Comentario de Mateo 15:25 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces ella vino y se postró delante de él diciéndole: —¡Señor, socórreme!
15:25 — Entonces ella vino y se postró ante él, (era mujer muy humilde; adoró a Cristo, véase 14:33, notas) diciendo: ¡Señor, socórreme! (Este es otro ejemplo de la importunidad — perseverar en oración — enseñada por Jesús en Luc 11:5-8; Luc 18:1-8. En tales casos de importunidad vemos la diferencia entre la verdadera oración que agrada a Dios y la oración como mera formalidad. Sea en privado o sea en la reunión de la iglesia, si vamos a “tener oración”, nos conviene orar — la expresión sincera y ferviente del corazón — y no simplemente “decir una oración”. Esta mujer bien sabía que Cristo era su única esperanza y nosotros ¿que? ¿tenemos otra?). 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. (Jesús no dice “perros” como en 7:6, sino que usa la forma diminutiva, “perrillos”, animal de casa, mascota. Jesús no compartió el prejuicio de los judíos contra los gentiles como se puede ver en 8:10-12; Luc 4:25-26) 27 Y ella dijo: Sí, Señor (debemos siempre estar de acuerdo con el Señor no importa lo que nos diga) ; pero aun los perrillos (debajo de la mesa, Mar 7:28) comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos (aun durante la comida. Ella aceptó que Jesús fue enviado a los judíos, pero aunque estaba sumisa a lo que El decía, buscaba otra verdad, otro aspecto de su voluntad para seguir apelando a El por su hija. Por eso, su argumento fue que aun durante su ministerio a los judíos, podría dar “migajas” a un pobre gentil. Esta mujer era humilde pero también muy lista. Al decir “perrillo” Jesús “le dio a la mujer un asidero argumentativo lo cual ella no demoró en agarrar” (JWM). Ella no manifestó resentimiento ni preguntó, “¿por qué”. No negó lo que Jesús dijo, pero simplemente aprovechó esta buena oportunidad para expresar su humildad y fe. ¿Por qué no se ofendió ella? ¿Por qué no dijo como muchos dicen en semejante caso, “Muy bien, si no quiere ayudarme y sólo quiere insultarme, es cosa suya, ya me voy”? Porque esta mujer no era egoísta, sino que amaba a su hija fervientemente y por esa razón tuvo un propósito firme y singular: quería de todo corazón que Jesús sanara a mi hija; por esa razón persistió.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
entonces ella vino. Mat 20:31; Gén 32:26; Ose 12:4; Luc 11:8-10; Luc 18:1.
y le adoró. Mat 14:33.
Señor socórreme. Mar 9:22, Mar 9:24.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Los «hijos» a los que Jesús se refería eran el pueblo de Israel.
los perrillos se refiere a los gentiles.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
15:25 — Entonces ella vino y se postró ante él, (era mujer muy humilde; adoró a Cristo, véase 14:33, notas) diciendo: ¡Señor, socórreme! (Este es otro ejemplo de la importunidad — perseverar en oración — enseñada por Jesús en Luc 11:5-8; Luc 18:1-8. En tales casos de importunidad vemos la diferencia entre la verdadera oración que agrada a Dios y la oración como mera formalidad. Sea en privado o sea en la reunión de la iglesia, si vamos a “tener oración”, nos conviene orar – la expresión sincera y ferviente del corazón — y no simplemente “decir una oración”. Esta mujer bien sabía que Cristo era su única esperanza y nosotros ¿que? ¿tenemos otra?). 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. (Jesús no dice “perros” como en 7:6, sino que usa la forma diminutiva, “perrillos”, animal de casa, mascota. Jesús no compartió el prejuicio de los judíos contra los gentiles como se puede ver en 8:10-12; Luc 4:25-26) 27 Y ella dijo: Sí, Señor (debemos siempre estar de acuerdo con el Señor no importa lo que nos diga) ; pero aun los perrillos (debajo de la mesa, Mar 7:28) comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos (aun durante la comida. Ella aceptó que Jesús fue enviado a los judíos, pero aunque estaba sumisa a lo que El decía, buscaba otra verdad, otro aspecto de su voluntad para seguir apelando a El por su hija. Por eso, su argumento fue que aun durante su ministerio a los judíos, podría dar “migajas” a un pobre gentil. Esta mujer era humilde pero también muy lista. Al decir “perrillo” Jesús “le dio a la mujer un asidero argumentativo lo cual ella no demoró en agarrar” (JWM). Ella no manifestó resentimiento ni preguntó, “¿por qué”. No negó lo que Jesús dijo, pero simplemente aprovechó esta buena oportunidad para expresar su humildad y fe. ¿Por qué no se ofendió ella? ¿Por qué no dijo como muchos dicen en semejante caso, “Muy bien, si no quiere ayudarme y sólo quiere insultarme, es cosa suya, ya me voy”? Porque esta mujer no era egoísta, sino que amaba a su hija fervientemente y por esa razón tuvo un propósito firme y singular: quería de todo corazón que Jesús sanara a mi hija; por esa razón persistió.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
z 731 Mar 7:26
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
se postró. Este era un acto de sumisión ante un rey o ante Dios en adoración y oración. Otras ocasiones en las cuales se le da reverencia a Jesús: 9:18; Mr 5:6, 33; Lc 5:12; y Ap 1:17.
Fuente: La Biblia de las Américas
25 (1) Como adorando a Dios mismo.
25 (2) Esta segunda vez ella se dirigió a Cristo sólo como «Señor», y no como «Hijo de David» porque se dio cuenta de que no era hija de Israel sino una mujer pagana.
25 (a) Mat_8:2
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
O, adoró