Biblia

Comentario de Marcos 9:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Marcos 9:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y les hizo subir aparte, a solas, a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos.

9:2

— Seis días después — Lucas (9:28) nos dice, “como ocho días”. Mateo (17:1) y Marcos son más específicos.

— Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan — Compárese 5:37, comentarios; 14:33. La Ley de Moisés (Deu 19:15) requería dos o tres testigos. Véase también Mat 18:16. No sabemos por qué Jesús escogió a estos tres discípulos en particular.

— y los llevó aparte solos a un monte alto — Se supone que el lugar es el monte Hermón, pero no hay seguridad respecto a esto.

— y se transfiguró delante de ellos — Su forma fue cambiada . Lucas (9:29) nos dice que “la apariencia de su rostro se hizo otro”. Flp 2:6-8 ilustra el punto. Aparte de ver los milagros que atestiguaron a la deidad de Jesús, ahora estos tres testigos han de ver la gloria celestial de Jesús, y oír la voz de Dios el Padre. Véase 2Pe 1:16-18.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

seis días después. Mat 17:11; Luc 9:28.

Pedro, a Jacobo y a Juan. Mar 5:37; Mar 14:33; 2Co 13:1.

un monte alto. Éxo 24:13; 1Re 18:42, 1Re 18:33; Mat 14:13; Luc 6:12.

transfigurado delante de ellos. Mar 16:12; Éxo 34:29-35; Isa 33:17; Isa 53:2; Mat 17:2; Luc 9:29; Jua 1:14; Rom 12:2; 2Co 3:7-10; Flp 2:6-8; Flp 3:21; 2Pe 1:16-18; Apo 1:13-17; Apo 20:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Seis días después enlaza las predicciones de Jesús del versículo Mar 9:1 con los eventos de los versículos Mar 9:2-8. El monte alto era probablemente una de las colinas alrededor del Monte Hermón. Ellos probablemente no permanecieron en el Monte Hermón como tal, un pico de nieve que se levanta a unos 2.800 metros. Es el punto más alto de todo Palestina. Estos montes miraban hacia Cesarea de Filipo, donde Pedro hizo su confesión (Mar 8:27-29). La transfiguración de Jesús afectó profundamente a Juan y a Pedro, quienes mencionan esto en sus escritos (Jua 1:14; 2Pe 1:16-18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

SE TRANSFIGURÓ. Véase Luc 9:29, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Seis días después. Mateo y Marcos colocan la transfiguración «seis días después» de la promesa de Jesús (v. Mar 9:1); Lucas, incluyendo el día en el que la promesa fue hecha y el día mismo de la transfiguración, describe el intervalo como de «como ocho días» (Luc 9:28). Pedro, a Jacobo y a Juan. Vea la nota sobre Mar 5:37. Como parte del círculo íntimo de los discípulos de Jesús, se les permitió algunas veces atestiguar sucesos que los otros discípulos no pudieron presenciar (cp. Mar 14:33). un monte alto. Probablemente el Monte Hermón (a unos 2.804 m), la montaña más alta en los alrededores de Cesarea de Filipo (cp. Mar 8:27). transfiguró. De la palabra griega para «cambiar de forma», o «ser transformado». De alguna manera inexplicable, Jesús manifestó parte de su divina gloria a los tres discípulos (cp. 2Pe 1:16).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:2 — Seis días después — Lucas (9:28) nos dice, “como ocho días”. Mateo (17:1) y Marcos son más específicos.
— Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan — Compárese 5:37, comentarios; 14:33. La Ley de Moisés (Deu 19:15) requería dos o tres testigos. Véase también Mat 18:16. No sabemos por qué Jesús escogió a estos tres discípulos en particular.
— y los llevó aparte solos a un monte alto — Se supone que el lugar es el monte Hermón, pero no hay seguridad respecto a esto.
— y se transfiguró delante de ellos — Su forma fue cambiada . Lucas (9:29) nos dice que “la apariencia de su rostro se hizo otro”. Flp 2:6-8 ilustra el punto. Aparte de ver los milagros que atestiguaron a la deidad de Jesús, ahora estos tres testigos han de ver la gloria celestial de Jesús, y oír la voz de Dios el Padre. Véase 2Pe 1:16-18.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA GLORIA DE LA CUMBRE

Marcos 9:2-8

Seis días después, Jesús Se llevó a Pedro, Santiago y Juan a una montaña alta, solos ellos. Y Jesús cambió de aspecto en su presencia: Su ropa se volvió radiante, extraordinariamente blanca, tanto que no hay lavador en el mundo que la pueda poner tan blanca. Y se les aparecieron Elías y Moisés hablaba con Jesús. Pedro Le dijo a Jesús: ¡Maestro, qué estupendamente se está aquí! ¡Hagamos tres cabañuelas: una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías! Cuando dijo eso no sabía lo que estaba diciendo, porque los discípulos estaban llenos de temor. Y entonces les sobrevino una nube que los cubrió con su sombra, y se oyó una voz que venía de la nube: -¡Este es Mi Hijo amado! ¡Oídle a Él! E inmediatamente, cuando miraron a su alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, Que era el único que estaba con ellos.

Nos encontramos cara a cara con un incidente de la vida de Jesús que está revestido de misterio. Sólo podemos tratar de entenderlo. Marcos dice que esto sucedió seis días después de los incidentes de los alrededores de Cesarea de Filipo. Lucas dice que sucedió ocho días después. No tenemos aquí una discrepancia; los dos quieren decir lo que expresaríamos con » cosa de una semana después.» Tanto las iglesias de Oriente como las de Occidente celebran el recuerdo de la Transfiguración el 6 de agosto. No importa lo más mínimo que fuera o no fuera esa la fecha exacta; pero es un acontecimiento que haremos bien en recordar.
La tradición dice que la Transfiguración tuvo lugar en la cima del monte Tabor. La Iglesia Oriental de hecho llama la Fiesta de la Transfiguración el Taborion. Puede que la elección esté basada en la mención del monte Tabor en el Sal 89:12 ; pero es desafortunada. El Tabor está al Sur de Galilea, mientras que Cesarea de Filipo está bastante lejos hacia el Norte. El Tabor no tiene más que 300 metros de altura, y en tiempos de Jesús había una fortaleza en la cima. Es mucho más probable que este acontecimiento tuviera lugar entre las nieves perpetuas del monte Hermón, que tiene una altura de 3,000 metros, y está mucho más cerca de Cesarea de Filipo, y donde la soledad sería mucho más completa.

No podemos explicar lo que sucedió. Sólo podemos postrarnos reverentemente para tratar de entender. Marcos nos dice que la ropa de Jesús se volvió resplandeciente. La palabra que usa (stilbein) indica los destellos radiantes de una superficie pulimentada de bronce o de oro o de acero bruñido, o el dorado resplandor de la luz del Sol. Cuando el incidente llegó a su fin, una nube los cubrió con su sombra. En el pensamiento judío, la presencia de Dios se relacionaba regularmente con una nube. Fue en una nube donde Moisés se encontró con Dios. Fue en una nube como Dios vino al Tabernáculo. Fue una nube lo que llenó el Templo que había edificado Salomón cuando se dedicó. Y era el sueño de los judíos que, cuando viniera el Mesías, la nube de la presencia de Dios volvería al Templo Ex 16:10; Ex 19:9 ; Ex 33:9 ; 1R 8:10 ; 2 Macabeos 2: 8). El que descendiera una nube es una manera de decir que el Mesías había venido, y así lo entendería cualquier judío.

La Transfiguración tiene un doble significado.

(i) Representó algo muy precioso para Jesús. Él tenía que hacer Su propia decisión. Había tomado la determinación de dirigirse hacia Jerusalén, y eso representaba enfrentarse con la Cruz y aceptarla. Tenía que estar totalmente seguro de que era la decisión correcta antes de seguir adelante. En la cumbre de la montaña recibió una doble aprobación de su decisión.

(a) Moisés y Elías se reunieron con Él. Ahora bien, Moisés era el supremo legislador de Israel, al que debía la nación la Ley de Dios. Elías era el primero y el más grande de los profetas. Siempre se le recordaba como el profeta que había traído al pueblo la misma voz de Dios. Cuando estas dos grandes figuras se encontraron con Jesús, aquello quería decir que el más grande de los legisladores y el más grande de los profetas Le decían: » ¡Adelante!» Quería decir que veían en Jesús la consumación de todo lo que ellos habían soñado en el pasado; que veían en Él todo lo que la Historia esperaba y anhelaba. Es como si, en aquel momento, se Le asegurara a Jesús que seguía el camino correcto; porque toda la Historia había ido conduciendo a la Cruz.

(b) Dios habló con Jesús. Como siempre, Jesús no consultó con Sus propios deseos, sino Se dirigió a Dios y Le dijo: «¿Qué quieres que haga?» Le presentó a Dios todos Sus planes e intenciones, y Dios Le dijo: «Estás actuando como Mi propio Hijo amado. ¡Adelante!» En el Monte de la Transfiguración se Le aseguró a Jesús que no había equivocado Su camino. Vio, no sólo que la Cruz era inevitable, sino que era esencialmente correcta.

(ii) Aportó algo muy precioso a los discípulos.

(a) Se habían quedado apabullados por la afirmación de Jesús de que iba a Jerusalén para morir. Aquello les parecía la negación de todo lo que habían entendido acerca del Mesías. Estaban todavía alucinados y confusos. Estaban sucediendo cosas que no solamente les desarticulaban la mente, sino que también les quebrantaban el corazón. Lo que vieron en el Monte de la Transfiguración les daría algo a que aferrarse aun cuando no lo pudieran comprender. Con o sin la Cruz, habían oído la voz de Dios reconociendo a Jesús como Su Hijo.

(b) Los hizo testigos de la gloria de Cristo en un sentido muy especial. Un testigo se ha definido como una persona que, primero, ve, y después, muestra. En esta ocasión, en el monte, se les mostró la gloria de Cristo; y desde entonces tenían que guardar la historia de Su gloria en sus corazones, y contársela a los hombres, no inmediatamente, sino cuando llegara la hora.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

TÍTULO: Sugerimos que ambas secciones pueden ser comprendidas bajo el título: «Jesús comienza su ministerio y llama a sus primeros discípulos». NVI reconoce la unidad de ambas secciones bajo el título «Llamamiento de los primeros discípulos».

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

La transfiguración (Mar 9:2-13)

Análisis de discurso

Esta perícopa se divide en dos secciones: 1) la transfiguración de Jesús en la cima de un monte; y 2) la conversación con tres de sus discípulos al descender del mismo. La primera sección, Mar 9:2-8, narra la metamorfosis que Jesús experimenta en frente de sus discípulos: sus vestidos se vuelven blancos, resplandecientes, y dos profetas del Antiguo Testamento, Moisés y Elías, vienen a hacerle compañía y entablan con él una conversación cuyo contenido se desconoce. Pedro, nuevamente el vocero del grupo, pretende prolongar la teofanía y se ofrece para construir tres enramadas para los tres profetas. Como para disuadirlo de su empresa, una nube desciende sobre ellos y una voz del cielo atestigua que Jesús es el Hijo bien amado de Dios y que todos —suponemos que esto incluye también a Moisés y a Elías—deben escuchar su voz, es decir, obedecerle. Inmediatamente, la visión se disipa y Jesús aparece solo con los tres discípulos.

La segunda sección, Mar 9:9-13, narra una conversación entre Jesús y los tres discípulos, de la que sí conocemos su contenido. Jesús les ordena que no digan a nadie lo que han visto, al menos hasta después de la resurrección. Ellos no entienden por qué Jesús habla de su resurrección. Obviamente, no pueden aún aceptar su muerte, pues si lo hicieran, la resurrección sí tendría sentido. Por el contrario, los discípulos están todavía atrancados teológicamente en la interpretación de los escribas, quienes, de acuerdo con Mal 4:5-6, esperaban la llegada de Elías antes del día del Señor. En esta interpretación no había lugar para un Mesías sufriente, sino para uno victorioso. Elías vendría a anunciar un día de triunfo y no de muerte, ni siquiera de muerte y resurrección. Jesús, quizás pensando en Isa 53:1-12, dice a sus discípulos que la Escritura anuncia los sufrimientos del Mesías y agrega que Elías ya ha venido: era Juan el Bautista, aquel que había anunciado la llegada del reino de Dios y pagado con su vida la osadía de criticar el poder político de su tiempo. Según parece, Jesús hace una relectura de la profecía de Mal 4:5-6, cuando dice que tanto Elías como el Mesías iban a sufrir y a morir antes de que se llevara a cabo la restauración de la que había hablado Malaquías, pues dicha restauración se pondría en marcha, precisamente, con la resurrección del Hijo del hombre.

¿Qué función cumple esta perícopa en el contexto del resto del Evangelio? El lector atento verá que luego del anuncio de la venida del Hijo del hombre en gloria, en Mar 8:38, viene una predicción de Jesús sobre algunos que verían el reino de Dios venido con poder antes de morir. A continuación, tenemos la narración de la transfiguración, donde Jesús adquiere una apariencia gloriosa. ¿Será coincidencia? De ninguna manera. El anuncio de Mar 8:38 se refiere a la parusía del Hijo del hombre, la cual es descripta nuevamente en Mar 13:24-27, en términos, precisamente, de poder y de gloria. La afirmación de Mar 9:1 se refiere a la transfiguración, en la cual tres de los discípulos tienen la oportunidad de ver por adelantado un poco de esa gloria escatológica de Jesús, la cual garantiza la veracidad de sus palabras respecto a qué tipo de muerte iba a sufrir. Por eso, la voz del cielo les dice que deben de oírle, es decir, prestarle atención, hacerle caso.

TÍTULO: Coincidimos con la gran mayoría de las versiones consultadas en asignar a esta perícopa el título “La transfiguración”.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jesús tomó: Es mejor traducir «tomó consigo» (NVI, BL, BJ, etc.), pues ésta es la idea del verbo paralambanō. Allí se transfiguró delante de ellos: El verbo que se traduce “transfigurar” (metamorfoō) significa “transformarse”, “cambiar de forma”. Se puede traducir, entonces, «se transformó» (TLA), «cambió la apariencia» (DHH), «cambió de aspecto» (BL).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

La transfiguración (ver Mat. 17:1-13; Luc. 9:28-36). Ahora que al menos Pedro se había dado cuenta de quién era Jesús, éste se les apareció a Pedro, a Jacobo y a Juan tal como había sido, y como sería nuevamente en gloria. El resplandecientes, muy blancas de sus vestiduras es típico en la Biblia de los ángeles y seres celestiales. Elías y Moisés con toda claridad representan las esperanzas del AT en cuanto al reino de Dios. Moisés era un profeta tanto como el dador de la ley para Israel; Elías era esperado como el precursor del Mesías. Pedro balbuceaba sin sentido, como lo hacemos nosotros, cuando estaba asustado; no es necesario buscar teología profunda en sus palabras sin sentido. Jesús seguía siendo sólo el “rabí” o “maestro” para él, a pesar de su descubrimiento anterior. Pero, por haber usado la palabra enramadas, Pedro habría estado recordando cómo Dios bajó al monte Sinaí mucho antes y había hecho ver su gloria en una “enramada” (“tabernáculo” es la palabra original). Sin embargo, las palabras de Dios, no las de Pedro, forman el centro del pasaje. Nuevamente, igual que en el bautismo en el Jordán, Dios dio testimonio de su Hijo amado, e indicó que todos lo escucháramos (no a Pedro o a ninguna otra voz humana). Como en el Sinaí, la nube es el símbolo de la presencia de Dios. Repentinamente, Moisés y Elías desaparecieron y sólo Jesús quedó con los tres discípulos.

Se les advirtió que no dijeran nada de lo que habían visto hasta después de que Jesús resucitara de entre los muertos. Ellos no pudieron entender lo que les quería decir con estas palabras, aunque para nosotros todo parece muy sencillo. Debían haber sabido que al hacer alusión al Hijo del Hombre Jesús se refería a sí mismo, como todo judío ortodoxo creían en una resurrección general en el último día (Juan 11:24), pero ¿qué significaba esto? ¿Sería el volver a la vida como lo hizo la hija de Jairo? Jesús había identificado a Elías con Juan (el Bautista), en el sentido de que Juan había cumplido la tarea de Elías; y, al igual que Juan había sido rechazado y muerto, Jesús también lo sería (12, 13).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

b 402 Mat 17:1; Luc 9:28

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

un monte alto. Véase coment. en Mt 17:1.

se transfiguró. Véase coment. en Mt 17:2.

Fuente: La Biblia de las Américas

2 (1) Con respecto a los vs.2-13, véanse las notas de Mat_17:1-13 .

2 (2) O, transformó.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Seis días después. Luc 9:28 dice: «como ocho días después», lo que incluye los dos días del comienzo y del final, así como el intervalo de seis días completos entre el comienzo y el final.

a un monte alto. O el Tabor, 16 km. al SO del mar de Galilea, o el Hermón, 64 km. al NE del mar de Galilea.

transfiguró = transformó.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

O, Santiago

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. fue transformado.

9.2 g 2Pe 1:17-18.

Fuente: La Biblia Textual III Edición