Biblia

Comentario de Mateo 23:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 23:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,

23: 29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. — Profesaban honrar la memoria de los profetas fieles que sufrieron por la causa de justicia. Querían la reputación de identificarse con esos profetas, pero al mismo tiempo rechazaron el ejemplo y enseñanza de los profetas, y conspiraron contra Jesucristo quien enseñaba como aquellos profetas. Si querían identificarse con los profetas, les convenía vivir de acuerdo a sus enseñanzas y apoyar a Cristo, pero, por lo contrario, pensaban y hacían precisamente como sus padres al odiar el mandamiento de Dios de que se arrepintieran. Dios quería que se convirtieran, que nacieran otra vez del agua y del Espíritu, que hubiera transformación por medio de la renovación de la mente, pero los fariseos odiaban esta enseñanza y en ese momento estaban conspirando contra Jesús para hacer callar su boca. ¿Cuál sería más fácil, embellecer los sepulcros de los profetas o seguir su enseñanza?

Hablan bien de los profetas, porque éstos ya estaban muertos. No temen a los profetas muertos porque ya no les condenaban, no exponían su hipocresía. Era popular honrar a los profetas, edificar y embellecer monumentos para honrarles. Lo hacían con todo gusto, porque los profetas ya no hablaban. Sin embargo, se identificaban a sí mismos como hijos de los perseguidores, diciendo, «nuestros padres». Compárese Hch 7:51, «vuestros padres». Bien decían «nuestros padres» porque tenían el mismo carácter que ellos. Por eso Jesús les llama “generación” (descendencia; «camada”, LBLA) de víboras (3:7; 12:34), porque estaban llenos de veneno (malicia).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

porque edificáis los sepulcros. Luc 11:47, Luc 11:48; Hch 2:29.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

23: 29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. — Profesaban honrar la memoria de los profetas fieles que sufrieron por la causa de justicia. Querían la reputación de identificarse con esos profetas, pero al mismo tiempo rechazaron el ejemplo y enseñanza de los profetas, y conspiraron contra Jesucristo quien enseñaba como aquellos profetas. Si querían identificarse con los profetas, les convenía vivir de acuerdo a sus enseñanzas y apoyar a Cristo, pero, por lo contrario, pensaban y hacían precisamente como sus padres al odiar el mandamiento de Dios de que se arrepintieran. Dios quería que se convirtieran, que nacieran otra vez del agua y del Espíritu, que hubiera transformación por medio de la renovación de la mente, pero los fariseos odiaban esta enseñanza y en ese momento estaban conspirando contra Jesús para hacer callar su boca. ¿Cuál sería más fácil, embellecer los sepulcros de los profetas o seguir su enseñanza?
Hablan bien de los profetas, porque éstos ya estaban muertos. No temen a los profetas muertos porque ya no les condenaban, no exponían su hipocresía. Era popular honrar a los profetas, edificar y embellecer monumentos para honrarles. Lo hacían con todo gusto, porque los profetas ya no hablaban. Sin embargo, se identificaban a sí mismos como hijos de los perseguidores, diciendo, «nuestros padres». Compárese Hch 7:51, «vuestros padres». Bien decían «nuestros padres» porque tenían el mismo carácter que ellos. Por eso Jesús les llama “generación” (descendencia; «camada”, LBLA) de víboras (3:7; 12:34), porque estaban llenos de veneno (malicia).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA MANCHA DEL ASESINATO

Mateo 23:29-36

-¡Pobres de vosotros, escribas y fariseos farsantes!, porque erigís mausoleos a los profetas y monumentos bellísimos en memoria de los justos, y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros antepasados, no habríamos tomado parte con ellos en el asesinado de los profetas.» Así atestiguáis en vuestra contra de que sois los hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Completad la medida de vuestros antepasados! Sierpes, raza de víboras, ¿creéis que vais a escapar a la condenación del infierno de fuego? Por esto mismo, fijaos: Yo os envío profetas y sabios y escribas. A algunos de ellos mataréis y crucificaréis; a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y a otros no dejaréis de perseguirlos de ciudad en ciudad; para que recaiga sobre vosotros la responsabilidad de toda la sangre justa que se ha derramado en la tierra desde la del justo Abel hasta la de Zacarías hijo de Berequías a quien matasteis entre el templo y el altar. Os estoy diciendo la pura verdad: La responsabilidad de todos esos asesinatos recaerá sobre esta generación.

Jesús está acusando a los judíos de que la mancha del asesinato está en su historia, y de que esa mancha todavía no se había extendido todo lo que se había de extender. Los escribas y los fariseos mantenían las tumbas de los mártires, y embellecían sus monumentos pretendiendo que, si hubieran vivido en aquellos días, no habrían participado en la matanza de los profetas y de los hombres de Dios. Pero eso era precisamente lo que habrían tete, y lo que iban a hacer.

La acusación de Jesús es que la historia de Israel está llena de asesinatos de hombres de Dios. Dice que fueron asesinados hombres justos desde Abel hasta Zacarías. ¿Por qué elige a esos dos precisamente? El asesinato de Abel por Caín es conocido de todos, pero no así el de Zacarías. La historia se nos cuenta en un pequeño camafeo macabro en 2Ch 24:20-22 . Sucedió en los días de Joas. Zacarías reprendió a la nación por su pecado, y Joas incitó a la gente para que le lapidara en el mismo recinto del templo; y Zacarías murió exclamando: » ¡Que el Señor lo vea y lo demande!» (A Zacarías se le llama aquí hijo de Berequías, aunque en realidad era el hijo de Joiada; sin duda fue un error del evangelista al citar la historia de memoria).

¿Por qué se menciona precisamente a Zacarías? En la Biblia hebrea, Génesis es el primer libro, como en la nuestra; pero 2 Crónicas es el último libro de la Biblia hebrea. Podría decirse que el asesinato de Abel fue el primero de la historia bíblica, y el de Zacarías, el último. De principio a fin, la historia de Israel es el rechazamiento, y aun el asesinato, de los hombres de Dios.

Jesús ve con toda claridad que la mancha del asesinato permanece. Sabe que pronto va a morir, y que en días por venir Sus mensajeros serán perseguidos y maltratados y rechazados y asesinados.
Aquí tenemos una tragedia; la nación que Dios escogió en Su amor se volvió contra El; y el día de ajustar cuentas había de llegar.
Esto nos hace pensar. Cuando la Historia nos juzgue, ¿será su veredicto que Le hemos sido una ayuda o un obstáculo a Dios? Esa es una pregunta que cada persona y cada nación debe hacerse.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

p 1083 Mat 6:2

q 1084 Luc 11:47

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

29 (a) Luc_11:47-48

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro