Comentario de Mateo 4:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
4:2,3 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. (Compárense Éxo 34:28; 1Re 19:8) Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres (puesto que eres) Hijo de Dios, (el diablo bien sabía que Jesús era el Hijo de Dios, pues le confesó varias veces por la boca de los endemoniados, y precisamente como el Hijo de Dios Jesús echaba fuera los demonios, Mar 3:11) di que estas piedras se conviertan en pan. — En esta tentación el diablo se burlaba de Jesús, como si hubiera dicho, «Tú, el Hijo de Dios, ¿y muriendo de hambre? Tú no debes tener hambre». Es muy semejante a Luc 23:35: «los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios». Fácilmente Jesús podía haber convertido las piedras en pan como convirtió el agua en vino, como dos veces multiplicó los panes y peces y como dos veces efectuó la pesca milagrosa. Recuérdese que en muchos textos la palabra tentar (PEIRAZO) significa probar o poner a prueba. Parece que algunos creen que si una tentación no es atractiva y deseable, no es una tentación. Desde luego, el pensamiento de comer pan después de ayunar cuarenta días era muy deseable, pero no era deseable el pensamiento de hacer uso incorrecto de su poder. A Jesús no le gustó sufrir, pues El, siendo hombre, tenía el deseo normal de proteger y preservar su vida, pero El no usó su poder divino para sí mismo. No pidió doce legiones de ángeles para evitar que le prendieran, no evitó los azotes y no bajó de la cruz, porque como El dijo, «Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra» (Jua 4:34).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
habiendo ayunado cuarenta días. Éxo 24:18; Éxo 34:28; Deu 9:9, Deu 9:18, Deu 9:25; Deu 18:18; 1Re 19:8; Luc 4:2.
tuvo hambre. Mat 21:18; Mar 11:12; Jua 4:6; Heb 2:14-17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
AYUNADO CUARENTA DÍAS. Después de haber ayunado «cuarenta días y cuarenta noches», Jesús «tuvo hambre» y fue tentado por Satanás para que comiera. Eso parece indicar que Cristo se abstuvo de alimento, pero no de agua (véase Luc 4:2). Abstenerse de agua por cuarenta días habría exigido un milagro. Cristo, en cuanto a que Él tenía que enfrentarse a la tentación como representante de la raza humana (cf. Heb 2:17; Heb 4:15), no podía emplear ningún otro medio que el que está a disposición del creyente lleno del Espíritu (véanse Éxo 34:28, nota; 1Re 19:8, nota; Mat 6:16, nota). Durante el ayuno de cuarenta días es razonable suponer que Él se estaba preparando mediante la oración y la meditación en la Palabra de Dios para la obra que el Padre lo había enviado a hacer.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
cuarenta días y cuarenta noches. De manera similar, Moisés estuvo también sin comer ni beber «cuarenta días y cuarenta noches» en el Monte Sinaí (Deu 9:9), y Elías ayunó también por tiempo semejante (1Re 19:8). Vea la nota sobre Mat 12:40.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:2,3 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. (Compárense Éxo 34:28; 1Re 19:8) Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres (puesto que eres) Hijo de Dios, (el diablo bien sabía que Jesús era el Hijo de Dios, pues le confesó varias veces por la boca de los endemoniados, y precisamente como el Hijo de Dios Jesús echaba fuera los demonios, Mar 3:11) di que estas piedras se conviertan en pan. — En esta tentación el diablo se burlaba de Jesús, como si hubiera dicho, «Tú, el Hijo de Dios, ¿y muriendo de hambre? Tú no debes tener hambre». Es muy semejante a Luc 23:35: «los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios». Fácilmente Jesús podía haber convertido las piedras en pan como convirtió el agua en vino, como dos veces multiplicó los panes y peces y como dos veces efectuó la pesca milagrosa.
Recuérdese que en muchos textos la palabra tentar (PEIRAZO) significa probar o poner a prueba. Parece que algunos creen que si una tentación no es atractiva y deseable, no es una tentación. Desde luego, el pensamiento de comer pan después de ayunar cuarenta días era muy deseable, pero no era deseable el pensamiento de hacer uso incorrecto de su poder. A Jesús no le gustó sufrir, pues El, siendo hombre, tenía el deseo normal de proteger y preservar su vida, pero El no usó su poder divino para sí mismo. No pidió doce legiones de ángeles para evitar que le prendieran, no evitó los azotes y no bajó de la cruz, porque como El dijo, «Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra» (Jua 4:34).
Esaú tuvo mucha hambre y dijo, «He aquí yo voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura» (Gén 25:32), pero Jesús no era profano como Esaú (Heb 12:16), pues estaba resuelto a hacer la voluntad de Dios a pesar de su debilidad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
— cuarenta días y cuarenta noches: Cifra simbólica para indicar plenitud; está probablemente inspirada en textos bíblicos tales como Gén 7:4; Éxo 24:18; Éxo 34:28; Núm 14:33-34; Núm 32:13; Deu 9:9; Deu 9:18; 1Re 19:8; Sal 95:10.
Ver (además de los textos del AT citados en nota anterior) Hch 1:3; Hch 4:22; Hch 7:23; Hch 13:18; Heb 3:9; Heb 3:17.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
c 116 Éxo 34:28; Deu 9:9; 1Re 19:8; Mar 1:13; Luc 4:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
entonces tuvo hambre. Esta es una clara indicación de la verdadera humanidad de Jesús (21:18).
Fuente: La Biblia de las Américas
2 (1) Cuarenta días y cuarenta noches es un tiempo de prueba y sufrimiento ( Deu_9:9 , Deu_9:18 ; 1Re_19:8). El Rey recién ungido fue conducido por el Espíritu a ayunar por este período para poder entrar en Su ministerio como Rey.
2 (a) Mat_9:15 ; Mat_17:21
2 (b) Éxo_34:28 ; 1Re_19:8 ; cfr. Deu_8:2 ; Deu_29:5
2 (c) Mar_11:12
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
R1112 El participio de aoristo νηστεύσας denota la razón por la cual tenía el hambre que se expresa por el verbo principal: porque ayunó.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., más tarde, o, después