Comentario de Marcos 13:21 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces, si alguien os dice: “He aquí, aquí está el Cristo,” o “He allí, allí está,” no le creáis.
13:21 — Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis — Véase ver.6, comentarios. La ocasión iba a produce falsos Cristos, reclamando poder salvar a Israel de los romanos. Pero Cristo el Mesías no iba a volver en persona a Jerusalén en esa época, sino desde la mano derecha de Dios iba a “venir” en el sentido de enviar a los romanos contra Israel para destruirle como nación. Compárese Mat 24:24-26.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Deu 13:1-3; Mat 24:5, Mat 24:23-25; Luc 17:23, Luc 17:24; Luc 21:8; Jua 5:43.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
para engañar, si fuese posible, muestra que el engaño no lograría su propósito en los escogidos. Una cualidad de ser salvo por Dios es ser guardado por Dios (cf. con 1Pe 1:3-5).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Mirad, aquí está el Cristo. Satanás hará aparecer muchos falsos cristos en un intento por engañar a los escogidos para que abandonen sus lugares de refugio. Falsos maestros dirán que Cristo está en las cercanías o está de regreso en Jerusalén o en cualquier otra parte de Judea.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
13:21 — Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis– Véase ver.6, comentarios. La ocasión iba a produce falsos Cristos, reclamando poder salvar a Israel de los romanos. Pero Cristo el Mesías no iba a volver en persona a Jerusalén en esa época, sino desde la mano derecha de Dios iba a “venir” en el sentido de enviar a los romanos contra Israel para destruirle como nación. Compárese Mat 24:24-26.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Cristo: Es mejor traducir «Mesías», junto con TLA y DHH. Lo mismo vale para el versículo Mar 13:22, con «falsos Mesías», en lugar de falsos cristos. La razón fundamental es que las audiencias contemporáneas tienden a pensar que aquí Jesús está advirtiendo sobre la llegada de personas que pretenderían ser él, cuando en realidad se está refiriendo a que tales personas pretenderían el título de Mesías. Serían falsos líderes que tratarían de engañar a los escogidos, es decir, «a los que Dios ha llamado a seguirlo» (TLA).
«Vendrán» (TLA) es una traducción más contemporánea que se levantarán y, además, no se confunde con el se levantarán del versículo Mar 13:12, que significa “se rebelarán”. Otra posibilidad aquí es “aparecerán”. Harán señales y prodigios: El griego dice “darán”, lo cual significa “hacer que aparezcan” (Bratcher y Nida, 412).
Reflexión bíblica y pastoral
Jesús utiliza pasajes de Daniel y de la tradición apocalíptica para pintar un cuadro de las señales del fin. Este cuadro apelaba al sector del pueblo que sufría bajo la opresión del Imperio Romano y de las autoridades religiosas de Israel. Dicho sector había perdido totalmente la fe en que su situación mejoraría a través de los procesos históricos viables. Su única esperanza residía en Dios y en la llegada de su reino.
Luego de presenciar cómo una pobre viuda dejaba en las arcas del templo el último sustento que le quedaba, Jesús abandonó el templo y emitió la profecía que condenaba al templo a convertirse en un montón de piedras. Luego describió un tiempo de inestabilidad política y social durante el cual sus seguidores serían perseguidos por su fidelidad al evangelio. No obstante, y a pesar de todo, el evangelio debería ser proclamado hasta que todas las naciones lo oyeran. Y aunque el templo fuera destruido, el fin no vendría sino mucho después. Y una vez llegado, sólo serían salvos aquellos que hubiesen permanecido fieles a Dios y a su reino. El propósito de este discurso era prevenir a los discípulos sobre los tiempos que se aproximaban y alentarlos para que permanecieran fieles a Dios hasta el fin.
Varias de las señales descriptas por Jesús se refieren, sin lugar a dudas, a la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Otras pintan un cuadro escatológico más general, semejante al que aparece en algunos pasajes del Antiguo Testamento, con guerras, terremotos y hambres (ver Isa 13:2-10; Isa 34:4; Amó 8:8-9; Joe 2:10-11, Joe 2:31; Joe 3:15; Eze 32:7-8, etc.). Para Jesús, las dos cosas —la profanación-destrucción del templo, por un lado, y el fin del siglo, por otro lado—iban juntas, sólo que la destrucción del templo sería el principio del fin (Mar 13:8, Mar 13:13, Mar 13:19), no el fin propiamente dicho. Esto era así también para Marcos. De ahí que haya incorporado esta tradición en su Evangelio. Sin embargo, para nosotros, lectores contemporáneos, se produce una dislocación en la cronología escatológica, pues sabemos que la destrucción de Jerusalén no trajo aparejado el fin del siglo. El mundo continúa y el reino de Dios no se ha establecido todavía. Aquí debemos recordar nuevamente que estamos en presencia del lenguaje religioso, no científico, que requiere ser interpretado de una manera muy particular.
Luego de leer pasajes como éste nos quedan más preguntas que respuestas. Quizás la única respuesta que, de manera más personal, encontramos aquí sea que la misión de la iglesia es proclamar el evangelio, cualquiera sea el precio que deba pagar o la tribulación que le toque atravesar. Siempre habrá oposición, impostores y sufrimiento en el mundo, y tantas cosas que harán que la gente desee más la muerte que la vida: guerras injustas, hambres, epidemias de enfermedades terribles, y terremotos, como el que produjo el catastrófico maremoto que acabó con doscientas cincuenta mil vidas en Asia. A través de este pasaje, Marcos le decía a su congregación que aún había mucho por hacer, y esto vale para nosotros también. El evangelio, la buena noticia del reino de Dios, debe ser proclamado y, lo que es más importante aún, encarnado en la vida de quienes se arriesguen a amar al prójimo. Quizás el destino apocalíptico del mundo resida en los silos nucleares de las grandes potencias, pero para la persona que tiene fe, el destino glorioso de la creación está en las manos del Dios de la vida.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
n 658 Luc 17:23; Luc 21:8
ñ 659 Mat 24:23; 1Jn 4:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
aquí está el Cristo…no le creáis. La referencia es a los falsos Cristos y falsos profetas que se presentarán (vers. 22) antes de la segunda venida del verdadero Mesías (vers. 24– 26; v. coment. en Mt 24:24).
Fuente: La Biblia de las Américas
B165 El imperativo de presente μὴ πιστεύετε ordena la abstinencia continua de una acción que aún no había comenzado (comp. el v. 7).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
I.e., el Mesías