Pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó diciendo: —¡Señor, sálvame!
mas viendo el viento fuerte. Mat 26:69-75; 2Re 6:15; Mar 14:38, Mar 14:66-72; Luc 22:54-61; Jua 18:25-27; 2Ti 4:16, 2Ti 4:17.
Señor, sálvame. Mat 8:24, Mat 8:25; Sal 3:7; Sal 69:1, Sal 69:2; Sal 107:27-30; Sal 116:3, Sal 116:4; Lam 3:54-57; Jon 2:2-7; 2Co 12:7-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
30 (1) Pedro descendió de la barca y anduvo sobre el mar por fe en la palabra del Señor (v.29); sin embargo, cuando vio, el fuerte viento, su fe se esfumó. Debía haber andado por fe en la palabra del Señor, sin mirar las circunstancias (es decir, sin andar por vista). Mientras seguimos al Señor debemos andar por fe, y no por vista ( 2Co_5:7).
30 (a) Mat_8:25
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
al ver el viento… Es decir, al no fijar su mirada en Jesús → Heb 12:2.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Es decir, los efectos del vientou8230? y al no tener puestos los ojos en Jesu250?s. g Heb 12:2.