Biblia

Comentario de Marcos 15:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Marcos 15:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En la fiesta Pilato solía soltarles un preso, el que pidiesen.

15:6 — Ahora bien, en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen — Véanse Jua 18:39; Mat 27:17. Pilato usa de esta costumbre de muestra de bondad y de favor personal hacia una pueblo sujeto a los romanos con la esperanza de que Jesús así gane su libertad (Luc 23:13-16; Jua 18:39).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Mat 26:2, Mat 26:5; Mat 27:15; Luc 23:16, Luc 23:17; Jua 18:39, Jua 18:40; Hch 24:27; Hch 25:9.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pilatos debe haber concluido que los cargos contra Jesús eran infundados, porque Marcos nos cuenta que él deseaba liberar a Jesús (v. Mar 15:9). Para que sus lectores pudieran comprender la complejidad de la situación, Marcos explica la costumbre local de liberar a un prisionero durante la fiesta, así como los detalles sobre Barrabás. Mateo llama a Barrabás un «notorio» prisionero, solamente Marcos lo clasifica como compañero de motín que habían cometido homicidio.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

en el día de la fiesta. La Pascua. les soltaba un preso. Fuentes antiguas seculares indican que los gobernadores romanos ocasionalmente declaraban una amnistía a petición del pueblo. Suponiendo que este hubiera sido el caso y hubieran solicitado ver al rey (a quien ya habían reconocido anteriormente en la semana, Mar 11:1-10) para liberar a alguien, Pilato indudablemente vio en esta costumbre anual la forma de salir airoso de su dilema con respecto a Jesús.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:6 — Ahora bien, en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen — Véanse Jua 18:39; Mat 27:17. Pilato usa de esta costumbre de muestra de bondad y de favor personal hacia una pueblo sujeto a los romanos con la esperanza de que Jesús así gane su libertad (Luc 23:13-16; Jua 18:39).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA ELECCIÓN DE LA MULTITUD

Marcos 15:6-15

Por el tiempo de la fiesta tenía la costumbre el gobernador de dejarle en libertad al pueblo a un preso, y se les dejaba escoger a quién. Había uno que se llamaba Barrabás, en la cárcel de los revolucionarios, que había cometido un asesinato durante la insurrección. La multitud acudió al tribunal de Pilato y se puso a pedirle que les cumpliera el procedimiento de costumbre. Pilato les preguntó:
-¿Queréis que o suelte al Rey de los judíos? -Porque sabía que los principales sacerdotes se Le habían entregado nada más que por malicia.
Los principales sacerdotes incitaron a la multitud a que insistiera en pedir la liberación de Barrabás. Pilato les preguntó otra vez:

-¿Y qué queréis que haga con el hombre que llamáis el Rey de los judíos?

De nuevo se pusieron a chillar:
-¡Crucifícale!
Pilato les dijo:
-¿Pues qué crimen ha cometido? La gente siguió gritando, cada vez más enloquecida: -¡Crucifícale!

Pilato quiso complacer a la multitud, y les soltó a Barrabás y entregó a Jesús para que Le crucificaran después de azotarle.

De Barrabás no sabemos nada más que lo que leemos en los evangelios. No era un ladrón, sino un bandolero, por lo menos. No era ningún ratero vulgar, sino un bandido peligroso, y debe de haber sido lo suficientemente audaz para ganarse el aprecio de la multitud. Tal vez podamos suponer la clase de persona que era. En particular había un grupo de judíos llamados los sicarii, que quiere decir portadores de dagas, que eran en realidad nacionalistas fanáticos y violentos. Estaban juramentados para cometer crímenes y asesinatos. Llevaban la daga bajo la capa, y la usaban a la primera oportunidad. Es muy probable que Barrabás fuera uno de esos hombres y, aunque era un asesino, era un hombre valiente, un verdadero patriota para muchos; y es comprensible que fuera popular con la multitud.

Para muchos ha sido siempre un misterio el que, menos de una semana después que la multitud aclamara a Jesús en Su entrada en Jerusalén, estuvieran pidiendo a gritos Su crucifixión. Pero no hay tal misterio. La razón es bien sencilla: se trataba de dos multitudes diferentes. Considerad el arresto de Jesús: fue deliberadamente secreto. Es verdad que los discípulos huyeron, y es probable que extendieran la noticia; pero ellos no podían haber sabido que el Sanedrín iba a violar sus propias leyes y llevar a cabo un simulacro de juicio por la noche. Debe de haber habido muy pocos de los simpatizantes de Jesús en aquella multitud.
Entonces, ¿quiénes eran? Pensadlo otra vez: la multitud sabía que había esa costumbre de soltar a un prisionero para la Pascua. Bien puede ser que fuera una multitud que se había reunido con la intención determinada de pedir la libertad de Barrabás. Serían entonces una multitud de simpatizantes de Barrabás. Cuando vieron la posibilidad de que quedara libre Jesús en vez de Barrabás se enfurecieron. Para los principales sacerdotes esta fue una oportunidad de oro. Las circunstancias les sonreían. Avivaron el clamor popular a favor de Barrabás, y les resultó fácil, porque era el deseo de la liberación de Barrabás lo que los había reunido allí aquel día. No es que la multitud fuera voluble, sino que era una multitud diferente.

Sin embargo, tenían que hacer una elección por sí mismos. Ante la alternativa de Jesús o Barrabás, escogieron a Barrabás.
(i) Escogieron la ilegalidad en vez de la legalidad. Eligieron a alguien que quebrantaba la ley en lugar de Jesús. Una de las palabras del Nuevo Testamento para pecado es anomía, que quiere decir ilegalidad. En el corazón humano hay una vena que rechaza la ley, que quiere hacer las cosas como le dé la gana, que quiere deshacer las barreras limítrofes y pisotear los restos de toda disciplina. Hay algo de esa actitud en todos los seres humanos. En Mandalay, Kipling hace decir al soldado:

Mándame adonde sea al Este de Suez, donde los mejores son como los peores, donde no existen los Diez Mandamientos y uno puede provocar una hambruna.

Hay veces cuando casi todos quisiéramos que no hubiera Diez Mandamientos. Aquella multitud representaba a hombres que prefieren la ilegalidad a la ley.
(ii) Eligieron la guerra en lugar de la paz. Escogieron al hombre sanguinario en vez de al Príncipe de Paz. En casi 3,000 años de Historia ha habido menos de 130 años en los que no hubiera una guerra rugiendo en algún sitio. La humanidad, en su increíble necedad, ha perseverado en tratar de arreglar las cosas mediante la guerras, que no arreglan nada. La multitud estaba haciendo lo que los hombres han hecho tantas veces, eligiendo al guerrero y rechazando al Pacificador.

(iii) Eligieron el odio y la violencia en lugar del amor. Barrabás y Jesús representaban dos actitudes opuestas. Barrabás representaba el corazón del odio, el puñal asesino, la violencia de la amargura. Jesús representaba el amor. Como ha pasado tantas veces, el odio reinó supremo en los corazones de los hombres, y el amor fue rechazado. Los hombres insistían en seguir su propio camino hacia la conquista, y rehusaron ver que la única verdadera conquista era la conquista del amor.

Puede que haya oculta una tragedia en una palabra. «Después de azotarle» es una sola palabra en el original. Los azotes Romanos eran algo terrible. El reo estaba doblado y atado de tal manera que tenía totalmente expuesta la espalda. El azote era una larga tira de cuero con trozos de hueso o de plomo incrustados. Literalmente desgarraba la espalda a tiras. Algunas veces le saltaba algún ojo al reo. Algunos morían en la tortura; otros se volvieron locos; pocos se mantenían conscientes hasta el final. Eso también Se lo hicieron a Jesús.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

«Tenía la costumbre de poner en libertad a alguno de los presos» (TLA) transmite mejor la idea. Se trata de algo que —al menos, según el texto—Pilato hacía habitualmente durante la celebración de la Pascua.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

i 796 Mat 27:15; Luc 23:17; Jua 18:39

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Véanse coments. en Mt 27:15, 16.

Fuente: La Biblia de las Américas

en el día de la fiesta. i.e., la Pascua.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

pidieran… Lit. pedían.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T268 La preposición que aparece en κατὰ δὲ ἑορτήν tiene un sentido distributivo: en cada fiesta (comp. R608).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit. pedían.

Fuente: La Biblia Textual III Edición