Luego, apareció a los once cuando estaban sentados a la mesa, y les reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
16:14 — Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa — La ocasión referida probablemente es la del evento narrado en Luc 24:36-43 y Jua 20:19-23.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
se apareció a los once mismos. Luc 24:36-43; Jua 20:19, Jua 20:20; 1Co 15:5.
a la mesa, y les reprochó. Mar 7:18; Mar 8:17, Mar 8:18; Mat 11:20; Mat 15:16, Mat 15:17; Mat 16:8-11; Mat 17:20; Luc 24:25, Luc 24:38, Luc 24:39; Jua 20:27; Apo 3:19.
su incredulidad y dureza de corazón. Núm 14:11; Sal 95:8-11; Heb 3:7, Heb 3:8, Heb 3:15-19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Después de la muerte de Judas (Mat 27:3-5; Hch 1:16-18), los discípulos fueron conocidos por un tiempo como los once. Jesús reprendió a los discípulos por no creer lo que las testigos contaron, pero pronunció una bendición sobre «los que no vieron y creyeron» (Jua 20:29). Las palabras de Jesús se aplicarían igualmente a los lectores originales de Marcos y a los creyentes de hoy en día también.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
los once. Los doce, exceptuando a Judas, quien había cometido suicidio (Mat 27:3-10). incredulidad y dureza de corazón. Por no creer a los testigos de la resurrección (vv. Mar 16:12-13; cp. Luc 24:10-11).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
16:14 — Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa — La ocasión referida probablemente es la del evento narrado en Luc 24:36-43 y Jua 20:19-23.
— y les reprochó — Jesús les reprende o censura. “Echóles en cara”, dice la traducción de Lacueva. Aquí aparece el mismo verbo griego que en 15:32, injuriar, o insultar, y en Mat 11:20, reconvenir.
— su incredulidad y dureza de corazón — Detrás de la incredulidad es la dureza de corazón. Véase 8:17, comentarios.
— porque no habían creído a los que le habían visto resucitado — Ellos habían tenido el testimonio de varios hombres y de un grupo de mujeres, pero sin creer. Jesús censura, o condena , el rechazamiento de testimonio ocular. Los hombres hoy en día siguen en su incredulidad, y están sin excusa, porque rechazan testimonio ocular. Véase Hch 10:40-41.
Los críticos incrédulos de la Biblia no pueden acusar a los discípulos de haber sido gente muy crédula y que por eso salieron a predicar acerca de un Cristo resucitado. Los discípulos persistían en su incredulidad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
los once. Véase Jn 20:19– 25 para una detallada descripción de esta aparición.
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit., reclinados