Comentario de Mateo 26:50 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero Jesús le dijo: —Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.

26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. — La Versión Valera: «¿a qué vienes?» Esto corresponde mejor con el relato de Lucas. El punto es que Jesús le hizo pensar en lo que hacía y reconocer que Jesús entendía perfectamente lo que hacía. La pregunta significa: «¡Quita la máscara!» Es probable que estas palabras tuvieran mucho que ver con la desesperación de Judas.

Nuestro Señor Jesucristo fue prendido para que nosotros gozáramos de plena libertad (compárese 2Co 8:9).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Amigo, ¿a qué vienes? Más bien, «Compañero, εταιρε [G2083], contra quien (�� ̓� la lectura de todos los mejores MSS) �vienes?» Mat 20:13; 2Sa 16:17; Sal 41:9; Sal 55:13, Sal 55:14; Luc 22:48.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Amigo: Aun cuando conocía la maldad del corazón y las acciones de Judas, Jesús le ofreció su amistad y una oportunidad para arrepentirse. Las palabras traducidas como ¿a qué vienes?, podrían también significar: «haz lo que has venido a hacer».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Amigo. No la usual palabra griega para «amigo», sino otra que significa «camarada».

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. – La Versión Valera: «¿a qué vienes?» Esto corresponde mejor con el relato de Lucas. El punto es que Jesús le hizo pensar en lo que hacía y reconocer que Jesús entendía perfectamente lo que hacía. La pregunta significa: «¡Quita la máscara!» Es probable que estas palabras tuvieran mucho que ver con la desesperación de Judas.
Nuestro Señor Jesucristo fue prendido para que nosotros gozáramos de plena libertad (compárese 2Co 8:9).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL ARRESTO EN EL HUERTO

Mateo 26:50-56

Entonces se Le echaron encina a Jesús y Le echaron mano y Le detuvieron. Y, fijaos: Uno de los que estaban con Jesús le echó mano a la espada y la desenvainó e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole una oreja. Entonces Jesús le dijo:
-¡Vuelve a ponerla espada en su sitio, porque todos los que manejan la espada perecerán a espada: ¿Es que no te das cuenta de que puedo orar a Mi Padre, y Él mandaría en Mi ayuda al instante más de doce regimientos de ángeles? Pero entonces, ¿cómo se habrían de cumplir las Escrituras acerca de lo que es necesario que suceda?

En aquel momento; Jesús le dijo a aquel gentío:.

-¿Habéis salido a detenerte con espadas y con palos como si fuera un bandido? Diariamente Me sentaba a enseñar en el templo, y no Me echasteis mano. Todo esto ha sucedido para que se cumplieran los escritos de los profetas.
Entonces todos Sus discípulos Le abandonaron ‘y huyeron.

Había sido Judas el que había dado información a las autoridades de que podían encontrar a Jesús en Su retiro del huerto de Getsemaní: Las fuerzas a disposición de las autoridades judías eran la policía del templo; al mando del sagán o capitán del templo. Pero el gentío que se introdujo tras Judas en el huerto eran más bien una chusma dispuesta a linchar qué un destacamento dispuesto para una detención ordenada. Jesús no iba a ofrecer resistencia. Mateo nos dice sencillamente que uno de los discípulos sacó un cuchillo, y, preparado para resistir hasta la muerte y vender cara su vida; hirió a un siervo del sumo sacerdote.
Cuando Juan nos cuenta la misma historia (Jn 18:10 ), nos dice que el discípulo era Pedro, y el siervo se llamaba Malco. La razón por la que Juan menciona a Pedro mientras que Mateo no lo hace puede ser sencillamente porque Juan escribió bastante después, mientras que cuando escribió Mateo todavía no era prudente nombrar al discípulo que había estado dispuesto a defender a su Maestro. Aquí tenemos otro ejemplo del casi fantástico coraje de Pedro. Estuvo dispuesto a enfrentarse con toda una Compañía armada él solo; y recordemos también que fue después de aquello,, cuando ya sería un hombre marcado, cuando Pedro siguió a Jesús hasta el patio de la casa del sumo sacerdote. Pero en todos estos incidentes de la última hora es en Jesús en Quien se. concentra toda nuestra atención; y aquí aprendemos dos cosas más acerca de Él.

(i) Aceptó Su muerte voluntariamente. No tenía por qué ir a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Una vez allí, no tenía por qué haber seguido esta política de desafío imponente. Aun en el huerto, podría haberse evadido para ponerse a salvo, porque eran de noche, y tenía amigos que Le habrían ayudado a salir de la ciudad. Aun aquí; Él podría haber invocado en Su ayuda el poder de Dios, y -haber derrotado a Sus enemigos. Todos Sus pasos durante los últimos días dejan bien claro que Jesús entregó Su vida, y que nadie. Se la quitó Jesús no murió porque los hombres le mataron, sino porque Él escogió morir.

(ii) Escogió morir porque sabía que ese era el propósito de Dios. Siguió ese camino porque era lo que los profetas habían anunciado. Lo asumió porque el amor es el único camino. «El que, maneja la espada, perecerá a espada.» .La violencia no puede producir nada más que violencia; una espada desenvainada no se puede encontrar nada más que, con otra espada desenvainada. Jesús sabía que la guerra y la fuerza no resuelven nada, y solo producen una sucesión de males, y engendran una cadena de consecuencias peores que ellas mismas. Sabía que el propósito de Dios se puede llevar a cabo sólo mediante el amor sacrificial. Y la Historia ha demostrado que Jesús tenía razón; porque los judíos que se apoderaron de El por la fuerza, y que se gloriaban en la violencia, y que hubieran teñido con gusto sus espadas de sangre romana, vieron cuarenta años más tarde su ciudad destruida para siempre; mientras que el Hombre que no quiso pelear está entronizado para siempre en los corazones de los hombres.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

x 1336 Luc 22:48

y 1337 Sal 41:9; Mar 14:46

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Amigo. O, compañero. Jesús nunca se refirió a nadie más con este término. En Lucas 22:48, Jesús se dirige a Judas por su nombre.

Fuente: La Biblia de las Américas

50 (1) Esta expresión equivale a: «¿Qué estás haciendo aquí? ¡Me estás traicionando!» Dijo esto para exponer la intención maligna de Judas de traicionar al Señor.

50 (a) Sal_41:9 ; Sal_55:13 ; cfr. Mat_20:13 ; Mat_22:12

50 (b) Jua_13:27

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Amigo. Lit., camarada o compañero.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Compañero… Gr. etaíros, no fílos = amigo (como en Jua 15:15) → Mat 26:24.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R602 La preposición que se usa en ἐφʼ ὃ πάρει expresa la idea de meta: con qué propósito (el pronombre relativo realmente se usa como un interrogativo: ¿Por qué has venido? -TGr69 y sigs.; comp. T50, R725 y MT93; esta cláusula denota ironía: por eso estás aquí -BD300[2]). [Editor. La frase ἐφʼ ὅ se usó durante el primer siglo con un sentido interrogativo, y aparentemente así se usa en este versículo (comp. la declaración afirmativa en la narración paralela que se halla en Luc 22:48). Lo que el Maestro da a conocer al discípulo traidor es que El no se engaña por la demostración pública de afecto.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

gr. hetaire, no filos = amigos (como en Jua 15:15).

26.50 g 26.24.

Fuente: La Biblia Textual III Edición