Comentario de Malaquías 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros es esta advertencia:
Mal 1:6; Jer 13:13; Lam 4:13; Ose 5:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Malaquías reprende a los sacerdotes por descuidar su pacto, Mal 2:1-9;
y al pueblo por tomar esposas gentiles, Mal 2:10-12;
y por repudiar a la mujer de su juventud, Mal 2:13-16,
y por infidelidad, Mal 2:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El profeta explora más profundamente por qué la nación estaba tratando así a Dios. Su conclusión es que esa actitud hacia Dios proviene de un rompimiento del pacto por parte de tres grupos: Los sacerdotes (vv. Mal 2:1-9), el pueblo en general (vv. Mal 2:10-12) y los individuos que se divorciaron de sus mujeres (vv. Mal 2:13-16). La palabra pacto es prominente en estos versículos.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
El hecho de dirigirse a los sacerdotes muestra que la sección que comenzó en Mal 1:8 continúa en este capítulo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
OH SACERDOTES. Los sacerdotes habían corrompido el ministerio al cual Dios los había llamado. No le temían ni reverenciaban su nombre. Dejaron de proclamar su palabra y de llevar una vida buena y justa. Por eso Dios enviaría terrible castigo sobre ellos; Él los maldeciría a ellos y su ministerio.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
2. Las Prevaricaciones de Judá.
Conminación a los sacerdotes (1-9).
1 Para vosotros, pues, ¡oh sacerdotes! es este decreto: 2 Si vosotros no escucháis y no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, dice Yahvé de los ejércitos, yo mandaré sobre vosotros la maldición y haré maldición de vuestra bendición, porque no os decidís de corazón. 3Por eso os quebrantaré él brazo y os echaré al rostro la inmundicia, la basura de vuestras solemnidades, y seréis echados donde se echa ella, 4Sabréis que yo he dado este decreto para que sea real mi pacto con Leví, dice Yahvé de los ejércitos. 5 Mi pacto con él fue “vida” y “paz,” y se las di; “temor,” y él me temió, y ante mi nombre se llenaba de temor,6 Tuvo en su boca doctrina de verdad y no hubo iniquidad en sus labios, anduvo conmigo en integridad y rectitud y apartó del mal a muchos, 7 pues los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría y de su boca ha de salir la doctrina, porque es un enviado de Yahvé de los ejércitos. 8 Pero vosotros os habéis apartado del camino, y habéis hecho tropezar a muchos en la Ley y habéis pervertido el pacto de Leví, dice Yahvé de los ejércitos. 9 Por tanto, también yo os he hecho a vosotros despreciables y viles para todo el pueblo, a la medida en que vosotros no habéis seguido mis caminos ni habéis tenido en cuenta mi Ley.
La infidelidad de la clase sacerdotal obligará a Dios a cambiarles su bendición, o situación privilegiada, en maldición (v.2). Puesto que las víctimas que le presentan son inaceptables, Yahvé les arrojará a su rostro la basura de sus solemnidades (v.5), e.d., los restos de las víctimas que se echaban al depósito de basura después de las solemnidades. Les anuncia el castigo decidido por un decreto que ha de poner de relieve el pacto con Leví (v.4). En otro tiempo Yahvé había hecho un pacto con la tribu de Leví con fines benevolentes: de vida y paz, e.d., para asegurar la protección sobre sus descendientes; y, por otra parte, el pacto que anunciaba promesas de vida y de paz incluía también amenazas de temor (v.5) en caso de que fueran infieles al pacto.
Y, de hecho, gran parte de los descendientes de Leví fueron fieles al pacto, imitando el celo del propio Leví por la gloria de Yahvé 1. Malaquías traza en los v.6-7 el ideal del sacerdocio como institución. El sacerdote debe ser un doctor de la Ley, teniendo en su boca doctrina de verdad y viviendo en rectitud e integridad, pues es un enviado de Dios. El profeta considera las funciones rituales como algo relacionado a estas exigencias fundamentales 2. Contra este programa ideal, los sacerdotes del tiempo del profeta han seguido otra conducta, basada en el egoísmo, y con su pésimo proceder han sido ocasión de que otros se desviaran de la Ley (v.8). En consecuencia, Yahvé se siente desligado del pacto que con los descendientes de Leví había sellado 3, y se desentiende de ellos, haciéndolos despreciables al pueblo (v.9).
Abominaciones del pueblo (10-17).
10 ¿No tenemos todos un Padre? ¿No nos ha criado a todos un Dios? ¿Por qué, pues, obrar pérfidamente unos con otros, quebrantar el pacto de nuestros padres? 11 Pérfido es Judá, y en Israel y en Jerusalén se cometen abominaciones, pues Judá profana lo consagrado a Yahvé, lo que El ama, casándose con hijas de un dios extranjero. 12 ¡Quiera Yahvé, a quien tal hace, privarle de testigo y defensor en las tiendas de Jacob 4 y de que haga (por él) ofrenda de sacrificio a Yahvé de los ejércitos! 13 Y aun hacéis esta segunda cosa: bañáis de lágrimas el altar de Yahvé – de lloros y gemidos – porque no atiende a vuestra ofrenda y no acepta de vuestras manos nada grato, 14 y preguntáis: ¿Por qué? Porque Yahvé toma la defensa de las esposas de tu juventud, a la que has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la esposa de tu alianza matrimonial. 15 ¿No los hizo para ser un solo (ser) que tiene su carne y su hálito? Y este único, ¿qué busca sino una posteridad de Dios? 5 ¡Cuidad, pues, de vuestro hálito, y no seas infiel a la esposa de tu juventud! 16 El que por aversión repudia, dice Yahvé, Dios de Israel 6, se cubre de injusticia por encima de sus vestiduras, dice Yahvé de los ejércitos! Cuidad, pues, vuestro hálito y no seáis desleales. 17 Sois pesados a Yahvé con vuestras palabras, y decís: ¿En qué le somos pesados? En decir: El que hace el mal es grato a los ojos de Yahvé y en ellos se complace. Sino: ¿Dónde está el Dios justo?
El profeta recuerda a sus conciudadanos la vinculación que todos tienen con Dios, su Padre, y, por tanto, de unos con otros entre sí, corno hermanos (v.10). Esta afirmación general es como una introducción a lo que sigue, pues, supuesta ella, los crímenes que se fustigan adquieren mayor maldad a los ojos de Dios. Una de las abominaciones que el profeta denuncia es la práctica de muchos judíos de casarse con extranjeras. Sabemos por los libros de Esdras y Nehemías que éste fue un grave problema que obstaculizó mucho la formación de la nueva sociedad judía con plena conciencia religiosa7.
Esta conducta es una profanación de lo consagrado a Yahvé, que no es otra cosa que el pueblo israelita como pueblo elegido. Por su vocación era algo aparte entre todos los pueblos, y por eso, al mezclarse con otros pueblos paganos, se profanaba y perdía su carácter de santo, o consagrado a Yahvé. El profeta lanza un duro anatema contra los que profanan el carácter santo de su pueblo: Quiera Yahvé, a quien tal hace, privarle de defensor y testigo en las tiendas de Jacob (v.12), e.d., sea excluido de todos los derechos civiles de la sociedad israelita. Es una verdadera excomunión, pues se le priva de la defensa jurídica. Pero, además, le desea que se le prive de sus derechos religiosos, de su derecho a ofrecer sacrificios: Quiera privarle Yahvé. de que haga ofrenda de sacrificio a Yahvé de los ejércitos.
El profeta lanza un segundo reproche contra sus contemporáneos. Estos creen que Dios es injusto al no aceptar las ofrendas que le presentan con lágrimas en el altar. La razón de ello es su perversa conducta, ya que con demasiada facilidad repudian a la esposa de su juventud (v.14). Con estas palabras parece aludir al hecho de que los judíos procuraban buscarse segundas esposas entre los extranjeros, dejando a la de su raza, que era su legítima esposa anterior.
El v.15 es extremadamente oscuro y muy diversamente interpretado según la traducción que se adopte. Supuesta la versión que hemos seguido, parece que el profeta encarece la indisolubilidad del matrimonio; al menos reacciona contra la facilidad del divorcio de su tiempo. Por ello recuerda que Yahvé hizo a los que se casan para un solo ser que tiene su carne y su hálito (o vida) (v.15a), es decir, constituyen como una unidad carnal en orden a la procreación, como a continuación se indica: y este único (ser), ¿qué busca sino una posteridad de Dios? o consagrada a Dios 8.
Lo que es claro de toda esta argumentación es la preocupación del profeta por evitar la facilidad del repudio. Así, dice que el que injustamente repudia a su mujer se cubre de injusticia por encima de sus vestiduras (v.16), e.d., hace aparecer públicamente su injusticia ante la sociedad, como si la llevara recubriendo sus propios vestidos 9. En consecuencia, el profeta invita a sus contemporáneos a ser remisos en esto: Cuidad, pues, vuestro hálito (o vida) y no seáis desleales.
El v.17 parece debe considerarse como introducción a lo que se dice en el c.3 de consolación. El profeta se hace eco de las quejas de sus compatriotas respecto de la conducta de Dios, que permite que los impíos prosperen en esta vida, como si tuviera complacencia en ellos: Sois pesados en vuestras palabras., en decir: El que hace el mal es grato a Dios (v.17). Creen que Yahvé no es justo bendiciendo a los pecadores. Los tiempos parecen demasiado penosos para los fieles a la Ley de Dios, pues los prevaricadores que tienen relaciones con los extranjeros son los que triunfan en la vida, mientras que los buenos perecen de miseria. En efecto, después de la repatriación, la situación de los judíos fieles a su Dios fue en extremo penosa. El profeta en el c.3 les presentará a éstos un horizonte de triunfo y de gloria.
1 Cf. Exo 32:268. – 2 Cf. Ose 4:55; Lev 10:11; Deu 31:10-13. – 3 Cf. Núm 25,c12s. – 4 Así según Hoonacker. Cantera: “Extermine Yahvé de las tiendas de Jacob a los hombres que tal hacen, ai maestro y al discípulo.” – 5 Así siguiendo a la Bib. de Jér. y a Hoonacker. – 6 Bi6. de Jér.: “Yo odio el repudio, dice Yahvé, y que se extienda la injusticia sobre su vestido.” – 7 Cf. Neh 6:17-19. – 8 Esta es la interpretación de Hoonacker y otros comentaristas. Hitzig cree que aquí se alude a la conducta de Abraham. Sería una objeción de los oyentes a Malaquías. Contra las prédicas de éste creían autorizarse acudiendo a la historia de Abraham, que tomó una segunda mujer: “¿Qué hizo el único (Abraham) que buscaba la posteridad de Dios?” – 9 Algunos autores, basándose en el árabe, han creído ver en la palabra testidura una alusión a la esposa misma; pero este sentido no aparece en el hebreo.
Fuente: Biblia Comentada
La afirmación del amor incondicional del Señor (vv. Mal 1:2-5) no sirve para absolver de culpa, por eso Malaquías pronunció la acusación en contra de los sacerdotes, los líderes espirituales de la nación. Les mostró que habían desdeñado los sacrificios a Dios (vv. Mal 1:6-14), su gloria (Mal 2:1-3) y su ley (Mal 2:4-9).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2.1, 2 Dios le advirtió a los sacerdotes que si ellos no honraban su nombre, los castigaría. Nosotros, al igual que los sacerdotes, estamos llamados a honrar el nombre de Dios y adorarlo. Esto significa reconocerlo por quién es El: El Creador Omnipotente del universo, el único que es perfecto y quién se acerca a la humanidad pecadora con un amor perfecto. De acuerdo con esta definición, ¿honra usted a Dios?2.1, 2 Los sacerdotes no tomaron en serio las cosas más importantes para Dios, aun cuando El se las había recordado por medio de su Palabra en muchas ocasiones. ¿Cómo descubre usted lo que es importante para Dios? Comience amándolo con todo su corazón, su alma y sus fuerzas (Deu 6:5). Esto significa escuchar lo que El dice en su Palabra y luego poner en su corazón, mente y voluntad el deseo de llevar a cabo lo que El dice. Cuando amamos a Dios, su Palabra es una luz brillante que guía nuestras actividades diarias. Los sacerdotes de los días de Malaquías habían dejado de amar a Dios y por lo tanto no sabían ni les interesaba saber lo que Dios quería.2.4-6 Leví «anduvo conmigo[…] y a muchos hizo apartar de la iniquidad», dijo Dios. Leví fundó la tribu que lleva su nombre. Los levitas llegaron a ser ministros de Dios, primero en el tabernáculo, luego en el templo. En estos versículos Dios se dirigía a los sacerdotes que descendían de esta tribu, diciéndoles que debían prestar atención a la ley que El dio a sus antepasados. Los levitas fueron una tribu apartada para el servicio a Dios (Num 1:47-54).2.7, 8 Malaquías estaba enojado con los sacerdotes porque a pesar de ser los mensajeros de Dios, no conocían su voluntad. Y su falta de conocimiento ocasionó que el pueblo se descarriara. Su ignorancia era voluntaria e inexcusable. Los pastores y los líderes del pueblo de Dios deben conocer la Palabra de Dios, lo que dice, lo que significa y la forma en que se aplica a la vida diaria. ¿Cuánto tiempo dedica usted a la Palabra de Dios?2.9 Los sacerdotes permitían que la gente influyente y favorecida quebrantara la Ley. Dependían tanto de estas personas económicamente que no podían confrontarlas cuando hacían algo malo. ¿Existen acaso en su iglesia algunas personas a las que se les permite hacer cosas malas sin que se les critique? No deben existir normas diferentes basadas en la riqueza ni en la posición. Permita que sus normas sean las que se muestran en la Palabra de Dios. No tenga favoritismos ni se vuelva despreciable a los ojos de Dios (véase Jam 2:1-4).2.10-16 El pueblo era infiel. No decía abiertamente que rechazaba a Dios, pero estaba viviendo como si no existiera. Los hombres se casaban con paganas que adoraban ídolos. El divorcio era común, y ocurría sin otra razón que no fuera el deseo de un cambio. La gente actuaba como si pudiera hacer cualquier cosa sin ser castigada. Y el pueblo se preguntaba por qué Dios rechazaba sus ofrendas y no les bendecía (2.13). No podemos separar nuestro trato diario con Dios del resto de nuestra vida y esperar tener éxito. El debe ser el Señor de todo.2.11, 12 Después de que el templo fue reconstruido y se terminaron los muros, el pueblo se entusiasmó al ver que las profecías pasadas se estaban cumpliendo. Pero pasó el tiempo, y las profecías acerca de la destrucción de los enemigos de Dios y de la llegada del Mesías no se cumplieron de inmediato. El pueblo se desalentó y se volvió apático en su obediencia a las leyes de Dios. Esta apatía los llevó gradualmente al pecado flagrante, tal como el matrimonio con idólatras. Esdras y Nehemías también se enfrentaron con estos problemas años antes (Esdras 9, 10; Neh 13:23-31).2.14 El pueblo se quejaba de las circunstancias adversas cuando únicamente ellos eran los responsables. A menudo la gente trata de evadir los sentimientos de culpabilidad al culpar a otros. Sin embargo, esto no resuelve el problema. Cuando se enfrente con problemas, primero analícese usted mismo. Si usted cambiara de actitud o conducta, ¿resolvería el problema?2.14, 15 El divorcio en estos tiempos era practicado exclusivamente por los hombres. Faltaban a la palabra dada a sus esposas, divorciándose para poder casarse con mujeres más jóvenes. Obviaban el vínculo entre los cónyuges que Dios estableció (ser una sola carne) y el propósito que tenía para ellos (criar hijos piadosos). No solo los hombres estaban faltando a la palabra dada a sus esposas, sino pasando por alto el lazo emocional y el propósito espiritual de estar unidos con Dios.2.15, 16 «Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales» significa mantener el mismo compromiso hacia el matrimonio que Dios mantenía con las promesas que había hecho a su pueblo. Necesitamos pasión en la relación matrimonial para mantener el compromiso y la satisfacción íntima, pero la pasión debemos concentrarla en nuestro cónyuge.2.17-3.6 Dios estaba cansado de la forma cínica en la que el pueblo distorsionaba sus verdades. El castigaría a los que insistían que cuando Dios guardaba silencio, esto significaba que apoyaba sus acciones. También castigaría a los que de manera despreocupada profesaran una fe falsa (véase 3.5).
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 38 Lam 4:13; Ose 5:1; Mal 1:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
[2] 1 Sam 25, 27; 2 Re 5, 15; 1 Cor 10, 6.[3] Deut 18, 3.[7] 2 Cor 5, 20.[11] Con idólatras. Esd 9, 1.[14] Habla el profeta con energía contra el repudio de las esposas tomadas en la flor de su edad. Gen 2, 24; Prov 2, 17; Mat 19, 4.[16] No te propases contra ella, es menos malo que la repudies. Mat 19, 8.