Cuando cruzaron a la otra orilla, llegaron a la tierra de Genesaret.
14:34 Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. 35 Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; 36 y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos. — Mat 9:1-38, “20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”. Probablemente muchos habían oído de esta sanidad y, por eso, “le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos”. Vemos algo semejante en Hch 5:1-42, “15 sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos”; también Hch 19:1-41, “11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. La gente tenía mucha confianza en Cristo y en los apóstoles y les interesaba el contacto con ellos, que tocaran a sus enfermos o, a lo menos, que pudieran tocar su ropa, o que su sombra cayese sobre alguno de ellos. Si Dios hubiera visto su conducta como pura superstición, habría pronunciado alguna palabra de exhortación o corrección, pero no fue así. Si la ropa de Jesús y Pablo o la sombra de Pedro sanaba, fue por la voluntad de Dios y no por haber virtud en tales artículos. No es necesario menospreciar la importancia de la sombra de Pedro y la ropa de Pablo, porque aun los apóstoles mismos eran simplemente instrumentos en las manos del Señor para sanar. No había poder en la sombra de Pedro ni en la ropa de Pablo, pero tampoco había poder en Pedro mismo o Pablo mismo aparte del poder que el Señor les había conferido. Estas prácticas bíblicas no apoyan en lo más mínimo la práctica de piadosamente conservar las supuestas reliquias (por ej., huesos de santos, astillas de la cruz, etc.).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
terminada la travesía. Mar 6:53-56.
a la tierra de Genesaret. Luc 5:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Genesaret. Un pueblo en la orilla NO del Mar de Galilea.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
14:34 Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. 35 Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; 36 y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos. – Mat 9:1-38, “20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”. Probablemente muchos habían oído de esta sanidad y, por eso, “le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos”. Vemos algo semejante en Hch 5:1-42, “15 sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos”; también Hch 19:1-41, “11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. La gente tenía mucha confianza en Cristo y en los apóstoles y les interesaba el contacto con ellos, que tocaran a sus enfermos o, a lo menos, que pudieran tocar su ropa, o que su sombra cayese sobre alguno de ellos. Si Dios hubiera visto su conducta como pura superstición, habría pronunciado alguna palabra de exhortación o corrección, pero no fue así. Si la ropa de Jesús y Pablo o la sombra de Pedro sanaba, fue por la voluntad de Dios y no por haber virtud en tales artículos. No es necesario menospreciar la importancia de la sombra de Pedro y la ropa de Pablo, porque aun los apóstoles mismos eran simplemente instrumentos en las manos del Señor para sanar. No había poder en la sombra de Pedro ni en la ropa de Pablo, pero tampoco había poder en Pedro mismo o Pablo mismo aparte del poder que el Señor les había conferido. Estas prácticas bíblicas no apoyan en lo más mínimo la práctica de piadosamente conservar las supuestas reliquias (por ej., huesos de santos, astillas de la cruz, etc.).
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL MINISTERIO DE CRISTO
Mateo 14:34-36
Cuando llegaron al otro lado se dirigieron a la tierra,. de Genesaret. Y la gente de aquel lugar, en cuanto le reconocieron, hicieron correr la voz de que había venido Jesús por todo el distrito de alrededor, y se pusieron a traerle a todos los enfermos que tenían, y le suplicaban que les dejara tocar aunque sólo fuera el borde de su manto; y todos los que le tocaban recuperaban la salud.
Este es simplemente uno de los breves pasajes de enlace de Mateo. Son una o dos frases de la narración evangélica que se podrían pasar por alto como de poca importancia; sin embargo es muy revelador de Jesús.
(i) Hay belleza aquí. Tan pronto como Jesús aparecía en algún sitio, la gente se agolpaba y clamaba por Su ayuda; y Él nunca la negaba. Sanaba a todos. No se nos dice aquí que predicara o enseñara; sólo se menciona que sanó. Lo más estupendo de Jesús era que enseñaba a la gente cómo es Dios mostrándoselo. No le decía a la gente que Dios se preocupa; se lo mostraba. De poco vale predicar el amor de Dios con palabras cuando no se muestra el amor de Dios en acción.
(ii) Pero hay también patetismo aquí. No se puede leer este pasaje sin ver en él que había cientos y miles de personas que querían a Jesús sólo por lo que Le pudieran sacar. Una vez que conseguían la sanidad que buscaban, no estaban realmente interesados en pasar más allá. Siempre ha sido un hecho que hay personas que querían los privilegios del Evangelio sin sus responsabilidades. Siempre ha sido un hecho que muchos de nosotros nos acordamos de Dios sólo cuando Le necesitamos. La ingratitud hacia Dios y hacia Jesucristo es el más feo de los pecados; y no hay pecado del que seamos culpables más frecuentemente y más despreocupadamente.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— Genesaret: Puede entenderse como comarca o como localidad. Estaba situada en la parte noroccidental del lago de Tiberíades, también conocido como lago de Genesaret o mar de Galilea.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Jesús el sanador (ver Mar. 6:53-56). De regreso al territorio de Herodes, Jesús nuevamente fue el centro de atención. Su atractivo popular era el enfoque en su ministerio de sanidad, y el resumen general de Mateo revela que era mucho más extenso de lo que las sanidades individuales registradas hasta ahora pudieran sugerir. El deseo de tocar el borde de su manto suena casi mecánico, pero ver 9:20-22 para una sanidad por este medio que fue de hecho un encuentro muy personal.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
d 702 Mar 6:53; Jua 6:21
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Genesaret. Este pequeño pueblo se encontraba en una área más grande del mismo nombre que era una llanura fértil y bien poblada. El pueblo se encontraba al sudeste de Capernaúm en la costa noroeste del mar de Galilea.
Fuente: La Biblia de las Américas
34 (a) vs.34-36: Mar_6:53-56
34 (b) Luc_5:1
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
tierra de Genesaret. NO del mar de Galilea.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
pusieron pie… Es decir, desembarcaron.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., llegaron a la
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, desembarcaron