Biblia

Comentario de Mateo 19:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 19:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos y orase. Pero los discípulos los reprendieron.

19:13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase (Gén 48:14; Mat 9:18) ; y los discípulos les reprendieron (a los que presentaron a los niños, Mar 10:13, por interrumpir la obra de Jesús, pensando que no era importante tomar nota de los niños; recuérdese 15:23, querían despedir a la mujer cananea). — Jesús había dicho (18:3), “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”, estableciendo que el niño pequeño era tipo o dechado para sus discípulos. Por eso, los niños eran muy importantes para Jesús. Mar 9:1-50, “36 Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: 37 El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió”. Aunque los niños tengan características negativas (11:16; 1Co 14:20; Efe 4:14), tienen cualidades dignas de imitarse: aparte de su inocencia y pureza, son dependientes, dóciles y dispuestos a ser enseñados.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

le fueron presentados unos niños. Mat 18:2-5; Gén 48:1, Gén 48:9-20; 1Sa 1:24; Sal 115:14, Sal 115:15; Jer 32:39; Mar 10:13; Luc 18:15; Hch 2:39; 1Co 7:14.

y los discípulos les reprendieron. Mat 16:22; Mat 20:31; Luc 9:49, Luc 9:50, Luc 9:54, Luc 9:55.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

¿Por qué me llamas bueno? Podría ser parafraseado como: «¿Por qué me preguntas por lo que es bueno?» El único que puede responder la pregunta sobre la bondad es Dios. El hecho que Jesús respondió la pregunta es una silenciosa afirmación de su deidad.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

NIÑOS. Véase Mar 10:16, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

19:13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase (Gén 48:14; Mat 9:18) ; y los discípulos les reprendieron (a los que presentaron a los niños, Mar 10:13, por interrumpir la obra de Jesús, pensando que no era importante tomar nota de los niños; recuérdese 15:23, querían despedir a la mujer cananea). – Jesús había dicho (18:3), “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”, estableciendo que el niño pequeño era tipo o dechado para sus discípulos. Por eso, los niños eran muy importantes para Jesús. Mar 9:1-50, “36 Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: 37 El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió”. Aunque los niños tengan características negativas (11:16; 1Co 14:20; Efe 4:14), tienen cualidades dignas de imitarse: aparte de su inocencia y pureza, son dependientes, dóciles y dispuestos a ser enseñados.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA BIENVENIDA DE JESÚS A LOS NIÑOS

Mateo 19:13-15

Le trajeron a Jesús unos niños para que les impusiera las manos y orara por ellos. Los discípulos hablaron muy ásperamente a los que los traían. Jesús dijo:
Dejad que vengan a Mí los niñitos, y no se lo impidáis; porque es a los que son como ellos a los que pertenece el Reino del Cielo.
Y Jesús puso Sus manos sobre ellos, y luego se marchó de allí.

Bien podemos decir que este es el incidente más simpático de toda la historia evangélica. Todos los personajes resaltan con claridad, aunque este pasaje no ocupa más que tres versículos.

(i) Tenemos a los que trajeron a los niños. Sin duda serían sus madres.
No nos sorprende que quisieran que Jesús les impusiera Sus manos. Habían visto lo que esas manos podían hacer; habían visto que la enfermedad y el dolor desaparecían a su contacto; las habían visto devolver la vista a ojos ciegos, y la paz a mentes angustiadas; y querían que esas manos tocaran a sus hijos. Esta es una de las historias que nos muestran claramente el supremo encanto de la vida de Jesús. Las personas que trajeron los niños no sabrían Quién era Jesús; estarían al tanto de que Jesús era todo menos popular con los escribas y fariseos, y los sacerdotes y saduceos y los representantes de la religión ortodoxa; pero se daban cuenta de que era una Persona extraordinaria.

Premanand cuenta una cosa que le dijo una vez su madre. Cuando Premanand se hizo cristiano, su familia le echó de casa y le cerró las puertas para que no volviera; pero a veces él se introducía para ver a su madre. Ella estaba muy apesadumbrada porque él se había hecho cristiano, pero no por eso dejó de amarle. Le dijo que cuando le llevaba en su vientre, un misionero le había dado un ejemplar de uno de los evangelios. Ella lo había leído, y todavía lo tenía. Le dijo a su hijo que no tenía ningún deseo de hacerse cristiana, pero que a veces, en los días antes de darle a luz, ella anhelaba que su hijo llegara a ser un hombre como Jesús.
Hay algo encantador en Jesucristo que todo el mundo puede ver. Es fácil creer que estas madres de Palestina creían que el toque de un Hombre así en las cabezas de sus niños les traería una bendición, aunque ellas no comprendieran cómo.
(ii) Estaban los discípulos. Los discípulos parece que fueron ásperos y hoscos; pero, si lo fueron, fue el amor lo que los movió. Su deseo era proteger a Jesús. Veían lo cansado que estaba; veían lo que Le costaba impartir sanidad. Les hablaba a menudo acerca de una cruz, y ellos tienen que haber notado en Su cara la tensión de Su corazón y alma. Lo único que querían era que no se molestara a Jesús. Eso era lo único que podían pensar entonces: que los niños eran una molestia para el Maestro. No debemos pensar que eran duros, ni condenarlos; lo único que querían era librar a Jesús de otra de esas demandas insistentes que siempre estaban drenando Sus fuerzas.
(iii) Está el mismo Jesús. Esta historia nos revela mucho acerca de Él.
Era la clase de Persona que aman los niños. George Macdonald solía decir que nadie puede ser seguidor de Cristo si a los niños les da miedo jugar a su puerta. Seguro que Jesús no era un asceta ceñudo, si los niños Le amaban. Además, para Jesús nadie carecía de importancia. Algunos podrían decir: » No es más que un niño. No le dejes que te moleste.» Pero Jesús no diría eso nunca. Nadie fue jamás una molestia para Jesús. Él no estaba nunca demasiado cansado u ocupado para darse totalmente a cualquier persona que Le necesitara. Hay una extraña diferencia entre Jesús y muchos famosos predicadores y evangelistas. A menudo es punto menos que imposible llegar a su presencia. Tienen una especie de cortejo y de guardaespaldas para mantener a la gente a distancia para que no cansen ni molesten al gran hombre. Jesús era todo lo contrario. El camino a Su presencia siempre estaba abierto para la persona más humilde y el chiquillo más pequeño.
(iv) Estaban los niños. Jesús decía de ellos que estaban más cerca de Dios que nadie más. La sencillez del niño está, desde luego, más próxima a Dios que ninguna otra cosa. La tragedia de la vida es que, a medida que nos hacemos mayores, nos vamos alejando de Dios en lugar de irnos acercando a Él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Los niños pequeños (ver Mar. 10:13-16; Luc. 18:15-17). Posiblemente, los discípulos pueden haber sido insensibles y vanidosos, o posiblemente estaban procurando proteger a Jesús de la excesiva atención. En todo caso, todavía no habían absorbido su escala revolucionaria de valores, en la cual “los pequeñuelos” eran los más grandes. El decir que de los tales es el reino de los cielos no era declarar la salvación automática de todos los niños, sino más bien (como en 18:1-5) establecer su estado humilde como el modelo para el discipulado.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

o 869 Mar 10:13; Luc 18:15

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

pusiera las manos. A menudo Jesús ponía las manos sobre otros para sanarlos (cp. 9:18; Mr 5:23; 6:5; 7:32; 8:23, 25; Lc 4:40; 13:13), pero aquí lo hace para impartir una bendición (cp. Gn 48:14– 20).

los reprendieron. El motivo de los discípulos fue sin duda el de proteger a Jesús de interrupciones innecesarias.

Fuente: La Biblia de las Américas

13 (a) vs.13-15: Mar_10:13-16 ; Luc_18:15-17

13 (b) Mat_20:31

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

los reprendieron… Esto es, a los que llevaban a los niños.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Esto es, a los que llevaban a los niu241?os.

Fuente: La Biblia Textual III Edición