Comentario de Mateo 20:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Mientras Jesús subía a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte y les dijo en el camino:
20:17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado (por Judas) a los principales sacerdotes y a los escribas, (el sanedrín o concilio) y le condenarán a muerte; 19 y le entregarán a los gentiles (a Pilato, el gobernador romano) para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; — Los judíos tenían que entregar a Jesús en manos de los romanos para que fuera crucificado, porque los judíos no crucificaban (los condenados eran apedreados, Hch 7:58) mas al tercer día resucitará. — 12:40; 27:63; 1Co 15:4. Sobre el tema de entregar a Cristo, la Biblia enseña (1) que fue entregado por Dios (Hch 2:23; Rom 8:32); (2) que Cristo se entregó a sí mismo (Efe 5:2); (3) que Judas lo entregó (26: 15, 16, 21, 48); (4) que los judíos le entregaron a los gentiles, 20:18, 19; (5) que Pilato “le entregó para ser crucificado” (27:26); y (6) que “fue entregado por nuestras transgresiones” (Rom 4:25; 1Pe 2:24).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
subiendo Jesús a Jerusalén. Mar 10:32-34; Luc 18:31-34; Jua 12:12.
tomó a sus doce discípulos. Mat 13:11; Mat 16:13; Gén 18:17; Jua 15:15; Hch 10:41.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Una vez más el Señor Jesús anticipaba su muerte y resurrección (Mat 16:21; Mat 17:9, Mat 17:22, Mat 17:23). Por primera vez Él se refirió a la forma en que habría de morir: por crucifixión.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Subiendo Jesús a Jerusalén. De esta forma comienza su viaje final a la cruz.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
20:17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado (por Judas) a los principales sacerdotes y a los escribas, (el sanedrín o concilio) y le condenarán a muerte; 19 y le entregarán a los gentiles (a Pilato, el gobernador romano) para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; — Los judíos tenían que entregar a Jesús en manos de los romanos para que fuera crucificado, porque los judíos no crucificaban (los condenados eran apedreados, Hch 7:58) mas al tercer día resucitará. – 12:40; 27:63; 1Co 15:4.
Sobre el tema de entregar a Cristo, la Biblia enseña (1) que fue entregado por Dios (Hch 2:23; Rom 8:32); (2) que Cristo se entregó a sí mismo (Efe 5:2); (3) que Judas lo entregó (26: 15, 16, 21, 48); (4) que los judíos le entregaron a los gentiles, 20:18, 19; (5) que Pilato “le entregó para ser crucificado” (27:26); y (6) que “fue entregado por nuestras transgresiones” (Rom 4:25; 1Pe 2:24).
¿Murió Jesús “en mi lugar”?
Introducción.
A. Rom 5:8, “Cristo murió por nosotros”. Esta verdad se afirma en varios textos. ¿Qué significa la palabra “por” (HUPER)?Murió “por” nosotros para expiar los pecados (Isa 53:10; Mat 20:28; 1Jn 2:2, etc.).
B. Pero el concepto de algunos es que Cristo tomó nuestro lugar cuando murió en la cruz, que nuestros pecados fueron transferidos a El, y que al morir era nuestro “substituto” y representante para la “satisfacción de la ley y justicia de Dios”.
C. Es doctrina calvinista. Habla del “sufrimiento vicario” de Jesús. Esta enseñanza comenzó en el siglo XI con Anselmo, arzobispo de Cantorbery, pero llegó a ser la doctrina básica de los “reformadores protestantes”. Está bien relacionado con los cinco puntos del calvinismo, mayormente con la enseñanza falsa de que los pecados del hombre son contados a Jesús, que El llegó a ser culpable de nuestros pecados, y que su justicia personal es contada al creyente.
D. Sin embargo, es importante observar y recordar que los términos “substituto”, “sufrimiento vicario”, “satisfacción por los pecados”, etc. no son bíblicos.
I. Algunos argumentos para “probar” la substitución.
A. Lev 16:21-22. El día de la expiación, el sacerdote ponía sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío, confesaba los pecados del pueblo sobre su cabeza y lo llevaban a tierra inhabitada. El animal llevaba todas sus iniquidades. Se afirma que lo mismo pasó con Cristo; es decir, los pecados del hombre fueron imputados (contados) a Cristo, nuestro substituto.
1. La Biblia nunca hace comparación entre Cristo y este macho cabrío (Azazel). Si se busca alguna semejanza, conviene observar el ver 9, el primer macho cabrío “sobre el cual cayere la suerte por Jehová”, porque lo ofrecerá en expiación”.
2. Pero el segundo macho cabrío (Azazel) no era inmolado. Su sangre no era derramada y, por eso, no podía ser tipo de Cristo.
B 2Co 5:21, Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Este texto es citado frecuentemente por los calvinistas. Creen que en sentido literal Cristo llegó a ser pecado literal, que llegó a ser la esencia del pecado y que, por eso, era rechazado por Dios como abominable, porque aceptan el concepto de la “substitución”.
1. Pero la palabra “pecado” aquí se usa como se encuentra en Levítico. Por ejemplo, Lev 4:21; Lev 4:25; Lev 6:25 y más de 50 veces, en el texto original (tanto el hebreo como el griego) la palabra es simplemente “pecado”, pero se traduce “expiación” u “ofrenda por el pecado”.
2. Heb 10:8, “Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste”. La palabra “expiaciones” es simplemente “pecado”.
3. Rom 8:3, “Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado”; es decir, como dice Lacueva, “como ofrenda por el pecado”. LBLA dice, “ como ofrenda por el pecado”.
4. El animal que se usaba como ofrenda por el pecado tenía que ser perfecto, sin defecto. Si Cristo hubiera sido “pecado” en sentido literal, no podría haber ser ofrenda por el pecado 1Pe 1:18, “sabiendo que fuisteis rescatados.. con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación ”.
II 1Pe 2:24, “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia”.
A. Cristo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz. Sobre esto no hay discusión, pero ¿qué significa este texto?
B. Isa 53:4, “Ciertamente llevó (nasa) él nuestras enfermedades … y llevará (sabal) las iniquidades de ellos.. habiendo él llevado (nasa) el pecado de muchos”.
1. Mat 8:16, “trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”. Al sanar a los enfermos Jesús cumplió Isa 53:4, que El llevó nuestras enfermedades y iniquidades, pero al llevar las enfermedades de la gente Jesús no se enfermó. Las enfermedades de la gente no fueron transferidas al El. Al llevar la enfermedad del leproso no llegó a ser leproso. Al llevar la enfermedad de los endemoniados El no llegó a ser endemoniado. Al llevar enfermedades El las quitó, las removió.
2. La palabra griega que se traduce “llevar” es BASTAZO. Esta es la palabra usada por el Espíritu Santo para traducir las palabras hebreas nasa y sabal. Quiere decir llevar, transportar, remover.
3. Por lo tanto, cuando la Biblia dice que Cristo llevó nuestros pecados, no quiere decir que nuestros pecados fueron transferidos a El, sino que El los llevó en el sentido de removerlos.
4. Heb 9:26, “en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”.
5. Jua 1:29, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
III. ¿Qué significa la preposición “HUPER”?
A. Calvinistas citan Deu 24:16, “Los padres no morirán por (HUPER) los hijos, ni los hijos por (HUPER) los padres; cada uno morirá por su pecado”. Dicen que HUPER quiere decir “en lugar de”, pero esto no es correcto. Se refiere a la práctica de las naciones de castigar a los hijos cuando castigaban al padre y castigaban al padre cuando castigaban a los hijos. P. ej., Est 9:13-14, los diez hijos de Amán fueron ahorcados con su padre 2Cr 25:3-4 es un ejemplo de obedecer Deu 24:16. Así, pues, no había substitución en este texto, sino que los miembros de la familia se castigaban juntos con el culpable.
B. Jua 10:11-15, “el buen pastor su vida da por las ovejas”. Calvinistas dicen que la palabra “por” (HUPER) indica substitución, pero si los lobos matan al pastor, no lo matan en lugar de las ovejas; es decir, no por eso estarán en paz las ovejas? Jua 13:37-38, Pedro dice a Cristo, “Mi vida pondré por ti”. ¿Pensaba morir Pedro en lugar de Cristo? Lo que él quería decir se ve cuando sacó la espada para pelear por Cristo. Estaba dispuesto a morir por proteger a Jesús. Esto es lo que el pastor hace cuando da su vida por las ovejas.
C. Jua 11:49-52, Caifás dice, “Vosotros no sabéis nada; 50 ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. 51 Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación”. Se argumenta que esto quiere decir que Jesús iba a morir en lugar de, o como substituto, de la nación, pero la profecía decía que Jesús iba a morir físicamente para que la nación no pereciera eternamente.
D 2Co 5:14-15, “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”. Este es uno de los textos predilectos de los que abogan por la substitución, pero el v 15 dice que Cristo murió y resucitó por ellos. ¿Resucitó Jesús en lugar de nosotros?
E. Gál 3:13 (uno de los favoritos textos de los que enseñan la substitución), “3 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero”. Se afirma que la única manera en la cual una maldición podría caer sobre una persona inocente sería por medio de la substitución. ¿En qué sentido fue “hecho por nosotros maldición”? Simplemente porque la ley de Moisés decía, “Maldito todo el que es colgado en un madero” y, aunque fue completamente inocente, la realidad es que El sí fue colgado en un madero y lo hizo “por nosotros” (para salvarnos). Pero ¿nos tocó a nosotros ser colgados en un madero? Claro que no. Entonces no hay substitución en este texto.
IV. ¿Qué significa la preposición ANTI?
A. Mat 20:28, “el Hijo del Hombre … vino para dar su vida en rescate por (ANTI) muchos”.
1. Aun el Interlineal Lacueva dice “POR MUCHOS. Lit. en favor de – y en lugar de – muchos”. Esto muestra cuán arraigado está el concepto de la substitución.
2. Pero obsérvese el contexto. ¿Cuál es el tema? El servir a otros (véanse los versículos anteriores). No está hablando de hacer algo en lugar de otros, sino en favor de otros, para el beneficio de otros. Luego se refiere a sí mismo como ejemplo de su enseñanza, y ese ejemplo incluía el sacrificio de su vida “por” (ANTI) muchos. La idea de substitución no cabe en esta enseñanza.
B 1Ti 2:5-6, “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate (ANTILUTRON) por (HUPER) todos”. Jesucristo nos compró con su sangre, pero no lo hizo “en lugar de” nosotros, porque la Biblia no enseña que el pecador debe ofrecerse como sacrificio por sus pecados. Jesús es el Redentor y si El tomó nuestro lugar, ¿nos tocaba ser redentores?
V. Jesús no tomó nuestro lugar.
A. No tomó nuestro lugar en la muerte física, pues Heb 9:27 dice que todos tenemos que morir, aun los más fieles cristianos.
B. No tomó nuestro lugar en la muerte espiritual, porque El no murió espiritualmente.
C. No murió físicamente para tomar nuestro lugar en la muerte espiritual. Cristo sí murió físicamente para que nosotros pudiéramos escapar de la muerte espiritual y eterna pero Es imposible que una muerte física tomara el lugar de la muerte espiritual y eterna (la separación de Dios).
D. No tomó nuestro lugar como sacrificio por los pecados, porque no nos tocó ser sacrificados en una cruz por nuestros pecados.
E. No tomó nuestro lugar en sufrir por la justicia. Muchos cristianos han sufrido torturas indecibles por la fe. ¿Por qué han tenido que sufrir así si Cristo tomó su lugar en sufrir por la justicia? Juan y Jacobo habían de beber el vaso de sufrimiento (20:23).
F. No tomó nuestro lugar en el castigo por los pecados, porque la paga del pecado es la muerte eterna (separación de Dios). Desde luego, Jesús no sufrió ese castigo.
G. No removió la ira de Dios contra el pecado, porque esa ira todavía existe, 2Ts 1:7-9.
H. La teoría substitución/satisfacción niega la gracia de Dios, porque si nuestro castigo ha sido transferido a Jesús, nuestro substituto, y El ya lo sufrió, entonces nosotros no tenemos que sufrirlo. La deuda hubiera sido cancelada antes de nuestro nacimiento. Esto niega la gracia de Dios, porque según esa teoría la deuda quedó cancelada y, por eso, Dios nos debe la salvación. ¿Cómo puede obligarnos a pagar la deuda cuando nuestro substituto ya la pagó?
I. No tomó nuestro lugar en la obediencia al Padre. Se nos dice que la substitución fue hecha posible por la perfecta vida y la perfecta obediencia de Jesús, lo cual significa salvación por obras perfectas, realizadas en la cruz, proveyendo salvación por medio de perfectas obras por nosotros (en lugar de nosotros). Según esta teología Dios nos debe la salvación. Esto contradice el evangelio, el plan de Dios para nuestra salvación. Además, promueve el antinomianismo (no hacer caso de la ley de Dios). La obediencia nuestra sería por demás, superflua, insignificante.
J. Obviamente, pues, la doctrina de substitución lleva a otra: la imposibilidad de caer de la gracia.
VI. Nadie cree que Jesús era nuestro substituto en sentido literal.
A. A pesar de tantas afirmaciones acerca de nuestro “Substituto” y su “sufrimiento vario”, etc. los comentaristas tienen que aceptar que todo esto no es cierto en sentido literal.
B. ¿Nos tocó a nosotros ser crucificados en una cruz romana? Nadie cree esto. Dios nunca enseñó que la humanidad debería ser ofrecido como sacrifico sobre algún altar o cruz, para que después Cristo viniera al mundo para ser nuestro substituto. Por eso, Jesús no tomó “nuestro lugar” sobre la cruz. Esto no es concepto bíblico.
C. El sufrimiento de Jesús en la cruz fue una experiencia horrible y nadie lo minimiza, pero ¿se puede comparar con el sufrimiento eterno del pecador en el lago de fuego? Nadie dirá que sí.
D. Si al morir en la cruz Cristo quitó la ira de Dios contra el pecado (de esa manera satisfaciendo la justicia divina), pagó nuestra deuda, aceptó nuestra culpa y castigo, entonces ha hecho todo por nosotros y no nos queda responsabilidad alguna. La única conclusión lógica de todo esto sería la salvación universal o la expiación limitada del calvinismo.
E. Por lo tanto, todos deben abandonar este concepto porque en primer lugar la Biblia no lo enseña, y en segundo lugar aun sus proponentes no lo creen. Lo enseña simplemente porque el calvinismo lo requiere. Sin este eslabón se quiebra la cadena calvinista: (1) el pecado de Adán contado al hombre (por eso, todos nacen pecadores); (2) los pecados del hombre contados a Jesús; (3) la justicia personal de Jesús contada a los creyentes. El eslabón central (número 2) requiere el concepto “substitución”. Sin este eslabón la cadena se rompe.
VII. La Biblia enseña que nosotros mismos tenemos que hacer algo para ser salvos.
A. Mar 16:16; Hch 2:38, creer, arrepentirnos, ser bautizados para perdón de los pecados.
B 1Jn 3:7, somos justos si practicamos la justicia.
C. Hch 10:35, Dios nos acepta si obramos justicia.
D. Mat 25:32-46, para escapar del castigo tenemos que hacer buenas obras.
E. Mat 7:21-23, los únicos que serán salvos son los que hacen la voluntad de Dios.
F. Estos textos, y muchos otros, muestran que la doctrina de substitución es error.
G. Algunos argumentan por la substitución y luego argumentan por la necesidad de la obediencia. Estos se contradicen. El calvinismo prácticamente quita toda responsabilidad humana porque enseña que la gracia de Dios es irresistible para los elegidos y que una vez llamados no pueden caer de la gracia. Esto les parece lógico, porque creen que Jesús ya lo hizo todo “en su lugar”.
H. Pero la verdad es que la gracia de Dios (el evangelio) provee el Salvador que es “el camino, la verdad y la vida” (Jua 14:6). El es nuestro acceso (entrada) al Padre (Efe 2:18). Jesucristo provee el medio de nuestra salvación, pero no es nuestro “substituto”.
Fuente: Notas Reeves-Partain
HACIA LA CRUZ
Mateo 20:17-19
Conforme iba subiendo hacia Jerusalén, Jesús tomó aparte a los doce discípulos y les dijo mientras iban de camino:
Fijaos: Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, que Le condenarán a muerte y Le entregarán a los gentiles para que se burlen de Él y Le azoten y Le crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
Esta fue la tercera vez que Jesús anunció a Sus discípulos que iba de camino a la Cruz (Mt 16:21 ; Mt 17:22 s). Tanto Marcos como Lucas añaden sus propios detalles al relato para mostrar que en esta ocasión había en el grupo apostólico una atmósfera tensa y un presagio de tragedia inminente. Marcos dice que Jesús iba caminando solo por delante, y los discípulos estaban alucinados y atemorizados (Mr 10:32-34 ). No comprendían lo que estaba sucediendo, pero podían ver en cada línea del cuerpo de Jesús la lucha de Su alma. Lucas también nos dice que Jesús Se llevó consigo aparte a los discípulos a solas para tratar de hacerles comprender lo que les esperaba más adelante (Lc 18:31-34 ). Aquí tenemos el primer paso decisivo hacia el último acto de la inevitable tragedia. Jesús Se puso en camino hacia Jerusalén y la Cruz deliberadamente y con los ojos abiertos.
Había una extraña totalidad en el sufrimiento que Jesús Se anticipaba; era un sufrimiento en el que no faltaría ningún dolor de corazón o mente o cuerpo.
Había de ser entregado traidoramente a manos de los principales sacerdotes y los escribas; ahí vemos el sufrimiento del corazón quebrantado por la deslealtad de los amigos. Había de ser condenado a muerte; ahí vemos el sufrimiento de la injusticia, que es tan difícil de soportar. Había de ser objeto de burlas para los Romanos; ahí vemos el sufrimiento de la humillación y de los insultos deliberados. Había de ser azotado; pocas torturas ha habido en el mundo que se pudieran comparar con el látigo romano, y aquí vemos el sufrimiento del dolor físico. Por último, había de ser crucificado; allí vemos el sufrimiento supremo de la muerte. Es como si Jesús hubiera de reunir en Sí mismo toda clase de sufrimiento físico, emocional y mental, que el mundo pudiera infligir.
Aun en tal momento Sus palabras no terminaron ahí, sino que Jesús pasó a anunciar confiadamente Su Resurrección. Al otro lado del telón del sufrimiento se encontraba la Revelación de la gloria; al otro lado de la Cruz estaba la Corona; al otro lado de la derrota estaba la victoria, y al otro lado de la muerte, la vida.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Jesús predice su muerte por tercera vez (ver Mar. 10:32-34; Luc. 18:31-34). La mención repetida de Jerusalén subraya lo que quedaba por delante, y esta vez la predicción es más detallada, incluyendo el ser condenado a muerte (eso es, una ejecución oficial), entregado a los gentiles, burlado, azotado y crucificado. Esta es la primera vez que la crucifixión ha sido mencionada explícitamente (aunque en 16:24 está implícita). Todo el catálogo de humillación y sufrimiento no deja lugar para visiones de gloria para el Hijo del Hombre.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
o 908 Mar 10:32; Luc 18:31
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Aquí está reflejada la omnisciencia de Jesús: El sabía dónde sería muerto; que el Sanedrín lo entregaría; que los romanos se burlarían de El, le azotarían, le crucificarían y que resucitaría al tercer día. Esta tercera predicción de la pasión (v. coment. en 16:21), más que las otras, destaca la muerte de Cristo: por ej., « crucificarle» (vers. 19) se menciona aquí por primera vez.
Fuente: La Biblia de las Américas
17 (a) vs.17-19: Mar_10:32-34 ; Luc_18:31-33
17 (b) Luc_9:51 ; Jua_12:12
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Tres son los puntos principales que merecen notarse en este pasaje.
1. El anuncio que en términos explícitos hizo nuestro Señor de su muerte. Por tercera vez comunicó á sus discípulos la aterradora verdad que era preciso que El sufriera y muriera.
Jesús sabia desde el principio todo lo que le había de pasar. Desde su primera edad vio en la perspectiva el Calvario; y sin embargo, lleno de calma, dirigió hacia él sus pasos, sin tornarse á derecha ó á izquierda. Jamás ha habido dolor como su dolor, ó amor como su amor.
2. La mezcla de ignorancia y fe que se nota aun en muchos cristianos sinceros. La madre de Santiago y Juan ocurrió á nuestro Señor con sus dos hijos, é hizo á favor de estos una súplica muy extraña. Rogó que El dijera que en su reino se sentaran el uno á su derecha y el otro á izquierda. Dejase comprender, pues, que en lo que tocaba á Santiago y á Juan habían sido inútiles las palabras que el Señor había dicho acerca de su pasión y muerte. Solo pensaban en su trono y el día de su gloria. En su súplica se dejaba ver mucha fe, pero mucha más flaqueza. En cuanto creyeron en que Jesús era el próximo Rey, merecían encomio; mas en cuanto se olvidaron que iba á ser crucificado antes de que ascendiese al trono, merecían vituperio.
3. La solemne reconvención que pronunció nuestro Señor con motivo de la súplica que la esposa de Zebedeo y sus dos hijos habían hecho. Les dijo: «No sabéis lo que pedís.» Habían pedido que se les permitiese participar de la bienaventuranza de su Maestro, mas no habían pensado que primero tenían que participar de sus padecimientos. 1Pe 4:13. Se habían olvidado que los que deseaban estar con Cristo en la gloria tenían que libar su cáliz y recibir su bautismo. No comprendieron que solo los que cargan con la cruz pueden obtener la corona.
Pero, ¿no incurrimos nosotros en el mismo error en que incurrieron los hijos de Zebedeo? ¿No hacemos súplicas imprevisivas? Pedimos que Dios conceda que, cuando muramos, nuestras almas se salven y vayan al cielo. Esa súplica es á la verdad muy buena. Pero ¿estamos listos á tomar la cruz y seguir á Jesucristo? ¿Estamos dispuestos á abandonar el mundo por amor suyo? Si no, nuestro Señor podrá decirnos á nosotros también: «No sabéis lo que pedís.» Pedimos otras veces que Dios nos haga buenos y santos. Pero ¿estamos listos á someternos á cualesquiera pruebas que Dios en su sabiduría quiera enviarnos? ¿Hémonos resignado á que se nos purifique por medio del infortunio, á que se nos separe del mundo por medio del duelo, á que se nos acerque á Dios por medio de las enfermedades y la tristeza? Si no lo estamos, nuestro Señor podrá con razón decirnos: «No sabéis lo que pedís.»
Fuente: Los Evangelios Explicados
los doce… M↓ añaden discípulos.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
M i registran discípulos.