, 27; Mat 10:34-37. Muchos padres se sienten muy ofendidos cuando sus hijos obedecen al evangelio verdadero, porque al hacerlo están abandonando la religión de sus padres. Les exhortan y les ruegan y les quieren avergonzar por esta “ofensa” contra sus padres. Sin duda muchas personas no obedecen a Cristo porque no quieren ofender a sus padres y otros parientes.
Una cruz común para mujeres cristianas es la cruz del marido incrédulo que le estorba y la impide en su servicio al señor. Esto se debe al deseo del marido de que él sea primero en la vida de su esposa. Para tales maridos mundanos Cristo no importa nada, y no quiere que su esposa ponga a Cristo primero en su vida. Tales hermanas tienen que recordar “cada día” que de acuerdo a 1Pe 3:1-4 ellas deben estar sujetas a sus maridos, pero que su primera lealtad se debe a Cristo y no a su marido. En el día final su marido no será ni su juez ni mucho menos su salvador.
Significa compromiso. Al tomar la decisión de seguir a Jesús nos comprometemos a serle fieles y servirle no obstante los problemas o dificultades que nos vengan encima. Cristo tiene que ser primero en nuestra vida (9:57-62). Es necesario buscar primeramente el reino de Dios y su justicia (Mat 6:33).
El cristiano no lleva su cruz cada día por la pura fuerza de voluntad propia, pues Cristo nos fortalece. Nos da la fuerza necesaria para llevar la cruz, Flp 4:13. Lo hace por medio su enseñanza (y por eso por el estudio bíblico), por medio de la oración, por medio de la comunión de la iglesia y toda actividad espiritual.
Esta enseñanza era y es para todos los discípulos de Jesús pero especialmente en ese momento era para los apóstoles. Ellos ambicionaban puestos altos en el reino (22:24), pero Jesús habla de llevar una cruz (sufrir oposición, persecución de toda clase).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LAS CONDICIONES DEL SERVICIO

Lucas 9:23-27

Jesús les decía a todos:

-El que quiera ser seguidor mío, tiene que decirse que No a sí mismo de una vez para siempre, tiene que decidir cargar diariamente con su cruz, y tiene que seguir mi ejemplo. Los que no quieren más que poner su vida a salvo, ésos son los que la pierden; pero los que están dispuestos a perder la vida en mi causa, ésos son los que la salvan. Porque, ¿de qué le servirá a una persona el ganar para sí todo el mundo, si para ello se destruye o se pierde a sí misma? Si a alguien le da vergüenza confesar que tiene que ver conmigo y que cree en Mí, al Hijo del Hombre también le dará vergüenza decir que ése es de los suyos cuando venga revestido de la gloria de su Padre y rodeado de santos ángeles. Pero, creedme, porque os estoy diciendo la verdad: algunos de los que están aquí no van a experimentar la muerte antes de ver el Reino de Dios.

Aquí establece Jesús las condiciones de servicio para los que quieran ser sus seguidores.
(i) Uno tiene que negarse a sí mismo. ¿Qué quiere decir eso? Un gran pensador lo explica de la siguiente manera: Pedro negó una vez a su Señor, y lo hizo diciendo: «No conozco a ese hombre.» Negarnos a nosotros mismos quiere decir: «No me conozco a mí mismo.» Es ignorar nuestra misma existencia. Es tratar a nuestro yo como si no existiera: Lo corriente es tratarnos cada uno a nosotros mismos como si fuéramos con mucho lo más importante del mundo. Si vamos a ser seguidores de Cristo tenemos que decirle que No a nuestro yo; más todavía: tenemos que olvidarnos de que existe.

(ii) Cada uno tiene que cargar con su cruz. Jesús sabía muy bien lo que quería decir la crucifixión: cuando era un chico de unos once años, Judas el Galileo había encabezado una revuelta contra Roma; había saqueado el arsenal de armas de Séforis, que estaba a seis kilómetros de Nazaret. La venganza de Roma no se hizo esperar: redujeron Séforis a cenizas, vendieron como esclavos a sus habitantes, y crucificaron a dos mil rebeldes a lo largo de la carretera para que sirvieran de escarmiento a los que tuvieran la tentación de rebelarse. El cargar con la cruz quiere decir estar preparado a arrastrar lo que venga por lealtad a Jesús; quiere decir estar dispuesto a sufrir lo peor que nos puedan hacer a causa de nuestra fidelidad a Él.
(iii) Uno debe gastar, la vida, no ahorrarla, Toda la escala de valores del mundo tiene que cambiar. La pregunta ya no es «¿Cuánto puedo sacar?», sino » ¿Cuánto puedo dar?»; no «¿Qué es lo más seguro?», sino «¿Qué es lo más justo?»; no «¿Qué es lo menos que tengo que hacer en mi trabajo?», sino «¿Qué es lo más posible?» El cristiano se tiene que dar cuenta de que se le ha dado la vida, no para que se la guarde para sí, sino para que la gaste para los demás; no para abrigar su llama, sino para, consumirse por Cristo y por los demás.

(iv) La lealtad a Jesús tendrá su recompensa, y la traición su castigo. Si le somos fieles en el tiempo, Él nos lo será en la eternidad; si tratamos de seguirle en este mundo, en el venidero Él nos reconocerá como suyos. Pero si con nuestra vida le negamos, aunque le confesemos con nuestros labios, llegará el día cuando Él tenga que hacer lo mismo con nosotros.
(v) En el último versículo de este pasaje, Jesús dice que algunos de los que estaban allí verían el Reino de Dios antes de morir. Algunos han mantenido que Jesús estaba pensando en su gloriosa Segunda Venida, y estaba diciendo que tendría lugar en la vida de algunos de los presentes; y que, por tanto, estaba equivocado. Pero no es eso.
Lo que Jesús decía es que «antes que pase esta generación veréis las señales de que el Reino de Dios está en marcha.» Y no cabe duda de que aquello sí sucedió. Algo vino al mundo que, como la levadura en la masa, empezó a cambiarlo. No estaría mal que, a veces, aparcáramos nuestro pesimismo, y pensáramos más bien en la luz que ha empezado a amanecer en el mundo. ¡Ánimo! El Reino viene de camino, y haremos bien en darle gracias a Dios por todas las señales de su amanecer.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Luc 5:11, Luc 14:27; Mat 4:19; Mat 10:38; Jua 12:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Véase Ap. 5C.

REFERENCIAS CRUZADAS

b 596 Flp 3:8

c 597 Mat 10:38; Mat 16:24; Mar 8:34; Luc 14:27

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

tome su cruz cada día. Véase coment. en Mt 16:24.

Fuente: La Biblia de las Américas

cruz. La primera mención de una cruz en Lucas. La cruz era bien conocida como instrumento de muerte, así que representa aquí la muerte o separación de la vida anterior, y que ha de ser el distintivo de un discípulo (Rom 8:13). Véase nota en Mat 10:38.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Estas palabras de nuestro Señor Jesucristo contienen tres grandes lecciones para uso de todos los cristianos. Son aplicables á personas de todas clases y condiciones, sin excepción alguna, y en todos los siglos y épocas, y á las diversas ramas de la iglesia visible.
Se nos enseña, primeramente, la necesidad absoluta de la abnegación cotidiana. Debemos «crucificar la carne » cada día, para vencer el mundo y resistir al demonio; debemos dominar nuestro cuerpo y obligarlo á que esté sumiso; debemos estar en guardia, a la manera de soldados en campaña; debemos luchar cada día y mantener una guerra sin tregua. El precepto de nuestro Maestro es claro y sencillo: » Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame..
Ahora bien, ¿hemos practicado este precepto? Esta es una pregunta que nos conviene hacer. El ir á la iglesia por costumbre no puede ser el Cristianismo de que habla Jesús en este versículo. ¿Dónde está nuestra abnegación? ¿Cargamos con la cruz cada día? ¿Seguimos á Cristo? Sin una religión de esta naturaleza no nos salvaremos jamás. Á un Salvador crucificado nunca le agradarán gentes que tengan apego al mundo y que busquen solo la satisfacción de sus pasiones. ¡Sin abnegación no hay gracia! ¡Sin cruz do hay corona! «Los que son de Cristo,» dice S. Pablo, «ya crucificaron la carne con sus afectos y concupiscencias.» Gal 5:24 «Cualquiera que quisiere salvar su vida,» dice el Señor Jesús, «la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará..
Las palabras del Señor, contenidas en este lugar, nos enseñan cuan inestimable es el valor del alma. La siguiente pregunta admite una sola respuesta: «¿Qué aprovecha al hombre si granjeare á todo el mundo, y se pierda él á sí mismo, ó corra peligro de sí?.
La posesión de todo el mundo, y todo cuanto contiene, nunca puede hacer dichoso á ningún hombre. Los placeres que el mundo ofrece son falsos y engañosos. Sus riquezas, dignidades y honores no pueden satisfacer el corazón. Mientras que no los hemos obtenido brillan, relucen, y parecen apetecibles: al momento, que los poseemos descubrimos que son un engaño y que no pueden hacernos felices. Y, lo peor de todo es, que cuando poseemos loa bienes de este mundo hasta la saciedad, no podemos retenerlos: la muerte sobreviene luego y para siempre nos separa de todas nuestras posesiones. Desnudos vinimos á la tierra, y desnudos salimos de ella, y de todos nuestros haberes no podemos llevar cosa alguna ¡Tal es el mundo, que absorbe toda la atención de millares de hombres! Tal es el mundo por amor al cual tantos están perjudicando sus almas cada año. La pérdida del alma es lo más grave que puede sobrevenir al hombre. La peor y más penosa enfermedad; la más calamitosa bancarrota de fortuna, el más desastroso naufragio, son desgracias insignificantes comparadas con la pérdida de un alma. Todas las demás pérdidas son llevaderas, ó duran corto tiempo, pero la pérdida del alma es para siempre, el perder á Dios, y á Cristo, y el cielo, y la gloria, y la felicidad por toda la eternidad. Es ser arrojado al infierno y quedar allí para siempre, sin consuelo y sin auxilio.
¿Qué estamos haciendo nosotros? ¿Estamos causando la ruina de nuestras propias almas? Por medio de la negligencia y pecados manifiestos, por pura indiferencia é indolencia, ó por deliberada contravención de la ley de Dios, ¿estamos acaso causando nuestra propia destrucción? Estas preguntas exigen respuesta. Lo que sucede con muchos cristianos es simplemente esto: que están pecando todos los días contra el sexto mandamiento. ¡Están cometiendo suicidio espiritual! Finalmente, las palabras de nuestro Señor nos enseñan cuan culpable y peligroso es avergonzarse de Cristo y de Sus palabras. «El que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzará cuando vendrá en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles..
Hay varios modos de avergonzarse de Cristo. Somos culpables de ello, siempre que tememos que los hombres conozcan que amamos Sus doctrinas, Sus preceptos, Su pueblo, y Sus estatutos. Somos culpables siempre que dejamos que el temor de los demás nos amilane y nos impida dar á conocer nuestro credo religioso. Siempre que procedamos de este modo, negamos á nuestro Maestro, y cometemos un pecado grave.
El pecado de avergonzarse de Cristo es muy grande. Es prueba de incredulidad: demuestra que tenemos en más la alabanza de los hombres á quienes podemos ver, que la de Dios á quien no podemos ver. Es prueba de ingratitud; pues demuestra que tememos confesar delante de los hombres á Aquel que no se avergonzó de morir por nosotros en la cruz. Infelices son, á la verdad, los que se entregan á este pecado. En este mundo son siempre desdichados; la mala conciencia les roba la paz. En el otro mundo no pueden esperar consuelo. En el DIA del juicio serán alejados de Cristo eternamente, si no lo confesaren sobre la tierra.
Hagamos firme resolución de no avergonzarnos nunca de Cristo, el pecado y de la vanidad mundana, podemos avergonzarnos con razón. De Cristo y de su causa, no tenemos razón absolutamente para avergonzarnos. El valor en servir á Cristo acarrea siempre, recompensa. El cristiano más valiente es siempre el más feliz.

Fuente: Los Evangelios Explicados

cruz…Mat 10:38.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

TGr31 Si alguno desea seguirme, tiene que negarse a sí mismo una vez por todas y tomar su cruz (verbos aoristos); omiten la lectura variante que armoniza: καθʼ ἡμέραν); luego, sígame como un discípulo continuo (presente). [Editor. La frase καθʼ ἡμέραν no aparece en las narraciones paralelas de Mateo y Marcos. Pero esa no es razón suficiente para omitirla aquí, ya que los manuscritos mayores apoyan su inclusión. Lucas pudo haber agregado esta frase para señalar las continuas pruebas de la vida cristiana; comp. Luc 11:2 y sigs.]

H421 Los dos imperativos unidos por καί representan la prótasis y la apódosis de una condición implícita (καὶ ακολουσείτω μοι equivale a entonces será mi discípulo; comp. Luc 7:7).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Mat 10:38.

Fuente: La Biblia Textual III Edición