Biblia

Comentario de Mateo 4:23 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Mateo 4:23 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el evangelio del reino, (Luc 8:1) — Las sinagogas eran centros de enseñanza. En ellas cada sábado se enseñaban las Escrituras. Jesús y Pablo aprovechaban este medio eficaz de enseñar al pueblo. De esta manera enseñaban no sólo a los judíos, sino también a los griegos (gentiles) los cuales se acercaban a la sinagoga para oír la enseñanza. Eran llamados “los temerosos de Dios” (Hch 10:22; Hch 13:16).

Jesús predicaba “el evangelio (las buenas nuevas) del reino. La predicación del evangelio es la predicación de buenas nuevas. Abraham oyó las buenas nuevas (Gál 3:8). Isaías contó las buenas nuevas (Isa 35:1-10; Isa 61:1-3). Los ángeles anunciaron las buenas nuevas (Luc 1:19; Luc 2:8-14). Los apóstoles predicaron las buenas nuevas a todas las naciones (Mat 28:19; Mar 16:15). Felipe predicó las buenas nuevas a los samaritanos (Hch 8:5; Hch 8:12). Este es el evangelio de la gracia de Dios (Hch 20:24), las buenas nuevas de salvación (Efes 1:13). Es el evangelio glorioso (2Co 4:4). Se llama buenas noticias porque como Luc 4:18 dice, “Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor”. Con razón los que encontraban a Jesús proclamaban las buenas nuevas a otros (Jua 1:41; Jua 1:45; Jua 4:29). Si alguien encuentra un tesoro ¿no tiene buenas nuevas que contar? Mat 13:44, “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró”.

Para mucha gente la predicación del evangelio trae “malas noticias” porque creen que sólo trata de condenar, pero Jesús no vino al mundo para condenar (ya estaba condenado el mundo); más bien vino al mundo para salvar, rescatar, redimir y reconciliarnos con Dios. Luc 15:32 se aplica a todos los que aceptan estas buenas noticias: “Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.

— y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mat 9:35; Mar 1:39. — Jua 20:30-31 explica el propósito de los milagros de Jesús: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Mar 16:17-20 explica el propósito de los milagros de los apóstoles: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían”. Véanse también Hch 14:3; Heb 2:3-4. Jesús pronuncia una advertencia solemne en contra de los que en lugar de hacer la voluntad de Dios profesan hacer milagros (Mat 7:23).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

rodeó Jesús toda Galilea. Mat 9:35; Mar 6:6; Jua 7:1; Hch 10:38.

enseñando en las sinagogas. Mat 12:9; Mat 13:54; Sal 74:8; Mar 1:21, Mar 1:39; Mar 6:2; Luc 4:15, Luc 4:16, Luc 4:44; Luc 13:10; Hch 9:20, Hch 9:13, Hch 9:14; Hch 18:4.

y predicando el evangelio. Mat 13:19; Mat 24:14; Mar 1:14; Luc 4:17, Luc 4:18; Luc 8:1; Luc 20:1; Rom 10:15.

y sanando toda enfermedad. Mat 8:16, Mat 8:17; Mat 10:7, Mat 10:8; Mat 11:5; Mat 15:30, Mat 15:31; Sal 103:3; Mar 1:32-34; Mar 3:10; Luc 4:40, Luc 4:41; Luc 5:17; Luc 6:17; Luc 7:22; Luc 9:11; Luc 10:9; Hch 5:15, Hch 5:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

enseñando…predicando…sanando: Esto resume el ministerio de Jesús en la tierra. Su enseñanza puede ser apreciada en sus discursos; su predicación queda clara por el anuncio hecho en Mat 4:17; y su sanidad se hace evidente en sus muchos milagros.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

PREDICANDO EL EVANGELIO DEL REINO, Y SANANDO. En los evangelios, «el evangelio del reino» se asocia estrechamente con la sanidad, los milagros y el echar fuera demonios (Mat 4:23-24; Mat 9:35; Mat 10:7-8; Mat 12:28; Luc 9:1-2; cf. Hch 8:6-7; Hch 8:12). El evangelio del reino incluye bendiciones para el cuerpo y también para el alma (véase el ARTÍCULO LA SANIDAD DIVINA, P. 1284. [Mat 8:16-17]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

enseñando… predicando… sanando. Los tres aspectos principales del ministerio público de Cristo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el evangelio del reino, (Luc 8:1) — Las sinagogas eran centros de enseñanza. En ellas cada sábado se enseñaban las Escrituras. Jesús y Pablo aprovechaban este medio eficaz de enseñar al pueblo. De esta manera enseñaban no sólo a los judíos, sino también a los griegos (gentiles) los cuales se acercaban a la sinagoga para oír la enseñanza. Eran llamados “los temerosos de Dios” (Hch 10:22; Hch 13:16).
Jesús predicaba “el evangelio (las buenas nuevas) del reino. La predicación del evangelio es la predicación de buenas nuevas. Abraham oyó las buenas nuevas (Gál 3:8). Isaías contó las buenas nuevas (Isa 35:1-10; Isa 61:1-3). Los ángeles anunciaron las buenas nuevas (Luc 1:19; Luc 2:8-14). Los apóstoles predicaron las buenas nuevas a todas las naciones (Mat 28:19; Mar 16:15). Felipe predicó las buenas nuevas a los samaritanos (Hch 8:5; Hch 8:12). Este es el evangelio de la gracia de Dios (Hch 20:24), las buenas nuevas de salvación (Efes 1:13). Es el evangelio glorioso (2Co 4:4). Se llama buenas noticias porque como Luc 4:18 dice, “Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor”. Con razón los que encontraban a Jesús proclamaban las buenas nuevas a otros (Jua 1:41; Jua 1:45; Jua 4:29). Si alguien encuentra un tesoro ¿no tiene buenas nuevas que contar? Mat 13:44, “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró”.
Para mucha gente la predicación del evangelio trae “malas noticias” porque creen que sólo trata de condenar, pero Jesús no vino al mundo para condenar (ya estaba condenado el mundo); más bien vino al mundo para salvar, rescatar, redimir y reconciliarnos con Dios. Luc 15:32 se aplica a todos los que aceptan estas buenas noticias: “Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
— y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mat 9:35; Mar 1:39. – Jua 20:30-31 explica el propósito de los milagros de Jesús: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Mar 16:17-20 explica el propósito de los milagros de los apóstoles: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían”. Véanse también Hch 14:3; Heb 2:3-4. Jesús pronuncia una advertencia solemne en contra de los que en lugar de hacer la voluntad de Dios profesan hacer milagros (Mat 7:23).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL MÉTODO DEL MAESTRO

Mateo 4:23-25

Jesús hizo un viaje circular por toda Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando toda clase de enfermedades y dolencias entre la gente; y la fama de Sus actividades se corrió por toda Siria, deforma que Le traían a todos los que estaban enfermos, los que estaban aquejados de las dolencias y dolores más diversos, los que estaban poseídos por demonios, epilépticos y paralíticos; y Jesús los sanaba. Y Le seguían grandes multitudes procedentes de Galilea, y de Decápolis, y de Jerusalén, y de Judasa, y del otro lado del Jordán.

Jesús había escogido Galilea para empezar Su misión, y ya hemos visto lo bien preparada que estaba Galilea para recibir la semilla. Dentro de Galilea, Jesús escogió empezar Su campaña en las sinagogas.
La sinagoga era la institución más importante de la vida judía. Había una diferencia entre las sinagogas y el templo. No había más que un solo templo, el de Jerusalén, pero dondequiera que hubiese la más pequeña colonia de judíos, había una sinagoGálatasGa. El templo existía exclusivamente para ofrecer sacrificios; allí no había predicación ni enseñanza. La sinagoga era esencialmente una institución docente. Las sinagogas se han desmido como «las universidades religiosas populares de su tiempo.» Si un hombre tenía alguna enseñanza o ideas religiosas que quería propagar, la sinagoga era incuestionablemente donde debía empezar.
Además, el culto de la sinagoga ofrecía al nuevo maestro una oportunidad. Constaba de tres partes. La primera eran oraciones. La segunda parte, lecturas de la Ley y de los Profetas, en las que tomaban parte miembros de la congregación. La tercera parte era la plática. El hecho importante y curioso era que no había una persona fija que hiciera la plática. No había tal cosa como un ministerio profesional. El presidente de la sinagoga se encargaba de los preparativos del culto. Se le podía pedir a cualquier forastero distinguido que hiciera la plática, y cualquiera que tuviese un mensaje que compartir se ofrecía voluntario para hacerlo; y, si el gobernador o presidente de la sinagoga le consideraba persona capacitada para hablar, se lo permitía. Así que, al principio, la puerta y el púlpito de la sinagoga estaban abiertos para Jesús. Empezó en la sinagoga porque era allí donde podía encontrar las personas más sinceramente religiosas de aquel tiempo, y se le ofrecía la oportunidad de hablarles. Después de la plática había un tiempo de coloquio, preguntas y discusión. La sinagoga era el lugar ideal para presentarle al pueblo una nueva enseñanza.
Pero Jesús no sólo predicaba; también sanaba a los enfermos. No nos sorprende que las noticias de lo que estaba haciendo se divulgaran, y acudieran multitudes a oírle, y a verle, y a beneficiarse de su piedad.
Venían de Siria. Siria era la gran provincia romana de la que formaba parte Palestina. Se extendía hacia el Norte y el Nordeste, con la gran ciudad de Damasco como su centro. Eusebio nos transmite una de las leyendas más preciosas, que se remonta a este tiempo (Historia Eclesiástica 1: 13). Esta historia relata que había un rey llamado Abgar en Edesa que estaba enfermo. Así que, se dice, Le escribió una carta a Jesús: » Abgar, gobernador de Edesa, a Jesús el muy excelente Salvador Que ha aparecido en el país de Jerusalén: Saludos. He tenido noticias de Ti y de Tus curaciones, realizadas sin medicina ni hierbas; porque se dice que haces que los ciegos vean y los cojos anden, limpias a los leprosos, echas a los espíritus y demonios, sanas a los afligidos de enfermedades crónicas y levantas a los muertos. Ahora bien, como he sabido todo esto acerca de Ti, he llegado a la conclusión de que una de dos cosas debe ser verdad: O bien Tú eres Dios, Que, habiendo descendido del Cielo, haces estas cosas, o bien eres un hijo de Dios por lo que haces. Te escribo, por tanto, para pedirte que vengas a curarme la enfermedad que padezco. Porque he oído que los judíos murmuran contra Ti y conspiran males contra Ti. Ahora bien: Yo tengo una ciudad pequeñita pero excelente que es lo bastante grande para nosotros dos.» Se decía que Jesús le había contestado: » ¡Bendito seas por haber creído en Mí sin haberme visto; porque está escrito acerca de Mí que los que Me han visto no creerán en Mí, mientras que los que no Me han visto creerán y serán salvos. Pero, en cuanto a tu invitación para que vaya allí, tengo que cumplir aquí todas las cosas para las que he sido enviado; y, después de cumplirlas, volver otra vez al Que Me envió. Sin embargo, después de ascender, te enviaré a uno de mis discípulos para que te cure de tu enfermedad y para loros vida a ti y a los tuyos.» La leyenda continúa diciendo que Tadeo fue a Edesa y curó a Abgar. Tal vez sea sólo una leyenda; pero muestra que se creía que hasta en la lejana Siria se había oído de Jesús y se anhelaba de todo corazón la ayuda y la sanidad que únicamente Él podía dar.

Naturalmente venían de toda Galilea; y las noticias acerca de Jesús se extendieron hacia el Sur hasta Judasa y Jerusalén, y también de allí venían. Venían también de la región al otro lado del Jordán que se llamaba Perea, que se extendía desde Pela al Norte hasta Petra al Sur. También venían de Decápolis, que era una federación de diez ciudades griegas independientes, todas ellas, excepto Escitópolis, estaban al otro lado del Jordán.
Esta lista es simbólica, porque en ella vemos no sólo judíos sino también gentiles que acudían a Jesucristo por lo que sólo Él podía darles. Ya se estaban uniendo a Él los fines de la Tierra.

LAS ACTIVIDADES DE JESÚS

Mateo 4:23-25 (conclusión)

Este pasaje tiene mucha importancia porque nos da un breve sumario de las tres grandes actividades de la vida de Jesús.
(i) Vino proclamando el Evangelio; o como dice la Reina Valera, vino predicando. Ahora bien: como ya hemos visto, la predicación es la proclamación de certezas. Por tanto, Jesús vino a derrotar la ignorancia humana. Vino a decirnos la verdad acerca de Dios, lo que nunca habríamos podido descubrir por nosotros mismos. Vino a poner el punto final al suponer y al andar a tientas, y a mostrarnos cómo es Dios.

(ii) Vino enseñando en las sinagogas. ¿Cuál es la diferencia entre enseñar y predicar? Predicar es la proclamación sin reserva de certezas; la enseñanza es la explicación de su significado y relevancia. Por tanto, Jesús vino para derrotar los malentendidos humanos. Hay veces cuando se conoce la verdad y se malinterpreta. Se conoce la verdad y se sacan conclusiones erróneas de ella. Jesús vino a revelarnos el sentido de la verdadera religión.

(iii) Vino sanando a todos los que tenían necesidad de sanidad. Es decir: Jesús vino para derrotar el dolor humano. Lo importante acerca de Jesús es que no se conformó con decirnos la verdad meramente en palabras; vino para poner la verdad en acción. Florence Allshorn, la gran maestra misionera decía: » Un ideal no es nunca tuyo hasta que se te sale por la punta de los dedos.» El ideal no es nuestro hasta que se materializa en obras. Jesús hacía realidad Su propia enseñanza en obras de ayuda y sanidad.

Jesús vino predicando para derrotar toda ignorancia. Vino enseñando para derrotar todos los malentendidos. Vino sanando para derrotar todo dolor. Nosotros, también, debemos proclamar nuestras certezas; nosotros, también, debemos estar dispuestos a explicar nuestra fe; nosotros, también, debemos traducir el ideal a la acción y a las obras.

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EL SERMÓN DEL MONTE

Como ya hemos visto, Mateo tiene un esquema cuidadosamente preparado en su evangelio.
En su relato del bautismo de Jesús nos Le muestra dándose cuenta de que ha sonado Su hora, de que Le ha llegado la llamada a la acción y que tiene que iniciar Su cruzada. En su relato de las tentaciones de Jesús nos Le presenta eligiendo deliberadamente el método que va a usar para llevar a cabo Su labor, y rechazando deliberadamente otros métodos que Él sabía que eran contrarios a la voluntad de Dios. Si uno asume una gran tarea necesita ayudantes, asistentes y personal; así es que Mateo pasa a mostrarnos a Jesús seleccionando los hombres que serán Sus colaboradores.
Pero si los ayudantes y asistentes han de hacer su trabajo inteligente y eficazmente habrá que empezar por instruirlos. Y aquí, en el Sermón del Monte, Mateo nos muestra a Jesús instruyendo a Sus discípulos en el Mensaje que era Suyo y que ellos habían de transmitir a la humanidad. En el relato de Lucas del Sermón del Monte esto aparece aún más claro. Sigue inmediatamente a lo que podríamos llamar la elección oficial de los Doce (Lc 6:13 ss).

Por esta razón, un gran investigador. llamó al Sermón del Monte «El sermón de ordenación de los Doce.» De la misma manera que hay que presentarle su tarea a un joven pastor que está a punto de encargarse de su primer trabajo; así Jesús les dirigió a los Doce este sermón de ordenación antes de que salieran a realizar su labor. Por esa razón otros investigadores le han dado al Sermón del Monte otros títulos. Se ha llamado » El compendio de la doctrina de Cristo,» » La Carta Magna del Reino,» » El manifiesto del Rey.» Todos están de acuerdo en que en el Sermón del Monte tenemos la esencia de la enseñanza de Jesús al círculo más íntimo de Sus seguidores.

EL SUMARIO DE LA FE

Es un hecho que esto es aún más verdad de lo que parece a primera vista. Hablamos del Sermón del Monte como si fuera un sermón determinado predicado en una sola ocasión. Pero es mucho más que eso. Hay buenas e indiscutibles razones para creer que el Sermón del Monte es mucho más que un sermón; que es, de hecho, una especie de epítome de todos los sermones que predicó Jesús.
(i) Cualquiera que lo oyera por primera vez en su forma actual estaría agotado mucho antes del final. Hay demasiado material es él para una sola audición. Una cosa es sentarse y leerlo, haciendo pausas o deteniéndose a pensar cuando se quiere, y otra escucharlo seguido por primera vez. Podemos leerlo a nuestro paso, reconociendo y saboreando cada palabra; pero oírlo por primera vez en su forma presente sería deslumbrarnos del exceso de luz mucho antes de que se terminara.

(ii) Hay algunas secciones del Sermón del Monte que surgen, por así decirlo, sin previo aviso; no tienen conexión con lo precedente ni con lo consiguiente. Por ejemplo: Mt 5:31 s, y Mt 7:7 -I1 están desconectadas de su contexto. Hay una cierta dislocación en el Sermón del Monte.

(iii) Lo más importante es que, tanto Mateo como Lucas nos dan una versión del Sermón del Monte. En la versión de Mateo hay 107 versículos. De estos 107, 29 se encuentran juntos en Lc 6:20-49 ; 47 no tienen paralelo en la versión de Lucas, y 34 se encuentran desperdigados por todo el evangelio de Lucas en diferentes contextos.

Por ejemplo: el símil de la sal está en Mt 5:13 y en Lc 14:34 s; el símil de la lámpara está en Mt 5:15 y en Lc 8:16 ; el dicho de que no se omitirá ni un punto ni una tilde de La ley está en Mt 5:18 y en Lc 16:17 . Es decir, que pasajes que son consecutivos en el evangelio de Mateo aparecen en capítulos ampliamente separados del evangelio de Lucas.

Para tomar otro ejemplo: el dicho acerca de la mota en el ojo de nuestro hermano y la viga en el nuestro está en Mt 7:1 -S y en Lc 6:37-42 ; y el pasaje en que Jesús exhorta a pedir y buscar y encontrar está en Mt 7:7-12 y en Lc 11:9-13 .

Si tabulamos estos pasajes lo vemos todavía más claro.

Mt 5:13

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— en las sinagogas judías: Lit. en las sinagogas de ellos. Así también en Mat 9:35. Expresión un tanto sorprendente y que parece sugerir que, cuando se redactaba este evangelio, ha tenido ya lugar una profunda ruptura entre judíos y cristianos.

— la buena noticia: Lit. el evangelio: Ver notas a Mar 1:1 y Rom 1:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Mat 8:16; Mat 9:35; Mat 11:5; Mat 24:14; Mar 1:32; Mar 1:39; Mar 6:55-56; Luc 4:15; Luc 6:18-19.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Resumen del ministerio de Jesús (cf. Mar. 1:39; 3:7-12; Luc. 4:44; 6:17-19). Este resumen muestra que Jesús era aceptado en las sinagogas (en contraste con la hostilidad posterior) y am pliamente popular como maestro y especialmente como sanador; la misión en Galilea fue, esencialmente, todo un éxito. Mientras su ministerio estaba localizado en Galilea, Jesús atraía la atención en “toda la Palestina” (que formaba parte de la provincia romana de Siria). La prominencia de las sanidades establece un avance significativo sobre el ministerio de Juan: el poder del reino de los cielos, cosa que Juan preveía, ahora se estaba viendo en acción.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “el evangelio; las buenas noticias”. Gr.: eu·ag·gué·li·on; lat.: e·van·gé·li·um.

REFERENCIAS CRUZADAS

i 149 Mat 9:35; Mar 6:6

j 150 Mar 1:14; Mar 1:39

k 151 Luc 4:16; Hch 13:14

l 152 Luc 9:11; Hch 10:38

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

sinagogas. Servían como lugares de instrucción religiosa y para la oración, eran los lugares más adecuados para enseñar y predicar en la comunidad judía.

el evangelio del reino. Es decir, el mensaje que ya fue presentado en el vers. 17. Jesús usó pasajes del A.T. que se relacionaban con el reino y el Mesías, y explicó que esas profecías se estaban cumpliendo en El (cp. Lc 4:17– 21).

Fuente: La Biblia de las Américas

23 (1) Una sinagoga es un lugar donde los judíos leen y aprenden las Escrituras ( Luc_4:16-17 ; Hch_13:14-15).

23 (2) O, buenas nuevas, noticias de gozo. En este libro el evangelio es llamado «el evangelio del reino». Incluye no solamente el perdón de pecados (cfr. Luc_24:47) y la impartición de vida (cfr. Jua_20:31), sino también el reino de los cielos (24:14) con el poder de la era venidera ( Heb_6:5), o sea el poder de echar fuera demonios y sanar enfermedades ( Isa_35:5-6 ; Mat_10:1). Tanto el perdón de pecados como la impartición de vida tienen como fin el reino.

23 (a) Mat_9:35 ; Mat_13:54 ; Mar_1:39 ; Luc_4:44 ; Jua_6:59

23 (b) Mat_9:35 ; Mat_24:14 ; Mar_1:14-15 ; Luc_4:43 ; Luc_8:1 ; Luc_16:16

23 (c) Mat_8:16-17 ; Mat_9:35 ; Mar_1:34 ; Mar_6:55-56 ; Luc_7:21 ; Hch_10:38

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

el evangelio del reino. Estas son las buenas noticias de que la presencia del Rey ha hecho que el reinado de Dios en la tierra (en cumplimiento de muchas profecías del AT) «se haya acercado». Los requisitos previos para entrar en el reino incluían: arrepentimiento (Mat 4:17), justicia (Mat 5:20), fe como la de un niño (Mat 18:3); en resumen, nacer de nuevo (Jua 3:3). Como quiera que el pueblo rechazó estos requisitos, Cristo enseñó que Su reino temporal no vendría de inmediato (Luc 19:11). Sin embargo, este evangelio del reino será proclamado de nuevo durante el período de la Tribulación (Mat 24:14), justamente antes del regreso de Cristo para establecer Su reino en la tierra (Mat 25:31; Mat 25:34).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

sanando…Mat 9:35; Mar 1:39.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T51 El verbo compuesto περιάγω significa: ir por, recorrer.

T211 Τῆς Βασιλείας se usa como un genitivo de complemento directo: acerca del reino.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g9.35; Mar 1:39.

Fuente: La Biblia Textual III Edición