Comentario de Mateo 28:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Ellos se reunieron en consejo con los ancianos, y tomando mucho dinero se lo dieron a los soldados,
28:12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13 diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. — Aseguraron el sepulcro, a no ser que los discípulos de Jesús robaran el cuerpo y proclamaran la mentira de que hubiera resucitado. ¿Estos hombres augustos se oponían a la mentira? ¿Qué proponen a los soldados? No podían refutar el informe de los soldados porque sabían que lo que decían era cierto. ¿Con qué motivo daría tal reporte si no fue cierto? El único “remedio”, pues, era pagarles mucho dinero para contar una mentira. Aquí está evidencia adicional de lo corrupto de su corazón, completamente desprovisto del temor de Dios. Cuando Jesús fue prendido, los discípulos huyeron. Estaban desparramados y Pedro aun le negó. ¿Quién podría creer que tales hombres tan desalentados y miedosos se atreverían a intentar tal cosa? Habrían tenido que llegar al sepulcro, quebrar el sello, remover la “muy grande” piedra, y sacar el cuerpo sin despertar a los guardas? Sería mucho más difícil creer esta mentira que aceptar la sencilla verdad tan obvia de la resurrección.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Mat 26:3, Mat 26:4; Mat 27:1, Mat 27:2, Mat 27:62-64; Sal 2:1-7; Jua 11:47; Jua 12:10, Jua 12:11; Hch 4:5-22; Hch 5:33, Hch 5:34, Hch 5:40.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Sus discípulos…lo hurtaron, estando nosotros dormidos además de ser una mentira, esta era una pobre explicación. Si un soldado se dormía en su puesto o si se le escapaba un prisionero, el tal moriría (Hch 12:19; Hch 16:27, Hch 16:28; Hch 27:42). Es posible que uno de los soldados se durmiera, pero era improbable que todos durmieran al mismo tiempo. También si estaban durmiendo, ¿cómo supieron lo que había pasado?
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
mucho dinero. Lit. «plata» (Cp. Mat 26:15). El soborno fue necesario porque la historia de los soldados, de ser cierta, podría costarles la vida ya que habían recibido a su servicio una guardia bajo las ordenes personales de Pilato (Mat 27:65). Los líderes judíos también prometieron proteger a los soldados si la historia llegaba a oídos de Pilato (v. Mat 28:14).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
28:12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13 diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. – Aseguraron el sepulcro, a no ser que los discípulos de Jesús robaran el cuerpo y proclamaran la mentira de que hubiera resucitado. ¿Estos hombres augustos se oponían a la mentira? ¿Qué proponen a los soldados? No podían refutar el informe de los soldados porque sabían que lo que decían era cierto. ¿Con qué motivo daría tal reporte si no fue cierto? El único “remedio”, pues, era pagarles mucho dinero para contar una mentira. Aquí está evidencia adicional de lo corrupto de su corazón, completamente desprovisto del temor de Dios.
Cuando Jesús fue prendido, los discípulos huyeron. Estaban desparramados y Pedro aun le negó. ¿Quién podría creer que tales hombres tan desalentados y miedosos se atreverían a intentar tal cosa? Habrían tenido que llegar al sepulcro, quebrar el sello, remover la “muy grande” piedra, y sacar el cuerpo sin despertar a los guardas? Sería mucho más difícil creer esta mentira que aceptar la sencilla verdad tan obvia de la resurrección.
¿Con qué propósito habrían robado el cuerpo? Si hubieran logrado robar el cuerpo, y si hubieran dicho que Jesús había resucitado, ¿quién les habría creído si no pudieran producir el cuerpo de Jesús?
Los enemigos del evangelio han acusado que los apóstoles predicaban la resurrección de Jesús porque ellos eran hombres muy crédulos, que de todo corazón esperaban y anhelaban la resurrección de Jesús y, por eso, se engañaban solos, pero todos los hechos están en contra de esta acusación, porque la verdad es que los apóstoles no creían en la resurrección. Ni siquiera creyeron a las mujeres que lo habían visto resucitado (Luc 24:9-11). Aun en los momentos finales de la estancia de Jesús aquí en la tierra, “se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado” (Mar 16:14).
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
n 1477 Pro 17:23
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Lit., tomar consejo