Comentario de Marcos 1:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En seguida, cuando salieron de la sinagoga, fueron con Jacobo y Juan a la casa de Simón y Andrés.
1:29 — Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan — Conforme al texto griego, dice la RVA, “Enseguida, cuando salieron de la sinagoga …”. De la sinagoga fueron directamente a la casa de Simón y Andrés (compárese Luc 4:38). (Si su casa estaba en Capernaum, entonces se habían cambiado de Betsaida, Jua 1:44. De todos modos, Betsaida quedaba muy cerca de Capernaum). Solamente Marcos agrega el detalle de que la casa era también de Andrés. Jacobo y Juan acompañan al grupo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
vinieron a casa de Simón. Mat 8:14, Mat 8:15; Luc 4:38, Luc 4:39; Luc 9:58.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
casa de Simón y Andrés. Los dos hermanos, originarios de Betsaida (Jua 1:44), se habían mudado a Capernaum cuando Jesús estableció su centro de operaciones allí (vea la nota sobre el v. Mar 1:21). Jacobo y Juan. Solamente Marcos menciona su presencia en la curación de la suegra de Pedro.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:29 — Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan – Conforme al texto griego, dice la RVA, “Enseguida, cuando salieron de la sinagoga …”. De la sinagoga fueron directamente a la casa de Simón y Andrés (compárese Luc 4:38). (Si su casa estaba en Capernaum, entonces se habían cambiado de Betsaida, Jua 1:44. De todos modos, Betsaida quedaba muy cerca de Capernaum). Solamente Marcos agrega el detalle de que la casa era también de Andrés. Jacobo y Juan acompañan al grupo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
UN MILAGRO EN PRIVADO
Marcos 1:29-31
Y acto seguido, cuando salieron de la sinagoga; fueron con Pedro y Juan a casa de Simón y Andrés:’
La suegra de Pedro estaba acostada con un ataque de fiebre. Inmediatamente Le dijeron a Jesús lo que l pasaba. Él se dirigió a ella, la tomo de la mano y levantó; y la fiebre le desapareció, y ella se hizo cargo de lo que ellos necesitaban.
Jesús había hablado y actuado en la sinagoga de la mane ‘ más sorprendente. Cuando terminó el culto de la sinagoga; Jesús se fue con Sus amigos a la casa de Pedro. Los judío tenían la costumbre de tomar la comida principal del sábado inmediatamente después del culto de la sinagoga, a la hora sexta, es decir, a las 12 del mediodía. (El día judío empezaba a las 6 de la mañana, y las horas se contaban desde entonces) Jesús podría muy bien haber reclamado el derecho a descansar después de la experiencia emocionante y agotadora del culto de la sinagoga. Pero una vez más se Le hizo saber la necesidad de Su poder, y una vez más Él Se dio a los demás. Este milagro nos dice algo acerca de tres personas.
(i) Nos dice algo acerca de Jesús. Él no necesitaba una gran audiencia para ofrecer Su poder; estaba tan dispuesto a sanar en el pequeño círculo de una cabaña como entre la gran concurrencia de una sinagoga. Nunca estaba demasiado cansado para ayudar. La necesidad de otros siempre tenía prioridad sobre Su propio deseo de descansar. Pero, sobre todo, vemos aquí, como vimos en la sinagoga, el carácter exclusivo de los métodos de Jesús. Había muchos exorcistas en los tiempos de Jesús, que actuaban con enSalmos elaborados y fórmulas y encantamientos y parafernalia mágica. Jesús había dicho en la sinagoga una palabra de autoridad, y la sanidad se había producido.
Aquí tenemos lo mismo otra vez. La suegra de Pedro estaba sufriendo de lo que el Talmud llamaba «una fiebre ardiente.» Era, y todavía es, muy corriente en esa región particular de Galilea. El Talmud establece de hecho los métodos para tratarla. Se tenía que atar con un mechón de pelo un cuchillo totalmente hecho de hierro a un espino. En días sucesivos se repetía, el primero, Ex 3:2 s; el segundo, Ex 3:4 , y por último Ex 3:5 . Entonces se pronunciaba una cierta fórmula mágica, y así se suponía que se conseguía la curación. Jesús pasó completamente de toda esa parafernalia de la magia popular, y con un gesto y una palabra de autoridad y poder sanó a la mujer.
La palabra que se usa en griego para autoridad en el pasaje anterior es exusía; y exusía se definía como un conocimiento total unido a un poder total; eso era precisamente lo que Jesús poseía, y lo que estaba dispuesto a ejercer en una cabaña. Paul Toumier escribe: «Mis pacientes me dicen muy a menudo: «Es admirable la paciencia que tiene usted para escuchar todo lo que yo le digo.» Y yo les digo: «No es paciencia lo que tengo, sino interés.»» Un milagro no era para Jesús una manera de aumentar Su prestigio; el ayudar no era un deber pesado y desagradable; El ayudaba instintivamente porque estaba totalmente interesado en todos los que necesitaban Su ayuda.
(ii) Nos dice algo acerca de los discípulos. No hacía mucho que conocían a Jesús, pero ya habían empezado a aprender a presentarle todos sus problemas. La suegra de Pedro estaba enferma; el sencillo hogar estaba desquiciado, y la cosa más natural del mundo para los discípulos era decírselo a Jesús.
Paul Tournier nos cuenta cómo le llegó uno de los grandes descubrimientos de la vida. Solía visitar a un anciano pastor, que nunca le dejaba marchar sin hacer oración con él. A él le conmovía la extremada sencillez de las oraciones del anciano. Parecía sencillamente que continuaba una conversación íntima e ininterrumpida con Jesús. Paul Toumier prosigue: «Cuando yo volvía a casa y hablaba de ello con mi mujer, juntos Le pedíamos a Dios que nos diera a nosotros también aquel íntimo compañerismo con Jesús que tenía el anciano pastor. Des entonces Él es siempre el centro de mi devoción y mi compañero de viaje. A Él Le complace lo que yo hago (C Ec 9:7 ), y Se toma interés en ello. Jesús es un amigo , con el Que puedo discutir todo lo que me sucede en la vi
Él comparte mi gozo y mi dolor, mis esperanzas y mis temores. Él está allí cuando un paciente me habla de corazón, escuchándole conmigo y mejor que yo. Y cuando el paciente se va, y puedo hablar con El acerca de él.»
Ahí está la verdadera esencia de la vida cristiana. Como dic el himno: » Cuéntaselo en oración.» En tan poco tiempo, ya lo discípulos habían aprendido lo que llegaría a ser el hábito su vida: el llevarle todos sus problemas a Jesús y pedirle ayuda para resolverlos. (iii) Nos dice algo acerca de la suegra de Pedro. Tan pronto como se sintió bien, empezó a atender a las necesidades de los demás. Usó su salud recuperada para un servicio renovado Una gran familia escocesa tiene el lema: » Salvos para servir. Jesús nos ayuda para que podamos ayudar a otros.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Jesús sana a la suegra de Simón y a muchos otros enfermos (Mar 1:29-34)
Análisis de discurso
Esta sección y la anterior deberían considerarse juntas, ya que la acción se desarrolla en un mismo lugar, la casa de Simón, y Jesús se encuentra embarcado en la misma tarea de sanar y expulsar demonios. El tema de la sanidad une, pues, ambas secciones. En los versículos Mar 1:29-31, la sanidad se produce dentro de la casa de Simón, el día sábado. En los versículos Mar 1:32-34, Jesús obviamente tiene que salir fuera de la casa, debido a la cantidad de gente que se había agolpado a la puerta. Y ya no es el sábado, sino el día después.
TÍTULO: Casi todas las versiones separan estos dos pasajes y les asignan títulos diferentes. Sólo NVI los agrupa bajo el título «Jesús sana a muchos enfermos». Por nuestra parte, sugerimos el siguiente: “Jesús sana a la suegra de Simón y a muchos otros enfermos”.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
En algunas traducciones es difícil distinguir quiénes son los dueños de la casa a la cual Jesús se dirige al salir de la sinagoga. La casa pertenece a Simón y Andrés. Santiago y Juan son solamente parte del grupo. TLA no deja lugar a confusión, al traducir: «Se fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés».
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
La sanidad de los enfermos (ver Mat. 8:14-17; Luc. 4:38-41). Marcos ha presentado a Jesús echando demonios como una señal del reino de Dios, ahora lo presenta sanando a los enfermos. La suegra de Pedro fue sanada de una fiebre esa misma tarde del sábado, en su propio hogar (¿serán detalles que le debemos a Pedro?). Sigue, al atardecer, cuando se puso el sol (es decir, no siendo ya el sábado cuando el “trabajo” de sanar a los enfermos era permitido) parecía que toda Capernaúm estaba reunida a la puerta, trayendo a los enfermos y los endemoniados. Marcos hace una distinción entre los dos grupos, pero Jesús sanó a los dos. Cuando Marcos dice que muchos fueron sanados, no quiere decir que algunos no fueron sanados, sino que sólo se está refiriendo a la cantidad de sanidades. De nuevo, Jesús rehusó el testimonio de los demonios y los echó fuera.
Un detalle que sobresale de este relato es cómo una mujer que había sido sanada demostró su amor y gratitud hacia Jesús de inmediato y en formas prácticas dio de comer tanto al Señor como a una docena de sus discípulos hambrientos. No todos podrán predicar, pero todos pueden amar y servir en algo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
k 37 Luc 4:38
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Algunos mss. dicen: después que El había salido … vino
O, Santiago