Comentario de Malaquías 2:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el único Dios? Entonces, ¿por qué traicionamos cada uno a su hermano, y profanamos el pacto de nuestros padres?
¿No tenemos todos un mismo padre? Mal 1:6; Jos 24:3; Isa 51:2; Isa 63:16; Isa 64:8; Eze 33:24; Mat 3:9; Luc 1:73; Luc 3:8; Jua 8:39, Jua 8:53, Jua 8:56; Hch 7:2; Rom 4:1; Rom 9:10; 1Co 8:6; Efe 4:6; Heb 12:9.
¿No nos ha creado un mismo Dios? Job 31:15; Sal 100:3; Isa 43:1, Isa 43:7, Isa 43:15; Isa 44:2; Jua 8:41; Hch 17:25.
Por qué, pues, nos portamos deslealmente. Mal 2:11, Mal 2:14, Mal 2:15; Jer 9:4, Jer 9:5; Miq 7:2-6; Mat 10:21; Mat 22:16; Hch 7:26; 1Co 6:6-8; Efe 4:25; 1Ts 4:6.
profanando el pacto. Mal 2:8, Mal 2:11; Éxo 34:10-16; Jos 23:12-16; Esd 9:11-14; Esd 10:2, Esd 10:3; Neh 13:29.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
nos ha creado un mismo Dios: El uso del término crear llama a recordar el gran relato de la creación en Gén 1:26-28.
nos portamos deslealmente: Dado que Dios es el creador de toda la humanidad (Gén 1:27), Él requiere que los humanos se traten equitativamente.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
un mismo padre. Aunque Dios es Padre de todos como Creador (cp. Hch 17:29; Efe 3:14-15), aquí el enfoque se dirige a Dios como el Padre de Israel que es el pueblo de su pacto (vea «Padre» en Mal 1:6, donde comienza esta acusación solemne; también cp. Jer 2:27).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
nos portamos deslealmente. Este concepto clave (vv. Mal 2:10-11; Mal 2:14-16) se refiere a la violación de la voluntad de Dios con el divorcio de las esposas judías y la unión con mujeres extranjeras. Dios es el Padre que dio vida a Israel (cp. Isa 43:1; Isa 60:21), pero ellos introdujeron la división al mezclarse con idólatras y violaron el pacto que Él hizo con sus antepasados para asegurar la preservación de un pueblo apartado (cp. Éxo 19:5; Éxo 24:8; Éxo 34:14-16; Lev 20:24; Lev 20:26; Deu 7:1-4).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Los líderes espirituales de Israel cometieron pecados ignominiosos (Mal 1:6-14; Mal 2:1-9) y dirigieron al pueblo a hacer lo mismo. También quebrantaron los requisitos de la ley de Dios al profanar la institución del sacerdocio levítico, porque decidieron casarse con mujeres extranjeras (vv. Mal 2:10-12) y divorciarse de la esposa de su juventud (vv. Mal 2:13-16).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
el Testimonio Del señor en Contra de Los Matrimonios con Extranjeros y Los Divorcios
¿Por qué será que Dios requiere que un casamiento tenga buenas bases antes de que él escuche la oración de un esposo (véase 1 Ped. 3:7; cf. Mat. 5:23, 24)? Malaquías da la respuesta: el casamiento no es solamente un contrato, una relación de dos vías entre el esposo y la esposa, sino que es un pacto, una relación de tres vías de responsabilidades y privilegios que incluyen a Dios como testigo y ante quien la pareja debe rendir cuentas permanentemente.
En el v. 10 Malaquías presenta su tercera disputa con una descripción general de la infidelidad en Israel de unos contra otros, lo que profana su pacto con Dios, el Padre y Creador de Israel (Deut. 32:6; cf. Isa. 27:11; 43:15; Jer. 31:9). Malaquías condena dos pecados maritales paralelos, aunque no necesariamente relacionados. El primero es el de los casamientos con paganos (11, 12; cf. Neh. 13:29, donde los casamientos con extranjeros por los sa cerdotes profanan el pacto del sacerdocio), y el segundo es el divorcio basado meramente en alguna aversión o incompatibilidad (13-16).
Malaquías expresa un punto de vista sobre el matrimonio que es radical conceptualmente (identificando el matrimonio como un pacto entre el marido y la esposa). Las demandas que coloca sobre el marido son iguales a las exigidas por nuestro Sal vador y los apóstoles del NT. En realidad, esta perspectiva exaltada del matrimonio ha causado que muchos intérpretes duden si Malaquías se refería a casamientos lit. o no. Algunos dicen que Malaquías sólo hablaba del matrimonio como una metáfora para la relación de Israel con el Señor. Contra esto, sin embargo, está la observación de que en todos los otros lugares donde las Escrituras mencionan esta metáfora Dios se presenta uniformemente como el marido, no la esposa, como sería el presente caso. Otros sugieren que la expresión y la mujer de tu pacto (14) simplemente significa una esposa judía, eso es, una esposa que comparte el mismo pacto espiritual con el Señor como su esposo. El punto de vista tradicional es que Malaquías se refiere a un matrimonio de pacto.
Los contemporáneos de Malaquías estaban afligidos porque Dios estaba rechazando sus ofrendas (13), realidad que ellos percibían, supuestamente, ya que él no les bendecía. Malaquías explica que Dios estaba siendo un testigo en contra de aquellos maridos que estaban siendo infieles a sus esposas. Ya que el matrimonio es un pacto, la fidelidad al cónyuge es parecida a la relación de uno mismo con Dios.
El v. 15a puede ser una referencia a Gén. 2:24. Si es así, es posible que Malaquías derivó su entendimiento del casamiento como un pacto, y por lo tanto su insistencia en la primacía de la tarea del marido, del casamiento modelo de Adán y Eva. La traducción y el significado de este versículo son oscuros, pero responde ante las serias advertencias en los vv. 15b y 16b. Estas advertencias demuestran que para un marido infiel el divorcio es un pecado en contra de la propia vida de uno. (Guardad, pues, vuestro espíritu podría traducirse “Por lo tanto, cuidado con vuestras vidas”.) En otras palabras, el interés por la vida de uno y la fi delidad con su esposa legítima son virtualmente lo mismo (cf. Ef. 5:28). Esto sugiere la comunión profunda de la vida que Dios efectúa entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio, según lo establecido en Gén. 2:24. Interpretado de esta manera hay un parecido asombroso entre la lógica de 2:15 y la enseñanza de Jesús en Mat. 19:5-9.
Además, este versículo declara que el Señor espera que el matrimonio produzca descendencia consagrada a Dios (“semilla de Dios”). En la opinión de Malaquías el divorcio puede haber frustrado este propósito en forma similar como los matrimonios con personas de otras religiones (cf. Neh. 13:23-27; Esd. 10:3, 44). La expresión “semilla de Dios” refleja la figura establecida en el v. 10 (y 1:6) de Dios como nuestro único Padre, es decir, Dios como un padre para su pueblo en virtud de sus actos redentores y el pacto, y sirve de contraste intencional ante la frase, la hija de un dios extraño del v. 11.
Sólo con dificultad y algunos cambios al texto es que el heb. subyacente del v.16 puede decir yo aborrezco el divorcio. Esta aparente condenación de todo divorcio parece contradecir el punto de vista misericordioso del divorcio en Deut. 24:1-4. De igual manera, un derecho más general al divorcio puede sugerirse en Deut. 22:19, 29, es decir, el divorcio figurado entre Israel y el Señor en Jer. 3 y ciertos pasajes del NT (Mat. 1:19; 5:32; 19:8, 9; 1 Cor. 7:15). Puede ser preferible, por lo tanto, comprender el v. de la siguiente manera: “Si un hombre siente odio y se divorcia (eso es, divorcio meramente en base a su aversión o incompatibilidad, en vez de causa, como ser una falta sexual), dice el Señor, Dios de Israel, él cubre su manto de violencia (es decir, se contamina a sí mismo visiblemente con violencia; para este uso metafórico de manto (véase Sal. 73:6; 109:18; Jer. 2:34) dice el Señor de las huestes. Por lo tanto, cuídese a sí mismo y no sea infiel [en contra de su esposa].” Además de no requerir cambios en el texto heb., esta traducción tiene la ventaja de que entiende que el sujeto del “aborrecimiento” es el marido que se quiere divorciar, en vez de ser Dios. Apoyando esta interpretación se puede decir que este verbo “aborrecer” aparece frecuentemente en contextos matrimoniales, donde invariablemente alude a la actitud del marido hacia su mujer (Gén. 29:31; Deut. 22:13, 16; Jue. 15:2).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Dios.” Heb.: ’El; gr.: The·ós; lat.: Dé·us.
REFERENCIAS CRUZADAS
w 61 1Co 8:6; Efe 4:6
x 62 Gén 2:7; Sal 100:3; Hch 17:25
y 63 Neh 5:8; Miq 7:2
z 64 Jos 23:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
un mismo padre. El paralelo con un mismo Dios indica que padre se refiere a Dios (cp. 1:6), no a Abraham. Israel a veces es llamado el hijo primogénito de Dios (Ex 4:22; Os 11:1).
nos portamos deslealmente unos contra otros. Una relación con Dios como Padre trae la responsabilidad de actuar fielmente con los que están en la familia.
Fuente: La Biblia de las Américas
Dentro de la comunidad de Israel la justicia debiera ser la expresión práctica de la verdadera espiritualidad. Aquí se encuentra la misma clase de injusticia que se desenfrenaba en la generación anterior (cp. Zac 11:4, 5).
Fuente: La Biblia de las Américas
Los matrimonios con personas no israelitas violaban la relación especial que Dios mantenía con los judíos como el padre de ese pueblo (Éxo 4:22). El matrimonio con los paganos estaba prohibido en Éxo 34:14-16 y Deu 7:3.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
uno contra otro… Lit. cada uno a su hermano.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit. cada uno a su hermano.