Comentario de Mateo 11:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y respondiendo Jesús les dijo: —Id y haced saber a Juan las cosas que oís y veis:

11:4 — Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis (para que él las interpretara para contestar su propia pregunta, pues ningún profeta había hecho lo que Jesús hizo por su propio poder y por su propia autoridad (p. ej., 9:6, “el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados”) . 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, Isa 35:5-6. los muertos son resucitados (Mat 9:25; Luc 7:15, acabó de levantar a dos muertos) , y a los pobres es anunciado el evangelio; Isa 61:1 — (Luc 7:1-50, “21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”). Esto ocurrió “en esa misma hora” y probablemente al mencionar estos que fueron sanados, Jesús podía apuntar hacia ellos; es decir, es como si El hubiera dicho, “Aquí mismo está mi respuesta, mírelos”.

¿Pero qué tiene que ver esta respuesta con la pregunta de Juan? Las respuestas de Jesús casi siempre son muy indirectas. Me imagino que muchas veces al oír la respuesta de Jesús a sus preguntas los oyentes quedaron bien perplejos, frunciendo cejas y mirándose los unos a los otros y queriendo hacer otra pregunta para que Jesús aclarara su respuesta a la primera pregunta. ¿Por qué Jesús no contestó de forma más directa? Obviamente para hacernos pensar y razonar. El no nos trata como si fuéramos pajarillos con la boca abierta, sino como hombres creados a la imagen de Dios con la facultad mental como para entender asuntos de considerable importancia.

Al meditar en estas obras de Jesús los sinceros deberían recordar lo que los profetas decían del Mesías (Isa 35:5-6; Isa 61:1, etc.) Si Jesús hacía lo que, según los profetas, el Mesías (el que había de venir) haría, entonces ¿cuál es la conclusión lógica (la inferencia necesaria) acerca de la persona de Jesús? Por lo tanto, Jesús mismo citó a Isa 61:1, Isa 61:2 cuando enseñó en la sinagoga de Nazaret: Luc 4:1-44: “16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.

— y a los pobres es anunciado el evangelio (un punto culminante, ATR; una característica única y especial del Mesías). — ¿Por qué se incluye la predicación a los pobres entre los milagros de Jesús? Se incluye y con buena razón, pues tiene mucho que ver con la identidad del verdadero Mesías. ¿Cuántos grandes líderes mundiales se fijan en los pobres para servirles y ayudarles? Para muchos líderes de renombre los pobres no valen nada; son despreciados y hasta pisoteados. No había “evangelio” para los que no podían pagar (BWJ). Sólo valen para los propósitos egoístas de los grandes y famosos. No fue así con Jesús y no es así con verdaderos cristianos. Aquí está una marca de identidad del verdadero discípulo de Cristo: ama y sirve a los pobres.

Los hechos tienen poder para convencer. Compárense Mat 5:16; Jua 13:34-35; 1Pe 3:1-2, etc.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

haced saber a Juan. Jesús envió de vuelta a los discípulos de Juan como testigos oculares de muchos milagros. Evidentemente, Él realizó estos milagros en presencia de ellos para que pudieran decir a Juan que habían visto personalmente pruebas de que Jesús era, en efecto, el Mesías (cp. Isa 29:18-19; Isa 35:5-10). Note, sin embargo, que no ofreció mayor explicación a Juan, sabiendo perfectamente cuán fuerte era la fe de Juan (cp. 1Co 10:13).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:4 — Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis (para que él las interpretara para contestar su propia pregunta, pues ningún profeta había hecho lo que Jesús hizo por su propio poder y por su propia autoridad (p. ej., 9:6, “el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados”) . 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, Isa 35:5-6. los muertos son resucitados (Mat 9:25; Luc 7:15, acabó de levantar a dos muertos) , y a los pobres es anunciado el evangelio; Isa 61:1 – (Luc 7:1-50, “21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”). Esto ocurrió “en esa misma hora” y probablemente al mencionar estos que fueron sanados, Jesús podía apuntar hacia ellos; es decir, es como si El hubiera dicho, “Aquí mismo está mi respuesta, mírelos”.
¿Pero qué tiene que ver esta respuesta con la pregunta de Juan? Las respuestas de Jesús casi siempre son muy indirectas. Me imagino que muchas veces al oír la respuesta de Jesús a sus preguntas los oyentes quedaron bien perplejos, frunciendo cejas y mirándose los unos a los otros y queriendo hacer otra pregunta para que Jesús aclarara su respuesta a la primera pregunta. ¿Por qué Jesús no contestó de forma más directa? Obviamente para hacernos pensar y razonar. El no nos trata como si fuéramos pajarillos con la boca abierta, sino como hombres creados a la imagen de Dios con la facultad mental como para entender asuntos de considerable importancia.
Al meditar en estas obras de Jesús los sinceros deberían recordar lo que los profetas decían del Mesías (Isa 35:5-6; Isa 61:1, etc.) Si Jesús hacía lo que, según los profetas, el Mesías (el que había de venir) haría, entonces ¿cuál es la conclusión lógica (la inferencia necesaria) acerca de la persona de Jesús? Por lo tanto, Jesús mismo citó a Isa 61:1, Isa 61:2 cuando enseñó en la sinagoga de Nazaret: Luc 4:1-44: “16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.
— y a los pobres es anunciado el evangelio (un punto culminante, ATR; una característica única y especial del Mesías). — ¿Por qué se incluye la predicación a los pobres entre los milagros de Jesús? Se incluye y con buena razón, pues tiene mucho que ver con la identidad del verdadero Mesías. ¿Cuántos grandes líderes mundiales se fijan en los pobres para servirles y ayudarles? Para muchos líderes de renombre los pobres no valen nada; son despreciados y hasta pisoteados. No había “evangelio” para los que no podían pagar (BWJ). Sólo valen para los propósitos egoístas de los grandes y famosos. No fue así con Jesús y no es así con verdaderos cristianos. Aquí está una marca de identidad del verdadero discípulo de Cristo: ama y sirve a los pobres.
Los hechos tienen poder para convencer. Compárense Mat 5:16; Jua 13:34-35; 1Pe 3:1-2, etc.

Fuente: Notas Reeves-Partain

lo que oís y veis. En vez de indignarse por la pregunta de Juan, Jesús le envía un mensaje recordándole las profecías acerca del Mesías (vers. 5).

Fuente: La Biblia de las Américas