Comentario de Marcos 6:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces ellos salieron y predicaron que la gente se arrepintiese.
6:12 — Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen — Este fue el núcleo de su mensaje. ( Mateo, en 10:7, agrega, “ el reino de los cielos se ha acercado”). Marcos, en 1:45,15, da el contenido completo del mensaje. Véanse los comentarios allí, y también en 1:4. Considérese Hch 17:30.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
predicaban que los hombres se arrepintiesen. Mar 1:3, Mar 1:15; Eze 18:30; Mat 3:2, Mat 3:8; Mat 4:17; Mat 9:13; Mat 11:20; Luc 11:32; Luc 13:3, Luc 13:5; Luc 15:7, Luc 15:10; Luc 24:47; Hch 2:38; Hch 3:19; Hch 11:18; Hch 20:21; Hch 26:20; 2Co 7:9, 2Co 7:10; 2Ti 2:25, 2Ti 2:26.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
que los hombres se arrepintiesen era parte del mensaje principal de los apóstoles. El arrepentimiento era necesario para cultivar la nueva vida que Cristo ofrecía.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
se arrepintiesen. Vea las notas sobre Mar 1:15; Mat 3:2.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
predicaban … echaban fuera muchos demonios. Cp. el v. Mar 6:7. Mensajeros del evangelio, tuvieron repetido éxito expulsando espíritus inmundos de las personas. Esto demostró el poder de Cristo sobre el mundo sobrenatural y confirma su afirmación de ser Dios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:12 — Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen — Este fue el núcleo de su mensaje. ( Mateo, en 10:7, agrega, “ el reino de los cielos se ha acercado”). Marcos, en 1:45,15, da el contenido completo del mensaje. Véanse los comentarios allí, y también en 1:4. Considérese Hch 17:30.
Lucas (9:6) hace resumen de sus actividades en la palabra al decir, “anunciando el evangelio”.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL MENSAJE Y LA MISERICORDIA
DEL REY
Marcos 6:12-13
Así es que los Doce fueron por ahí proclamando la llamada al arrepentimiento; y expulsaron a muchos demonios, y sanaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.
Tenemos aquí, en un breve resumen, el reportaje de la obra que llevaron a cabo los Doce cuando Jesús los envió.
(i) Llevaron al pueblo el mensaje de Jesús. La palabra que se usa quiere decir literalmente la proclamación de un heraldo. Cuando los apóstoles salieron a predicar, no crearon un mensaje; transmitieron un mensaje. No le decían a la gente lo que ellos creían y lo que consideraban probable, sino lo que Jesús les había encargado. No eran sus propias opiniones lo que llevaban a la gente, sino la verdad de Dios. Los profetas siempre empezaban su mensaje diciendo: «Así dice el Señor.» El que quiera llevar a otros un mensaje efectivo debe antes recibirlo de Dios.
(ii) Le comunicaban al pueblo el Mensaje del Rey; y el mensaje del Rey era: «¡Arrepentíos!» Está claro que aquel era un mensaje inquietante. Arrepentirse quiere decir cambiar de mentalidad, y seguidamente ajustar toda la vida a ese cambio. Arrepentimiento quiere decir un cambio de corazón y de acción. No puede por menos de hacer daño, porque conlleva la amargura de darse cuenta de que el camino que se ha estado siguiendo era equivocado. No puede por menos de inquietar, porque supone una inversión total de la vida de arriba abajo. Precisamente por eso son tan pocos los que se arrepienten -porque lo que menos quiere la gente es que se la inquiete. Lady Asquith, en una frase lapidaria, habla de personas que «se deslizan perezosamente hacia la muerte.» Hay muchos que son así. Se resisten a toda actividad que requiera esfuerzo, y no sólo físico. La vida es para ellos » una tierra en la que siempre es la hora de la siesta.» En cierto sentido, es más atractivo, o menos repelente, el pecador positivo, activo, fanfarrón, que va lanzado hacia alguna meta que se ha propuesto, que el vago, negativo, nebuloso, que se deja arrastrar sin resistencia y sin dirección por la vida.
Hay un pasaje en la novela ¿Quo vadis? en el que Vicinio, el joven romano, se ha enamorado de una chica que es cristiana. Como él no lo es, ella no quiere saber nada de él. La sigue a una reunión nocturna secreta del pequeño grupo de cristianos; y allí, desconocido para todos, escucha el culto. Oye predicar a Pedro; y, cuando está escuchando, algo le sucede. «Sintió que, si quisiera seguir esa enseñanza, tendría que hacer un montón con todos sus pensamientos, costumbres y carácter, toda su vida hasta aquel momento, prenderle fuego y dejar que se redujera a ceniza, y entonces llenarse de una vida totalmente diferente y un alma totalmente nueva.» Eso es el arrepentimiento. Pero, ¿qué si uno no quiere más que que le dejen en paz? Lo que hay que dejar atrás no tiene que ser necesariamente asaltar, robar, asesinar, violar y otros pecados deslumbrantes. Puede que sea dejar una vida que es completamente egoísta, instintivamente exigente, totalmente inconsiderada; el cambio de una vida centrada en el yo a una vida centrada en Dios -y un cambio así duele. W. M. Macgregor cita un dicho del obispo de Los Miserables: «Yo siempre molestaba a algunos de ellos; porque, a través de mí, les llegaba el aire del exterior; mi presencia les hacía sentir como si se hubiera dejado abierta una puerta y estuvieran en la corriente.» El arrepentimiento no es nada sensiblero, sino algo revolucionario. Por eso son tan pocos los que se arrepienten.
(iii) Le llevaban al pueblo la misericordia del Rey. No sólo llevaban a las personas esa demanda inquietante; también llevaban ayuda y sanidad. Llevaban liberación a los pobres hombres y mujeres poseídos. Desde el principio, el Cristianismo se ha propuesto traer la salud al cuerpo y al alma; no sólo la salvación del alma, sino la salvación total. No sólo ofrecían
una mano para salir del naufragio moral, sino una mano para elevarse del dolor y el sufrimiento físico. Es de lo más sugestivo que ungieran con aceite. En el mundo antiguo, el aceite se consideraba una panacea. El gran médico griego Galeno decía: » El aceite es el mejor de todos los medios para curar las enfermedades del cuerpo.» En las manos de los siervos de Cristo, las viejas curas adquirían una nueva virtud. Lo extraño es que usaran las cosas que el conocimiento parcial de la humanidad había sabido desde siempre; pero el Espíritu de Cristo daba al sanador un nuevo poder, y a la vieja cura una nueva virtud. El poder de Dios se ponía a disposición de la fe de las personas en las cosas ordinarias.
Así que los Doce llevaron al pueblo el mensaje y la misericordia del Rey, y esa sigue siendo la tarea de la Iglesia hoy y siempre y en todas partes.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
«Los discípulos partieron» (TLA). Es preciso especificar quiénes son los que salieron a predicar, para no incluir a Jesús en el grupo. Otras versiones, además de TLA, agregan palabras similares: «los doce» (NVI), «los discípulos» (DHH). CEV, anticipando 6.30, sugiere «los apóstoles».
«Comenzaron a decirle a la gente que dejara de pecar y se volviera a Dios» (TLA): Pensamos que en ciertos contextos esta traducción es mucho más clara que la de RV95, que los hombres se arrepintieran, ya que incluye a todas las personas, y no sólo a los varones. Aunque por lo general la expresión hombres se refiere al género humano, es mejor utilizar vocablos que no den lugar a dudas. Hay muchas palabras que podrían utilizarse en lugar de hombres —por ejemplo, “personas”, “gente”, etcétera—, y no hay ninguna razón para no hacerlo.
Ungían con aceite: Ungir significa “frotar”. Esta aplicación era mayormente simbólica, no terapéutica. El aceite, generalmente de oliva, no sanaba; lo que sanaba era la fe del individuo. De todas las versiones consultadas, solamente TLA y CEV se preocupan por explicar el proceso de ungir con aceite. El traductor evaluará si esto es necesario. Si lo es, puede, entonces, seguir estas sugerencias: «Frotándoles aceite de oliva» (TLA) o «poniendo aceite de oliva sobre ellos» (CEV). Si en la región no se conoce el aceite de oliva, la traducción puede reemplazarlo por cualquier tipo de aceite vegetal.
Reflexión bíblica y pastoral
Los discípulos continúan la misión que comenzó Jesús y, en ese sentido, anticipan el trabajo de la iglesia primitiva. Marcos, por su parte, escribe entre los años 66 y 70 d.C, cuando ya se está viviendo esa realidad. Se dirige a un grupo de seguidores de Jesús que se encuentra abocado a la tarea de anunciar el evangelio. Quizás por eso Marcos sugiere una actividad que, si bien era propia de los primeros cristianos, no vemos que Jesús la realizara. Nos referimos a ungir con aceite. El aceite simbolizaba la presencia del Espíritu Santo, el cual habitaba en Jesús desde su bautismo. De ahí que él no usara aceite en sus sanidades.
Este pasaje cumple la función de recordar a los lectores originales cuál es su misión y cuáles son las posibles respuestas a la misma. El rechazo es una posibilidad, simplemente, porque también era una posibilidad para Jesús. Sin embargo, la misión debe continuar, y el acto simbólico de sacudir el polvo de las sandalias anticipa el juicio de Dios para los que rechazan su gracia. Sin embargo, esto no depende de los discípulos, cuya responsabilidad es ejercer la autoridad que Jesús les ha dado para anunciar el mensaje, liberar a los endemoniados y curar a los enfermos. La autoridad delegada se limita, precisamente, a eso, no incluye erigirse en jueces de las personas.
Jesús le ha dado a la iglesia una autoridad limitada, que podría resumirse en anunciar el mensaje del evangelio y llevar a cabo un ministerio de liberación en la sociedad. No es trabajo de la iglesia constituirse en juez de los demás. Esa autoridad le pertenece solamente a Dios. Haríamos bien en recordar esto cada vez que dialogamos con cristianos que no comparten nuestros puntos de vista, o con personas que no creen, o que tienen otra fe.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Mar 1:15; Mat 3:2; Luc 5:32; Hch 2:38.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
r 251 Hch 2:38; Hch 3:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
que todos se arrepintieran. Los discípulos comenzaron a predicar el mismo mensaje que Jesús y Juan el Bautista habían predicado.
Fuente: La Biblia de las Américas
12 super (1) Véase la nota 14 super (2) del cap.1.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
saliendo… Lit. habiendo salido.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R993 Ἵνα introduce aquí una cláusula de complemento directo después de ἐκήρυξαν: predicaban que los hombres se arrepintieran.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, proclamaban
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. habiendo salido.