Comentario de Mateo 3:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él.
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; — Desde luego, la inferencia necesaria es que Jesús había bajado al agua; es decir, que estuvo en el agua. Si se dice que alguna persona sale de la casa, o de la ciudad, da a entender que estuvo en la casa o ciudad. Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos (Hch 13:13); se infiere, pues, que estaban en Pafos. Festo «subió de Cesarea» (Hch 25:1); se supone, pues, que estaba en Cesarea. Si alguno dice «Déjame sacar la paja de tu ojo» (Mat 7:4), se concluye que la paja está en el ojo. Si el demonio «salió del muchacho» (Mat 17:18), claro está que el demonio estaba en el muchacho. Se dan estas sencillas ilustraciones para ilustrar que Jesús, como las demás personas bautizadas por Juan, descendió al agua, que estaba dentro del agua, y no parado en la ribera entre las cañas. Es verdad que aun así la gente podía haberse parado en agua hasta las rodillas y que Juan podía haber derramado agua sobre sus cabezas, pero ¿para qué bajar al río para hacer esto? No se requiere un río para la aspersión. «Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados» (Jua 3:23). ¿Por qué ir a un lugar donde había «muchas aguas» para simplemente rociar unas cuantas gotas (o aun derramar un vaso de agua) sobre su cabeza? Tal práctica no tendría sentido alguno. Todo esto, combinado con la definición de la palabra BAPTIZO (sumergir, zambullir, inmergir), nos lleva a la conclusión de que tanto Jesús como el resto del pueblo fueron sepultados. Esta conclusión es ineludible. Felipe y el eunuco descendieron al agua, y cuando el eunuco fue bautizado, subieron del agua. Pablo explica que el bautismo es una sepultura y una resurrección (Rom 6:4; Col 2:12). La secuencia, pues, es (1) descender o bajar al agua, (2) bautizar o sepultar y resucitar, y (3) subir del agua. Este es el ejemplo de lo que es el bautismo verdadero, dejado por el Señor Jesús.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Jesús. Mar 1:10.
he aquí los cielos le fueron abiertos. Eze 1:1; Luc 3:21; Hch 7:56.
y vio al Espíritu de Dios. Isa 11:2; Isa 42:1; Isa 59:21; Isa 61:1; Luc 3:22; Jua 1:31-34; Jua 3:34; Col 1:18, Col 1:19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el Espíritu de Dios que descendía: Este fue el reconocimiento oficial de Dios de que Jesús era el Mesías.
EN FOCO
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«Tentado»
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(Gr. peirázo) (Mat 4:1; Luc 4:2; Mar 1:13; Hch 4:15) # en Strong G3985: La palabra significa «probar» o «someter a prueba», y cuando se utiliza en el contexto de la relación de Dios con su pueblo, no significa otra cosa que eso (Gén 22:1). Sin embargo, en las Escrituras, la palabra se usa principalmente con un sentido negativo y significa: «Seducir, tentar o inducir al pecado». De aquí que el nombre que se le da al diablo en Mat 4:3 es «el tentador». En consecuencia, «ser tentado» (Mat 4:1) debe entenderse en ambos sentidos. El Espíritu condujo a Jesús al desierto para probar su fe; pero el encargado del proceso era Satanás, cuyo objetivo era seducir a Jesús para quebrar su lealtad a Dios. Esto fue tentación en el sentido negativo del término. No obstante, Jesús no se rindió, sino que pasó la prueba (2Co 5:21; Hch 7:26).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ESPÍRITU… SOBRE ÉL. Todo lo que hizo Jesús -su predicación, sus sanidades, su sufrimiento, su victoria sobre el pecado- lo hizo mediante el poder del Espíritu Santo. Si Jesús no podía hacer nada sin el obrar del Espíritu Santo, cuánto más necesitan sus seguidores el poder del Espíritu (cf. Luc 4:1; Luc 4:14; Luc 4:18; Jua 3:34; Hch 1:2; Hch 10:38). El Espíritu vino sobre Jesús para capacitarlo con poder para su obra de redención (véase Luc 3:22, nota). Cristo mismo bautizaría después en el Espíritu Santo a sus seguidores para que también ellos tuvieran la capacitación del Espíritu (véanse v. Mat 3:11, nota; Hch 1:5; Hch 1:8; Hch 2:4)
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Jesús … Espíritu de Dios … una voz de los cielos. Aquí se encuentran claramente delineadas las tres personas de la Trinidad. Vea la nota sobre Luc 3:22. La orden del Padre de oír a su Hijo y la justificación y el fortalecimiento del Espíritu (vea la nota sobre Mat 12:31) inauguran oficialmente el ministerio de Cristo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; — Desde luego, la inferencia necesaria es que Jesús había bajado al agua; es decir, que estuvo en el agua. Si se dice que alguna persona sale de la casa, o de la ciudad, da a entender que estuvo en la casa o ciudad. Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos (Hch 13:13); se infiere, pues, que estaban en Pafos. Festo «subió de Cesarea» (Hch 25:1); se supone, pues, que estaba en Cesarea. Si alguno dice «Déjame sacar la paja de tu ojo» (Mat 7:4), se concluye que la paja está en el ojo. Si el demonio «salió del muchacho» (Mat 17:18), claro está que el demonio estaba en el muchacho. Se dan estas sencillas ilustraciones para ilustrar que Jesús, como las demás personas bautizadas por Juan, descendió al agua, que estaba dentro del agua, y no parado en la ribera entre las cañas. Es verdad que aun así la gente podía haberse parado en agua hasta las rodillas y que Juan podía haber derramado agua sobre sus cabezas, pero ¿para qué bajar al río para hacer esto? No se requiere un río para la aspersión. «Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados» (Jua 3:23). ¿Por qué ir a un lugar donde había «muchas aguas» para simplemente rociar unas cuantas gotas (o aun derramar un vaso de agua) sobre su cabeza? Tal práctica no tendría sentido alguno.
Todo esto, combinado con la definición de la palabra BAPTIZO (sumergir, zambullir, inmergir), nos lleva a la conclusión de que tanto Jesús como el resto del pueblo fueron sepultados. Esta conclusión es ineludible. Felipe y el eunuco descendieron al agua, y cuando el eunuco fue bautizado, subieron del agua. Pablo explica que el bautismo es una sepultura y una resurrección (Rom 6:4; Col 2:12). La secuencia, pues, es (1) descender o bajar al agua, (2) bautizar o sepultar y resucitar, y (3) subir del agua. Este es el ejemplo de lo que es el bautismo verdadero, dejado por el Señor Jesús.
— y he aquí los cielos le fueron abiertos (Isa 64:1; Eze 1:1; Jua 1:51; Hch 7:56; Apo 4:1; los cielos abren para alguna revelación de Dios) , y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. — Isa 11:2; Isa 61:1-3; Juan el bautista dijo, «Yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo» (Jua 1:33), es decir, el Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús dijo, «Si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios» (12:28). Pedro dijo (Hch 10:38), «Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret». En base a estos textos algunos enseñan que aquí en la tierra Cristo nunca mostró ningún atributo divino. Dicen que El era Dios, pero que el único poder o autoridad que El usaba aquí en la tierra era lo que recibió del Padre o del Espíritu Santo, y que en esto era igual a los apóstoles.
El hecho de que Cristo recibió poder del Padre y del Espíritu Santo sólo significa que había perfecta unidad en la Deidad, que Jesús, el carpintero de Nazaret, era en realidad la perfecta manifestación del Padre (Jua 8:19; Jua 14:9; Jua 12:45). Era muy necesario que Jesús se identificara perfectamente con el Padre y con el Espíritu Santo, porque para la gente El era simplemente un hombre como los apóstoles (Mat 13:55-56). Sin embargo, recuérdese que Cristo usó o mostró los atributos de Dios (1) siendo adorado, 4:10 (cuando Cornelio “adoró” a Pedro, éste le dijo, “Levántate, pues yo mismo también soy hombre,” pero Jesús nunca dijo esto a los que se postraban delante de El para adorarle); (2) Jesús perdonaba pecados diciendo “tus pecados te son perdonados,” palabras que los apóstoles nunca pronunciaron; y (3) Siendo Dios Jesucristo conocía los pensamientos de los hombres (9:4; 12:25; Luc 5:22; Luc 11:17; Jua 2:24-25). Estos son solamente tres de los ejemplos que claramente indican que Jesús sí usó o mostró atributos divinos.
Por lo tanto, «no os engañéis» con respecto a la Deidad de Cristo. Estos textos dicen que El recibió poder del Espíritu Santo, pero obsérvese lo que Juan dice: «Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré» (16:7). ¡Cristo envió al Espíritu Santo! Entonces ¿debemos enseñar que Cristo es superior al Espíritu Santo? Claro que no. ¡Muchos textos enfatizan la unidad y la identidad de las tres personas de la Deidad!
Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo son tres personas distintas: en esta ocasión el Hijo fue bautizado, el Padre habló desde el cielo, y el Espíritu Santo descendió sobre Jesús. Son tres personas, pero son uno en su propósito y obra.
El Espíritu descendió «en forma corporal» (Luc 3:22). Los autores no dicen que el Espíritu Santo vino en la forma de paloma, sino que descendió como paloma. Tomó una forma corporal, visible. Cristo lo vio. También Juan lo vio (Jua 1:31-34).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Jua 1:51; Hch 7:56; Hch 10:11; Apo 4:1; Apo 19:11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
e 107 Eze 1:1; Mar 1:10; Luc 3:21; Hch 7:56
f 108 Jua 1:32
g 109 Isa 11:2; Luc 3:22; Luc 4:18; Hch 10:38
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
al Espíritu…descendía. En este momento Jesús es confirmado por el Espíritu Santo para cumplir el plan divino de salvación(12:18– 21).
Fuente: La Biblia de las Américas
16 (1) El Señor fue bautizado no sólo para cumplir toda justicia conforme al plan de Dios, sino también para dejarse llevar a la muerte y a la resurrección a fin de poder ministrar, no según lo natural, sino según la resurrección. Al ser bautizado El pudo vivir y ministrar en resurrección aun antes de que ocurriera Su muerte y resurrección tres años y medio después.
16 (2) Cuando el Señor fue bautizado Para cumplir la justicia de Dios y ser puesto en la muerte y la resurrección, se puso a Su disposición tres cosas: los cielos abiertos, el Espíritu de Dios que descendió y el hablar del Padre. Hoy día sucede lo mismo con nosotros.
16 (3) Antes de que el Espíritu de Dios descendiera y viniera sobre el Señor Jesús, El había nacido del Espíritu Santo ( Luc_1:35). Esto demuestra que al momento de Su bautismo El ya tenía el Espíritu de Dios dentro de Sí. El Espíritu estaba dentro de El para Su nacimiento. Ahora, para Su ministerio, el Espíritu de Dios descendió sobre El. Esto fue el cumplimiento de Isa_61:1 ; Isa_42:1 ; Sal_45:7 y se realizó para ungir al nuevo Rey y presentarlo a Su pueblo.
16 (4) Una paloma es dócil, y sus ojos sólo pueden ver una cosa a la vez. Por lo tanto, representa docilidad y pureza en visión y propósito. Por haber descendido el Espíritu de Dios como paloma sobre el Señor Jesús, El pudo ministrar con docilidad y con un solo propósito, centrándose únicamente en la voluntad de Dios.
16 (a) Gén_28:17 ; Eze_1:1 ; Jua_1:51 ; Hch_7:56 ; Rev_4:1
16 (b) Jua_1:32 ; cfr. Cnt_1:15 ; Cnt_2:14
16 (c) Isa_11:2 ; Isa_42:1 ; Isa_61:1 ; Luc_4:18 ; cfr. Jue_6:34 ; 1Sa_16:13 ; Eze_11:5 ; Hch_1:8
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Esta es la primera expresión clara del concepto de la Trinidad. El descenso del Espíritu Santo sobre Cristo tenía por objetivo investirle de un poder especial al iniciar Su ministerio público.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
le… Esto es, los cielos fueron abiertos a Juan el Bautista exclusivamente → Jua 1:29-34.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T25 Οἱ οὐρανοί en los vv. 16 y sigs. es un uso excepcional del plural; generalmente se usa el singular para indicar el sentido material del cielo.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, El