Comentario de Marcos 11:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Trajeron el borriquillo a Jesús y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.

11:7 — Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él — Así se cumplió profecía. Los mantos sirvieron de silla en que sentarse Jesús sobre el asnillo (Jua 12:14), y reflejaron el respeto de los discípulos hacia su Señor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

y trajeron el pollino. Zac 9:9; Mat 21:4, Mat 21:5; Luc 19:35.

y echaron sobre él sus mantos. 2Re 9:13; Mat 21:7, Mat 21:8; Luc 19:36; Jua 12:12-16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

11:7 — Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él — Así se cumplió profecía. Los mantos sirvieron de silla en que sentarse Jesús sobre el asnillo (Jua 12:14), y reflejaron el respeto de los discípulos hacia su Señor.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL QUE VIENE

Marcos 11:7-10

Le trajeron el borriquillo a Jesús, y pusieron sus mantos sobre él y montaron a Jesús encima. Muchos de ellos extendieron sus mantos por la carretera, y otros cortaban ramas en los campos y las extendían sobre la carretera. Y unos iban delante y otros detrás sin dejar de gritar:
-¡Salva ahora! ¡Bendito sea el Reino de nuestro padre David que viene! ¡Envía Tu salvación desde las alturas del Cielo!

El asnillo que trajeron no lo había montado nunca nadie. Eso era idóneo, porque una acémila que hubiera de usarse para un propósito sagrado no podía haberse usado antes para un uso corriente. Así se estipulaba, por ejemplo, de la ternera roja cuyas cenizas limpiaban de la contaminación (Nm 19:2 ; Dt 21:3 ).

El cuadro que se nos presenta es el de un populacho que no sabía lo que hacía. Nos muestra a una multitud de personas que creían en la realeza en términos de conquista, que era lo que pensaban desde hacía mucho tiempo. Curiosamente recuerda la entrada de Simón Macabeo en Jerusalén 150 años antes, después de aplastar a los enemigos de Israel en batalla: «Y a los veinte y tres días del mes segundo del año ciento y setenta y uno, entró en ella con alabanzas, y con ramos de palma, con arpas, y órganos, y címbalos, e himnos, y Cantares, por cuanto el enemigo grande de Israel había sido quebrantado» (1 Macabeos 13:51,13.0.). Le querían dar a Jesús una bienvenida de conquistador, pero no se hacían idea de la clase de conquistador que Él quería ser.

Los mismos gritos de la multitud demostraban por dónde iban sus pensamientos. Cuando extendían sus mantos por el suelo delante de Él hacía exactamente lo mismo que había hecho la multitud cuando el sanguinario Jehú fue ungido rey (2R 9:13 ). Gritaban: «¡Bendito el Que viene en el nombre del Señor!» Era una cita del Sal 118:26 , que debería leerse con una puntuación diferente: «¡Bendito en el nombre del Señor sea el Que viene!»

Hay aquí tres cosas acerca del grito en las que debemos fijarnos.
(i) Era el saludo normal que se dirigía a los peregrinos cuando llegaban al Templo con ocasión de las grandes fiestas.
(ii) «El Que viene» era el Mesías. Cuando los judíos hablaban del Mesías se referían a Él como El Que viene.

(iii) Pero es todo el origen del Salmo del que procedían las palabras lo que las hacía tremendamente sugestivas. En el año 167 a C. había surgido un rey extraordinario en Siria que se llamaba Antíoco. Había concebido la idea de que su deber era ser misionero del helenismo, e introducir la manera griega de vivir, el pensamiento griego y la religión griega hasta donde le fuera posible; hasta, si era necesario, por la fuerza. Trató de hacerlo en Palestina.
Por un tiempo sojuzgó Palestina. El tener un ejemplar de la Ley o el circuncidar a un niño eran crímenes que se castigaban con la muerte. Profanó los atrios del Templo. De hecho, hasta instituyó el culto del dios griego Zeus donde se había adorado a Jehová. Como un insulto deliberado ofreció carne de cerdo en el gran altar de los holocaustos. Convirtió las cámaras que bordeaban los atrios del Templo en burdeles. Hizo, en fin, todo lo que pudo por desarraigar la fe judía.

Fue entonces cuando se rebeló Judas Macabeo; y después de una alucinante carrera de victorias, expulso de Palestina a Antíoco y purificó y consagró de nuevo el Templo, un acontecimiento que conmemoraba, y todavía conmemora, la Fiesta de la Dedicación, en hebreo Januká. Y es muy probable que el Salmo 118 se escribiera para conmemorar aquel gran día de purificación, y para celebrar la victoria que había obtenido Judas Macabeo. Es el Salmo de un conquistador.

Una y otra vez vemos la misma tendencia en este incidente. Jesús había proclamado ser el Mesías; pero de tal manera que trataba de mostrar al pueblo que sus ideas acerca del Mesías estaban descaminadas; pero el pueblo no lo veía. Su bienvenida era la que habría correspondido, no al Rey del amor, sino al conquistador que hubiera derrotado a los enemigos políticos del reino de Israel.
En los versículos 9 y 10 aparece la palabra hosanna. Esta palabra se suele entender equivocadamente. Se cita y se usa como si fuera una alabanza; pero es una simple trascripción de la palabra hebrea que quiere decir ¡Salva ahora! Aparece en exactamente la misma forma en 2S 14:4 y 2R 6:26 , donde expresa el clamor del pueblo que pide ayuda y protección por parte del rey. Cuando el gentío gritaba hosanna, no era un grito de alabanza a Jesús, que es lo que parece cuando lo citamos o usamos, sino un grito que se dirigía a Dios para que irrumpiera y salvara a Su pueblo ahora que el Mesías había venido.

Ningún otro episodio nos muestra tan claramente como este el tremendo coraje de Jesús. En aquellas circunstancias, uno podría haber esperado que Jesús Se introdujera en Jerusalén de incógnito, y Se mantuviera a cubierto de las autoridades, que estaban dispuestas a eliminarle. En vez de eso, entró de tal manera que atrajo la atención de toda la gente. Una de las cosas más peligrosas que una persona puede hacer es dirigirse a un pueblo y decirle que todas sus ideas están equivocadas. Cualquiera que intente desarraigar los sueños nacionalistas de un pueblo se está buscando problemas. Pero eso fue precisamente lo que hizo Jesús. Aquí Le vemos haciendo la última llamada del amor, y haciéndola con un coraje verdaderamente heroico.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

h 527 1Re 1:33; Zac 9:9

i 528 Mat 21:7; Jua 12:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

7 (1) Indica humildad y mansedumbre ( Mat_21:5 y la nota 2).

7 (2) Indica la conducta de la gente y las virtudes expresadas en su conducta (véase Isa_64:6 ; Rev_19:8). Los discípulos pusieron sobre el pollino sus mantos con el fin de que el Señor se sentara en ellos, y muchos tendieron sus mantos en el camino para que pasara (v.8), lo que significa por una parte que lo reverenciaban, y por otra, que su conducta, la cual era una expresión de las virtudes humanas de ellos, era un asiento donde El podía reposar y un camino por el cual podía pasar (véase Mat_21:7 y la nota 1). Nuestros hechos y nuestra conducta deben preparar el camino para el Señor y también deben servir de asiento donde El pueda reposar.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro