Comentario de Mateo 17:24 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Cuando ellos llegaron a Capernaúm, fueron a Pedro los que cobraban el impuesto del templo y dijeron: —¿Vuestro maestro no paga el impuesto del templo?

17:24 Cuando llegaron a Capernaum (por última vez), vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, (sueldo de obrero de dos días; este impuesto era para el mantenimiento del templo) Éxo 30:13; Éxo 38:26. y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25 El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? (Para hacerles pensar; 18:22; 21:28; 22:17, 42) Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos (ciudadanos), o de los extraños? 26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. (Jesús es el Hijo sobre la casa del Padre, Heb 3:6; el templo era la “casa de mi Padre”, Luc 2:49; Jua 2:16. Además, El era mayor que el templo, Mat 12:6). 27 Sin embargo, para no ofenderles (para no causar tropiezo, Mat 18:6-7; Rom 14:21; 1Co 8:9; 1Co 9:19-23; 1Pe 2:16), vé al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; moneda correspondiente a cuatro dracmas tómalo, y dáselo por mí y por ti. — Jesús demuestra otra vez el atributo de omnisciencia (véase 21:2, 3) y también hace el milagro de poner la moneda en la boca del pez. “Jesús contribuye para el sostenimiento del templo 1) Pone cuidado para evitar ser mal entendido; (a) habla de modo que Pedro no podía menos que entenderle; (b) obra de modo que los judíos no podían dejar de hacerlo 2) Al mismo tiempo que afirma ser el Hijo de Dios, cumple todo deber de un hombre bueno (comp 3:15), incluyendo el de tomar parte en las contribuciones religiosas. Renuncia su bien fundado derecho de ser exento, por temor de que su curso perjudicase a otros (comp 1Co 8:13; 1Co 9:12; 1Co 9:22)” (JAB).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

cuando llegaron a Capernaum. Mar 9:33.

las dos dracmas. Éxo 30:13; Éxo 38:26.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

las dos dracmas eran entregadas anualmente por todos los judíos, varones, adultos mayores de veinte años para mantener el Templo. Este impuesto estaba basado en Éxo 30:13 y equivalía a dos días de salario de un trabajador común. Evidentemente Jesús aun no había pagado el impuesto, y el cobrador del Templo le estaba recordando esto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

las dos dracmas. Un impuesto equivalente a dos días de salario, aproximadamente, que era recolectado anualmente entre los hombres mayores de veinte años, para el mantenimiento del templo (Éxo 30:13-14; 2Cr 24:9). Los hijos de los reyes estaban exentos del pago de impuestos y, técnicamente, Jesús al ser hijo de Dios, debía estarlo también (v. Mat 17:26). Sin embargo, para evitar ofender a alguien, Jesús accedió a pagar el impuesto por Él y por Pedro (v. Mat 17:27). Cp. Rom 13:1-7; Tit 3:1; 1Pe 2:13-17.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

17:24 Cuando llegaron a Capernaum (por última vez), vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, (sueldo de obrero de dos días; este impuesto era para el mantenimiento del templo) Éxo 30:13; Éxo 38:26. y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25 El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? (Para hacerles pensar; 18:22; 21:28; 22:17, 42) Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos (ciudadanos), o de los extraños? 26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. (Jesús es el Hijo sobre la casa del Padre, Heb 3:6; el templo era la “casa de mi Padre”, Luc 2:49; Jua 2:16. Además, El era mayor que el templo, Mat 12:6). 27 Sin embargo, para no ofenderles (para no causar tropiezo, Mat 18:6-7; Rom 14:21; 1Co 8:9; 1Co 9:19-23; 1Pe 2:16), vé al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; moneda correspondiente a cuatro dracmas tómalo, y dáselo por mí y por ti. – Jesús demuestra otra vez el atributo de omnisciencia (véase 21:2, 3) y también hace el milagro de poner la moneda en la boca del pez. “Jesús contribuye para el sostenimiento del templo 1) Pone cuidado para evitar ser mal entendido; (a) habla de modo que Pedro no podía menos que entenderle; (b) obra de modo que los judíos no podían dejar de hacerlo 2) Al mismo tiempo que afirma ser el Hijo de Dios, cumple todo deber de un hombre bueno (comp 3:15), incluyendo el de tomar parte en las contribuciones religiosas. Renuncia su bien fundado derecho de ser exento, por temor de que su curso perjudicase a otros (comp 1Co 8:13; 1Co 9:12; 1Co 9:22)” (JAB).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL IMPUESTO DEL TEMPLO

Mateo 17:24-27

Cuando llegaron , a Cafarnaum, se le acercaron a Pedro los cobradores del medio siclo del impuesto del templo y le dijeron:

¿Es que tu Maestro no paga el impuesto? .

-¡Claro que sí! -contestó Pedro. Y cuando entró en la casa, antes de que dijera nada, Jesús le dijo:
-¿Qué crees tú, Simón? ¿De quiénes cobran impuestos y tributos los reyes de la tierra,, de sus ciudadanos o de los extranjeros?
Cuando Pedro Le contestó que de los extranjeros, Jesús le dijo:
Así, es que. los ciudadanos están exentos. Pero, para no hacer que se escandalicen, vete al mar, echa la red, y coge el pez que caiga; y cuando le abras la boca encontrarás en ella un siclo. Tómalo, y dalo por ti y por Mí.

El templo de Jerusalén tenía unos gastos de mantenimiento elevadísimos. En todos los sacrificios de la mañana y de la tarde se ofrecía un cordero de un año, con vino, harina y aceite. El incienso que se quemaba todos los días tenía que comprarse y prepararse. Había que reponer con frecuencia las cortinas y las .ropas de los sacerdotes, que eran caras; y las vestiduras del sumo sacerdote costaban no menos que el rescate de un rey. Todo esto suponía dinero.
Así que, sobre la base de Ex 30:13 , estaba establecido que todos los varones judíos de veinte años para arriba debían pagar el impuesto anual del templo de medio siclo. En los días de Nehemías, cuando el pueblo era pobre, se redujo a la tercera parte de un siclo. Medio siels equivalía a dos dracmas griegas; por eso se llamaba corrientemente al impuesto didrajm, como aparece en este pasaje. Para hacernos una idea de su equivalencia actual diremos que era igual al salario de dos días de un jornalero. Este impuesto hacía que ingresaran en el tesoro del templo unos 15,000,000 de pesetas al año; pero no olvidemos en este cálculo que el salario diario sería de 10 pesetas. En teoría, el impuesto era obligatorio, y las autoridades del templo tenían poder para deducírselo a una persona de sus bienes si dejaba de pagarlo.

El método de cobro estaba cuidadosamente organizado. El día 1 del mes de adar, correspondiente a marzo, se anunciaba en todos los pueblos y aldeas de Palestina que había llegado el tiempo de pagar el impuesto. El día 15 del mismo mes se instalaban puestos en todos los pueblos y aldeas, donde se pagaba el impuesto. Si no se pagaba antes del 25 de adar, se podía abonar directamente en el templo de Jerusalén.
En este pasaje vemos a Jesús pagando el impuesto del templo. Los cobradores se dirigieron a Pedro y le preguntaron si su Maestro pagaba Sus impuestos. Es probable que la pregunta se hiciera con una intención maliciosa, esperando que Jesús rehusara pagar; porque, en ese caso, los ortodoxos tendrían algo de que acusarle. Pedro contestó inmediatamente que claro que su Maestro pagaba el impuesto. Después fue, y Se lo dijo a Jesús, y Jesús usó una especie de parábola en los versículos 25 y 26.
La escena representada tiene dos posibilidades de interpretación, pero en ambos casos su sentido es el mismo.
(i) En el mundo antiguo, las naciones que conquistaban y colonizaban a otras no tenían mucha idea ni intención de gobernar para favorecer a los pueblos sometidos. Más bien lo que consideraban era que los pueblos sometidos existían para ponerles a ellos las cosas más fáciles. En consecuencia, la nación conquistadora nunca pagaba tributo, aunque las demás sí lo pagaran. Eran las naciones sometidas las que soportaban la carga y pagaban los impuestos. Así es que Jesús puede que quisiera decir: «Dios es el Rey de Israel; pero nosotros somos el verdadero Israel, porque somos ciudadanos del Reino del Cielo; los extranjeros puede que tengan que pagar, pero nosotros somos libres.»
(ii) Pero es probable que la alegoría fuera mucho más sencilla. Si algún rey imponía tributo a una nación, está claro que no incluía en la obligación de pagarlo a su propia familia. Los impuestos se cobraban para el mantenimiento de su propia casa. El impuesto en cuestión era para el templo, que era la casa de Dios. Jesús era el Hijo de Dios. Él dijo cuando Sus padres Le encontraron en Jerusalén: » ¿Es que no sabíais que Yo tendría que estar en la casa de Mi padre?» (Lc 2:49 ). ¿Cómo iba a estar obligado el Hijo a pagar el impuesto que se cobraba para la casa de Su Padre?

A pesar de todo, Jesús dijo que tenían que pagar, no porque estuvieran sometidos a la ley, sino por urca obligación superior. Dijo que debían pagar » para no ofender a nadie.» El Nuevo Testamento usa siempre el verbo ofender (skandalizein) y el nombre ofensa (skándalon) en un sentido especial. El verbo no se usaba nunca con el sentido de insultar, o molestar, u ofender el orgullo de nadie. Siempre quena decir ponerle una piedra de tropiezo en el camino a alguien. Hacer que alguien tropezara y cayera. Por tanto, Jesús está diciendo: «Debemos pagar para no dar a otros mal ejemplo. No debemos conformarnos con cumplir con nuestro deber, sino que debemos actuar de tal manera que los demás puedan ver lo que tienen que hacer.» Jesús no Se permitiría nada que pudiera hacer que otra persona menospreciara las obligaciones normales de la vida. En la vida ,puede que haya a veces exenciones que se pueden reclamar; puede que haya cosas que nos podemos permitir hacer u omitir sin riesgo. Pero no debemos reclamar nada ni permitirnos nada que pueda ser un mal ejemplo para los demás.

Nos podríamos preguntar por qué se transmitió esta historia. Por razones de espacio, los evangelistas tuvieron que seleccionar su material. ¿Por qué incluyeron esta historia? El evangelio de Mateo se escribió entre los años 80 y 90 d C. Ahora bien, un poco antes de entonces los judíos y los cristianos israelitas tuvieron que enfrentarse con un problema real e inquietante. Ya vimos que todo varón judío a partir de los veinte años de edad tema que pagar el impuesto del templo; pero el templo fue destruido totalmente el año 70 d C., y ya no se reconstruyó. Después de la destrucción del templo, el emperador romano Vespasiano decretó que el medio siclo del impuesto del templo tenía que pagarse entonces a la tesorería del templo de Júpiter Capitolino de Roma.
Aquí sí que surgió un problema. Muchos de los judíos y de los cristianos israelitas se sintieron tentados a rebelarse contra esta imposición. Cualquier rebelión semejante que se produjera tendría consecuencias desastrosas, porque sería aplastada inmediatamente, y habría reportado a los judíos y a los cristianos la reputación de ser ciudadanos desleales y desafectos.
Esta historia se incluyó en los evangelios para decirles a los cristianos, especialmente a los del pueblo de Israel que, por muy desagradable que les resultara, tenía que asumir sus obligaciones como ciudadanos. Esta historia nos dice a nosotros que el Cristianismo y la buena ciudadanía van mano a mano. El cristiano que se exime de las obligaciones de la buena ciudadanía, no solamente está fallando como ciudadano, sino también como cristiano.

CÓMO PAGAR NUESTRAS DEUDAS

Mateo 17:24-27 (conclusión)

Ahora llegamos a la historia misma. Si la tomamos con un miope y crudo literalismo, quiere decir que Jesús le dijo a Pedro que fuera a pescar un pez, y que encontraría un stater en la boca del pez, que seria suficiente para pagar el impuesto de ellos dos. No es irrelevante advertir que el evangelio no nos dice si Pedro lo hizo. La historia acaba con el dicho de Jesús.

Antes de empezar a examinar el pasaje debemos recordar que a todos los pueblos orientales les encanta contar las cosas de la manera más dramática y vivaz posible; y que les encanta decir las cosas con una sonrisa radiante y sugestiva. Este milagro es difícil en tres sentidos.
(i) Dios no realiza un milagro para hacer lo que podemos hacer nosotros. Eso nos perjudicaría más que ayudarnos. Por muy pobres que fueran los discípulos, no necesitaban un milagro para ganarse dos medios siclos. No estaba fuera de las posibilidades humanas el ganar esa cantidad.
(ii) Este milagro transgrede la gran decisión de Jesús de no usar nunca Su poder milagroso para Su propio fin. Él podría haber convertido las piedras en pan para satisfacer Su propia hambre, pero rehusó hacerlo. Podría haber usado Su poder para elevar Su propio prestigio como obrador de maravillas, pero rehusó hacerlo. En el desierto, Jesús decidió de una vez para siempre no usar Su poder para Sus propios fines. Si se toma esta historia con un crudo literalismo, nos muestra a Jesús usando Su poder divino para satisfacer Su necesidad, y eso es algo que Jesús no haría jamás.
(iii) Si tomamos este milagro literalmente, hay un sentido en que llega a ser hasta inmoral. La vida sería un caos si una persona pudiera pagar sus deudas encontrando monedas en las bocas de los peces. Nunca se pretendió que la vida se organizara de tal manera que la gente pudiera cumplir sus obligaciones de una manera tan fácil y despreocupada. «Los dioses -dijo uno de los grandes griegos-han dispuesto que el sudor fuera el precio de todas las cosas.» Eso es tan cierto para el pensador cristiano como lo era para el griego.
En tal caso, ¿qué podemos decir a esto? ¿Tenemos que decir que esto no es más que una historia legendaria, mera invención imaginativa, y que no encierra ninguna verdad? ¡Nada de eso! No cabe duda de que algo sucedió.

Recordemos otra vez el amor de los orientales para las narraciones vivaces. Indudablemente lo que sucedió fue lo que sigue. Jesús le dijo a Pedro: «Sí, Pedro, tienes razón. Nosotros también debemos pagar nuestras deudas justas y legales. Bien, tú sabes cómo hacerlo. Vuele a pescar un día más. Recibirás dinero suficiente, y encontrarás dinero suficiente para pagar nuestras deudas en las bocas de los peces. Un día de pesca nos producirá iodo lo que necesitamos.»
Jesús estaba diciendo: «Vuelve a tu trabajo, Pedro. Esa es la manera como debemos :pagar nuestras deudas.» De igual manera, el mecanógrafo encontrará una camisa nueva en las teclas y la cinta de su máquina de escribir. El mecánico encontrará comida para sí mismo y para su mujer y familia en el cilindro del coche. El maestro encontrará dinero para cubrir sus gastos en la pizarra y la tiza. El empleado encontrará lo suficiente para mantenerse a sí mismo y a los suyos en el archivador y en los libros de oficina.
Cuando Jesús dijo esto, lo dijo con esa sonrisa sugestiva Suya, y con Su característico don para el lenguaje dramático. No estaba diciéndole a Pedro literalmente que encontraría una moneda en la boca del pescado. Lo que estaba diciéndole era que obtendría lo que necesitaba para pagar su deuda con un día de trabajo honrado.

RELACIONES PERSONALES

Mateo 18 es un capítulo sumamente importante para la ética cristiana, porque trata de las cualidades que deben caracterizar las relaciones personales del cristiano. Trataremos en detalle de estas relaciones cuando estudiemos el capítulo sección por sección; pero antes de hacerlo, será bueno que lo consideremos en conjunto. En él se especifican siete cualidades que deben caracterizar las relaciones personales del cristiano.

(i) La primera y principal es la cualidad de la humildad (versículos 1-4). Solo la persona que es tan humilde como un niño es ciudadana del Reino del Cielo. La ambición personal, el prestigio personal, la publicidad. personal y el provecho personal son móviles que no tienen lugar en la vida del cristiano. El cristiano es una persona que se olvida de sí en su devoción a Jesucristo y en su servicio a sus semejantes.

(ii) En segundo lugar está la cualidad de la responsabilidad (versículos 5-7). El más grande de todos los pecados es enseñar a otro a pecar, especialmente si ese otro es .un hermano más débil, más joven, menos experimentado. El juicio más severo de Dios está reservado para los que ponen una piedra de tropiezo en el camino de otros. El cristiano es consciente constantemente de ser responsable del efecto de su vida, sus obras, sus palabras, su ejemplo, en otras personas.

(iii) Les sigue la cualidad de la autorrenuncia (versículos 8-10). El cristiano es como un atleta para el que ningún entrenamiento es demasiado duro si le ayuda a obtener el premio; es como el estudiante que sacrifica el placer y el ocio a alcanzar su meta. El cristiano está dispuesto a seccionar quirúrgicamente de su vida cualquier cosa que le impida rendir una perfecta obediencia a Dios.

(iv) Está el cuidado individual (versículos 11-14). El cristiano se da cuenta de que Dios se cuida de él individualmente, y de que él mismo debe reflejar ese cuidado individual cuidándose de otros. Nunca piensa en términos de multitudes; siempre en términos de personas. Para Dios no hay nadie que carezca de importancia ni que se pierda en la multitud; para el cristiano todas las personas son importantes e hijas de Dios que, si está perdidas, deben ser halladas. El cuidado individual del cristiano hacia los demás es de hecho la razón y la dinámica del evangelismo.

(v) Está la cualidad de la disciplina (versículos 15-20). La amabilidad y el perdón cristianos no quieren decir que a una persona que esté en el error se le debe permitir hacer lo que le dé la gana. Hay que guiar y corregir a tal persona y, si fuera necesario, imponerle una disciplina que la haga volver al buen camino. Pero esa disciplina se ha de administrar siempre con un amor humilde, y no con una actitud de condenación basada en una propia justicia. Siempre se ha de administrar por deseo de reconciliación, y nunca por deseo de venganza.

(vi) Está la cualidad de la solidaridad (versículos 19-20). Se podría decir que los cristianos son personas que oran juntas. Son personas que buscan la voluntad de Dios en compañía, que escuchan y adoran juntas en comunión. El individualismo es lo contrario. del cristianismo.

,(vii) Está el espíritu de perdón (versículos 23-35); y el perdón del cristiano a sus semejantes se funda en el hecho de que él mismo es una persona perdonada. Perdona a otros de la misma manera que Dios, por causa de Cristo, le ha otorgado el perdón a él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— el impuesto del Templo: Lit. los didracmas. Se trata de monedas de dos dracmas, que era precisamente lo que cada varón judío adulto tenía que pagar como impuesto anual al Templo. El dracma era una moneda griega que equivalía más o menos a un denario romano; el denario, a su vez, solía ser la paga de un campesino por una jornada de trabajo. Ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Éxo 30:13; Éxo 38:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El impuesto del templo. Mientras que la mayoría de los judíos se resentían por los impuestos romanos, el pago anual de dos dracmas (ver nota de la RVA) de impuesto para el mantenimiento de templo y sus dependencias era un asunto de orgullo nacional. La pregunta del recolector infiere que ahora Jesús tenía una reputación de no ajustarse a las expectativas sociales. Jesús aquí ejerció su independencia, en principio: como Hijo de Dios él estaba eximido (cf. 12:5, 6: “uno mayor que el templo está aquí”), pero estaba dispuesto a pagar el impuesto para evitar que se ofendieran. Jesús era muy capaz de resistirse cuando la causa lo merecía (ver 15:12-14 y ¡en especial el cap. 23!), aunque aquí no venía al caso.

No se nos dice si Pedro salió a pescar, o si tuvo éxito. La médula del relato no está en el milagro propuesto, sino en la actitud de Jesús hacia los convencionalismos sociales.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) Lit.: “los dracmas dobles”. Gr.: ta dí·drakj·ma. Véase Ap. 8A.

REFERENCIAS CRUZADAS

z 806 Éxo 30:13; Éxo 38:26

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el impuesto de dos dracmas. Todo ciudadano de Israel mayor de 20 años tenía que pagar anualmente un impuesto de medio siclo (dos dracmas en el N.T.) para el sostenimiento del servicio del tabernáculo (Ex 30:11– 16; 38:26).

Fuente: La Biblia de las Américas

24 (1) Un impuesto que se cobraba a cada judío para el templo, y que equivalía a medio siclo (Éxo_30:12-16 ; Éxo_38:26).

24 (a) Mar_9:33

24 (b) Éxo_30:13-16 ; Éxo_38:26

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Este impuesto de medio estatero, o de medio siclo (2 dracmas) se cobraba anualmente para sostenimiento del templo. Jesús se anticipó a la confusión de Pedro, tratando de mostrarle que los miembros de la familia real están exentos de impuestos. Así, Jesús, el Hijo de Dios, no estaba personalmente obligado a pagar para el sostenimiento de la casa de Dios. No obstante, para evitar ofensas, estaba dispuesto a pagar. El pez milagrosamente pescado proveyó un estatero, o siclo, que equivalía a dos medios siclos, suficientes para el pago, tanto de Jesús como de Pedro.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

no paga…Éxo 30:13; Éxo 38:25-26.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Impuesto para sostener el templo, equivalente a dos denarios, o sea dos días de sueldo

Fuente: La Biblia de las Américas

g Éxo_30:13; Éxo_38:25-26.

Fuente: La Biblia Textual III Edición