Comentario de Mateo 27:46 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Como a la hora novena Jesús exclamó a gran voz diciendo: —¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani? —que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?—

27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? — Estas palabras “son parte del Salmo 22. Este clamor se clasifica con las agonías del Getsemaní en el punto que ambos envuelven los profundos misterios de la expiación — aquellos que pertenecen a las relaciones mutuas entre el Padre y el Hijo en aquellos sufrimientos y la muerte en la cual su sangre fue derramada para la ‘remisión de pecados’. No podemos comprender a fondo la profundidad de la sabiduría de Dios en dar de esta manera a su Hijo como sacrificio por los pecados del mundo. Jesús aquí aplica el Salmo 22:1 a sí mismo como profético; es expresado por El para mostrar que El está soportando una agonía intolerable, más profunda que cualquier aflicción externa” (HLB).

Esta exclamación de Jesús es el primer versículo del Salmo 22 que obviamente es un salmo mesiánico que profetiza su muerte (véanse los versículos 7, 8, 16, 18). El encabezado del salmo (Versión Valera Revisada 1960) es “Un grito de angustia y un canto de alabanza”.

En esta conexión los calvinistas citan 2Co 5:21 (“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado”) para probar que Jesús literalmente llegó a ser pecado (pecador, culpable del pecado), pero la palabra pecado en este texto se refiere al sacrificio por el pecado. Isa 53:1-12, “10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”. Compárese Ose 4:1-19, “8 Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma”; es decir, comen el sacrificio (el animal ofrecido en sacrificio) por el pecado (Eze 44:29). Algunos dicen que Jesús aceptó la culpa de los pecados del hombre, que llegó a ser pecado y que, por eso, Dios no podía verlo como pecador, y que le volvió las espaldas para no ver a Jesús tan contaminado con el pecado, pero la Biblia no dice tal cosa. Jesús no tenía pecado (Heb 4:15; 1Pe 2:22). Si hubiera tenido (o sido) pecado, no podría haber sido sacrificio para nuestros pecados, porque El es nuestra pascua (1Co 5:7) y tuvo que ser sin defecto (Éxo 12:5; 1Pe 1:19).

Jesús no llegó a ser pecado y no aceptó la culpa del pecado, sino que sufrió la pena (el castigo) del pecado. Jesús no llegó a ser pecado o pecador, sino que llevó nuestros pecados 1Pe 2:1-25, “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”. Hay mucha diferencia entre “ser pecado” y “llevar pecados”. El problema es que los calvinistas pueden ver sus doctrinas en casi cada página de la Biblia y se aprovechan de textos no claros como 2Co 5:21 para “probar” lo que enseñan.

Todo comentario sobre este asunto (Mat 27:46, “¿por qué me has desamparado?”) tiene que armonizar con Jua 16:1-33, “32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo ”. Cristo siempre hacía la voluntad del Padre; por eso, el Padre siempre estaba con El. Jua 8:1-59, “29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada ”. Al morir en la cruz, ¿Jesús no agradaba al Padre? ¿No hacía la voluntad del Padre? Recuérdese también que casi inmediatamente después de decir “¿Por qué me has desamparado?” Jesús “entregó el espíritu” (v 50) diciendo, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Luc 23:46). ¿No estaba el Padre para recibirlo? Al estudiar Mat 27:46 no olvidemos estos textos.

Cuando “Jesús clamó a gran voz, diciendo … Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” El expresaba una agonía indecible, una agonía más allá de la comprensión nuestra, porque la mente finita no puede comprender a fondo el sacrificio hecho por Cristo. Al decir esto no corremos el riesgo de especular. Sin embargo, los que repiten los comentarios calvinistas enseñan error.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jesús exclamó a gran voz. Mar 15:34; Luc 23:46; Jua 19:28-30; Heb 5:7.

Elí, Elí ¿lama sabactani? Sal 22:1; Sal 71:11; Isa 53:10; Lam 1:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las tinieblas eran una demostración de la agonía del alma humana del Señor.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? La duplicación «Dios mío, Dios mío» indica la profunda aflicción de Jesús. El hecho que Jesús hablara en arameo, la lengua de su nacimiento, podría ser otra señal del extremo esfuerzo que estaba enfrentando. Ningún humano podría comprender la significación teológica de esta súplica. Es un paralelo gráfico con 2Co 5:21. No era un clamor de derrota, sin embargo, Cristo estaba citando del Sal 22:1-31 y podría estar aludiendo a la gran victoria que el Salmo describe.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO? Los sufrimientos de Cristo, novena etapa. Esas palabras marcan el punto culminante de los sufrimientos de Cristo por el mundo perdido. Su grito en arameo («Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?») da testimonio de que Él experimenta la separación de Dios como el sustituto del pecador. Esa es la peor tristeza, angustia y dolor que siente. Es herido por las transgresiones de los seres humanos (Isa 53:5) y se da «en rescate por muchos» (Mat 20:28; 1Ti 2:6). Al que no conoció pecado Dios lo hace pecado por el mundo pecador (2Co 5:21); El muere abandonado, para que otros nunca sean abandonados (cf. Sal 22:1-31). Así mediante sus sufrimientos Cristo redime a la raza humana (1Pe 1:19). (Para la décima etapa de los sufrimientos de Cristo, véase la nota que sigue).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Elí, Elí, ¿lama sabactani? «Elí» es hebreo, el resto es arameo (Mar 15:34 refiere el clamor completamente en arameo). Este lamento es el cumplimiento de Sal 22:1, uno de los muchos paralelos sorprendentes entre este salmo y los sucesos específicos de la crucifixión (vea las notas sobre Sal 22:1-31). Cristo en ese momento experimentó el abandono y desesperación que resultan del derramamiento de la ira divina en Él como portador del pecado (vea la nota sobre Mat 26:39).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? – Estas palabras “son parte del Salmo 22. Este clamor se clasifica con las agonías del Getsemaní en el punto que ambos envuelven los profundos misterios de la expiación – aquellos que pertenecen a las relaciones mutuas entre el Padre y el Hijo en aquellos sufrimientos y la muerte en la cual su sangre fue derramada para la ‘remisión de pecados’. No podemos comprender a fondo la profundidad de la sabiduría de Dios en dar de esta manera a su Hijo como sacrificio por los pecados del mundo. Jesús aquí aplica el Salmo 22:1 a sí mismo como profético; es expresado por El para mostrar que El está soportando una agonía intolerable, más profunda que cualquier aflicción externa” (HLB).
Esta exclamación de Jesús es el primer versículo del Salmo 22 que obviamente es un salmo mesiánico que profetiza su muerte (véanse los versículos 7, 8, 16, 18). El encabezado del salmo (Versión Valera Revisada 1960) es “Un grito de angustia y un canto de alabanza”.
En esta conexión los calvinistas citan 2Co 5:21 (“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado”) para probar que Jesús literalmente llegó a ser pecado (pecador, culpable del pecado), pero la palabra pecado en este texto se refiere al sacrificio por el pecado. Isa 53:1-12, “10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”. Compárese Ose 4:1-19, “8 Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma”; es decir, comen el sacrificio (el animal ofrecido en sacrificio) por el pecado (Eze 44:29). Algunos dicen que Jesús aceptó la culpa de los pecados del hombre, que llegó a ser pecado y que, por eso, Dios no podía verlo como pecador, y que le volvió las espaldas para no ver a Jesús tan contaminado con el pecado, pero la Biblia no dice tal cosa. Jesús no tenía pecado (Heb 4:15; 1Pe 2:22). Si hubiera tenido (o sido) pecado, no podría haber sido sacrificio para nuestros pecados, porque El es nuestra pascua (1Co 5:7) y tuvo que ser sin defecto (Éxo 12:5; 1Pe 1:19).
Jesús no llegó a ser pecado y no aceptó la culpa del pecado, sino que sufrió la pena (el castigo) del pecado. Jesús no llegó a ser pecado o pecador, sino que llevó nuestros pecados 1Pe 2:1-25, “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”. Hay mucha diferencia entre “ser pecado” y “llevar pecados”. El problema es que los calvinistas pueden ver sus doctrinas en casi cada página de la Biblia y se aprovechan de textos no claros como 2Co 5:21 para “probar” lo que enseñan.
Todo comentario sobre este asunto (Mat 27:46, “¿por qué me has desamparado?”) tiene que armonizar con Jua 16:1-33, “32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo ”. Cristo siempre hacía la voluntad del Padre; por eso, el Padre siempre estaba con El. Jua 8:1-59, “29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada ”. Al morir en la cruz, ¿Jesús no agradaba al Padre? ¿No hacía la voluntad del Padre? Recuérdese también que casi inmediatamente después de decir “¿Por qué me has desamparado?” Jesús “entregó el espíritu” (v 50) diciendo, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Luc 23:46). ¿No estaba el Padre para recibirlo? Al estudiar Mat 27:46 no olvidemos estos textos.
Cuando “Jesús clamó a gran voz, diciendo … Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” El expresaba una agonía indecible, una agonía más allá de la comprensión nuestra, porque la mente finita no puede comprender a fondo el sacrificio hecho por Cristo. Al decir esto no corremos el riesgo de especular. Sin embargo, los que repiten los comentarios calvinistas enseñan error.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Sal 22:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— sabaqtaní: La cita -que es de Sal 22:1 – ha sido conservada en lengua aramea, que debió ser la lengua materna de Jesús.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “Eli, Eli, ¿lama sabajthani?” Compárese con Sal 22:1, n: “Dejado”.

REFERENCIAS CRUZADAS

e 1437 Sal 22:1; Isa 53:10; Mar 15:34

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

¿Por qué me has abandonado? Usando esta cita del Salmo 22:1, Jesús expresa su angustia al experimentar la ira de Dios sobre el pecado (2 Co 5:21; Gá 3:13). Puesto que Dios no puede tener comunión con el mal (Sal 5:4), el compañerismo entre el Padre y el Hijo en su humanidad se interrumpió mientras el Hijo expiaba los pecados del mundo.

Fuente: La Biblia de las Américas

46 (1) Véase la nota 45 (1)

46 (2) Dios desamparó a Cristo en la cruz porque El tomó el lugar de los pecadores ( 1Pe_3:18), es decir, El llevó nuestros pecados ( 1Pe_2:24 ; Isa_53:6) y fue hecho pecado por causa de nosotros ( 2Co_5:21).

46 (a) Sal_22:1

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Eli, Eli, ¿lama sabactani? Citando el Sal 22:1 en su forma aramea, excepto que Eloi (Mar 15:34) ha sido traducido al hebreo Eli. Este grito refleja el desamparo que Jesús sintió al llevar sobre Sí los pecados del mundo (2Co 5:21).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

lema… La preposición componente ana, más que repetición, indica dirección (hacia arriba). La grafía aram. lema = ¿por qué?α y B constituyen el registro más antiguo y fidedigno. M↓ registran la forma hebrea lama, del → Sal 22:1; sabajtaní… El verbo gr. egkataleípo es muy expresivo; se compone de tres partes: en = dentro, katá = abajo y leípo = dejar atrás. En aoristo, indica una acción puntual pasada, como si dijera: Me dejaste solo, atado y encerrado; ¿por qué…? Porque convenía → §259.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R705 Τοῦτʼ ἔστιν es una frase explicativa que no concuerda con el sustantivo que explica.

M11 n.1 El verbo en aoristo ἐγκατέλιπες se refiere a un evento pasado, cuyos resultados no son considerados de un modo prominente por el escritor. Pero esto no significa que la traducción mediante el presente perfecto, me has desamparado, sea incorrecta (es perfectivo -T72).

M62 Περί tiene aquí un sentido temporal: alrededor de.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

La preposición componente ana, más que repetición, indica dirección (hacia arriba).

27.46 Las letras lemá g א B constituyen el registro más antiguo de la transliteración aramea ¿por qué? en tanto que lama representa la forma hebrea. g Sal 22:1.

27.46 El verbo gr. es muy expresivo; se compone de tres partes: en = dentro, kata = abajo, y élipes = dejaste, y en aoristo, indica una acción pasada. Es como si dijera: Me dejaste atado y encerrado.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[46] 27.46 Literalmente, hora novena.

[47] 27.46 Existen antiquísimas referencias a Dios con este vocablo El, común a todas las lenguas semíticas.

Fuente: Peshitta en Español