Comentario de Marcos 1:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En seguida les llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca junto con los jornaleros, se fueron en pos de él.
1:20 — Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron — Los dos hijos de Zebedeo enseguida abandonan el negocio para siempre para ser apóstoles de Cristo, pero no dejan a su padre en una crisis, pues hay jornaleros que pueden seguir en el negocio del padre. Su decisión es inmediata; dejan al padre y siguen a Cristo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
y dejando a su padre. Mar 10:29; Deu 33:9; 1Re 19:20; Mat 4:21, Mat 4:22; Mat 8:21, Mat 8:22; Mat 10:37; Luc 14:26; 2Co 5:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
los jornaleros. Esto indica que el negocio de pesca de Zebedeo era próspero y que este era un hombre de importancia (cp. Jua 18:15).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:20 — Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron – Los dos hijos de Zebedeo enseguida abandonan el negocio para siempre para ser apóstoles de Cristo, pero no dejan a su padre en una crisis, pues hay jornaleros que pueden seguir en el negocio del padre. Su decisión es inmediata; dejan al padre y siguen a Cristo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Los hermanos abandonan no solamente sus redes, sino a su padre y el negocio de la familia. Así lo sugiere la presencia de jornaleros o «empleados» (TLA). No se trata de esclavos o siervos, sino de empleados a los cuales se les pagaba un jornal diario. En este sentido, Jacobo y Juan parecen haber tenido una mejor posición económica que Simón y Andrés, quienes no poseían barca ni jornaleros.
Reflexión bíblica y pastoral
Nos dice el texto que Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés, así como también a Jacobo y a su hermano Juan. Este ver no es casual, ya que Jesús está buscando a sus primeros discípulos. Por tanto, se trata de un ver que implica una búsqueda minuciosa, una elección. Jesús está mirando para encontrar. Cada uno de nosotros puede decir, seguramente, que Jesús lo encontró. No estamos en este camino del discipulado por iniciativa propia, sino como resultado de una respuesta a la iniciativa divina.
Este texto nos habla también del costo del discipulado. Estos hombres dejaron todo para seguir a Jesús. En el contexto de la Palestina del primer siglo, el abandonar la familia y el oficio para seguir a un líder carismático como Jesús era visto como algo que acarreaba vergüenza y deshonor para el grupo familiar. La responsabilidad de los hijos, sobre todo de los varones, era velar por los intereses de la familia y cuidar de sus padres cuando estos llegaran a viejos. Abandonar a los progenitores era algo realmente impensable, pues significaba rehusar cumplir con los deberes filiales prescriptos en la ley en aquel célebre mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre”. Sin embargo, aquí debemos tener sumo cuidado de no saltar apresuradamente a hacer aplicaciones teológicas anacrónicas. El propósito del relato es realzar la autoridad de Jesús y el magnetismo de su personalidad, no dictar leyes universales para todos los cristianos, en todo tiempo y lugar. Hay casos de personas que deciden dejar su núcleo familiar para seguir una vocación específica, pero esto no es algo exclusivo del cristianismo ni del ámbito religioso. Sucede también en otras profesiones, como la médica, por ejemplo. Dios seguramente espera nuestra devoción y dedicación total, pero no a expensas de nuestras familias y seres queridos. Desgraciadamente, el llamado al ministerio cristiano ha sido muchas veces utilizado como excusa para desatender las obligaciones paternas, filiales o matrimoniales. Si esto sucede, se debe más a un deseo nuestro, o a una elección personal, que a un requerimiento divino. No obstante, cada caso es específico y debe ser analizado en forma separada. Quizás sea más importante atender lo que Marcos está realmente queriendo decir con esta narración. Los discípulos son llamados a dejar su vida pasada, su posición en la estructura socioeconómica del Imperio Romano, para anunciar el arribo de una nueva era, la era de salvación, «el día en que Dios comience a reinar» (TLA).
La idea de pescar hombres puede ser entendida de muchas maneras. Puede tener una connotación positiva, sobre todo si se piensa en el agua como el lugar donde habitan los enemigos primordiales de Dios, el caos de la creación (Sal 74:13). Pero también puede tener una connotación negativa, de juicio divino. En el Antiguo Testamento se utiliza la idea de atrapar gente con ganchos para dar a entender que Dios está a punto de juzgar a los que oprimen al pueblo (cf. Jer 16:16; Eze 29:4-6; Eze 38:4; Amó 4:2; Hab 1:14-17). Una forma de entender esta pesca de hombres hoy día sería la del anuncio profético del juicio divino sobre los injustos y opresores. El mensaje del evangelio concientiza a las personas sobre su responsabilidad por las injusticias cometidas y las trae a un momento de decisión. La neutralidad es imposible. El pez muere fuera del agua. El ser humano que es atrapado en la red del juicio divino deberá dar cuentas a su Creador por sus acciones.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
20 super (1) Véase la nota 22 super (1) de Mt 4.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
§ Implícito.